"La humanidad no encontrará la paz hasta que no vuelva con confianza a mi Misericordia" (Jesús a Sor Faustina)

domingo, 14 de junio de 2020

Bélgica, el país que cometió el mayor genocidio de la humanidad

La historia negra de Bélgica en el Congo

Bélgica se fundó en 1830, bajo una monarquía, la casa de Sajonia-Coburgo y Gotha, creando la dinastía real de Bélgica. Su primer rey fue Leopoldo I, sucedido por Leopoldo II, que además fue primer y único rey del Congo a título personal. En la actualidad su forma de gobierno es el de monarquía parlamentaria.

Bélgica jamás podrá borrar el estigma de haber cometido el mayor genocidio cometido por la humanidad en el Congo belga.

La colonización del Congo

Corría el año 1884 y el territorio del Congo continuaba sin ser colonizado, potencias europeas como Francia, Gran Bretaña y Alemania, la pretendían, pero fueron las ansias del rey Leopoldo II de Bélgica, por rivalizar y obtener una parte del pastel africano quien se hizo con el territorio a título personal.

Leopoldo II financió innumerables expediciones con la excusa de llevar la civilización, cultura y religión a la zona. Su principal expedicionario contratado fue el famoso explorador Henry Morton Stanley,  quién exploró la cuenca del río Congo, con el fin de recabar información sobre la población y zonas donde establecer colonias. Henry Morton Stanley también fue quién se ofreció voluntario para encontrar con éxito a David Livingstone, tema del que tratemos en el artículo «Las expediciones más importantes de la historia».

Henry Morton Stanley famoso explorador inglés
Con el tiempo dirigió a un ejército, el cuál se encargó de obligar a la población autóctona a construir carreteras y vías de ferrocarril con métodos atroces, como la esclavitud, tortura y castigos.

Las verdaderas intenciones de Leopoldo II

El tratado de Berín de 1885 terminó de repartir el continente africano entre las potencias europeas, el denominado «Estado Libre del Congo», pasó a manos de Leopoldo II, quién convirtió el territorio en su colonia privada.

  Monumento en honor a Leopoldo II en Bruselas

Territorio rico en marfil, madera, minerales y caucho. El caucho fue la riqueza más explotada, debido a la gran demanda que se produjo en la época.

Las atrocidades cometidas

Se estima que en 1890, el Congo belga tenía una población de 20 millones de habitantes, la población fue sometida a la esclavitud en una época en la que la gran mayoría de países europeos la habían abolido.

Con el fin de obtener el máximo rendimiento en la producción, sobre todo de caucho, los colonos belgas no dudaron en torturar, ejecutar y mutilar como escarmiento a la población.

Se estima que entre 1885 y 1920 fueron exterminados 15 millones de seres humanos, poblados y etnias por completo. No diferenciaban entre niños, mujeres y hombres, para ellos no eran más que animales, a los que hacían un favor al domesticarlos.

Llegaron incluso a crear zoológicos humanos en Europa con la población congoleña, también eran utilizados para ser disecados y diseccionados con fines científicos.

En 1908 diversos periódicos europeos se hicieron eco de lo que estaba sucediendo en el Congo, provocando un tímido revuelo en la sociedad belga. Este hecho hizo que Bélgica tratara de lavarse un poco la cara obligando a Leopoldo II a dejar el control del Congo en manos del parlamento.

Esta transición se llevó a cabo entre 1903 y 1908, periodo en el que Leopoldo II explotó al máximo los recursos del Congo, en estos cinco años se produjo el mayor número de víctimas.

Las cosas no cambiaron para nada, ya que se continuaron empleando los mismos métodos hasta 1920, año en el que por lo visto se dieron cuenta de que se estaban quedando sin mano de obra, razón por la cual los castigos pasaron a ser solo físicos, el látigo paso a ser la principal herramienta de castigo.

El supremacismo belga se extendió a Ruanda

Después de la primera Guerra Mundial en 1918, debido a que la zona era fronteriza con el Congo belga, se otorgó el control de Ruanda-Burundi a Bélgica, extendiendo así sus atrocidades.

Seleccionaron entre la población los que tenían rasgos más occidentalizados, a los que llamaron «Tutsis» y al resto con rasgos más africanos «Hutus». A los Tutsis los favorecieron con una educación al estilo europeo y el control de las leyes e instituciones, sometiendo a la población Hutu incluso después de su independencia.

Este hecho llevó a los genocidios de la década de 1990, primero de los Hutus sobre los Tutsis  y viceversa poco después, provocando cerca de un millón de muertes.

La independencia del Congo

Hasta la finalización de la segunda Guerra Mundial, debido a lo sucedido en los campos de concentración nazis, no se comenzó a hablar de lo sucedido durante décadas en el Congo. Lo que propició un sentimiento nacionalista en la región.

El Congo consiguió su independencia en 1960, pero fue tal el daño provocado en la región, que hoy en día todavía perduran las consecuencias, innumerables golpes de estado, guerras, dictaduras, explotación de recursos por empresas extranjeras, las cuales sobornan gobiernos para seguir utilizando a la población como mano de obra a su antojo.

Hoy en día Bélgica sigue teniendo influencia en la región, una gran parte de los conocidos minerales obtenidos con sangre, como son los diamantes y el coltán, son recibidos por este país moderno, miembro de la UE, y sede de la misma

 “AQUELLOS QUE NO RECUERDAN EL PASADO ESTÁN CONDENADOS A REPETIRLO
            George Santayana. Gran Filósofo y ensayista español

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