"La humanidad no encontrará la paz hasta que no vuelva con confianza a mi Misericordia" (Jesús a Sor Faustina)

martes, 30 de septiembre de 2014

India: sacrifican a un niño en un ritual de curación sugerido por un brujo tántrico


Un hombre, aconsejado por un brujo tántrico, sacrificó en un ritual a un niño de 7 años con la intención de curarse de la enfermedad mental que padece en el estado de Orissa, en el este de la India, informó a la agencia Efe ayer, 29 de septiembre, una fuente oficial. El acusado se llevó al menor de su casa, situada en el distrito de Bolangir, con el pretexto de “ir de compras”, a lo que su madre había accedido, dijo el superintendente de Policía de la zona, Deepak Kumar.
El suceso ocurrió el pasado 26 de septiembre por la noche, pero no fue hasta el día siguiente cuando el cadáver del niño fue encontrado a unos 4 kilómetros de su vivienda. Kumar indicó que el culpable había estado anteriormente bajo tratamiento por su enfermedad mental y que se trata de un hombre “supersticioso”.
La Policía arrestó a tres personas en relación con el crimen, entre ellos al brujo que aconsejó la muerte del pequeño. El tantrismo, junto a otras corrientes de la tradición hindú, tuvo en el pasado una larga tradición -hoy casi erradicada- de rituales con sacrificios humanos, aunque siguen existiendo casos denunciados de asesinatos infantiles.
En diciembre de 2013, una madre del estado nororiental de Assam quemó vivo a uno de sus gemelos de cinco meses con la intención de salvar al otro, después de revelársele en un sueño que si no mataba a uno morirían los dos.
Según datos oficiales, en 2009 -último año del que hay recuento- se registraron en la India 186 muertes violentas relacionadas con la “brujería”, término que en muchos casos engloba este tipo de rituales mortíferos.
En las áreas tribales de la India no son infrecuentes los sacrificios humanos, así como los linchamientos de mujeres acusadas de practicar magia negra o brujería, pese a que varios gobiernos regionales han emprendido campañas de sensibilización.
(extraído de: http://infocatolica.com/blog/infories.php/1409290859-india-sacrifican-a-un-nino-en)

Osho: la secta que trató de ganar unas elecciones con un atentado bioterrorista


Algunos dicen que en política todo vale y múltiples son los casos que han salido a la luz de juego sucio, descalificación entre candidatos contrincantes, financiaciones ilegales de partidos o invención de datos para tener un mejor currículum de cara a los electores. Lo cuenta Alfred López en Cuadernos de Historias, un blog en Yahoo.
Se cumple el 30 aniversario de un sorprendente hecho que sacudió unas elecciones locales en Oregón, EEUU, en noviembre de 1984 y en el que tuvo lugar un ataque bioterrorista que afectó a 751 personas que fueron intoxicadas con agua y alimentos contaminados con la salmonella. Afortunadamente de todas ellas tan solo 45 tuvieron que ser hospitalizadas y ninguna falleció a consecuencia del acto terrorista.
Curiosa era la identidad de los autores materiales: el movimiento rajnishe, seguidores del líder místico indio Bhagwan Shri Rajnísh ‘Osho’, más cercanos a ser una peligrosa secta que una comunidad basada en la espiritualidad.
Pero mucho más sorprendente fue el motivo por el que lo realizaron: incapacitar al mayor número posible de votantes de la población de The Dalles, en Oregon, y así evitar que acudiesen a las urnas, con el fin de ser los más de 5.000 miembros del movimiento rajnishe quienes votasen y salir elegidos con mayoría los representantes que ellos presentaban.
Toda una estrategia milimétricamente pensada con el propósito de ir alcanzando cada vez más poder. Porque en realidad no se trataba de una pequeña comuna de seguidores. Para 1984 ya llevaban cuatro años instalados en lo que era conocido como Rajnishpuram, una ciudad controlada totalmente por ellos en el condado de Wasco.
Lo que había comenzado siendo como un pequeño grupo místico instalado al noroeste del país se convirtió en poco tiempo en una próspera y multitudinaria comunidad cuyo poder e influencia iba en aumento. Las elecciones de noviembre del ‘84 eran un trampolín perfecto para conseguir tener dos representantes (de los tres que había) en el distrito judicial del condado y con ello controlar todas las decisiones administrativas, teniendo el control absoluto.
En un principio la táctica era que las miles de personas que vivían en aquella comunidad, que superaban con creces a los habitantes de las poblaciones lindantes, irían a votar y lo harían por los candidatos presentados por los rajnishe, pero desde las oficinas del condado de Wasco se enteraron que la inmensa mayoría de esos habitantes de la comunidad se acababan de instalar y para evitar fraudes electorales se dictó una norma que exigía un tiempo mínimo de empadronamiento a los electores, algo que provocó que tan sólo una cuarta parte de los residentes pudiesen ejercer el derecho al voto, yéndose al traste el plan.
Este fue el principal motivo por el que contraatacaron con otro plan: hacer enfermar a los votantes de las localidades cercanas a Rajnishpuram para que de ese modo fuesen más numerosos los miembros de rajnishe que acudiesen a las urnas.
El primero de los ataques biológicos con salmonella lo realizaron el 29 de agosto de ese mismo año, contaminando el agua que ofrecieron a dos comisionados del condado que acudieron a Rajnishpuram en una visita con el propósito de saber cuál era el verdadero número de habitantes empadronados allí. Estos dos hombres les sirvieron de conejillos de indias para comprobar la efectividad de esa arma bacteriológica.
A partir de ahí, y hasta el 10 de octubre, múltiples fueron los objetivos a contaminar: estamentos públicos, comercios y diez restaurantes en los que esparcieron la salmonella por el buffet de ensaladas.
751 personas residentes en la población de The Dalles cayeron enfermas, lo que provocó una investigación oficial para averiguar la razón por la que tantos habitantes de una misma localidad habían enfermado de salmonelosis. Se supone que no fue debido a esta investigación, pero repentinamente la comunidad rajnishe retiró a sus candidatos a las elecciones de representantes del condado.
Tiempo después se supo que la persona que ideó y puso en marcha todo el plan fue Shila Silverman, la lugarteniente de Bhagwan Shri Rajnísh, que acabó abandonando la comunidad junto a aquellos que la habían ayudado.
Fue el propio Osho quien puso en conocimiento de las autoridades la identidad de los responsables del ataque bioterrorista. Shila fue juzgada y condenada a más de 20 años de prisión de los que tan solo cumplió 29 meses, quedando en libertad por buen comportamiento.
(extraído de: http://infocatolica.com/blog/infories.php/1409271110-osho-la-secta-que-trato-de-ga)

domingo, 28 de septiembre de 2014

La práctica del eneagrama es contraria a la Fe Católica



Aun cuando se pueda admitir que la religiosidad de la Nueva Era en cierto modo responde al legítimo anhelo espiritual de la naturaleza humana, es preciso reconocer que tales intentos se oponen a la revelación cristiana. En la cultura occidental en particular, es muy fuerte el atractivo de los enfoques « alternativos » a la espiritualidad. Por otra parte, entre los católicos mismos, incluso en casas de retiro, seminarios y centros de formación para religiosos, se han popularizado nuevas formas de afirmación psicológica del individuo. Al mismo tiempo, hay una nostalgia y una curiosidad crecientes por la sabiduría y los rituales de antaño, lo cual explica en parte el notable aumento de la popularidad del esoterismo y del gnosticismo. Muchos se sienten especialmente atraídos por lo que se conoce –correctamente o no– como « espiritualidad » celta,5 o por las religiones de los pueblos antiguos. Los libros y cursos sobre espiritualidad o sobre religiones antiguas u orientales son un negocio floreciente y con frecuencia reciben el apelativo de « Nueva Era » por razones de carácter comercial. Pero los vínculos con dichas religiones no siempre están claros. De hecho, con frecuencia se niegan. 

Un discernimiento cristiano adecuado del pensamiento y de la práctica de la Nueva Era no puede dejar de reconocer que, como el gnosticismo de los siglos II y III, ésta representa una especie de compendio de posturas que la Iglesia ha identificado como heterodoxas. Juan Pablo II ha alertado respecto al « renacimiento de las antiguas ideas gnósticas en la forma de la llamada New Age. No debemos engañarnos pensando que ese movimiento pueda llevar a una renovación de la religión. Es solamente un nuevo modo de practicar la gnosis, es decir, esa postura del espíritu que, en nombre de un profundo conocimiento de Dios, acaba por tergiversar Su Palabra sustituyéndola por palabras que son solamente humanas. La gnosis no ha desaparecido nunca del ámbito del cristianismo, sino que ha convivido siempre con él, a veces bajo la forma de corrientes filosóficas, más a menudo con modalidades religiosas o pararreligiosas, con una decidida aunque a veces no declarada divergencia con lo que es esencialmente cristiano ».6 Un ejemplo de esto puede verse en el eneagrama, –un instrumento para el análisis caracterial según nueve tipos– que, cuando se utiliza como medio de desarrollo personal, introduce ambigüedad en la doctrina y en la vivencia de la fe cristiana. 

