FUENTE: Cuídate Plus
El pasado otoño la cantante Madonna puso de moda el término “orinoterapia” al publicar en sus redes sociales videos de ella misma ingiriendo su propia orina después de los conciertos. Esta pseudoterapia “consiste en el uso cosmético o en la ingesta de la propia orina para el supuesto tratamiento de diferentes trastornos de la salud”, tal y como señala a Cuídate Plus Daime Pérez Feito, miembro del Grupo de Trabajo de Urología de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen). Lo leemos en una crónica de Joanna Guillén Valera.
El experto habla de “supuesto tratamiento” porque es una técnica que no tiene evidencia científica. “No sólo no se ha demostrado que la ingesta de orina sea beneficioso para la salud sino que puede llegar a ser peligroso para los que la ingieren”, advierte Pérez Feito. Los objetivos de esta medicina alternativa “van desde el uso cosmético por sus supuestas propiedades de rejuvenecimiento facial, al alivio de patologías dentales y/o gingivales, para combatir infecciones y tumores o para fortalecer el sistema inmunológico”, describe.
Si no tiene evidencia, ¿qué teorías defienden sus defensores? Según Pérez Feito, los que practican la orinoterapia se apoyan en que la orina contiene “determinadas sustancias (más de 200) que podrían justificar supuestas propiedades beneficiosas”. Entre ellas, la orina contiene “ácido úrico, que es fundamental para producir y activar el ADN celular; factor de crecimiento tisular, endorfinas, anticuerpos tipo interoikin, renina y prostaglandina, hormona SPU, que posee funciones antibióticas, circulatorias y que estimula la secreción de otras hormonas; sustancias inorgánicas, como potasio, sal, calcio, cobre, flúor, yodo hierro, zinc o magnesio y vitaminas del tipo A, complejo B, C y E”, describe el médico de atención primaria.
Sin embargo, esta composición no concede, en ningún caso, propiedades saludables a la orina, sino todo lo contrario. Tal y como explica “la orina es un producto de desecho del organismo y, aunque su contenido es fundamentalmente agua, contiene microorganismos perjudiciales y que, al ser ingeridos, pueden ser causantes de enfermedades o ser vía de transmisión de otras patologías”. Asimismo, beber orina o aplicarla sobre la piel “es perjudicial en sí mismo porque puede contener una considerable cantidad de gérmenes en estado de suspensión que podría ocasionar sobreinfecciones tras su aplicación cutánea o sepsis si la administración se hace por vía endovenosa”.
Además, el médico advierte de que “la orina puede ser agresiva para el aparato digestivo y puede sobreexponer al riñón a filtrar productos que el organismo ya descartó reabsorber”. Entre los efectos secundarios inmediatos que puede producir la ingesta de la propia orina están “la diarrea, el estreñimiento, sueño profundo, insomnio, alergia, absceso, fiebre, calambres, taquicardia y vómitos”, alerta.
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