LA MEDITACIÓN CRISTIANA ESTÁ COBIJADA POR LA LUZ DEL ESPÍRITU SANTO. LAS OTRAS “MEDITACIONES” ESTÁN RODEADAS POR ESPÍRITUS CAÍDOS.
Cuando se hace una búsqueda sobre imágenes relacionadas con la palabra “meditación”, el resultado de internet siempre mostrará siluetas o fotografías de alguien sentado en la “posición de loto”. Es decir que, invariablemente, el concepto de meditación lo encontraremos ligado al budismo, o al hinduismo.
La meditación no es propiedad del budismo, ni del hinduismo. Las maniobras de las corrientes Nueva Era, que no es otra cosa que neo paganismo, han traído yoga, reiki, feng shui, y otros métodos para tratar de suplantar la espiritualidad cristiana con algo ajeno, y hasta contario a Cristo.
¿Qué es meditar? La definición de esa palabra dice que es concentrarse en algo, en un tema de suma importancia, incluso en temas de religión. La meditación cristiana es justamente eso, concentrarse en la Palabra de Dios, que es Cristo, y pensar seriamente en cómo esa Palabra puede moldear nuestras vidas, y acercarnos más a la santidad. En la meditación cristiana dejamos entrar al Espíritu Santo, para que sea Él quien tome el control, para que sea el quien nos consuele y nos ilumine.
En cambio, la “meditación” budista o hinduista, propone poner la mente en blanco. Es decir que en esa “meditación” no se piensa, tan sólo se concentran en la respiración, en lograr una especie de relajación, que al final no resuelve nada. Y lo más peligroso es que, al dejar la mente vacante, cualquier cosa puede entrar y tomar el control, o por lo menos dejar una pequeña dosis de veneno espiritual, que poco a poco nos iría corroyendo el alma. No son pocos los que han tenido que acudir a exorcistas, cuando finalmente entendieron que el yoga, o el reiki, los estaba dañando espiritualmente.
Ya sabemos que sobran católicos que dirán que el yoga y la meditación les ha ayudado mucho, y hasta dirán que los “ejercicios” y posturas del yoga los mantiene en forma. Lo cierto es que cada postura de esas sirve para conectarse con una deidad hindú, y ya sabemos que no hay más dioses, que sólo hay un Dios único y verdadero, de manera que esas “deidades” no son otra cosa que ángeles caídos. También dirán que la meditación les ha ayudado a relajarse y a liberarse de las tensiones del día a día. La verdad es que ya no buscan a Dios para que les ayude con esos problemas. Ya no rezan el rosario, sino que se ponen a “abrir sus chakras”. Ya no leen la biblia, sino que se ponen a “meditar” en la posición de flor de loto. Ya no ponen la mente en Cristo, sino que sacan a Cristo de sus mentes, y le cierran la puerta, porque es más importante ponerla “en blanco”. Que el Señor les quite la venda, y muy pronto, para su salvación.
La Nueva Era vende el yoga como un sistema de ejercicios, para mantener el cuerpo en forma. Muchos caen en esa trampa. También lo venden como cosa “espiritual”. Por eso veremos mucho, en películas y series, la fuerte promoción de esa práctica hinduista, para crear la asociación mental entre las palabras espíritu y yoga. De esa forma, cuando alguien escuche la palabra espíritu, o espiritual, inmediatamente lo asociará con yoga, con meditación, con posición de flor de loto, con budismo. Innegablemente el yoga es espiritual, pero no se trata de espíritus del Señor, sino de espíritus caídos.
No importa si un párroco promueve la meditación zen, eso sólo será un tremendo error, y habrá que hablar con ese sacerdote, para tratar de corregirle fraternalmente. El budismo y el hinduismo no tienen nada que ver con el cristianismo. No existe ni un solo punto de contacto que permita ver las prácticas budistas o hinduistas como compatibles con el cristianismo. La espiritualidad cristiana está bajo el abrigo del Espíritu Santo. La espiritualidad de esas otras religiones está rodeada de otros espíritus, que siguen a aquel que se rebeló, y que fue expulsado del cielo como un rayo.
Este artículo de es.catholic.net contiene más detalles sobre por qué, como católicos, no debemos practicar yoga, ni ninguna de las cosas que propone el neo paganismo de la Nueva Era.
https://es.catholic.net/.../15-razones-del-por-que-el...
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