Eneagrama: (del griego ennéa = nueve + gramma = signo) el nombre designa un diagrama compuesto por un círculo con nueve puntos en su circunferencia, unidos entre sí por un triángulo y un hexágono circunscritos. Originariamente se utilizó para la adivinación, pero recientemente se ha popularizado como símbolo de un sistema de tipología de la personalidad que consta de nueve tipos caracterológicos básicos. Se hizo popular tras la publicación del libro The Enneagram de Helen Palmer,97 pero la autora reconoce su deuda con el médico y pensador esotérico ruso G. I. Gurdjieff, el psicólogo chileno Claudio Naranjo, y el autor Óscar Icazo, fundador de Arica. El origen del eneagrama permanece envuelto en el misterio, si bien algunos sostienen que procede de la mística sufí.
(extraído de: El Católico Ácido, grupo de Facebook)

sábado, 27 de septiembre de 2014

Estatuas de Franco y de otros santos propios coronan la basílica de la secta Palmar de Troya


La imagen de la Basílica de El Palmar se ha convertido ya con el paso de los años en un inseparable compañero de todos los que habitan esta zona de la campiña utrerana (en la provincia de Sevilla). Sus inconfundibles y megalómanas torres y extraño diseño, han quedado como rastro de un movimiento que en su día llegó a manejar ingentes cantidades de dinero y que poco a poco fue decreciendo hasta prácticamente diluirse.
Pero, según relata Alberto Flores en el diario ABC, desde hace algunos meses las preguntas y las incógnitas vuelven a ceñirse sobre la orden de los Carmelitas de la Santa Faz, ya que la famosa iglesia, que en su día se convirtió en todo un centro de peregrinación, ha sufrido un cambio sustancial.
El habitual color gris de sus torres y cúpulas, que dominaba el paisaje desde el pequeño cerro en el que se ubica, ha ido dando paso al marrón y al blanco, colores con los que se ha pintado la iglesia por completo. Las nueve torres que sirven de campanario, apuntan hacia el cielo luciendo esta nueva imagen que cambia por completo la forma de ver este curioso templo, que a algunos asombra y que a otros acongoja.
Los altos muros y las cámaras de seguridad que siguen rodeando todo el perímetro en el que se encuentra la edificación impiden ver lo que está ocurriendo en el interior, por lo que es lógico que muchos se pregunten si realmente el movimiento, que se creía prácticamente en extinción, está resurgiendo de nuevo.
A nadie se le escapa que realizar unas obras de estas características en un edificio tan grande, debe de suponer un importante desembolso económico. En los últimos años todos los especialistas han coincidido en afirmar que las finanzas de la secta estaban en números rojos, por lo que es extraño que precisamente ahora tengan lugar estas obras que han cambiado por completo la imagen del edificio.
Pero realmente los elementos más curiosos que forman ahora parte de la Basílica de El Palmar son una serie de estatuas que jalonan las tres cúpulas y la parte superior de la fachada principal. Estatuas de color blanco, se desconoce si en un futuro serán policromadas, y que vuelven a sembrar las dudas en muchos ciudadanos, ya que evidentemente colocar diez estatuas a esa altura no debe de ser una tarea ni sencilla ni barata.
La parte más sorprendente de esta nueva obra es sin lugar a dudas la zona superior de la fachada principal, donde se encuentran siete de estas curiosas estatuas. Tratando de jugar a una especie de juego de las adivinanzas, se puede intuir que la estatua que se encuentra en el centro podría representar a Gregorio XVII (Clemente Domínguez), el que fuera proclamado como primer Papa de El Palmar y fundador de todo el movimiento.
En el extremo izquierdo se encuentra la figura de un hombre de baja estatura con uniforme militar, que bien podría ser Francisco Franco (proclamado santo por el movimiento de El Palmar). En el extremo derecho, encontramos otra curiosa figura con un ancla, por lo que inmediatamente induce a pensar en la figura de Cristóbal Colón, que también fue proclamado santo en su momento. Otras de las estatuas podrían estar relacionadas con otras figuras históricas santificadas por esta secta, como el Cardenal Cisneros o Don Pelayo.
En cualquier caso una obra faraónica, en la que los actuales responsables de la Orden de los Carmelitas de la Santa Faz, han querido brindar un curioso homenaje a aquellos que consideran que son guías e importantes figuras de su movimiento. Al igual que en la Basílica de San Pedro en Roma, es posible divisar trece estatuas que representan a personas importantes para la Iglesia católica (en concreto Cristo, once apóstoles y San Juan Bautista), aquí en El Palmar, se ha tratado de hacer algo parecido, justo cuando todos piensan que el movimiento estaba a punto de desaparecer.
Encima de la mesa existen en la actualidad más incógnitas que respuestas. Estas obras pueden ser un indicio de que el movimiento está repuntando, y es posible que esté recibiendo nuevos ingresos por parte de las delegaciones con las que cuenta en el extranjero. Mientras que otra posibilidad es que sólo se trate de una especie de señuelo para aparentar que el movimiento sigue estando vivo y seguir captando posibles adeptos. Preguntas que de momento siguen sin respuesta, pero que están en el aire y que solo el tiempo podrá responder.
En cualquier caso la imagen de esta zona de la campiña, ya cuenta con una Basílica completamente pintada y con una serie de estatuas que supone una declaración de intenciones para toda aquella mirada curiosa que logre traspasar el umbral de los altos muros e investigar sobre esté fenómeno que en su día llegó a arrastrar a miles de personas y que llegó a extenderse por varios países del Sur de América.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Recitar mantras es contrario a la fe católica: significa postrarse ante el "glorioso Krishna" y el católico solo se postra ante Cristo Dios


Recitar mantras es contrario a la fe católica: significa postrarse ante el "glorioso Krishna" y el católico solo se postra ante Cristo Dios

JULIO DE LA VEGA-HAZAS 
Los mantras
Atención: son mucho más que palabras extrañas en otro idioma
Para  centrar la cuestión, en este caso lo más oportuno es empezar acudiendo al diccionario de la Real Academia de la Lengua. En él la palabra “mantra” tiene una única acepción: “En el hinduismo y en el budismo, sílabas, palabras o frases sagradas, generalmente en sánscrito, que se recitan durante el culto para invocar a la divinidad o como apoyo de la meditación”. El término mismo es una palabra sánscrita, que significa “pensamiento”. Por extensión, se suele utilizar para significar algunas palabras que alguien repite hasta la pesadez, pero este sentido del término ni se recoge en el diccionario ni nos interesa aquí, pues resulta intrascendente.

La definición es muy precisa –salvo quizás lo de ceñir su uso al culto, pues también se utilizan fuera del mismo-, e indica que estamos ante un elemento de las principales religiones orientales, como es sabido totalmente ajenas al cristianismo. En ellas, se piensa que los mantras están cuidadosamente escogidos –y en el idioma sagrado en que se escribieron los vedas, las escrituras consideradas sagradas- para tomar contacto con la divinidad y facilitar la armonía interior que permite despojarse de la sensibilidad para fundirse con el infinito. Es parte de un todo, y ese todo es una religión distinta del cristianismo.

En este sentido hay que entender su incompatibilidad con el cristianismo: no por el hecho de repetir una palabra rara (en occidente pocas personas suelen saber el significado), sino por el hecho de introducirse con ella en otra religión. Y ya no digamos si se pronuncian dentro de un culto. En el hinduismo, este culto no debe entenderse como una liturgia en el sentido en que estamos acostumbrados a ver y entender, sino que se trata de la llamada puja, un homenaje a un ser divino o a un ser humano al que se considera divinizado, cuya imagen se coloca en el centro de una especie de altarcito rodeado de velas, flores u otros objetos decorativos. Pero en todo caso sigue siendo una ceremonia de índole religiosa.

Hay un ejemplo que puede resultar ilustrativo. En Occidente, el mantra más conocido lo es por designar a un grupo religioso: hare krishna. En realidad, el nombre del grupo no es éste, pero su mantra, que repiten incansablemente, ha acabado por designarlo. Permite así comprender la importancia que tienen dentro de estas religiones orientales, y desde luego que se trata de algo que desde el punto de vista religioso no es en absoluto indiferente.

Siendo todo esto bastante claro, se creó cierta confusión sobre todo a partir de las enseñanzas de un gurú que se hizo llamar Maharishi Mahesh Yogi. Esto ya es una presentación religiosa, porque su verdadero nombre era Mahesh Prasad Varma; Maharishi viene a significar “el gran vidente” y yogi se utiliza para los maestros de yoga. Creó una organización llamada Meditación Trascendental, que tuvo bastante éxito. En Occidente la presentaba como algo no religioso y compatible con cualquoier religión, pero en realidad trataba de introducir subrepticiamente el hinduismo en quienes acudían a sus cursos de meditación. En privado decía que hacía eso porque “Occidente no está preparado todavía para la verdad”. Su método, teóricamente destinado a la armonía interior y a combatir el stress, incluía proporcionar a cada participante un mantra que debía repetir una y otra vez, al menos interiormente. Por ejemplo, Shyama.

En realidad es una antigua invocación a Krishna; si se objetaba que, en contra de lo afirmado, sí que tenía sentido religioso, Maharishi se defendía diciendo “pero no para los meditantes”. Sin embargo, el paso siguiente era completar la palabra con otras dos; en el ejemplo mencionado, shri Shyama namah. ¿Qué significa eso? Lo supiera o no el que lo pronunciaba, significa “yo me postro ante el glorioso Krishna”. Como puede fácilmente verse, el que los maestros de esa organización declararan que eran palabras sin significado religioso 
era sencillamente una falsedad.
(extraído de: http://www.aleteia.org/es/religion/articulo/recitar-mantras-es-contrario-a-la-fe-catolica-5787288411832320)
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La Wicca, o la brujería neo-pagana del siglo XXI, al servicio de su amo y señor, el Demonio



1. ¿Cuál sería la definición de Wicca?

La Wicca es una religión más del Neopaganismo, si bien la originaria y la más numerosa. El Neopaganismo es un redescubrimiento y también una invención acrítica de religiones pre-cristianas ligadas a la fecundidad y la naturaleza. El Neopaganismo engloba corrientes religiosas de los antiguos celtas, de los germanos, de los escandinavos, de los indios de norte-américa, de los aborígenes australianos, de los indios mesoamericanos precolombinos, de religiones antiguas de Grecia, Roma, Egipto, Babilonia, India, Polinesia, etc., muchas veces reconstruidas con apenas rigor antropológico e histórico.

Wicca tiene un fondo y un origen anglosajón. De ahí se extendió a los EE.UU, Australia, Canadá, Nueva Zelanda,… asumiendo en sus distintas ramas y variantes elementos de otras culturas y religiones.

