"La humanidad no encontrará la paz hasta que no vuelva con confianza a mi Misericordia" (Jesús a Sor Faustina)

miércoles, 12 de junio de 2019

Un libro demuestra la relación de Nicolás Maduro con sectas y brujería


Maduro, adicto a la brujería y seguidor idólatra del impostor Sai Baba.

Secretaría RIES, el 10.06.19

El periodista venezolano David Placer, que después de Los brujos de Chávez (2015) ha escrito un libro sobre la influencia del fallecido gurú Sai Baba en Nicolás Maduro, afirma que desde 1958 todos los presidentes venezolanos, salvo Rafael Caldera, han sido adeptos de la brujería.

“Somos un país supersticioso, es algo cultural”, dice Placer, que reside en España desde hace unos 20 años y se encuentra en Estados Unidos para presentar El dictador y sus demonios. La secta de Nicolás Maduro que secuestró a Venezuela, publicado en Amazon. Lo leemos en El Pitazo, con información de Efe.

En este libro, el periodista de 40 años recoge el resultado de sus investigaciones sobre una faceta poco conocida del actual gobernante de Venezuela, al que la oposición y medio centenar de países no reconocen como tal y, en cambio, apoyan a Juan Guaidó, titular de la Asamblea Nacional, como presidente interino.

Entre la santería y Sai Baba
Por estos días, el disidente chavista Hugo Carvajal, ex jefe de la contrainteligencia militar venezolana y detenido en España por petición de Estados Unidos, ha afirmado que el presidente Maduro gasta cientos de miles de dólares en santeros cubanos (véanse sus declaraciones al final de este artículo).

También ha dicho que Maduro es “un devoto santero seguidor de Sai Baba”, algo que viene a corroborar la tesis de El dictador y sus demonios y a hacerle publicidad al libro, como dice con humor Placer, que el pasado 7 de junio lo presentó en Houston (Texas) después de haber hecho lo propio en Miami.


El autor de El dictador y sus demonios afirma que la esposa de Maduro, Cilia Flores, es más supersticiosa que él. Con Cilia y varios sobrinos de ella Maduro viajó a la India a ver a Sai Baba en 2005, cuando era presidente de la Asamblea Nacional (AN), mucho antes de que “pudiera ni imaginar” que iba a llegar a la Presidencia de Venezuela.
Su brujo de cabecera
En sus investigaciones, Placer dice haber comprobado que además de devoto de Sathya Sai Baba (1926-2011), con viaje a la India incluido, y cliente de los babalaos de la santería, Maduro, que se dice “cristiano”, tiene un brujo en Miami que viaja regularmente a Caracas a echarle las cartas.

El brujo se llama Cirilo Enrique Rodulfo, formó parte de las Fuerzas Armadas y cobra carísimo sus servicios, dice Placer. Las fuentes de Placer le contaron que un empresario camaronero venezolano acudió a él para saber si iba a encontrar comprador para su empresa. La vendió y la factura que recibió fue de 90.000 dólares, una cantidad que, pese a lo abultada, no dudó en pagar. “No quiero deberle a un brujo”, dijo a sus amigos.

Ese ex capitán del ejército vive en Miami, en Doral Isles, pero viaja a Caracas para responder consultas de Maduro, de quien es amigo, como lo fue de Chávez, según leemos en Infobae. “Le llaman ‘El Profe’. Participó en el programa ‘La línea psíquica de Celia Cruz’, en Telemundo, que le abrió las puertas al mundo de artistas venezolanos que pagan miles de dólares por consultarlo”, dijo Placer.

Durante los años de Chávez, agregó el periodista, el brujo “colocó a su hijo como vicecónsul de Venezuela en Miami”. Rodulfo se ha jactado de haberle pronosticado a Maduro que sería presidente aun antes de que Chávez se enfermase.

Relación estrecha con el gurú indio
Placer sólo pudo confirmar el viaje de Maduro al ashram del gurú Sai Baba de 2005 citado antes, pero en la India miembros de la organización Sathya Sai Baba, a cargo del legado de quien sus devotos consideran que fue un dios viviente, le dijeron que hubo otros después, aunque él no pudo contrastarlo.

En el viaje de 2005 Maduro tuvo dos reuniones con el gurú, una pública, junto a 30 devotos venezolanos, y otra privada. Hay una fotografía que ha circulado por las redes en la que se ve al dirigente chavista a los pies de Sai Baba (la que encabeza este artículo).

De acuerdo con el libro, el presidente “obrero”, como le gusta llamarse a sí mismo, está rodeado tanto de santeros como de “saibabistas”. Entre estos últimos está el canciller, Jorge Arreaza; la ministra para el Servicio Penitenciario, Iris Varela; y el ministro de Educación, Aristóbulo Istúriz, dice Placer.

Cuando se le pregunta si Maduro ha reconocido alguna vez su relación con Sai Baba públicamente, Placer dice que en dos ocasiones y que una de ellas fue en una entrevista que le concedió al periodista del medio digital Descifrado Roger Santo Domingo, autor de la biografía De verde a Maduro. La otra fue en una entrevista con la periodista Maye Primera para El Mundo, en 2003.

