"La humanidad no encontrará la paz hasta que no vuelva con confianza a mi Misericordia" (Jesús a Sor Faustina)

viernes, 26 de junio de 2020

Media Argentina rechaza el socialismo


El fin de semana una nueva manifestación en todo el país le dijo que "no" al proyecto de expropiación de Vicentin.
ARGENTINAIDEOLOGÍAOPINIÓN
Por Marcelo Duclos El Jun 22, 2020
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El día de la bandera, Argentina tuvo un «banderazo» en defensa de la propiedad privada. Al kirchnerismo la gente le volvió a marcar la cancha. (Twitter)
Este fin de semana, Argentina celebró su «Día de la bandera». Para la oportunidad, miles de personas se manifestaron a lo largo y ancho del país con un par de consignas claras: «No a las expropiaciones», «no a la violación de la propiedad privada». Cuando el kirchnerismo, en su primera etapa de gobierno, se animó a proponer una reforma constitucional para que Cristina Fernández pueda volver a ser candidata a presidente en 2015, las multitudinarias convocatorias populares fueron automáticas. Aquellas memorables jornadas cívicas enterraron los sueños autoritarios de la exmandataria, que tuvo que elegir un delfín (Daniel Scioli), y que terminó perdiendo contra Mauricio Macri.

La idea de la expropiación de la empresa agroindustrial alimenticia Vicentin fue el peor error de cálculos de Alberto Fernández. El presidente, convencido que la pandemia del coronavirus (COVID-19) y la polémica cuarentena extendida era el único tema que podía entretener a la opinión pública, cometió el error político más grande de su primer medio año de mandato. La gente indignada salió a manifestarse a pie y desde sus autos (con barbijo y la «distancia social» recomendada) en dos oportunidades y una vez más al kirchnerismo le «marcaron la cancha». Evidentemente, un importante sector de la sociedad no está dispuesto a aceptar una sola expropiación. El fantasma de Venezuela está marcado a fuego y medio país está plantado.

Fernández, que perdió por completo el tono moderado que convenció al pequeño porcentual de argentinos fuera de la grieta para ganar la elección, está desorientado. No puede reaccionar. El presidente argentino, que hace tres meses tenía un 80 % de respaldo en la opinión pública, no pudo digerir que ahora media Argentina esté cuestionándolo duramente. Entonces se enoja. Se enoja con los periodistas que lo cuestionan y se enoja con los argentinos que se manifiestan. «Están confundidos», dijo soberbio el jefe de Estado que, en diciembre de 2019 al asumir, le pidió a la población que salga a la calle a criticarlo en caso que a lo largo de su mandato pierda el rumbo.

El tironeo entre el peronismo racional y el kirchnerismo
Dentro de la coalición gobernante no todos están contentos con el rumbo de las últimas semanas. Pero este espacio del peronismo tradicional no cuenta con el poderío del kirchnerismo. Y los seguidores de Cristina quieren sangre y van por todo. Alberto, haciendo un equilibrio complicado, por ahora se decidió por el calorcito del poder de la señora que lo hizo presidente. Algo que no imaginó en su vida como posibilidad.

En una dura editorial, el periodista Luis Majul le advirtió a Fernández esta mañana que tiene dos posibilidades: O «corta» con la expresidente y vuelve al proyecto que le prometió al electorado, o la que corta con él es Cristina, para «romper» el sistema constitucional argentino. El kirchnerismo ya perdió todo en 2015 y parece estar dispuesto a que eso no vuelva a ocurrir. Aunque para Majul, Fernández está «en su peor momento», el conductor de la cornisa le pidió al mandatario: «No tenga miedo, señor presidente».

Mauricio Macri: el principal beneficiado
De la misma manera que resultó insólito el retorno triunfal de Cristina (aunque no le haya dado más el cuero que para vicepresidente), hoy los astros se le ponen en línea al expresidente Macri. El grosero error de Vicentin en los primeros meses de Alberto fue una especie de maná del cielo para el exmandatario, que hasta el momento se mantiene en silencio, luego de su pobre desempeño económico que generó el retorno del kirchnerismo.

Macri tuvo en su favor que el intento de expropiación y el repudio generalizado tuvo lugar antes de las elecciones legislativas de medio término. Es decir, antes que un nuevo referente opositor pueda asomar la cabeza. Aunque no lo merezca, y ante la falta de una oposición clara, el expresidente aparece como el único referente que capitaliza el descontento actual. Una candidatura testimonial al Congreso el año que viene, y un buen resultado, lo pone sin dudas como candidato al retorno para 2023. El establishment, resignado, ya le fue a tocar la puerta.

«Reconozco que te extraño Mauricio. Mirá que te puteábamos…pero estos son inviables». La frase habría salido de la boca del mismo Paolo Rocca del Grupo Techint en una reunión reciente en la quinta Los Abrojos de Macri. Según los pocos testigos que presenciaron el cónclave, Mauricio no respondió ni con palabras ni con una mueca. Escuchó y guardó silencio absoluto. Todavía está resentido ya que considera que el poder económico nacional pudo haberlo ayudado más, pero sin embargo le soltaron la mano. Las palabras de Rocca no dejan mucho a la interpretación: «volvé que te perdonamos, de Alberto no podemos esperar nada».

Esta historia recién comienza…
(https://es.panampost.com/marcelo-duclos/2020/06/22/media-argentina-rechaza-el-socialismo-y-macri-sin-merecerlo-lo-capitaliza/?fbclid=IwAR0kOCYqEiSMyKW4CheHGqTA2Mq0Me2fcHzYnBSF4fj1Rz2Y68yY8xf5NuU)

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