“Wicca” (masculino) y “Wicce” (femenino) son precedentes etimológicos de “Witch”, (brujo/a) en inglés. La Wicca es brujería, pero no es la brujería medieval europea; no es la magia negra (uso de muertos o espíritus, recurso a demonios, realización de hechizos y conjuros para causar daño); ni tampoco es la magia natural (propiedades ocultas de plantas, piedras, palabras, talismanes…) de esa época, ni de la Antigüedad, ya sea de Grecia, Roma o Egipto en los siglos previos y posteriores a la aparición del Cristianismo, si bien no puede verse totalmente ajena a algunos elementos de ella. Mucho menos Wicca es satanismo en cualquiera de sus formas. No obstante, muchos practicantes usan el término Wicca y “Witchcraft” (Brujería) de manera sinónima.

La Wicca pretende ser la religión ancestral natural y mágica de los pobladores primeros de las Islas Británicas antes de ser evangelizados por el Cristianismo. Este pretende ser su origen. No obstante, en gran medida es una neo-construcción de lo que aquello debió ser, pues en verdad aún hoy no es bien conocido del todo por los antropólogos, historiadores, fenomenólogos de la religión, y demás especialistas.

2. ¿Cuál fue su surgimiento?

En el año 1951 fue abolida la última “Witchcraft Act” (Legislación de Brujería) existente en Gran Bretaña -las cuales venían existiendo desde la época de Enrique VIII-, que era en ese momento el Acta de 1735. Por esta ley, quien decía que podía (no que lo lograra, sino que pretendiera poder hacerlo) conjurar espíritus, conocer cosas ocultas, predecir el futuro, realizar hechizos y encantamientos,… podía ser castigado con penas desde monetarias a encarcelación, o a ser expulsado del territorio. Al perder vigencia dicha Ley algunas personas empezaron a ser conocidas como brujos y brujas, los cuales decían haber estado escondidos de la luz pública por miedo a aquella legislación anti-brujos.

Uno de ellos era el ocultista Gerald Brosseau Gardner (1884-1964). Gardner fue miembro de grupos esotéricos como la Sociedad Folclórica, la Hermandad de masonería irregular Co-Masonería, la Orden Druida, o la Hermandad Rosacruciana de Crotona. De esta última afirmó –aunque con vaguedades y escasas referencias claras- que a partir de 1939 le iniciaron en la Wicca; es lo que él definió como el grupo de brujas de New Forest, las cuales, afirmaba, habían mantenido en la clandestinidad su religiosidad pagana pre-cristiana y por ellas le fue transmitida por iniciación a él.

En el año 1954 Gardner publicó "Witchcraft Today" (La Brujería hoy en día), y en el 1959 "The Meaning of Witchcraft" (El significado de la Brujería), si bien antes de la derogación de la “Witchcraft Act” publicó bajo el pseudónimo de Scire en el 1949 los rituales en su obra "High Magic´s Aid" (Ayuda para la Alta Magia). Gardner entendía la Wicca como Brujería, y posteriormente rescató para ella el término "Wica", que con el tiempo quedaría como "Wicca".

Gerald B. Gardner es el principal difusor de la Wicca, y de la teoría falsa de la existencia y continuidad de esta religiosidad a lo largo de los siglos, encubierta en la sociedad británica. Los orígenes de esta teoría y de la misma Wicca se encuentran en las ideas del romanticismo de final del siglo XIX y su vuelta a la naturaleza y las divinidades de la antigüedad. Hay además influencia del folclorismo inglés, grupos rosacruces, masones y ocultistas, como la Golden Dawn, o de autores como Aleister Crowley, Charles G. Leland, y obras como las de Margaret Murray o James Frazer. La obra de Margaret Murray, "The Witchcraft in Western Europe" (La Brujería en la Europa Occidental), de 1921, afirmaba que había una corriente subterránea de creencias y culto pagano que de manera continuada venía practicando su antiguo culto al dios cornudo, símbolo de la fertilidad (nada que ver con cultos satánicos). Según M. Murray se seguían reuniendo en "covens" (aquelarres o círculos) durante las lunaciones y en los ciclos estacionales principales, donde se comía y bebía, se danzaba, se daba rienda suelta a la sexualidad entre los miembros, dando así culto al dios cornudo que presidía el “coven”.

Lamentablemente para los creyentes en la Wicca, no hay indicios científicos fundados de que todo esto sea así; más bien parece ser falso. No existen pruebas que mantengan ninguna de estas tesis, y parece ser que más bien no ha habido ninguna continuidad de prácticas ocultistas, brujeriles o paganas durante tanto tiempo de manera establecida, coordinada y lineal en las islas británicas o en ningún lugar de Europa. Las tesis de M. Murray y de G. Gardner son fruto más de la fantasía y la especulación desenfrenada que del trabajo científico y concienzudo de un investigador. Hasta donde se ha certificado y demostrado los grupos más antiguos son de la década de 1930, con influencias folclóricas, romanticismo, teosofía, mitología, druidismo y magia.

Sin embargo, y a pesar de ello, sí podemos afirmar que la Wicca amalgama y concita prácticas pre-cristianas ligadas a la tierra y la naturaleza, al margen de tradiciones reales o de organizaciones existentes.

Otros brujos que en estas décadas de 1950-1960 decían también –falsamente- ser iniciados y sucesores de las líneas de brujos y brujas antiguos y tradicionales, son Robert Cochrane, Sybil Leek, Charles Cardell, Raymond Howard o Rolla Nordic, modelando entre todos lo que será la Wicca que se estaba constituyendo. Pero los libros de G. Gardner, sus numerosas apariciones públicas en los medios de comunicación y su ayuda como iniciador de diversos “covens” por el que surgieron multitud de grupos mágicos en las Islas Británicas, lo convirtió en el principal impulsor, aunque hemos de mencionar la ayuda de la sacerdotisa Doreen Valiente en la constitución de algunos de sus rituales Wicca.

3. ¿Qué características tiene la Wicca?

Wicca es la religión del dios de la fertilidad y la diosa madre de la naturaleza. Junto con las corrientes que la concibieron, corrientes esotéricas, ocultistas, herméticas, rosacruces y masonas, teosóficas y druídicas, mágicas y paganas, es una religiosidad que también da respuesta a los sentimientos de pan-urbanización y destrucción planetaria, a la necesidad de retorno a lo natural y la temporalidad marcada por los ciclos astronómicos, la identidad con las raíces legendarias y el localismo de la tierra, así como manifestación rupturista propia de la época en la que surgió, anti-normativa y pan-sexualista. El pasar de las décadas posteriores ha seguido influyendo en la Wicca asumiendo ideologías feministas y de los derechos de los gays, el pacifismo, la contracultura anti-capitalista, el ecologismo como ideología, los movimientos anti-nucleares, el neo-indigenismo o las corrientes anti-globalización e individualistas del consumismo.

Tras medio siglo de existencia Wicca la diversidad es tal que ha sido necesario establecer una gran tradición Gardneriana, denominada “British Tradicional Wicca” (BTW), que intenta mantener la pureza de su fundador, y englobaría la de G. Gardner, junto a la de Alex Sanders, marido de la sacerdotisa Maxine Morris, así como los aportes del matrimonio de sacerdotes de la Wicca, Stewart y Janet Farrar, así como la Wicca Algard, de Mary Nesnick.

Sin embargo, la existencia de otros linajes o denominaciones (como Cochrame, Feri, Seax-Wicca, de Raymond Buckland, que introdujo la Wicca en EE.UU, o incluso la Wicca Diana, fuertemente feminista), y sobre todo las ramas eclécticas y sincretistas de tantos practicantes Wicca en la actualidad, que la viven y desarrollan sin apenas normas comunes y al margen de tradiciones previas, lleva a una elevada diversidad en creencias, rituales y formas de iniciación, muchas veces contrapuestas, más cuanto muchos seguidores de Wicca hoy en día se inician solos, leyendo libros por su cuenta o a través de Internet, aspecto que choca contra el principio iniciático, llegando a creer en soledad y sin pertenencia a un "coven".

Wicca es religión de la naturaleza, de la fecundidad, de la vida. Pero no toda la Wicca ve la realidad natural de igual forma. Así, el arco va desde el pan-naturalismo o la divinización ultra-ecologista, y la necesidad de realizar los rituales y los actos mágicos "en" la naturaleza, a los que ven la naturaleza como un ámbito intermedio entre lo humano y lo divino, o como telón donde se manifiesta la divinidad según la ley esotérica de la correspondencia (“El Todo en la Parte; la Parte en el Todo”), hasta aquellos que conciben la naturaleza como un marco neo-romántico en el que no necesariamente hay que interactuar, pues muchos practicantes Wicca apenas tienen contacto con ámbitos naturales puros.

La simbólica natural vista, aspecto primigenio de Gardner para la religiosidad Wicca, muy pronto englobó a los propios celebrantes, a los sacerdotes masculinos y las sacerdotisas femeninas, representantes de las deidades, la masculina y la femenina, respectivamente. La sacerdotisa concita y congrega aspectos lunares, primaverales y misteriosos; el sacerdote aspectos solares, de señorío de vida y muerte, y de realeza de la caza. Ella es diosa Madre, y él es el Cernunnos celta o dios cornudo. La diosa es Doncella, Madre y Vieja-Bruja, triplemente diosa. El dios es Amante e Hijo, doblemente dios.

Para algunos seguidores Wicca los dioses son reales, para otros no son sólo dos, sino que la naturaleza ofrece multitud de divinidades, para otras corrientes sólo la diosa es la divinidad principal, y otros consideran al dios y la diosa como aspectos complementarios del mismo ser divino único. Incluso otros seguidores de la Wicca no creen en la realidad de las divinidades, pues para ellos sólo son arquetipos, al estilo de Carl G. Jung. Así, Wicca es una religiosidad politeísta, o duo-teista, o incluso monoteísta, para algunos. O de veneración de la naturaleza e inmanentista para unos, panteísta para otros, o también animista, o simplemente psico-mágica y esotérica.

