FUENTE: Efe
El candidato al Premio Nobel de Medicina en 2018 italiano Stefano Scoglio niega la existencia de la pandemia de la covid-19, cuestiona sus datos de mortalidad, que vincula a las vacunas de la gripe y meningococo, rechaza la utilidad de las PCR y asegura que el virus no ha sido aislado. Esta noticia se ha difundido ampliamente por medios negacionistas de la pandemia, según informa Sergio Hernández en un artículo publicado por la agencia Efe.
Sin embargo, las declaraciones del homeópata italiano Stefano Scoglio en las que califica la pandemia de la covid-19 de “falsa” o “pseudopandemia” y su cuestionamiento del daño infligido por la enfermedad contradicen las evidencias científicas y generan desinformación en las redes sociales. El nombre de Scoglio, supuesto candidato al Premio Nobel de Medicina en 2018, ha sido esgrimido de manera creciente en las últimas semanas entre aquellos que niegan la existencia de la pandemia en Facebook y Twitter.
Scoglio, director del Centro de Investigación de Terapia Nutricional de Urbino, ha hecho estas manifestaciones en entrevistas en medios de comunicación italianos y su mensaje ha sido reproducido por internautas de España y América Latina. Los argumentos de Scoglio carecen de respaldo en la comunidad científica y van en contra de las indicaciones de las principales autoridades sanitarias internacionales, especialmente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que el 11 de marzo de este este año declaró la existencia de una pandemia de la covid-19.
Pese a ello, los mensajes de Scoglio son reproducidos por internautas que subrayan su supuesta nominación al Premio Nobel de Medicina 2018 para dotar de mayor credibilidad sus declaraciones. Esa condición de candidato al galardón de mayor prestigio en el campo de la medicina resulta difícil de comprobar. Como explica el portal en internet de los Premios Nobel, “la nominación al Premio Nobel de Fisiología o Medicina es sólo por invitación” y “los nombres de los nominados y otra información sobre las nominaciones y el proceso de selección no se pueden revelar hasta 50 años después”.
Es decir, que, como ocurre en el resto de categorías, ningún nominado al Nobel puede presentarse a sí mismo como candidato. Además, el hecho de que la organización tarde 50 años en revelar la identidad de los nominados también impide saber sus nombres, a menos que lo revele quien ha presentado la propuesta. En el caso de la candidatura de Scoglio es él mismo el que se refiere a ella en una entrevista en el diario regional italiano Il Resto del Carlino, publicada el 10 de julio de 2018.
Scoglio señala que fue el epidemiólogo estadounidense Roscoe M. Moore quien le propuso como aspirante al premio por sus investigaciones sobre la microalga de Klamath. Se trata de una afirmación cuya veracidad no se ha podido corroborar ni refutar ante la dificultad de encontrar documentación relativa a esa propuesta y la imposibilidad de contactar con el doctor Moore.
En cualquier caso, la adscripción de Scoglio a la investigación de la terapia nutricional y la homeopatía cuestiona el rigor de sus afirmaciones, dado que ninguna de estas dos disciplinas tiene el aval de la ciencia. El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España (CGCOM) incluye las dos en su listado de terapias y técnicas “no convencionales” que carecen de “evidencia científica contrastada”. El propio CGCOM, el 12 de junio de 2018, rechazaba la homeopatía por considerar que, además, se trata de una práctica “contraria a la deontología y la ética médica”, según informaba Efe. También el ministro de Ciencia, Pedro Duque, se ha pronunciado públicamente de forma reiterada contra la homeopatía, como ha dejado constancia en sus redes sociales, de acuerdo con otra información de Efe, del 7 de junio de 2018.
En el currículum de su perfil de la red social LinkedIn, Scoglio expone que es doctor en Filosofía por la Universidad de Toronto, donde cursó sus estudios entre los años 1987 y 1993. Posteriormente, de 2000 a 2003, amplió su formación en la escuela italiana de Naturopatía Mirdad, especializada en terapias no convencionales y acientíficas.
Entre 2011 y 2015, obtuvo un Grado en Homeopatía en la Universidad de Middlesex, en Londres, unos estudios que llevan décadas en entredicho en el Reino Unido, en un debate plasmado en la prensa británica y que ha llevado a la citada institución académica a retirar este programa, como informa en su portal de internet. Scoglio, según indica en este perfil, ha iniciado este año un Máster en Microbiología en la Universidad de Birkbeck, también en Londres. Sus publicaciones en revistas académicas, como consta en el buscador especializado de Google, se centran en sus estudios sobre microalgas y sus usos nutricionales.
Scoglio ha difundido sus teorías en varias entrevistas realizadas para medios de comunicación italianos. Una de ellas, compartida en su perfil de Facebook y realizada por la periodista Beatrice Silenzi, ha tenido amplia repercusión en varias plataformas. Sin embargo, el vídeo ha sido retirado de YouTube pocos días después de la publicación por infringir sus condiciones de reproducción. En dicha entrevista, el homeópata dice que tiene una posición “herética” y “radical” sobre la pandemia, que llega a tildar de “falsa” y “pseudopandemia”.
Scoglio cuestiona los datos de aumento de la mortalidad registrados en Europa, apunta a las vacunas como un posible factor de aumento de estas defunciones y rechaza que el virus haya sido aislado. También relativiza la importancia de la enfermedad, cuyas consecuencias negativas en el ámbito sanitario no considera superiores a las de la gripe, por lo que critica las repercusiones económicas y sociales de las medidas adoptadas para hacerle frente.
Scoglio relaciona la existencia de la pandemia con un interés por hacer pasar inadvertida “la mayor crisis financiera de todos los tiempos” para que de ese modo sus responsables eviten las consecuencias penales. Además, defiende al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por haber dicho que la covid-19 no era más que una gripe, una afirmación en la que el propio mandatario no cree, según las confesiones que hizo al periodista Bob Woodward. Así lo recoge Rage (Ira), el último libro de Woodward, cuya publicación en septiembre suscitó una gran controversia en Estados Unidos. No obstante, durante la campaña para las elecciones presidenciales, Trump se ha mantenido fiel a los postulados que minimizan el impacto de la enfermedad.
El discurso de Scoglio es refutado por la información que proporciona la OMS sobre la pandemia, que en ningún caso puede ser considerada “falsa” o ficticia. Su cuestionamiento del número de muertos causados por la covid-19 y su comparación con la gripe para relativizar su incidencia con argumentos similares a los de Donald Trump han sido desmentidos con datos de la Comisión Europea, los estadounidenses Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC) y la Universidad Johns Hopkins, entre otras instituciones.
Del mismo modo, es una falsedad sostener que las PCR no son fiables o que no se puede aislar el virus, ya que estos test detectan secuencias genéticas que solo son propias del SARS-CoV-2. En lo que se refiere a la relación de las vacunas con una mayor mortalidad de la covid-19, también se trata de una mistificación habitual, rechazada por la comunidad científica. Los expertos repudian las conclusiones de informes faltos de rigor sobre esa supuesta vinculación o las afirmaciones que atribuyen a las vacunas una tasa de mortalidad.
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