Hay unos 1.200 centros Sai Baba en 114 países de todo el mundo y sus seguidores se cuentan por millones, de acuerdo con fuentes de la organización Sathya Sai Baba. El líder espiritual, rodeado en vida de acusaciones de abusos sexuales y delitos financieros y poseedor de un gran imperio económico, predicaba cinco puntos de disciplina para transformar “hogares y pueblos”: “Silencio”, “Limpieza”, “Servicio”, “Amor” y “No odio”. David Placer destaca que paradójicamente la Venezuela de Maduro es la antítesis de esos cinco puntos.

La fascinación por lo esotérico
Cuando se le pregunta el porqué de la afición a lo esotérico de los presidentes venezolanos, dice que es producto de “la soledad del poder” y de “no poder confiar en nadie”. Según dice, no solo quieren que les predigan su futuro y les adviertan de conspiraciones y otros males, también pueden pedir a sus brujos “trabajos” para “pisotear” a sus rivales y enemigos.

Sobre el famoso episodio del “pajarito” que Maduro contó que se le apareció y le dijo que era el difunto Chávez, señala que puede deberse a que cree en la reencarnación, como el fallecido presidente. Hay algunos que piensan que lo dijo para caer bien al pueblo o para exponer gráficamente su comunión con Chávez, pero Placer piensa que “de verdad él cree en esas cosas”.

Un dato curioso es que Sai Baba y Maduro nacieron el mismo día del año, el 23 de noviembre, algo que él dice a sus allegados que “no es una casualidad”, según Placer.

Represión y tortura… realizadas por los “devotos”
David Placer viajó al ashram de Sai Baba en Puttaparthi “porque no se conocían los intríngulis de ese viaje, con quién se reunió Maduro”, dijo a Infobae. “Empecé en esa línea de investigación, pero terminé con dos narrativas en paralelo: una es el viaje de Maduro allí y la otra es —una faceta más oscura— el hecho de que los ministros que desarrollaron las políticas de represión y tortura en Venezuela son saibabistas o han visitado a Sai Baba”.

En su nuevo libro, Placer revela así los puentes invisibles entre “lo peor del régimen que se puede encontrar en Venezuela y la ilusión y la devoción absoluta, una contradicción increíble”. De hecho, en sus páginas explica por qué el saibabismo “tiene tanto calado” en su país. “Es algo completamente desconocido en España, donde vivo, pero en Venezuela todo el mundo ha escuchado hablar”.

En las filas del chavismo se asomaban otros devotos que, según el libro de Placer, terminaron por tejer lo que hoy es “una red de espionaje invisible e inviolable, construyeron las más terroríficas mazmorras y dirigen la aniquilación de opositores y a chavistas disidentes con total impunidad”.

La inteligencia de los Estados Unidos, destacó Placer, no ignora el papel de este grupo. “En el año 1987 contactaron al segundo en el mando en Panamá, Roberto Díaz Herrera, quien hizo una denuncia pública contra Manuel Noriega, y comenzó la revuelta”, recordó el periodista. En su momento, Díaz Herrera dijo que lo había obligado a hacerlo el libro con la sabiduría de Sai Baba que leía, y le ordenaba adherirse a los valores humanos: “Verdad, rectitud, amor, paz y no violencia”.

Agregó Placer: “Y ahora Elliot Abrahams contacta con [el canciller venezolano] Jorge Arreaza, que es un devoto de Sai Baba. No me parece casualidad que busquen a un saibabista en el entorno de Maduro para negociar”. Pero la figura más ominosa de su relato es la ministra para el Servicio Penitenciario, Iris Varela. “La titular de cárceles ha creado un sistema horroroso, el pranato”, agregó.

“Los pranes son los líderes de las cárceles, que gobiernan las prisiones, construyen piscinas, discotecas y mantienen un negocio millonario del robo de vehículos, secuestro y vicariato. La ministra ha dado poder absoluto a los pranes, que salen de prisión a su antojo y organizan el amedrentamiento y el asesinato de los adversarios del régimen. Algunos de los testimonios del libro confiesan cómo salen de la cárcel por orden de la Guardia Nacional para asesinar y regresar a la cárcel para que el crimen permanezca impune”, detalló Placer.

Según su libro, Varela “no es devota, sino que viajó por curiosidad al ashram junto con el ministro de Educación, Aristóbulo Istúriz”, quien también fue vicepresidente. “La mujer de este hombre es muy devota de Sai Baba. Sucede con ellos igual que con la pareja presidencial: quien es realmente devota es Cilia Flores”. Flores es muy amiga de Varela.

“Capaya Rodríguez, la máxima dirigente del saibabismo en Sabana Grande, y apenas Maduro llegó a presidente ascendió de manera vertiginosa a embajadora de Filipinas”, mostró otro ejemplo.

La secta de Sai Baba en Venezuela
Por exótico que suene, en Venezuela el saibabismo existe desde la década de 1970, y se estima que cuenta con unos 200.000 seguidores. “Cuando fui a Putthaparthi me llamó la atención la cantidad de latinoamericanos. La cantidad más alta eran primero los argentinos y luego los venezolanos”, observó Placer.