4. ¿Qué ritos practica?

La Wicca se ha fragmentado mucho desde sus mismos inicios, con muchas contradicciones entre sí y diferencias esenciales. Apenas podemos encontrar elementos comunes entre sí más que dos reglas o leyes: “Wiccan Rede” (Consejo Wicca), "An it harm none, do what ye will" (“Sigue tu propio deseo pero sin causar daño a nadie”), con claras resonancias al ocultista Aleister Crowley y su "Do what thou wilt shall be the whole of the Law", quien a su vez bebió de François Rabelais. A esta ley principal se añadió a finales de los años 60 por parte de Raymond Buckland una segunda: "Three-fold Law" (La Ley del Tres o del Retorno), que establece que "Cada acción mágica -buena o mala- cometida volverá sobre quien la realizó aumentada por tres, en el cuerpo, el alma y el espíritu".

Otra serie de aspectos morales de la Wicca se encuentran en las 4 parejas de virtudes (Alegría, Reverencia, Honor, Humildad, Fuerza, Belleza, Poder y Compasión) de Doreen Valiente, y el código de 20+161 Leyes Wicca, de Gardner y Alex Sanders.
Wicca es religión de iniciación en los misterios. Tiene tres grados, desde el aprendiz o miembro brujo del "coven" al iniciado al sacerdocio, y finalmente el sacerdote con capacidad de formar otro "coven". Los “covens”, o grupos Wicca, son dirigidos por un sacerdote y una sacerdotisa.

Wicca cree en la magia, que considera como realización del deseo humano y que maneja y controla las fuerzas desconocidas de la naturaleza. Los practicantes de la Wicca buscan participar de la fuerza divina, unirse a ella. Los sacerdotes incluso pueden ser poseídos por el dios masculino o femenino en el ritual de "bajar el Sol" o "bajar la Luna", respectivamente.

Los rituales son fundamentales, y para muchos practicantes, anteriores a las creencias, pues permiten la ensoñación y el desenvolvimiento de lo inconsciente del ser humano y el encuentro con la experiencia religiosa.

La Rueda Anual de celebraciones de la Wicca engloba las festividades del año solar y lunar al completo con las 8 fiestas sabbats solares y las 13 fiestas esbats de las lunas llenas. Los sabbats son Samhain, Yule, Imbolc, Ostara, Beltane, Litha, Lammas y Mabon, ligados a equinoccios y solsticios y a las fiestas agrarias intermedias. Así son recreados y participados eventos de fecundidad, de esperanza, de recogida del fruto, de luminosidad y el calor, de oscuridad, de renacimiento y muerte naturalista.

El pentáculo o estrella de cinco puntas de la Wicca es un elemento fundamental de esta religión. Es el círculo mágico protector, agrupando los 4 elementos básicos (Tierra, Aire, Fuego, Agua), y además el 5º elemento o Espíritu, que ha de colocarse en el vértice superior. Es círculo mágico y ritual y engloba y subsume toda la realidad en sus cuatro puntos cardinales.

Sobre el altar Wicca siempre está el cuchillo o “athame”, que simboliza al dios masculino, y el cáliz, símbolo de la diosa femenina, con clara alusiones sexuales cada uno.

Wicca cree en la reencarnación, creencia asumida a través de las corrientes de la Teosofía, la cual bebió del Hinduismo y el Budismo, si bien se centran sobre todo en la vida actual más que en la vida futura. Para unos, la reencarnación se da en diferentes especies animales, pero para otros siempre entre seres humanos, e incluso para otros siempre en brujos, pues "una vez brujo, siempre brujo", y así piensan que todos los brujos son reencarnaciones de brujos previos. En el tiempo que media hacia la siguiente reencarnación las almas de los brujos residen en el Mundo-Separado, aunque sus potencias son accesibles por artes mágicas y espiritismo, prácticas que no todos los seguidores Wicca consideran adecuadas.

No se conoce claramente cuántos seguidores Wicca puede haber, por la inexistencia de fieles estudios estadísticos, si bien en su mayoría son anglosajones. No obstante, podemos hablar de en torno a 200.000 miembros en todo el mundo en base a las distintas fuentes que conocemos.

Referencias:
Gerald B. Gardner, "Witchcraft Today".
Gerald B. Gardner, "The Meaning of Witchcraft".
Robin Briggs, "Witches and Neighbors".
Philip Heselton, "Gerald Gardner and the Cauldron of Inspiration: an Investigation into the Sources of Gardnerian Witchcraft".
Raymond Buckland, "The Witch Book: the Encyclopedia of Witchcraft, Wicca, and Neo-paganism".
James R. Lewis, "Witchcraft today: an encyclopaedia of Wiccan and Neopagan Traditions".

Un católico no puede participar en los cultos neo-paganos de exaltación de la "Madre Tierra" (Pachamama)


La práctica del catolicismo y la participación en los cultos a la Pachamama son incompatibles, porque en ellos se diviniza al planeta Tierra y a su naturaleza. Lejos de ser una ceremonia festiva es un rito neopagano.

1. ¿Qué son los cultos de exaltación de la Madre Tierra?

Son ritos realizados por los integrantes de las religiosidades telúrico-mistéricas y que tienen su origen en el neolítico. En varias cuevas europeas se han encontrado estatuillas de cerámica que representan, por ejemplo como en el caso de la “Diosa de Gavà”, la imagen de una mujer con una espiga sobre su vientre. La mujer (que es preñada y da a luz), asociada con la tierra (que da los vegetales) es fecundada al igual que la tierra (elemento femenino) lo es por los rayos del sol (elemento masculino).

2. ¿Cómo se clasifican?

Al referirse al culto a la Madre Tierra, deben considerarse dos cosas: en primer lugar, perduran aún ritos ancestrales aborígenes que se practican en algunas zonas de América, Asia y África. Y en segundo lugar, los ritos relacionados con la Nueva Era. Para dar un panorama más claro, serán clasificados de la siguiente forma:

1-     Ritos a la Madre Tierra tradicionales antiguos: son ancestrales y practicados por quienes creen en la Madre Tierra entre otras deidades. Son animistas y politeístas.
2-     Ritos a la Madre Tierra sincréticos individuales: son ceremonias practicadas generalmente por tradicionalistas. Son sincréticos.
3-     Ritos a la Madre Tierra nuevaeristas: son ceremonias practicadas por personas que las adquieren no precisamente por herencia cultural de sus ancestros. Pueden ser animistas-panteístas, politeístas y sincréticos y se diferencian del resto por poseer componentes ideológicos modernos como la ecología, el feminismo, el vegetarianismo, la meditación, etc.

3. ¿Quiénes lo practicaron o practican y qué se hace en ellos?

No todos dan a la Madre Tierra un mismo nombre o una misma interpretación y forma. Los más practicados cultos politeístas asiáticos y europeos antropomorfizaban (algunos también teriomorfizaban) a la tierra y la llamaban por los siguientes nombres:

Sumerios: Tiamat.
Caldeos: Ishtar o Ninsuna.
Cananeos: Asera.
Asirios: Astarté.
Frigios: Cibeles.
Griegos: Gea o Gaya.
Minoicos: Rea.
Romanos: Magna Mater.

Casi todas las antiguas civilizaciones, adoraron algún tipo de diosa relacionada con la tierra. Además de los ya nombrados, lo hicieron los hindúes, los pueblos siberianos, los celtas, los pueblos nórdicos y los vascos. Poco a poco la cristianización de las poblaciones fue dejando este culto en el olvido. En la América precolombina, los distintos pueblos también adoraban a la Madre Tierra y luego de la llegada del hombre europeo y de la evangelización, a diferencia del viejo continente, en la nueva tierra nunca fue abandonado en su totalidad, más bien, algunos católicos lo mantuvieron como una tradición ancestral que en algunos casos individuales forma un verdadero sincretismo.

En buena parte de Sudamérica (Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina, Chile y Colombia) existe el culto y la celebración de la Pachamama (del aimara y quechua “pacha”: tierra y “mama”: madre) que se realiza el 1º y en varios días más del mes de agosto y es practicado por personas mayormente cristianas de manera paralela a su creencia base. En el ritual se le ofrenda a la pachamama alimentos, bebidas, tabaco, hojas de coca, etc.

En la actualidad varias personas que no tienen una tradición ancestral cercana con quienes rendían culto a la Madre Tierra, participan en celebraciones y cultos reactualizados por la Nueva Era. Desde esta nueva visión, suelen llamar Gaia a la Madre Tierra y la conciben como el cuerpo de un ser vivo, el más grande del sistema solar, que influye en nuestras vidas porque estaríamos mentalmente interconectados con sus centros de energía. “Con este sentido y con el numinoso, divino de la ‘tierra’, en NE Gaia es relacionada con la diosa Madre Tierra (…)” (1).

En Europa, como ya se ha dicho, existen grupos que desde hace algunas décadas atrás, reactivaron parte de esos ritos y los fusionaron con una fuerte carga nuevaerista neopagana. Mucho más lejanos que los americanos esos cultos desaparecieron alrededor del siglo III d.C. Se practican preferentemente en bosques y se utilizan calderos, velas, cánticos, orientaciones astrológicas y se ofrendan distintos vegetales. Otra diferencia con los americanos es que en los europeos no se ofrenda carne de animales, por la tendencia al vegetarianismo impuesta por la Nueva Era.

(1) Manuel Guerra – Diccionario Enciclopédico de las Sectas.

4. ¿Qué dice la Iglesia Católica al respecto?

