FUENTE: La Capital
Promete traer a la persona amada, pero a cambio se lleva puesta la higiene urbana. Una tarotista llenó de pegatinas y afiches toda la ciudad para publicitarse. Usa un método antiguo y antiecológico, destruye columnas de alumbrado público, tableros eléctricos, paredes, semáforos y otro tipo de mobiliario urbano, y nadie parece detenerla. Bajo el seudónimo “Emily”, sus carteles de fondo blanco y letra rosada ilusionan al potencial cliente con generar atracción en el individuo elegido en solo siete días, pero también ofrece “todo tipo de trabajos espirituales”. Rosario (Argentina) parece una pista de aterrizaje de todo lo extraño, paranormal o directamente absurdo que pueda suceder en una urbe. Si es inverosímil o ridículo, es posible que suceda en la ciudad. Y este es otro ejemplo, según relata Nicolás Maggi en La Capital.
Esta persona, que ofrece servicios de ocultismo, brujería y parapsicología, está haciendo un verdadero desastre por toda la ciudad, al viejo estilo campaña política. “Hace 12 años que venimos concientizando a los partidos para que en las elecciones no se hiciera esta práctica arcaica ya caída en desuso que nos dejaba la ciudad hecha un asco. A través de la elaboración de un ranking de los candidatos que más ensuciaban la ciudad a modo de castigo, hemos logrado en los últimos comicios bajar muchísimo esa contaminación y ciudad, y ahora aparece una bruja. Es increíble”, dice con sorna Adrián D’Alessandro, titular de la Asociación de Amigos del Parque Independencia, una ONG muy comprometida con la limpieza de los espacios públicos de la ciudad, incluso por fuera de los dominios del Laguito.
Lo cierto es que la mancha de suciedad avanza por toda la ciudad y se expande por todos lados: en una recorrida hecha por La Capital por Pellegrini (de comienzo a fin), 27 de Febrero, Oroño (desde el casino City Center hasta el parque Independencia), Avellaneda, Francia, avenida Perón, zona norte, Alberdi y el microcentro, pudo constatarse que no hay prácticamente zona donde no se registre una cantidad obscena de afiches. Ya no hay arterias principales que se salven del opaco manotazo del engrudo. El método requiere de cuadrillas de personas trabajando intensamente para afichear cada rincón, en una tarea que es muy difícil que pase desapercibida. Pero hasta ahora, ningún organismo de control del municipio ha hecho nada para ponerle un coto a la situación.
“Esto ya lleva fácil dos o tres años. Encima de que la ciudad ya de por sí ha decaído notablemente en su calidad de higiene, esto la convierte en un chiquero, porque además usa engrudo como hace 100 años. Y no ha habido ninguna intervención para frenarlo, porque sigue ofreciendo estos servicios de dudosa legalidad de este modo desaprensivo y con total impunidad”, subraya D’Alessandro. El referente asegura que informó y denunció el problema —que es, de por sí, más que evidente al transitar la ciudad— a distintas reparticiones del Ejecutivo local, tanto Secretaría de Ambiente y Espacio Público, como Control y Convivencia Ciudadana, tanto de modo personal como a través de la aplicación municipal diseñada para uso de los vecinos. Pero por el momento, esto no ha traído resultados.
La práctica está prohibida por la ordenanza municipal 2.783/81, bajo la figura de “abuso de la credulidad pública”, y no parece ser tan complicado dar con esta persona. “Se está publicitando a cara descubierta un número de teléfono donde se puede pedir una cita para hacer uso de sus servicios, así que se la puede localizar para aplicar la sanciones que correspondan. Nosotros como asociación nos pusimos en contacto con esta mujer en varias oportunidades y le pedimos que cesara con esta actividad en el parque Independencia, donde ha pegado por todos lados. La respuesta fue que «a los muchachos se les había ido la mano» y que no iban a pegar más en esa zona. Pero tampoco cumplió”, contó el titular de la entidad.
Por este episodio, y otros, como las pintadas futbolísticas con los colores de Newell’s y Rosario Central en desmedro de la calidad de los espacios públicos de la ciudad, y del cuidado y el mantenimiento del mobiliario, desde la ONG harán una presentación ante el intendente Pablo Javkin. La intención es pedirle que aplique una política de “mayor severidad” a este tipo de cuestiones que hacen que el paisaje urbano se vea sucio y desprolijo, a través del organismo que corresponda, y un plan de recuperación con operativos de limpieza y remoción.
“Esto hace a la convivencia. Los espacios públicos son de todos, no tienen por qué estar usufructuados por una bruja que presta sus servicios de tarot, ni tampoco por equipos de fútbol que conquistan el territorio urbano agrediendo el mobiliario con pintura de sus colores, o un partido político para publicitar el candidato, ni una empresa privada para publicitar sus productos”, cerró D’Alessandro.
No es la primera vez que sucede un hecho de estas características. Hace años, Rosario sufrió el ataque coordinado de la vidente “Claudia”, que había empapelado las calles y veredas con afiches que mezclaban a Jesucristo con una baraja de cartas de tarot y símbolos del zodíaco, también seducía al potencial contratante con la posibilidad de forzar a otra persona a enamorarse de él, pero el período requería armarse de mayor paciencia, ya que era de 21 días. Sin embargo, aseguraba sus trabajos con un 100 por ciento de garantía, ofrecía “sigilo absoluto” y, quizás el mejor servicio, Claudia afirmaba ser “la única que muestra el rostro de tu enemigo en un vaso de agua”.
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