"La humanidad no encontrará la paz hasta que no vuelva con confianza a mi Misericordia" (Jesús a Sor Faustina)

miércoles, 4 de noviembre de 2020

La santería, un tema recurrente en las canciones de salsa.

 

FUENTE: Canal Trece

La salsa es uno de los géneros que más guiños hace a la santería, según explica Andrea Melo Tobón en el Canal Trece colombiano. Antes que nada, ¿qué es la santería? La santería es una práctica religiosa que se formó cuando esclavos provenientes de Nigeria, y otros países de África Occidental, se apropiaron de santos del catolicismo para conservar sus tradiciones culturales Yoruba desde tiempos de la Colonia. La santería es una religión que adopta el culto a la naturaleza y a los espíritus y, a diferencia de los santos del catolicismo, los santos de la santería pueden ser invocados para hacer el bien o el mal por medio de un sacerdote conocido con el nombre de babalao.


Santería en cuatro canciones de salsa


La diáspora africana en América Latina no sólo trajo consigo distintos cultos y ritos, sino que también permeó para siempre las sonoridades de cada territorio. De hecho, aunque no se pueda hablar de un origen único de la salsa como género, sí se pueden encontrar patrones en ciertos ritmos que desembocaron en este fenómeno musical, comercial y popular que tienen que ver con los mestizajes desde los tiempos de la esclavitud y que aún hoy palpitan en otros sonidos en el continente. Pero no se debe confundir la aparición de alabanzas a las orishas de la santería en estas canciones como meros guiños.


De acuerdo con el antropólogo cubano Fernando Ortiz, en la investigación ‘Sin negro no hay guaguancó: la expresión de la cultura Caribe en la novela ¡Qué viva la música! de Hernando Motato’, la santería “no es música de diversión al margen de la vida cotidiana; es precisamente una estética versión de toda la vida en sus momentos trascendentales”. Es decir, las canciones inspiradas en el culto santero no son sólo narraciones de esta religión, sino que también cobran la figura de rituales que alaban o invocan alguna deidad de la cultura negra. Estas son cuatro canciones de salsa que hacen un homenaje a deidades de la santería:


¡Qué viva Changó! - Celina y Reutilio 1949


Changó es el rey guerrero de la religión Yoruba, de la justicia, de los rayos, del trueno y del fuego. Este orisha es viril, atrevido, violento y justiciero y precisamente su justicia es impartida por el rayo, por ese motivo, se dice que si a una casa le cae un rayo, se debe a la cólera de Changó.


Este dúo cubano fue una de las primeras agrupaciones en sacar del clóset a la santería a través de producciones como ‘¡Qué viva Changó!’, ‘San Lázaro’, ‘Una fiesta con Ochún’, ‘Babalú’ o ‘Viva Yemayá’ y quienes, además, hicieron un puente sonoro entre la música guajira y afro conservando la métrica y el estilo de la primera, pero contando la historia de sus raíces negras y el sincretismo de la religiosidad en Cuba. De hecho, cuenta la leyenda, que cuando Celina González era joven Santa Bárbara se le apareció y le dijo: “si no me cantas, no vas a triunfar”. Y es que la relación de ella con la santería no era una simple apropiación de la religión.


El compositor vallenato Jorge Oñate contó en una entrevista al diario El Pilón que “en un día de calor infernal en La Habana, Celina salió a la terraza de la casa, abrió los brazos y dijo algo en Yoruba y al terminar y enseguida un relámpago impresionante y se vino un aguacero. Yo no sé si ella le pidió al de arriba que lloviera, ese momento no se me olvida porque apenas terminó de hablar en yoruba se dio el relámpago. De pronto fue una casualidad”. Como curiosidad, Celina González y Reutilio Domínguez hicieron una versión de ‘Qué viva Changó’ en homenaje a Fidel Castro y a la revolución cubana.


‘Yo soy Babalú’ - ‘Los durísimos’ de Ricardo Ray y Bobby Cruz - 1968


Babalú Ayé es el orisha de la lepra, la viruela, las enfermedades venéreas y, en general, de las pestes y la miseria. Se dice que se esconde entre la hiedra, el coralillo y el cundeamor para protegerse del sol y solo sale de noche. Es asociado con San Lázaro. Según la leyenda, cuando Babalú Ayé salió del territorio yoruba, contrajo viruela por irrespetar a los orishas más antiguos por lo que fue despreciado y solo Elegua (el abrecaminos) se le acercó y lo llevó a donde Orúnla quien le dijo que si quería ser venerado de nuevo, tendría que purificarse con diferentes maíz y fríjol y andar con un perro.