4. Al enjuiciar la religiosidad popular, no podemos partir de una interpretación cultural occidentalizada, propia de las clases media y alta urbanas, sino del significado que esa religiosidad tiene en el contexto de la sub-cultura de los grupos rurales y urbanos marginados.
Sus expresiones pueden estar deformadas y mezcladas en cierta medida con un patrimonio religioso ancestral donde la tradición ejerce un poder casi tiránico; tienen el peligro de ser fácilmente influidas por prácticas mágicas y supersticiones que revelan un carácter más bien utilitario y un cierto temor a lo divino, que necesitan de la intercesión de seres más próximos al hombre y de expresiones más plásticas y concretas. Esas manifestaciones religiosas pueden ser, sin embargo, balbuceos de una auténtica religiosidad, expresada con los elementos culturales de que se dispone.

En el fenómeno religioso existen motivaciones distintas que, por ser humanas, son mixtas, y pueden responder a deseos de seguridad, contingencia, importancia y simultáneamente a necesidad de adoración, gratitud hacia el Ser Supremo. Motivaciones que se plasman y expresan en símbolos diversos. La fe llega al hombre envuelta siempre en un lenguaje cultural y por eso en la religiosidad natural pueden encontrarse gérmenes de un llamado de Dios.

En su camino hacia Dios, el hombre contemporáneo se encuentra en diversas situaciones. Esto reclama de la Iglesia, por una parte, una adaptación de su mensaje y, por lo tanto, diversos modos de expresión en la presentación del mismo. Por otra, exige a cada hombre, en la medida de lo posible, una aceptación más personal y comunitaria del mensaje de la revelación.

Documento de Medellín (1968)
II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano
Evangelización y crecimiento de la fe
6. Pastoral Popular
I. Situación

444. Por religión del pueblo, religiosidad popular o piedad popular, entendemos el conjunto de hondas creencias selladas por Dios, de las actitudes básicas que de esas convicciones derivan y las expresiones que las manifiestan. Se trata de la forma o de la existencia cultural que la religión adopta en un pueblo determinado. La religión del pueblo latinoamericano, en su forma cultural más característica, es expresión de la fe católica. Es un catolicismo popular.

456. Los aspectos negativos son de diverso origen. De tipo ancestral: superstición, magia, fatalismo, idolatría del poder, fetichismo y ritualismo. Por deformación de la catequesis: arcaísmo estático, falta de información e ignorancia, reinterpretación sincretista, reduccionismo de la fe a un mero contrato en la relación con Dios. Amenazas: secularismo difundido por los medios de comunicación social; consumismo; sectas; religiones orientales y agnósticas; manipulaciones ideológicas, económicas, sociales y políticas; mesianismos políticos secularizados; desarraigo y proletarización urbana a consecuencia del cambio cultural. Podemos afirmar que muchos de estos fenómenos son verdaderos obstáculos para la Evangelización. 

Documento de Puebla (1979)
III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano
3. Evangelización y religiosidad popular
3.1. Noción y afirmaciones fundamentales


Fuentes:
Jesucristo portador del agua de la vida: una reflexión cristiana sobre la New Age o Nueva Era.
Documento de Medellín.
Documento de Puebla.
Manuel Guerra – Diccionario Enciclopédico de las Sectas.
https://www.facebook.com/events/281038628589041/

Tener ídolos y amuletos es atentar contra el Amor de Dios

¿Un elefante con la trompa para arriba es el principal adorno en tu sala?, ¿detrás de tu puerta hay una herradura? ¿tu casa está decorada con cuarzos, péndulos o calaveras?, ¿y en la entrada no falta la sábila con moños rojos? Deshazte de ellos, “limpia” tu hogar y a tu familia de todo objeto de idolatría, porque lejos de traer suerte, fortuna y protección, le estás dando la espalda a Dios y vas directo a iniciar una relación con el mundo de Satanás. Lo afirma a Siame el coordinador de exorcistas de la arquidiócesis de México, el padre  Guillermo Barba Mojica.

“Lo más peligroso de estas prácticas es que desprecian nuestra fe; y lo que es peor, lesionan gravemente nuestra relación con el Dios del amor, el Dios de la misericordia que cuida de nosotros y que nos ama con un amor eterno, puesto que ponemos en su lugar ídolos, es decir, objetos a los que se les atribuye un poder sobrenatural”, advierte el sacerdote.

Y explica que, como expone la Biblia, en el discurso de Deuteronomio, todas estas costumbres paganas “son abominaciones para el Señor tu Dios”, y al ponerlas en práctica se está quebrantando el primer mandamiento: “El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas”.

Añade que el hombre envuelto en la tentación de controlar su vida y el porvenir -una de las cosas que motiva la posesión de estos objetos de idolatría- usurpa un lugar que sólo le corresponde a Dios, porque como señala el Papa Francisco en la exhortación apostólica Lumen Fidei, “el ídolo es un pretexto para ponerse a sí mismo en el centro de la realidad, adorando la obra de las propias manos”.

A esto se suma la fuerte influencia de una cultura del sincretismo religioso, de la Nueva Era y de un neopaganismo, que lleva a muchos católicos que desconocen su fe, a ser presa de este mundo en el que se respira una atmósfera de pecado, apunta el padre Barba Mojica.

También Insiste en que “la raíz del problema es el desconocimiento de Cristo y de su Evangelio, por lo que es apremiante evangelizar, ya que muchos bautizados, al estar alejados de los Sacramentos, de la Palabra de Dios, caen en el terreno de la idolatría, depositando su confianza en objetos, que incluso convierten en ídolos ante los cuales se inclinan”.

¿Cuáles objetos pueden dar origen al pecado, sin que el fiel lo perciba en una primera impresión?

Todo aquello que pretende sustituir a Dios, desde un artículo que idolatramos por pertenencia sentimental, hasta los que apreciamos más que nuestras vidas, y que muchas veces son simples objetos creados para hacer crecer nuestro ego, porque sabemos que ninguna cosa o persona puede ejercer de sí autoridad sobre el hombre, si no le viniese de Dios, y es claro que Él mismo no da autoridad a los objetos.

¿Cómo alertar a los fieles sobre la presencia de tales objetos en sus hogares?

Como señala el Papa Francisco en la Encíclica La Luz de la fe, “la fe, en cuanto asociada a la conversión, es lo opuesto a la idolatría; es separación de los ídolos para volver al Dios vivo, mediante un encuentro personal”, por lo que la única manera de erradicar la superstición, la idolatría y el mal de nuestras vidas, es un encuentro vivo y personal con Jesucristo a través del anuncio kerigmático, seguido de una catequesis sólida.

¿Qué efectos pueden provocar estas prácticas en los hogares?

Los objetos de idolatría son una estrategia del diablo para minar la fe de los creyentes y, al depositar la confianza en ellos, se puede entablar una relación con el mundo de Satanás, porque quien los usa deja de ser creyente verdadero y se convierte en crédulo.
También está el daño psicológico, puesto que hay personas que desarrollan una enajenación con estos objetos, hasta el punto de tener alucinaciones auditivas y visuales, lo que refuerza un pensamiento mágico que puede llegar a ser tan fuerte hasta convertirse en una psicosis familiar.

Otro aspecto en el que también causan un grave daño es en la economía familiar, que muchas veces se ve lesionada por el dinero que se invierte en estas prácticas. Por todo eso la Iglesia es clara cuando nos advierte en el Catecismo que nos guardemos de caer en estas tentaciones.

¿Cómo deberían desterrarse esos objetos para que no hagan más daño a otras personas?

Un paso hacia la conversión es la renuncia a esos objetos de idolatría, no sólo de manera implícita sino explícitamente, y un gesto de renuncia es destruirlos para no fomentar que otras personas se adhieran a ellos, y la mejor manera de hacerlo es llevarlos al sacerdote para que él realice brevemente una oración de liberación y nos indique la forma más conveniente de acabar con ellos.

Por Zoila María Bustillo
Artículo originalmente publicado por SIAME
(extraído de: http://www.aleteia.org/es/sociedad/contenido-agregado/limpia-tu-casa-de-idolos-5796691546472448)

Una mujer inglesa, forzada a tener relaciones inmorales con varios adeptos de una secta satánica desde su adolescencia



Annabelle Forest se ha decidido a contar su historia bajo este pseudónimo. Esta mujer fue iniciada en las prácticas sexuales y rituales a los 7 años, cuando era obligada a ver a su madre, Jacqueline Marling, cabecilla de una secta satánica, manteniendo relaciones con distintos hombres, según publica el portal de noticias de Terra. Recordamos que en Info-RIES ya trajimos este caso hace 2 años, pero ahora vuelve a saltar a los medios de comunicación como terrible historia que es.
A los 11 años Woods fue violada dos veces por Colin Batley, uno de los integrantes de la secta, y tres años más tarde obligada a participar de una orgía junto a Marling, su propia madre, cerca de Gales. Tanto Colin Batley como Jacqueline Marling han sido encarcelados por abusar sexualmente de la niña en reiteradas ocasiones y sentenciados a por lo menos 11 años y 12 años de prisión, respectivamente. Esta pareja sometía a la pequeña a la prostitución para juntar fondos para su “iglesia”. A los 17, cuenta la víctima que hoy es mayor de edad y logró formar su propia familia, ya había mantenido relaciones sexuales con 1.800 hombres.
“Mi madre era una mujer malvada y nunca la perdonaría”, dijo Woods a la prensa inglesa, y agregó que todavía no puede creer el haber sido sometida a abusos por su propia madre. “Yo tenía 11 años cuando por primera vez me violaron; lo peor de todo fue el hecho de que me hizo pensar que lo hacía por elección. Fue horrible. Lo más doloroso y chocante que me pudo haber pasado”, admitió.

