"La humanidad no encontrará la paz hasta que no vuelva con confianza a mi Misericordia" (Jesús a Sor Faustina)

miércoles, 21 de octubre de 2020

Una película española inspirada en las sectas: “buscando la libertad, alcanzan la cárcel definitiva”.

 

FUENTE: Heraldo de Aragón

El director de la película Planeta 5000, Carlos Val Naval, premio Simón al Mejor Largometraje de 2020, explica su obra sobre las sectas y la libertad, y explica su idea del cine en esta entrevista que le ha realizado Antón Castro para el diario Heraldo de Aragón.


- ¿Qué le llevó a inclinarse por el cine?


- Mi padre nos lo inoculó en la infancia. Mis hermanos también son unos apasionados. Y yo creo que es la forma que he elegido para contar historias.


- ¿Qué le da el cine, tras unos cuantos años de bagaje? ¿Qué se puede hacer y qué no se puede hacer?


- El cine me gusta porque es popular, odio esa estúpida parte elitista. No somos especiales por hacer películas, es un privilegio y una responsabilidad. Decía Juan Marsé: “me interesa la literatura y no la vida literaria”, y es que al final lo que sobreviven son las películas. Aunque llevo más de diez años siento que estoy empezando.


- Ganó el Simón con ‘Bestfriends’, codirigido con Jonas Grosch, y lo vuelve a obtener con ‘Planeta 5000’. ¿Qué significan esos galardones para usted que ha sido muy activo en la etapa anterior con la Academia de Cine Aragonés (ACA)?


- Los premios son la herramienta promocional que los productores independientes no podemos pagar. Los Simón o los Festivales de Cine sirven para reunirnos, hacer piña y tomarle el pulso al sector. Ahí los cortometrajistas que empiezan pueden conocer a los que llevamos un tiempo y viceversa. Pero desde hace años en algunos Festivales se ahorran los costes de traer a los cortometrajistas. Ya no es un festival sino una programación, una muestra. Quizá los/las cortometrajistas o directores/as independientes no seamos muy glamurosos pero somos los que llenamos la programación. Son eventos que cohesionan, vertebran, y creo que los Festivales y las Galas tienen que darnos más protagonismo. Una vez me dieron un premio y me enteré una semana después.


- ¿Cree que se valoran fuera de aquí la Academia y sus reconocimientos?


- Las asociaciones como la ACA, Aproar o EA, se esfuerzan porque nos tomen en serio las instituciones. Está demostrado que la unión hace la fuerza. El trabajo asociativo me merece todos los respetos. Eso sí, les pediría a nuestros gobernantes de la Cultura que vean nuestras películas, que se enteren de lo que hacemos aquí. ¿No prueban el somontano en un evento de vinos de la tierra? Si nos prestan atención sólo cuando ganamos premios es como el que espera con el laurel al final del Tourmalet.


- Vayamos con ‘Planeta 500’, Mejor Película y Mejor Sonido en los Premios Simón de 2020. Creo que le debe mucho al mesianismo de Charles Manson, el responsable de la muerte de Sharon Tate.


- Mi amigo dramaturgo Juan Manuel Romero estrenó una obra inspirada en las cartas de amor que recibió Manson encarcelado. Me interesé por esas muchachas que lo idolatraban, que habían renunciado a su libertad precisamente creyendo haberla encontrado junto a él. Me di cuenta de que es más fácil de lo que pensamos caer en la tela de araña de un gurú. La personalidad narcisista y mesiánica de Manson también la tenían Jim Jones o David Berg, el líder de Los Niños de Dios, en los que me inspiré para Planeta 5000.


- ¿Cómo se entiende que un hombre así, tan demoníaco y alucinado, pueda recibir tantas cartas de amor? ¿Ofrece un hecho como este la dimensión de lo raro e insondable puede resultar el ser humano, de los abismos en que cae?


- A los 20 años yo quería viajar, salir del nido, vivir experiencias nuevas, conocer gente y nuevos puntos de vista. Pero al mismo tiempo tenía ganas de encontrar mi sitio, de pertenecer a un grupo, ya que siempre he estado un poco desubicado. Con esta actitud ante la vida no tardas en dar con personalidades tóxicas, con manipuladores natos que, sin que te des cuenta de inicio, empiezan a absorberte.