Como Celina y Reutilio, este dúo hizo muchas canciones con guiños a la santería como son ‘’Lo atará la araché’, ‘Yaré Changó’, ‘Cabo E’, ‘Guagancó raro’, ‘Baba coroco’ o ‘Aggallú solá’. El álbum ‘Los durísimos (The Strong Ones)’ de Richie Ray y Bobby Cruz fue publicado en 1968 y, se cree, es la primera vez que aparece el término “salsa y control’ justo debajo de la foto de los dos cantantes lo que se podría considerar una de las primeras grabaciones que acuñó el término ‘salsa’ y que abriría el sendero a una ola de artistas bajo esta etiqueta.


“Que Babalú me dijo a mí: / yo soy quien te está cuidando; / que Babalú me dijo a mí: / yo sé quién te está velando / y sé quién te está tirando / pero a ti no te entra na’… / Yo soy quien te está cuidando / pa’ que no te pase na’”.


‘Tengo el iddé’ - Celia Cruz y Johnny Pacheco (1974)


Con la composición de Catalino “Tite” Curet Alonso, aquí Celia Cruz habla de frente de la brujería y de la protección que le da el iddé, una manilla de cuentas verdes y amarillas, que protege a quien la porte ya que pertenece a los hijos de Orula, una deidad yoruba dueña de los oráculos y encargada de mirar el destino de los hombres y su futuro.


En su autobiografía Celia mi vida, Cruz cuenta que cuando era niña le tenía miedo al ritmo de los tambores y que no era una adepta de la santería, sin embargo, poco después, le atrajo el ritmo de los tambores batá. Interpretó temas como ‘Plegaria a Laroyé’, ‘yemayá’, ‘Shangó’, ‘Saludo a Elegua, ‘Tributo a los orishas’, ‘Elegua quiere tambo’, ‘Ocanosordi’, ‘Changó ta vení’, ‘Santa Bárbara’ u ‘Óyeme Agayú’


“Cuando oí esos cantos por primera vez de chiquita, salí corriendo a esconderme … Sin embargo, para mí esa música pronto se volvió mucho más que una religión, era una forma preciosa de expresar mis raíces africanas. Me aprendí las letras lucumíes de las canciones”, escribió. Aunque nunca se declaró santera, en varios de sus espectáculos, sobre todo cuando se presentaba en El Tropicana, hizo performances en el que interpretaba ese papel. Para ella, cualquier cubano sabía de santería porque era folclor nacional.


Según una acusación de La Lupe, Pedro Knight, el marido de Celia, era palero, una persona relacionada con la magia negra o brujería a la que se conoce con el nombre de palo mayombe o palo monte. La cantante cubana afirmó que le había dicho esa afirmación a un periodista off the record, sin embargo, salió publicada en un periódico.


“Y a tu babalao que se aguce / Que yo su corriente la sé / Y ahora lo tuyo me luce / Como que no rompe el Iddé. / Y a tu babalao que se aguce / Que yo su corriente la sé / Y ahora lo tuyo me luce / Como que no rompe el Idde (y digo)”.


‘Aguanile’ - ‘El juicio’ de Willie Colón & Héctor Lavoe 1972


El título de la canción es en honor a Oggun, dios de la guerra, de los herreros, de la tecnología, de los cirujanos, del ejército y de los policías. Se suele relacionar con San Pedro, ya que éste tiene las llaves de los cielos hechas en metal, el elemento de Oggun. Aguanile es una palabra elaborada por dos raíces yorubas: ‘aguan’ que significa limpieza, aunque también se relaciona con una cesta que se usa en los ritos para poner alimentos y ofrendas, e ‘ilé’ que quiere decir casa.


Se retiñe mucho la leyenda de que esta canción fue escrita por ellos luego de que fueran juntos a un rito santero para despojar a Lavoe de las malas energías y la negatividad que lo rodeaban en ese momento. Lo cierto es que el tributo del Cantante a la religión yoruba no paró ahí: ‘Para Oshún’, ‘Che Che Cole”, “Rompe Saraguey”, “El Todo Poderoso” o “Mi Gente” y ’Sangrigorda’ fueron otras canciones en el que el culto africano se manifestaba en todo su esplendor.


Otra de las historias que se dicen entre bares y salsómanos sobre la relación de Lavoe y la santería es que durante la preparación para los conciertos africanos de la Fania All Stars, Héctor pasó un largo y duro síndrome de abstinencia acompañado de santeros que ayudaron a limpiarlo.


“Oye todo el mundo reza que reza / Pa'que se acabe la guerra / Eso no se va acabar eso sera' una rareza / Aguanile, Aguanile, Mai Mai / Aguanile, Aguanile, Mai Mai / Ay tambores umaculli, Tambores umaculla / Que se echen todo pa'lao / Que la tierra va a temblar / Aguanile, Aguanile, Mai Mai / Aguanile, Aguanile, Mai Mai / Que abonbon chele abonbonchacha / Yo tragio pa'rociar a las muchachas”.

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