Un libro que cuenta la historia
La historia de esta joven, quien para guardar el anonimato se ha identificado a sí misma como Annabelle Forest, quedó plasmada en el libro The Devil on The Doorstep: My Escape from a Satanic Sex Cult (El Diablo en el umbral: mi huida de una secta sexual satánica), según explica Azteca Noticias. Forest logró escapar de su casa tras el nacimiento del hijo que tuvo con su padrastro.
En el juicio, celebrado en el año 2011, la esposa del líder de la secta, Elaine, también fue declarada culpable de agredir sexualmente a un niño junto a una prostituta que frecuentaba la casa de Colin Batley, pues también formaba parte de la secta.
La secta satánica se basaba en el libro Book of the Law (Libro de la Ley) de Aleister Crowley. Y se cree que los adultos hacían creer a los niños que estaban siendo puestos a prueba por Dios al tener relaciones sexuales con ellos. De acuerdo con las investigaciones, los integrantes de la secta se habían hecho un tatuaje egipcio, pues tenían fuertes creencias en el dios Horus.

Cuando Catrina fue a vivir con sus tíos, pensaba que su infancia terrible había llegado a su fin. Pero fue sólo el comienzo de su calvario. Así introduce el diario inglés The Mirror un artículo firmado por Jane Cohen y titulado “Me robó la vida. Cómo un adolescente se vio obligada a unirse a un culto satánico sexual… por su malvado tío”. Lo ofrecemos íntegro en español gracias a la labor del equipo de traductores de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES).
Cada vez que Catrina Jeffrey ve a alguien que lleva un crucifijo en su cuello se pone a temblar. Para esta mujer de 36 años de edad, madre de tres niños, el emblema no es un símbolo religioso o un accesorio de moda. Es un recordatorio de los abusos que sufrió a manos del líder de una secta maligna.
Catrina era sólo una estudiante cuando fue enviada a vivir con sus tíos Elaine y Colin Batley. Ella pensó que finalmente había encontrado la familia amorosa que siempre había deseado. Pero resultó que su tío era un monstruo que violó y abusó sexualmente de niños de tan sólo seis años. Como líder de una secta satánica, en repetidas ocasiones invitaba a hombres a su casa para tener sexo con Catrina y le dijo que la mataría si decía una sola palabra a alguien.
“Yo era una colegiala inocente y ese hombre me robó mi vida”, dice Catrina. “Él me violó y abusó de mí de una manera increíblemente horrible, usándome como un juguete sexual para los miembros de su secta. Yo estaba atrapada. No había escapatoria”. Entre los 15 y los 23 años, Catrina se vio obligada a tener relaciones sexuales hasta con 12 hombres al mes. Fue sometida a la secta del matrimonio y tuvo tres hijos. Ahora no tiene idea de quién es el padre de su hijo mayor.
Catrina sólo se las arregló para escapar de la secta con 24 años, dando evidencias más adelante con valentía en contra de su tío en el tribunal. Batley fue encarcelado con una condena de 22 años por sus crímenes el año pasado, pero incluso ahora Catrina no puede olvidar lo que él le hizo. “A veces cosas pequeñas me recuerdan a él y, de repente, me transporto a aquel momento terrible en mi vida”, dice. “Realmente nunca se va”.

De los abusos familiares a la secta
La pesadilla de Catrina comenzó cuando tenía apenas dos años y su padrastro, Vincent Barden, comenzó abusar sexualmente de ella. Esto continuó hasta que cumplió los 12, pero Catrina estaba demasiado asustada para decírselo a su madre. Después no pudo evitar mostrar su disgusto por Barden y fue enviada a vivir con sus tíos Elaine y Colin, que se convirtieron en sus tutores legales. Al principio parecían normales. “Me sentí tan agradecida cuando me acogieron”, afirma. “Parecían tan amables y amorosos… una familia de verdad, algo que nunca había tenido. Mi tío me llevaban de patinaje sobre hielo, y a veces íbamos de picnic y juegos de mesa. Me sentí feliz en esas primeras semanas”.
Poco sabía Catrina que su felicidad recién encontrada estaba a punto de llegar a un final abrupto. “Una noche, unas seis semanas después de haberme mudado, tío Colin ordenó a todos ir a la cama, excepto a mí”, recuerda. “A continuación, entró en la sala de estar y se sentó a mi lado y empezó a hablar de cosas como el respeto y las reglas. Entonces él exclamó: ‘Soy miembro de una secta. O te unes o tendrás que salir de esta casa’”. Desesperada por no perder esa vida en el hogar aparentemente perfecto, Catrina estuvo de acuerdo. “Yo ni siquiera sabía realmente lo que era una secta", dice. “Pero me dije que no podía ser peor que ir a vivir con mi padrastro”.
Unos días más tarde, Catrina fue informada por Batley de que tendría que ser iniciada en la secta. “Comprendí muy pronto lo que significab ‘iniciación’. Tío Colin me violó en el salón, mientras su esposa y sus hijos dormían arriba”. Catrina pensó en contárselo a su tía, pero el día después del ataque se dio cuenta de que Elaine ya lo sabía y no le importó.
Después de violarla, Batley le presentó a Catrina un crucifijo cabeza abajo colgado de una cadena. “Me dijo que representaba mi vida, y que si tomaba la cruz me iba a morir”, dice. “Me di cuenta de ya no era sólo el tío Colin. Él era el líder de una secta y yo tenía que obedecer todas sus órdenes”. Unos días más tarde, Catrina fue abusada por ambos tíos.

Los ritos y la explotación sexual
Después personas extrañas visitaban la casa todos los domingos para las reuniones de culto y los rituales. Se vestían con túnicas de seda de color púrpura y leían El libro de la ley, escrito por el ocultista Aleister Crowley, conocido como “la Gran Bestia". “Estaban ante un altar cubierto de velas encendidas y una tarántula en un tanque y luego la tía Elaine predican del libro cosas como: ‘Que todas las mujeres castas sean despreciadas’. Fue muy extraño”. En Halloween, el día más sagrado, le dieron a Catrina una túnica negra. Los fieles se balanceaban como Batley, el sumo sacerdote.
“Después de mi iniciación, el abuso empeoró”, dice Catrina. “Me obligaron a tener relaciones sexuales con desconocidos con edades comprendidas entre 30 y 50 años, hasta cinco noches a la semana. Algunos de ellos estaban casados, otros eran solteros, pero cada uno de ellos me hizo sentir mal físicamente. Tío Colin siempre veía cómo me violaban. A veces, él y tía Elaine se unían. Si me atrevía a protestar, tío Colin me recordaba las consecuencias. Una vez que puso un cordón alrededor de mi cuello como una advertencia y me apuntó con el arma”.
A Catrina no se le permitió tener mucho contacto con el mundo exterior y comenzó a sentirse cada vez más aislada. Luego, justo después de su 16º cumpleaños, un hombre llamado Matthew (se han cambiado los nombres para preservar las identidades) se presentó en la casa y Batley le dijo que iba a ser su pareja. “Me vi obligada a subir a la habitación y tener relaciones sexuales con él, y nos dijeron que tendríamos que vivir como marido y mujer”, dice ella. “Mi tío me convenció de que su secta era enorme y de que yo estaba siendo vigilada en todo momento, así que incluso cuando salí a la tienda no me atreví a decirle nada a nadie, ni siquiera pensé en escapar. Incluso cuando llegué un día a trabajar a una fábrica estaba demasiado asustada para decirle algo a ninguno de mis colegas, porque me habían lavado el cerebro con el pensamiento de que tenía espías por todas partes”.
Catrina se vio obligada a dar el 25 % de todo lo que ganaba a Batley como una “donación” para la secta. Pasaron los meses y se unieron nuevos miembros. Los Batley se trasladaron de Londres a Kidwelly, al oeste de Gales, y Catrina y Matthew se fueron con ellos. “Yo estaba demasiado aterrorizada para salir corriendo”, explica Catrina. “Siempre tenía el temor de que me encontrarían y me matarían”.

Los hijos de la secta
A la edad de 21 años, Catrina dio a luz a un hijo, Nathan, con un peso de aproximadamente 2,83 kilos. “Colin todavía me obliga a tener sexo con él, así que no sabía si era suyo el bebé o de Matthew”, dice ella. “Pero él estaba muy emocionado y me dijo que este niño era un bebé de la secta”. Poco más de un año después, Catrina volvió a quedar embarazada y tuvo su segundo hijo, Jake.
Fue sólo después de su nacimiento cuando ella descubrió a través de otro miembro de la secta que Batley había abusado de un niño que tenía seis años. “Fue la información y el poder que necesitaba para escapar”, afirma. “Le dije que lo sabía todo y vi algo en sus ojos que nunca había visto antes: el miedo. Él me dijo que era libre de abandonar la secta, pero me advirtió de que si le decía algo a alguien sobre esto, me matarían”. Catrina, entonces con 24 años, huyó y Matthew la siguió. Ella dio a luz a su tercer hijo, Daniel, poco tiempo después.
A pesar de que ninguno de sus hijos había sido concebido por amor, Catrina nunca lamentó tenerlos. “Ellos eran mi vida y lo único que me mantuvo en marcha”, dice. “Yo amaba a mis hijos hasta el extremo y no quería que experimentaran el tipo de vida que había tenido yo. Pero aún así yo estaba aterrorizada, estaba siendo vigilado y Matthew era increíblemente abusivo y controlador. Yo sabía que tenía que escapar también de él por el bien de mis hijos”.
Cuatro meses después de que Daniel nació, Catrina huyó a un refugio para mujeres. “Fue la decisión más difícil y más valiente que he tomado. Cuando llegué al refugio me di cuenta de que era libre por primera vez en mi vida. Nadie podía hacerme daño nunca más”. Poco a poco Catrina comenzó a reconstruir su vida. Después, con 32 años, conoció a Mark, de 34, quien se convertiría en su marido adecuado. Finalmente, ella estaba feliz. 