- ¿Quién es Jim Jones y qué aportó su historia a su propia historia?


- Jim Jones creó una Iglesia llamada el ‘Templo del pueblo’ que buscaba el paraíso en la tierra. Cerca de mil personas se marcharon a la Guyana francesa a construir su propio “templo” con la convicción de estar siguiendo a un mesías. Paranoico y sintiéndose perseguido por las denuncias de algunos súbditos, les ordenó tomar veneno en masa al grito de ‘Abrazaos y morid’. 900 personas, 300 niños entre ellos, murieron aquella tarde.


- Y luego llegó o llegaron, mejor dicho, con José Ángel Delgado, director y productor, a los Niños de Dios. ¿Qué hallaron ahí?


- En aquella época, los setenta, surgieron Los Niños de Dios’, cuyo líder era un lunático pederasta que no tardó en promover el sexo entre niños y adultos. Usaban a las jóvenes como prostitutas de lujo para evangelizar a través del sexo. En Planeta 5000 contamos la historia de una de esas muchachas y, por otro lado, la de un chico fascinado por esta supuesta libertad que ofrece la comuna.


- ¿Qué reflexiones y paradojas los llevaron a emprender la película?


- José Ángel Delgado y yo teníamos algunos gustos y preocupaciones comunes. Las oportunidades perdidas, la búsqueda de la identidad, el resurgir de los falsos profetas en épocas de crisis…


- Parece que ha ido de la mano José Ángel y usted… ¿Cómo ha ido evolucionando el guión y qué querían contar, qué mensaje les apetecía transmitir?


- El mensaje de la película está en el estribillo de la canción ‘Planeta 5000’ de Vídeo (1983). Es alguien obsesionado con alcanzar el ‘Planeta 5000’: “Los que entran se quieren marchar, y los que se han ido no sueñan más que con regresar”. Se refería a la heroína (me lo confirmó Carlos Solís, su compositor) y nosotros lo convertimos en metáfora de los que entran en una secta y los que quieren salir de ella.


- ¿Qué le debe un proyecto así a un entusiasta del cine como José Angel Delgado y a su productora Cosmos Fan SL?


- José Ángel andaba buscando un proyecto para producir su primer largo. Juntos habíamos probado con la distribución de Bestfriends y quisimos meternos en esta locura.


- Antes del rodaje, que creo que fue en 2017, ¿qué película quería hacer?


- Las películas se reescriben constantemente en la fase de preproducción, en el rodaje y, como dice Tarantino, el montaje es la última versión del guión. Los cambios de presupuesto, de actores, de equipo, afectan al proyecto para bien y para mal y nuestra labor es mantener la esencia y la frescura que nos conquistó inicialmente a pesar de las adversidades. Estamos muy contentos con el resultado y sabemos que es una película con sello propio.


- ¿Por qué atrapa tanto a algunos seres el mesianismo?


- La crisis de identidad y la ausencia de futuro nos lleva a buscar referentes que no siempre están ahí para hacernos bien. Ahora más que nunca necesitamos esperanza y los líderes mesiánicos tienen la puerta abierta de nuestra casa a través de las redes. Patricia Aguilar, una joven alicantina de 16 años, fue seducida a través de un chat y se marchó a Perú a servir a su líder. La encontraron en una cabaña en medio de la selva al borde de la inanición con su bebé desnutrido. Algo similar le ocurrió a la hija de Mercedes Montenegro. Lo dejó todo para unirse a Los Niños de Dios” en los 80 y ahí sigue. A Mercedes la entrevisté durante tres horas. El personaje de Ana Labordeta está inspirado en ella.


- ¿Qué porción hay en las sectas de represión, de búsqueda y desconcierto, y de falso paraíso?


- Al principio parece el sitio idóneo para vivir en comunidad sin renunciar a tus sueños. Te alaban tus virtudes sin parar, te crees el tipo más importante del mundo. Sin embargo, tu familia y amigos del 'antiguo mundo' no lo ven bien. Así que decides empezar de cero, abrazas a tu 'nueva familia', renuncias a todo, incluido tu trabajo, y les das todos tus ahorros sin notar que te has metido de lleno en una secta. Sólo el que está fuera sabe que es una secta, el que está dentro ha muerto por dentro, es una hormiga más al servicio del líder.


