LA ESCRITORA BRITÁNICA ESTÁ SIENDO INSULTADA Y PERSEGUIDA SÓLO POR DISCREPAR
@ElentirVigo ENMie 17·6·2020 · 22:35 7
La escritora británica J.K. Rowling, autora de la famosa saga de “Harry Potter”, está siendo el blanco de una campaña inquisitorial por parte de la izquierda más fanática.
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La ideología de género contra la biología: así es como intentan demoler nuestra democracia
Acusada de «transfobia» por afirmar que el sexo está determinado por la biología
Como expuso ella misma hace unos días en su web, el origen de esa persecución dio comienzo en diciembre del año pasado, cuando manifestó su apoyo a Maya Forstater, una experta en asuntos fiscales que fue acusada de “transfobia” y acabó despedida de su trabajo por defender una verdad científica: que el sexo está determinado por la biología. Un tribunal británico determinó que la expresión de esa idea no está amparada por la ley, que es como considerar legal que te despidan por decir que 2+2=4, simplemente porque haya gente a la que le molesta esa suma.
Insultan y boicotean a J.K. Rowling por defender un hecho biológico
Éste fue el comentario que publicó J.K. Rowling en Twitter el 19 de diciembre, unas palabras que fueron compartidas por más de 73.000 personas y que marcaron con un “me gusta” más de 200.000:
“Vístete como quieras.
Llámate como quieras.
Duerme con cualquier adulto que te consienta.
Vive tu mejor vida en paz y seguridad.
¿Pero obligar a las mujeres a abandonar sus trabajos por afirmar que el sexo es real?”
Como se puede ver, nada había de ofensivo en las palabras de la escritora británica, a menos que a alguien le ofenda la biología. Pero a ese extremo hemos llegado: lo que la izquierda más fanática pretende prohibir es el mero hecho de afirmar lo que la biología demuestra sobre el origen de la sexualidad humana. Basta con ver lo que le está ocurriendo a J.K. Rowling: ella misma denuncia estar sufriendo una campaña de insultos por el mero hecho de discrepar de ciertos grupos de presión, y además ya está padeciendo un boicot en el plano profesional: ayer mismo su editorial amenazó con cancelar la publicación de su próximo libro por sus opiniones.
Un fanatismo promovido desde la ultraizquierda y que otros han acabado apoyando
Por supuesto, esto no sería un problema si esa censura totalitaria fuese defendida solamente por los nostálgicos del Muro de Berlín, por aquellos que creen que Lenin es un ejemplo a seguir y que la caída de la URSS fue un hecho lamentable. A fin de cuentas, la extrema izquierda no tendría hoy ninguna relevancia si el resto del mapa político no hubiese asumido en gran parte sus disparatados dogmas. Pero eso es tristemente lo que ha ocurrido. No sólo la izquierda moderada ha caído en ese error, sino también gran parte del llamado centro-derecha, tanto político como mediático.
Desconozco los motivos que llevaron a muchos políticos y periodistas a suscribir la idea de que una sociedad más igualitaria exige el sacrificio de derechos fundamentales como la libertad de expresión y la imposición de una censura puramente absurda. Tal vez querían congraciarse así con los colectivos LGTB que promueven la idea de que afirmar hechos biológicos es un “discurso de odio”. Si lo hicieron por eso, pues muy mal, porque el hecho de que ciertos colectivos hayan sido históricamente discriminados no les da derecho a pisotear los derechos de los demás y a censurar evidencias científicas. La pretensión es tan disparatada como si los cristianos exigiésemos el poder de censurar toda afirmación que contradiga nuestros dogmas religiosos alegando que los romanos asesinaban a los nuestros arrojándolos a los leones.
Si en una democracia no puedes afirmar un hecho biológico, entonces ya no es una democracia
Lo que está pasando con J.K. Rowling debería hacernos reflexionar. Si en una democracia no se puede hacer algo tan básico como defender un hecho biológico, porque entonces una banda de fanáticos te agreden verbal e incluso físicamente, e incluso puedes perder tu trabajo y hasta ser sancionado bajo la acusación de hacer un “discurso de odio”, entonces esto ya no es una democracia, sino la dictadura de la ideología de género. No es casual, desde luego, que esta ola de intolerancia provenga de una corriente de pensamiento surgida de la extrema izquierda marxista, la misma que ha respaldado a brutales dictaduras en todo el mundo.
La ideología de género permite que el marxismo imponga su mordaza en Occidente
Recordemos que las principales autoras de la ideología de género, como Shulamith Firestone y Simone de Beauvoir, eran comunistas. Lo que pretendían era acabar con la distinción de sexos como antes el marxismo había intentado acabar con las clases sociales, en la absurda creencia de que cualquier diferencia, incluso las biológicas, nos hace desiguales y eso es algo que debe ser corregido. Pero la democracia no consiste en la supresión de toda desigualdad. La democracia implica la igualdad ante la ley, y no la idea que todos somos biológicamente iguales.
El marxismo lleva muchos años utilizando la igualdad como una cínica excusa para suprimir la libertad, y ahora lo está logrando en Occidente de la mano de una de sus franquicias, como es la ideología de género. Y en este empeño, todo hay que decirlo, cuenta con la complicidad de muchos, incluso de algunos que se dicen contrarios al comunismo pero que en realidad están actuando como sus tontos útiles, ya sea por quedar mejor ante esa izquierda fanática, o por miedo a verse señalados por ella si discrepan. Sea por una razón o por otra, lo que están consiguiendo es que nuestras sociedades democráticas se perezcan cada vez más a dictaduras comunistas, en las que uno no puede discrepar de la extrema izquierda, a menos que pretenda ser convertido en el blanco de insultos, agresiones y sanciones.
(https://www.outono.net/elentir/2020/06/17/el-caso-de-j-k-rowling-asi-es-la-dictadura-que-esta-instaurando-la-ideologia-de-genero/?fbclid=IwAR2gAgHCSSaswAny9oUmLX1yo7Uh4umW11lyw_bS05qHNJ7G-vwhY3tHZmQ)
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