El juicio
Sin embargo, en marzo de 2010 se enteró a través de un amigo de que sus tíos habían sido arrestados. “Me dijeron que otra de las víctimas de la secta había acudido a la policía y les contó todo. Yo sabía lo que tenía que hacer. Cogí el teléfono y llamé a la policía e hice una declaración”. Gracias a la evidencia que dio Catrina, Batley, de 48 años, y su esposa, fueron llevados a la justicia en marzo del año pasado en el Tribunal de la Corona de Swansea.
Batley fue declarado culpable de 35 delitos sexuales contra niños y adultos, incluida la violación, sodomía, asalto sexual y prostitución forzada, y fue encarcelado con una pena de 22 años. Elaine, de 47 años, fue declarada culpable de cinco cargos, incluyendo la actividad sexual e indecencia hacia los niños, y fue condenada a 8 años de cárcel. El juez Thomas dijo al malvado Batley: “Usted se deleitaba cruelmente en la iniciación de los niños a tener relaciones sexuales, pero sus vidas han sido arruinadas para siempre”.
Catrina también le dijo a la policía lo que su padrastro, Vincent Barden, de 70 años, le había hecho. Barden reconoció dos cargos de asalto indecente y se le impusieron 3 años de cárcel. “Por primera vez me sentí liberada”, dice Catrina. “Estoy muy contenta de que esas personas malas estén en la cárcel por lo que me hicieron. Ahora es el momento para empezar a vivir mi vida y dejar de tener miedo”.
(extraído de: http://infocatolica.com/blog/infories.php/1409230924-una-menor-de-edad-obligada-a)

lunes, 22 de septiembre de 2014

Con la crisis, crecen los negocios esotéricos en Madrid

22.09.14
por Luis Santamaría 
Aceite “Garrapata” como atrayente, velas “Quiero trabajo pronto”, hierbas “pata de gallina” para burlar la justicia o solución para el baño “Leche de la Mujer amada”. Estos son algunos de los productos que se pueden encontrar en una santería. Aparte de inciensos, diferentes tipos de piedras o centenares de barajas de tarot. Estas tiendas, junto con las que se definen como “esotéricas”, surgieron hace poco más de una década, se extendieron a la periferia con la inmigración y mantienen su buena forma pese a la crisis. Así comienza un artículo de Alberto G. Palomo titulado “La buena suerte tiene precio” y publicado por el diario El País.
Ahora tienen el terreno más que abonado. “La fórmula es fácil: cuando peor le va a la gente, mejor nos va a nosotros“, resume Ricardo Salas, dueño de Santerías La Milagrosa. Esta empresa acaba de abrir un nuevo local de 300 metros cuadrados en Barcelona. “El más grande de España de este tipo. Nos hemos gastado 57.000 euros en reformarlo”, presume el promotor. Tiene otros cuatro repartidos por Madrid. Y una nave de 700 metros cuadrados en Alcobendas donde se empaquetan los productos y se distribuyen no sólo a sus locales sino a otros “puntos de ventas autorizados”. La compañía reúne a algo más de 25 trabajadores, según las épocas. Todos dependen de la fe de miles de personas que confían en estos remedios.
Además, utilizan otros servicios: lectura de cartas, astrología o “consultas con los caracoles". “La gente tiene necesidad de creer y yo les vendo a Dios o al Diablo”, explica Salas. Este español nacido en Argentina maneja el negocio desde el establecimiento más céntrico, en la calle San Alberto. Ha pagado dos condenas de 15.000 euros cada una por tener barras de incienso fabricadas con sustancias cannábicas y mudas de serpiente. “Nosotros no ocultamos nada. Somos transparentes. Vendemos productos que los fabrican los mismos que para grandes almacenes o tiendas de regalos”, se defiende. “Cuando nos denunciaron se llevaron 48.000 euros en mercancía. Lo distinto no se comprende, y a ver quién lucha contra el que tiene el poder”, lamenta.
Este campo, diluido entre lo mágico y la esperanza, mezcla una gama diversa de comercios que ofrecen amuletos, imágenes o símbolos de diferentes religiones como el budismo o el cristianismo. La principal es la yoruba. Este culto surgió a finales del siglo XIX en Cuba. Fue importada al país caribeño por los esclavos africanos, llevados principalmente del Congo y la zona occidental del continente. Su supervivencia se basó en la conjunción del catolicismo con los dioses u orishas tribales. “La prohibición de practicar su propia religión hizo que cada santo representara a cada uno de sus reyes. San Marcos o Santa Bárbara, por ejemplo, simbolizan a Changó, rey de la virilidad, la danza y el fuego”, apunta Eduardo Nieves, un babalawoo maestro venezolano de 35 años que pasa consultas en La Milagrosa.
“La Santería se ha vuelto, como la mayoría de las religiones, en comercio”, afirma Nieves, que empezó en 2001 a “adquirir poderes” y ahora atiende por 69 euros la hora. “Tratamos de todo. Sobre todo, problemas de salud y de amores”, continúa, “es 1.000 % psicología. Hay que saber interpretar cada caso y se juntan muchas emociones”, sintetiza señalando un rollo de papel que, junto a cuencos soperos, restos de coco, collares o figuras, forma su despacho, en el bajo del establecimiento.
Una mujer pide permiso para verle. “Dile que lo de su padre salió perfecto”, suelta el santero. Arriba, una pareja pregunta por productos para la energía y una chica mira los botes de baño. “Se suele comprar una esencia amarga y otra dulce, para limpiar lo negativo y reforzar lo positivo”, comenta Alejandra, la dependienta. En España, según datos del Centro de Investigaciones Sociológicas de 2014, apenas un 2,4 % responde a creencias en otras religiones que no sea la católica, con un 71,5 %.

Un público heterogéneo
“Lo étnico [en materia religiosa] se entiende como una modernización de un ritual”, escribe Francisco Díez de Velasco, catedrático de la Universidad de La Laguna, en el libro Breve Historia de las religiones. Para el experto, estas creencias “son las menos tratadas por la complejidad que deriva de su estudio: son muy numerosas y muy diversas, las síntesis son complicadas y las comparaciones y generalizaciones resultan difíciles”.
De hecho, a pesar de que esta devoción es más común en países como Cuba, Venezuela o Nigeria, los comerciantes aseguran que el público es heterogéneo. Lo confirma Sebastián D’Arbo, director y productor de Magic Internacional, una feria dedicada al mundo esotérico y paracientífico que se celebra desde hace tres décadas en Barcelona. El periodista, fundador de la revista Karma7, habla de 50.000 visitantes durante el fin de semana de la última convención, el pasado mes de noviembre, y de más de 200 puestos. “Acuden los que quieren saber lo que no se dice en los medios”.
Entre ellos están la tienda esotérica Alquimiah, La Orden de Ayala, Lunaria Mágica o Om Mani Padme Hum, que anuncia “contactar con los seres queridos que ya no están aquí”. “El universo de gente que cree en algo mágico crece exponencialmente en tiempos de crisis”, señala Mauricio José Schwarz, miembro de Círculo Escéptico, una asociación que pretende fomentar el pensamiento crítico y racional. “En España es legal estafar a gente con cualquier creencia. Es extraño, porque no pasa en ningún otro país de Europa”, reflexiona. “No hay datos sobre el número de tiendas. Son muchas. Tampoco hay un perfil de usuarios. No hay nacionalidades ni edades ni sexos ni con una educación determinada”, añade. “Simplemente se trata de la desesperación. Cuanto más desesperados, más demanda”.
Schwarz encuentra similitudes de las santerías o tiendas de carácter esotérico con la venta de vírgenes o vestuario católico. Algo que Ana María, empleada de la tienda Belloso desde hace 22 años, rechaza tajantemente: “Ellos se dedican al esoterismo, a los conjuros. Yo lo asemejo a la magia negra. Y no tiene nada que ver con nosotros”. “Los amuletos son algo ancestral”, recobra Ricardo Salas, el propietario de La Milagrosa, peletero de formación. “Esto es imperecedero, no tiene modas y no se vende por tallas o colores”, concluye mostrando una cruz de Caravaca o una fuente gobernada por Buda.

El auge de tarotistas y curanderos, por teléfono o Internet
El mundo de la santería está muy unido al de los curanderos y los lectores de tarot. La fe a la que apelan desde las tiendas que venden amuletos y demás parafernalia con connotaciones religiosas sirve, en la mayoría de los casos, para que el sostén y el tratamiento de las creencias se lleven a cabo por personas individuales. Una simple búsqueda por Internet da como resultado una mezcla de estos negocios empresariales con actuaciones personales y números de consultas con un coste de llamada superior al habitual.
Esta actividad, generalmente poco legislada, pasa por un marketing que implica desde anuncios en portales de segunda mano hasta el reparto de octavillas a la salida del metro. Las consultas suelen ser en el domicilio del curandero, aunque también se ofrecen servicios “a distancia", lo que supone por teléfono, previo ingreso correspondiente. Los más habituales son los curanderos y los tarotistas. A estos también se les puede ver en el parque de El Retiro con una mesa y una baraja anunciando “lecturas de mano".
Pocos hablan. Sólo el guineano Amadou. Este “maestro” ofrece sus poderes para resolver “mal de ojo, dolores de espalda y rodillas o impotencia” en el sur de Madrid. Apenas quiere explicar sus labores. Cobra 30 euros por una consulta donde dice si puede o no resolver los problemas que le plantean. “No me gusta engañar”, reconoce. Lleva poco tiempo en el país y explica que utiliza productos africanos. “Ahora la cosa no está muy bien. Pocas llamadas, pocos clientes”, concede antes de que una voz lejana le ordene que no cuente nada más.
(extraído de: http://infocatolica.com/blog/infories.php/1409220828-con-la-crisis-crecen-los-nego)

