FUENTE: Univisión
Hay pocos recintos religiosos en México que son más grandes que el templo principal en Guadalajara de la iglesia La Luz del Mundo. Tiene una capacidad para más de 4.000 personas y del suelo a su torre mide 60 metros (196 pies), superando en altura a la Basílica de Guadalupe de los católicos. Según informa Isaías Alvarado en Univisión, a su alrededor está la colonia Hermosa Provincia, que habitan cientos de fieles del culto. Es una especie de pequeño Vaticano que cuenta con escuelas, negocios, bancos, hospitales, restaurantes y gimnasios.
Es debajo de ese coloso de concreto donde se oculta un misterio que solo unos ex miembros de la congregación aseguran conocer. Dicen que en la década de 1980 el entonces líder de esta iglesia, Samuel Joaquín Flores, construyó “una red secreta de túneles” en las entrañas del templo para que su casa estuviera conectada con oficinas, salones, el altar mayor y una salida por la cual pudiera irse de Hermosa Provincia sin que nadie supiera. Lo hizo mientras levantaba los cimientos del edificio.
De acuerdo con personas que abandonaron esta asociación evangélica, los túneles tienen una anchura de unos cinco pies (1.5 metros) y una altura de siete (2.1 metros). Apenas puede caminar cómodamente una persona. Sólo Samuel Joaquín los utilizaba en aquellos años y al morir en 2014 le heredó ese sistema secreto al pastor que le sucedió, su hijo Naasón Joaquín García. Fuentes cercanas a la investigación que se sigue por varias acusaciones de abuso sexual infantil contra Joaquín García, quien está detenido en una cárcel de Los Ángeles desde junio, afirman que estos pasadizos subterráneos han estado bajo la lupa de las autoridades mexicanas. Uno de los alegatos es que por estos llevaron a menores a oficinas y habitaciones donde fueron agredidas sexualmente.
Al momento, ni la Fiscalía estatal de California ni los agentes del orden que investigan el caso han mencionado la existencia de estos pasajes bajo tierra, como parte de la supuesta conspiración. “Se construyeron entre 1986 y 1987 cuando empezó la construcción del templo. Samuel ordenó que le hicieran un túnel que fuera de la casa apostólica al salón de ministros, en la parte de atrás”, dijo un ex ministro de la secta que alega estos pasadizos sólo son conocidos por el círculo más cercano a los Joaquín.
“Son secretos para la mayoría de la membresía y aún para los pastores”, aseguró la fuente, quien asegura haber caminado por al menos cuatro túneles, uno de los cuales llega hasta el altar principal del templo, otro cuyo acceso es un librero giratorio en la oficina del líder del culto y uno más que conecta con el sótano de la casa de Naasón Joaquín (frente a la entrada principal del recinto).
“La idea era poder escapar”
Este sistema le permitió a los Joaquín llegar desde su casa hasta su oficina en la parte trasera del enorme templo sin que nadie los viera. Así no interrumpían rezos ni actividades y podían moverse sin ser acosados por los fieles. “Hay un túnel que de su oficina va directo al altar”, describió la fuente. El ex ministro relató que el plan de Samuel Joaquín también era tener la habilidad de salir rápido en caso de que algo pasara. “Tenía delirio de persecución, siempre había un carro detrás del templo con el motor prendido y con un guardaespaldas esperándolo. La idea de Samuel era poder escaparse”, afirmó.
Aunque Samuel Joaquín fue blanco de varias acusaciones de abuso sexual, él jamás fue cuestionado por las autoridades mexicanas ni estadounidenses. Jamás enfrentó un proceso penal. Murió en 2014 y ese mismo año asumió el control de la congregación su hijo Naasón. En junio de 2019, agentes federales arrestaron a Naasón Joaquín en el aeropuerto de Los Ángeles, por un caso que lo acusa de tráfico de personas, violación, producción de pornografía infantil, conspiración y otros delitos graves.
Una presunta víctima de Naasón Joaquín dijo a Univisión que en años recientes estos túneles le ayudaron al llamado ‘Apóstol de Jesucristo’ y sus presuntos cómplices a esconder los abusos sexuales. Esta mujer, quien aceptó hablar pidiendo no revelar su identidad, aseguró que ella pasó a través de cinco túneles, uno de los cuales llega hasta un salón donde el líder de La Luz del Mundo se reunía con el Consejo de Obispos, el órgano que está directamente bajo su mando. A Naasón Joaquín le gustaba que sus pasajes subterráneos olieran a su perfume favorito de la marca Gucci, dijo ella.
“Es un sótano”, subraya la iglesia
En una entrevista telefónica, el portavoz de la secta, Eliezer Gutiérrez, aseguró que él jamás ha sabido sobre esta red de túneles bajo el templo principal de la congregación y cree que se trata de un malentendido. “Conocimos la construcción desde sus inicios, he estado en el templo varias ocasiones, he tenido la bendición de ser el ministro responsable por algunos meses de la congregación en Hermosa Provincia y te puedo afirmar (…) que en la iglesia La Luz del Mundo no existen ‘túneles oscuros’, (sino que) existen espacios que están dispuestos a suplir las necesidades de la congregación local”, señaló.
Gutiérrez subrayó que debajo del templo sólo existe un sótano que pueden recorrer sin restricciones los fieles, las autoridades y también los medios de comunicación. “Hay un sótano donde existen diferentes salones que están abiertos al público, donde las personas entran. No sólo las personas, las autoridades han entrado a hacer revisiones antes de que inicie la celebración de la Santa Cena (su evento más importante que se realiza cada agosto)”, agregó.
El portavoz mencionó que en dicho espacio hay salones para niños, jóvenes y proyecciones, así como una biblioteca. “No solamente lo usan los miembros, a este lugar van universidades a tomar apreciaciones, porque el templo es una obra arquitectónica extraordinaria”, indicó. Pero los ex miembros de la secta aclaran que ese sótano es independiente a los túneles de los Joaquín, los cuales no aparecen en los planos arquitectónicos del templo. “Desvían la atención mostrando el sótano público (…) Pero los túneles son secretos, si no perderían su propósito”, dijo la fuente.
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