"La humanidad no encontrará la paz hasta que no vuelva con confianza a mi Misericordia" (Jesús a Sor Faustina)

sábado, 15 de febrero de 2020

Más de 80 víctimas de la secta Nxivm denuncian a los líderes.

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FUENTE: Varios medios

Más de 80 personas presentaron en la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York una demanda contra los líderes de la secta Nxivm, incluidas las mexicanas Rosa Laura Junco de la Vega, Loreta Garza Dávila, Mónica Durán y Daniela Padilla, quienes formaban parte del primer círculo de esclavas sexuales del falso gurú Keith Raniere. Lo cuenta Juan Alberto Vázquez en el medio mexicano Milenio.

La denuncia civil de 189 páginas explica que menos de 100 de las más de 16.000 personas inscritas en los cursos de autoayuda de esta empresa, sobre todo en Estados Unidos, Canadá y México, obtuvieron ingresos por pertenecer al círculo íntimo del grupo. Asimismo, busca resarcir daños monetarios por parte del líder Raniere e incluye a sus coacusadas en el proceso original, Clare Bronfman, Nancy y Lauren Salzman, Allison Mack y Kathy Rusell, quienes esperan a que se les dicte sentencia.

También implica a otras que no fueron acusadas inicialmente, como Sara Bronfman, Karen Unterreiner y los doctores Brandon Porter y Danielle Roberts, esta última señalada por ser quien marcaba la cintura de las “esclavas con una pluma cauterizadora”. En esta nueva demanda se acusa al conocido como Vanguard (Raniere) de dirigir una organización corrupta que abusó física y psicológicamente de personas, de saquear económicamente a otros y de obligar a los alumnos a trabajar o servir como esclavos sexuales y a someterse a experimentos humanos no autorizados.

El abogado Neil Glazer desarrolló esta nueva acusación contra la mesa directiva de Nxivm por haber vendido “una mezcolanza pseudocientífica de métodos psicoterapéuticos, intrínsecamente riesgosos, como costosos cursos de superación personal”. “Nxivm se aprovechó de personas serias e inteligentes que querían superarse a sí mismas y al mundo a través de lo que pensaban que era una empresa humanitaria de alcance sin precedentes”, dijo.

El litigante destacó que los acusados despojaron sistemáticamente a las mujeres de su autoestima y las que cumplían ciertos criterios las fueron preparando para ser parejas sexuales de Raniere. Según la demanda, esto se lograba “a través de un proceso insidioso de adoctrinamiento y manipulación lentos y sutiles donde los líderes de Nxivm acercaron cada vez más a su sede de Albany a los estudiantes que se habían vuelto más vulnerables a los métodos abusivos y coercitivos.

De acuerdo con información de la CNN, de la que se hace eco Político.mx, la demanda fue presentada el pasado 28 de enero en un tribunal federal en Brooklyn, Nueva York. Esta demanda está firmada por más de 80 presuntas víctimas que buscaban ayuda financiera y un juicio con jurado. “Los acusados ejercieron poder sobre los demandantes; tomaron su dinero; hicieron difícil su vida financiera, física y psicológicamente, y en algunos casos imposible, abandonar la comunidad coercitiva; y abusaron sistemáticamente física y emocionalmente de los demandantes”, se mencionó en la demanda.

Por su parte, Marc Agnifilo, abogado de Raniere, aseguró que la demanda presentada, en realidad, es benéfica para su cliente, pues dijo considerar que ésta “ayuda a que su cliente apele su condena”. Asimismo, señaló que “pone en perspectiva las motivaciones de los demandantes en el caso penal”, añadió que los demandantes están “motivados por la codicia”.

Cabe recordar que Emiliano Salinas, hijo de Carlos Salinas de Gortari, ex presidente de México, y Rosa Laura Junco, hija de Alejandro Junco de la Vega, dueño del diario Reforma, han sido señalados como presuntos colaboradores de la secta en México. Además, también se señalaron a otras 4 mujeres de origen mexicano como colaboradoras de la secta.

Según consta en la denuncia, Garza Dávila reside en Waterford, Nueva York, y trabajó directamente con Raniere para crear y ejecutar el grupo secreto de mujeres denominado “DOS” (Dominante sobre Sumiso), del cual era una de las líderes con el cargo de “First Line Master”. Las acusadas citadas más arriba, “también contaban con sus propios grupos de mujeres esclavas, algunas de las cuales también fueron obligadas a reclutar a sus propias esclavas. El propósito era proporcionar una mayor plantilla para Raniere, así como para ampliar su oferta de parejas sexuales”, señala la denuncia, tal como informa La Verdad.

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