- En apariencia es una película de amor, de búsqueda y diría que también de desesperación.


- Para mí el tema es la libertad. Nuestros protagonistas son jóvenes que buscando la libertad alcanzan la cárcel definitiva.


- He leído en algún sitio que la película se basa en un hecho real. ¿Alguien se dedica a correr para divulgar la palabra de Dios?


- Tradicionalmente, el yoga y las artes marciales han sido los reclamos más habituales, pero con la fama que ha cogido el ‘running’ y el estilo de vida sano hay organizaciones de corte sectario que están detrás de marcas, eventos deportivos, restaurantes… Las sectas usan todos los disfraces posibles. Yo mismo fui a quitar chapapote con decenas de universitarios aragoneses a Muxía en un viaje organizado por la secta Nueva Acrópolis, cosa que descubrí después obviamente, cuando éstos me invitaron a una coca cola a sus instalaciones tras el viaje. Por allí aparecimos sólo dos personas. Yo me fui enseguida, pero la chica con la que coincidí se quedó. No la he vuelto a ver.


- ¿Cómo se ha planteado el ritmo, la fotografía, la puesta en escena? Está claro que la película tiene una carga estética incuestionable.


- Con Sergio de Uña, el director de Fotografía, pasé horas buscando la manera de contar la película. Nos fijamos en películas como Malas tierras (a ambos nos fascina el aspecto de las películas de los 70) con unos encuadres intuitivos que acompañan a los personajes.


- ¿Qué enseñanza encontrarán los jóvenes en ‘Planeta 5000’?


- Alexis Barroso (co-guionista) y yo no queríamos demonizar a la secta sino mostrar que es un paraíso para unos y un infierno para otros. También queríamos dar a entender que la familia, como la del personaje de Itzan Escamilla, es también una fuente constante de conflictos que pueden empujar a los jóvenes a unirse a este tipo de grupos.


- Tanto usted como José Ángel Delgado habéis insistido mucho en la importancia de las gentes del CPA. ¿Por qué, cuál ha sido su grado de colaboración?


- Sin el CPA hubiera sido casi imposible sacar adelante la película. Conseguimos uno de los viveros para poder sacarla adelante y tuvimos a muchos estudiantes en prácticas que son parte imprescindible de Planeta 5000. Lo dieron todo por sus profesores.


- También ha codirigido ‘El último show’ con Álex Rodrigo, con Marianico el Corto, para Aragón TV. ¿Cómo fue ese trabajo y que ha aprendido de trabajar para la televisión?


- Le pasé a Álex un enlace de Bestfriends y Planeta 5000 y le gustó la naturalidad con la que dirigía a los actores y justo es lo que buscaba para la serie. He aprendido mucho, de él y de los compañeros con los que trabajé. Aragón TV realmente ha arriesgado y ha sido un placer haber formado parte. Aunque Álex me llamaba “el profesor” él ha sido el verdadero maestro.


- ¿Qué ha pasado o está pasando en el cine en Aragón en el siglo XXI?


- Las instituciones están dándose cuenta que el dinero invertido en las producciones repercute de forma incalculable en una imagen de Aragón moderna y ambiciosa. Es sorprendente lo poco que se rueda aquí y el reconocimiento que estas producciones tienen. La cuenta pendiente está en que los productos, y no solo el talento humano, sean 100 % aragoneses.


- Ha dicho: “El problema no es hacer cine sino que vean lo que haces. (‘Planeta 5000’ se puede ver en Movistar por tres euros). ¿Como se logra eso, porque su película no ha llegado a las salas comerciales?


- Llamamos a las puertas de los cines de esta ciudad pero no les interesaba. Optamos por ponerla en la Filmoteca durante un par de semanas y se llenaba todos los días. Gracias al boca a boca. Ahora en alquiler en Movistar de nuevo está el problema de la visibilidad. Somos una gota en el océano, pero confiamos en su calidad. Cada semana recibimos mensajes de espectadores que la han alquilado y les ha encantado. Hay esperanza.


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