Preguntó por qué. “Descubrí que las primeras traductoras de sus libros al español fueron una venezolana y una argentina, a quienes se les despertó una devoción por él”, agregó el periodista. Adelina del Carril de Güiraldes, de Buenos Aires, trató al gurú en la década de 1950, y Arlette Meyer, de Caracas, inició una serie de viajes al ashram en 1972.

Maduro es uno de los millones de devotos que siguen las enseñanzas del que considera su “maestro espiritual” en 113 países del mundo. En su libro De verde a Maduro, Roger Santo Domingo escribió que el retrato de Sathya Narayana Rayu Ratnakara —valorado en su niñez como un avatar del dios Visnú, y en su juventud proclamado como la reencarnación del santo Sai Baba de Shirdi— acompañó al sucesor de Chávez en todas sus oficinas, hasta la del Palacio de Miraflores.

En 2011, siendo Maduro ministro de Relaciones Exteriores, cuando Sai Baba murió, la Asamblea Nacional decretó un día de luto en Venezuela. Nada se dijo de las denuncias de abuso sexual y delitos financieros que ensombrecieron la fama del gurú.

Un gobierno empapado de brujería
David Placer, periodista venezolano emigrado a España, donde pesquisó vida y negocios de los líderes chavistas en Europa, había publicado Los brujos de Chávez, un éxito de ventas. “Todo comenzó con los rituales realizados por el presidente en su etapa conspirativa”, escribió. “Tras su llegada a la presidencia, Chavez se acercó a todas las condiciones y creencias, se bañó en las cascadas de Sorte, se dejó leer el tabaco, pidió en televisión el poder de los rayos de los brujos de la revolución y celebró un ritual santero frente a las huesos del libertador Simón Bolívar”.

De Cuba llegaron “santeros y babalawos” que se dispersaron en “las oficinas públicas, los ministerios y los estamentos militares”, agregó Placer. Su libro dio a conocer “la sala de rituales y sesiones de espiritismo” que, argumentó, existe en la sede presidencial.

La idea de Los brujos de Chávez comenzó a rondarlo en 2012, cuando el bolivariano se trataba en Cuba un cáncer que terminó por matarlo. “En esos días los canales de televisión oficialistas no dejaban de transmitir los rezos de los chamanes indígenas del Amazonas y los rituales babalawos para sentenciar una pronta curación”, recordó en el texto.

“Las oraciones en favor de la salud del comandante eterno se habían convertido en una prioridad para el canal del Estado y para el gobierno. Ya los rituales no se escondían”, agregó. “El grito desesperado a los orishas debía ser difundido a todo el país”.

Como si no hubiera contradicciones, los chavistas en el poder entonces, como los de ahora, pueden ser a la vez “marxistas, leninistas y santeros”, comentó Placer. “Tienen un arroz con mango en todos los sentidos: espiritual, ideológico, con sus propias vidas”.

Lo confirma el ex jefe de inteligencia
Nicolás Maduro es “un ser sin escrúpulos”, “un devoto santero” y un “seguidor de Sai Baba” que gastó miles de dólares provenientes de las arcas públicas para participar en rituales espiritistas en Cuba. Esto es lo que afirma Hugo “El Pollo” Carvajal, el ex jefe de espías del fallecido presidente Hugo Chávez y férreo opositor al actual líder chavista, según informa Perfil.

“¿Apegado a valores espirituales o espiritistas?”, dijo Carvajal en una carta publicada en Twitter. “¿Cómo te atreves a llamarte cristiano cuando eres seguidor de cuanta creencia se te cruza por enfrente? Eres un devoto santero, seguidor de Sai Baba y quien sabe de qué otra religión. Supongo que de alguna manera debes canalizar en tu interior las atrocidades que has cometido contra el Pueblo de Venezuela”.

“La gente debería saber que tu padrino de santería es Carlos Osorio [el ministro de Alimentación]”, dice Carvajal, quien ejerció como jefe de la Dirección de Contrainteligencia Militar (DGICIM) y fue despedido en 2013 por “mala conducta”. “También debería saber que tus sacrificios religiosos en Cuba los pagaba tu ministro de Finanzas, que en al menos una oportunidad envió un maletín de $500,000 en efectivo a La Habana en un avión de PDVSA”.

También se burla de Maduro por creer “que los pájaros son reencarnaciones humanas y pueden hablar”.

Categorías : General, Santería - cultos afroamericanos, Sai Baba
(http://www.infocatolica.com/blog/infories.php/1906090837-un-libro-demuestra-la-relacio?fbclid=IwAR1dCwzYpD4a2wRK7cyTGosZp5PKTswlrg1OSJlVQxZv_f2Zsw8M_-HWc1U)

1 comentario:

  1. Así es el socialista latinoamericano, no cree en Jesucristo y la Trinidad, pero de alguna forma canaliza la culpa adhiriéndose a alguna secta.

    Sai Baba era un endemoniado con mucho poder. Se sabe que para crecer su poder necesitan la energía de niñas, de ahí el tema de abusos sexuales.

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