viernes, 19 de septiembre de 2014

Para los Adventistas del Séptimo Día, el Papa sigue siendo el Anticristo


Desde que llegara a la cátedra de San Pedro, el papa Francisco sorprende a propios y extraños. Sus palabras, sus gestos y, en definitiva, su forma de ser parece que han caído bien a personas, instituciones y medios de comunicación que hasta ahora observaban al papado y a la persona que lo concretara en cada momento con una actitud al menos de recelo, cuando no de un ataque visceral. Por eso hace poco no me extrañó ver en la portada de la edición digital de la Revista Adventista, publicada por los Adventistas del Séptimo Día, una gran foto de Bergoglio que encabezaba un artículo titulado “El nuevo rostro amigable del papado”.
Si hasta algunos modelos de prensa confesionalmente anticlerical han sucumbido ante la simpatía del Papa argentino –pensé yo–, ¿por qué no van a hacerlo también los miembros de un grupo que, aunque se ha destacado tradicionalmente por su aversión al primado de la sede romana, se dice ahora que cada vez son más abiertos, más cristianos y menos sectarios?
Y es que una de las características del adventismo es, como digo, su inquina contra la figura del Papa. Actitud que hay que explicar en el marco de su surgimiento dentro del mundo de la Reforma protestante, que desde sus inicios se destacó por la crítica feroz no sólo contra los excesos particulares e históricos de la forma de ejercer el ministerio del obispo de Roma, sino también contra su misma esencia y legitimidad. Para situarnos mejor, hay que resumir la historia y la identidad de los Adventistas del Séptimo Día, aún a riesgo de simplificar.
Nos vamos hasta el siglo XIX, con la figura del estadounidense William Miller (1782-1849), uno de los protagonistas del reavivamiento cristiano de su época. Su peculiar interpretación apocalíptica de la Sagrada Escritura lo hizo muy popular, y comenzó a predecir las fechas de la parusía, fracasando estrepitosamente al señalar los años 1843 y 1844, años en los que, como sabemos bien, no vino el regreso esperado del Señor Jesús.
Tuvo que venir otro personaje, Ellen G. White (1827-1915), para salvar el adventismo y darle la forma que tiene actualmente. Fue ella la que, además, le dio el nombre oficial en 1863, configurando el movimiento más importante dentro de esta corriente: la Iglesia de los Adventistas del Séptimo Día. La señora White es considerada profetisa por sus seguidores, ya que decía recibir revelaciones divinas y angélicas.
Sus doctrinas proceden del cristianismo protestante, y sus acentos específicos están en la importancia dada a los escritos de su fundadora, la insistencia en el milenarismo y la celebración del sábado como fiesta semanal (de ahí les viene el nombre del “séptimo día”). En cuanto a los autores, hay discusión sobre su clasificación, y podemos decir que se encuentra en el límite mismo entre “iglesia cristiana” y “secta”, según los criterios que se empleen.
En España, adonde llegaron en 1903, han sido admitidos en la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE) –una decisión no exenta de polémica–, y afirman ser actualmente unos 16.000. Su presencia es importante, puesto que cuentan con más de 150 locales en todo el país, 4 colegios, un centro universitario, una ONG, una editorial, una fundación, una empresa alimentaria, varias asociaciones y medios de comunicación.
Y vamos ya al artículo que citaba. ¿Una “conversión” de los adventistas ante la novedad del papa Francisco? O, como señala al inicio del texto su autor, el adventista alemán Gerhard Padderatz, “¿necesitamos cambiar nuestra interpretación de Apocalipsis 13?”. Y para quien no sepa de qué va la cosa –es decir, el lector no adventista–, aclara: “muchos adventistas se están frotando los ojos de asombro estos días: están viendo un Papa que no encaja con su imagen del ‘anticristo’. El Papa Francisco aparece extremadamente agradable… ¿Se ha convertido ‘la bestia’?”. No se asusten: esto es lo que el adventismo ha pensado toda la vida del sucesor de Pedro.
Para comprobarlo, basta con asomar a una de las obras fundamentales de Ellen G. White, El conflicto de los siglos, donde la profetisa arremete repetidamente contra el papado (con más de 300 referencias). Por ejemplo, explica que ya “el apóstol Pablo, en su segunda carta a los Tesalonicenses, predijo la gran apostasía que había de resultar en el establecimiento del poder papal… veía él que se introducían en la iglesia errores que prepararían el camino para el desarrollo del papado”. Se trata, dice ella, de una pretensión satánica, ya que “sólo por usurpación puede el papa ejercer autoridad sobre la iglesia de Cristo”, y precisamente es el culpable de celebrar el domingo como día del Señor, un error gravísimo según los adventistas.
White interpreta así el capítulo 13 del Apocalipsis: cuando el dragón da su poder, su trono y su autoridad a la bestia, el dragón representa al paganismo, y la bestia a la Iglesia católica (y, en concreto, a su cabeza visible, el obispo de Roma), siguiendo una arraigada tradición del mundo de la Reforma (sin ir más lejos, Lutero decía que el Papa era el Anticristo y ocupaba la silla de Satanás), pero dando un paso más allá al afirmar que “la imagen de la bestia representa la forma de protestantismo apóstata que se desarrollará cuando las iglesias protestantes busquen la ayuda del poder civil para la imposición de sus dogmas”, algo sucedido sobre todo en los Estados Unidos según la profetisa. Por último, señala que “la marca de la bestia” es la celebración del domingo, algo que habría sido inventado por la Iglesia de Roma y aceptado por las otras pequeñas bestias, los protestantes. Vamos, todo el cristianismo anterior al adventismo.
Tras esta necesaria aclaración de lo afirmado por Ellen G. White, volvamos de nuevo al artículo que pone bajo la lupa al Papa actual. El autor, Padderatz, reconoce lo extraño que parece para el antipapismo adventista todo el proceso de aggiornamento del Concilio Vaticano II, y la defensa que hace la Iglesia católica actual de la libertad de conciencia. Y escribe: “¿No parece obvio que nuestra interpretación de Apocalpsis 13 ya no encaja?, se preguntarán algunos. ¿Está influenciada nuestra imagen negativa del papado por la Edad Media? ¿No pertenece esta imagen a la América anti-católica del siglo XIX?”. Esto, afirma, no se trata de una cuestión puntual, sino que supone revisar el valor de las profecías apocalípticas de la secta: “si realmente queremos revisar nuestra interpretación en este punto, tendríamos que tirar por la borda toda nuestra comprensión de los eventos del tiempo del fin… ¿Qué ocurrirá con la alegada inspiración divina de Elena G. White?”.
Entonces reflexiona sobre el valor de las profecías, que no son simples especulaciones sobre el futuro, sino proyecciones que se cumplen porque vienen de Dios. Así, por ejemplo, “la desaparición de la Unión Soviética dejó un superpoder mundial único, llamado Estados Unidos de América, tal y como sugería la interpretación adventista de Apocalipsis 13”. Lo mismo pasa con el papel fundamental de los servicios de inteligencia en la actualidad, y la recopilación de datos de todo el mundo: “a causa del 11 de septiembre se ha dado un paso significativo hacia un control mundial de todas las personas, tal y como se implica en Apocalipsis 13”.
De ahí que la popularidad del papa Francisco no la vea el autor adventista como una enmienda a la totalidad de su doctrina apocalíptica, sino, al contrario, como una confirmación de su lectura literal del último libro de la Biblia. Ya que en el versículo 3 del susodicho capítulo “se habla o solo de un fortalecimiento del poder político del papado, también de un incremento en admiración y respeto. El Papa Francisco está logrando esto en este momento… El texto habla de una adoración de proporciones mundiales. En la mentalidad iluminada y liberal del mundo, la gente no toleraría órdenes papales y prohibiciones. Pero un modelo de humildad, modestia y caridad es más aceptable. Eso es lo que estamos experimentando en este momento”.
Gerhard Padderatz insiste en la existencia de “poderes engañadores” y en la existencia de “una gran estrategia detrás del papado”. Y cita unas palabras durísimas de la profetisa White contra los jesuitas, que “se presentaban con cierto aire de santidad, visitando las cárceles, atendiendo a los enfermos y a los pobres… pero bajo esta fingida mansedumbre, ocultaban a menudo propósitos criminales y mortíferos”. Aunque nada se dice de la condición de jesuita del papa Bergoglio, el mensaje está claro para el buen entendedor.
Y lo que se dice del Papa, se extiende a toda la Iglesia, cómo no. El autor de nuestro artículo afirma que “para un mundo que bajo la influencia del relativismo se ha apartado de la verdad bíblica y una fe salvadora, el comportamiento social y los gestos de humildad significan todo. El Papa Francisco es un maestro en estos temas. No debemos olvidar que la Iglesia Católica continúa defendiendo herejías evidentes. Estas incluyen el cambio de los Diez Mandamientos, la divina devoción a María, la doctrina de la inmortalidad del alma, el purgatorio, la tortura eterna en el infierno, así como el bloqueo del acceso directo a Cristo a través de la intercesión de los sacerdotes y del rito de la confesión. Babilonia sigue, de hecho, caída”.
Para la mentalidad apocalíptica de los adventistas, esta figura del pontífice argentino no sólo no hace mover ni un milímetro sus profecías, sino que las reafirma. Por eso Padderatz termina su artículo escribiendo: “cuando el argentino Jorge Mario Bergoglio, S.J., fue elegido como Papa, uno de sus primeros actos oficiales fue orar a María. No, el Papa no ha sido convertido. Y todos los indicios señalan que la interpretación adventista de Apocalipsis 13 sigue siendo cierta. El nuevo Papa, en medio de toda la legítima simpatía hacia él, la ha hecho incluso un poco más creíble”.
Los adventistas, como puede suponerse, no están muy por la labor del ecumenismo. No pertenecen a los órganos principales que existen para el diálogo entre las confesiones cristianas. Hay, no obstante, algún documento bilateral puntual, como uno firmado en 2001 con la Alianza Mundial de Iglesias Reformadas, y un diálogo iniciado con los menonitas. También parece que ha habido algunos contactos entre representantes de la Santa Sede y los Adventistas del Séptimo Día, pero según informa el organismo encargado de estos temas en el Vaticano –el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos–, no hay ninguna iniciativa formal de diálogo entre ambas confesiones. Ni creo que la haya, habida cuenta de lo que piensan los adventistas del obispo de Roma y de la Iglesia católica en general. Si ellos representan a Cristo y los “romanos” seguimos al Anticristo… la cosa está clara.
Luis Santamaría del Río