Muchos autores parten de la connotación de satanismo para luego intentar definir, a partir de características determinadas, a las sectas satánicas.
Algunos autores señalan como sectas satánicas a todo ese conjunto de ciencias, semiciencias, supercherías, ocultismo y practicas tenebrosas, que tienen como centro la suposición de que el demonio es un ser poderoso al que hay que rendir culto, porque él puede darnos bienestar, riqueza, salud".
Otros señalan que el peligro es que para muchos jóvenes el grupo satánico aparece como liberador; ante todo liberador de la moral, de las convenciones sociales y de los códigos represivos.
En los grupos, la práctica de desórdenes sexuales y de ritos repugnantes (descuartizar animales, beber su sangre, etc.) produce una liberación de las prohibiciones aprendidas en la niñez.
Quizás la definición más exacta es que la secta satánica es un grupo minoritario de personas reunidas premeditadamente con el objeto de adorar al demonio, como un ser con poderes sobrenaturales capaces de intervenir en el mundo.
Sus integrantes suelen ser principalmente personas con trastornos psicológicos y un profundo rechazo ante todas las instituciones sociales establecidas familia, iglesia, estado, etc.
Las reuniones de estas sectas se caracterizan por la realización de ritos que no son más que parodias sacrílegas y blasfemas del rito cristiano, preferentemente del Católico u Ortodoxo.
Estos eventos tienen significados o utilizaciones de iniciación, dignidad, pruebas, rogativas o festivos. También las sectas son para muchos la evasión perfecta de la responsabilidad personal ante determinadas acciones.
Como elementos comunes podemos señala el que estén conformadas por pocos miembros, la intolerancia, la oposición en las esferas social- política y religiosa. Como características privativas de ellas podemos mencionar la adoración cúltica a satanás, "la inversión del orden sagrado ortodoxo", enseñanza esotérica, "la trinidad demoníaca (la Bestia, el Anti-cristo, el Falso Profeta)"y la alteración de oraciones y credos cristianos.
¿Cuáles son?
En el primer lugar de la clasificación ubicamos a las "Sectas Luciferinas", que creen que Lucifer ha sido tratado injustamente por el cristianismo, ya que él es el símbolo del conocimiento y la sabiduría siendo por lo tanto la verdadera luz; buscan el poder, el dinero y las influencias. Una de sus principales características es el secreto de sus actividades. Su rito central es la misa negra o roja y suelen tener una forma anarquista de ver la vida.
En segundo lugar están las Satanistas conformadas por individuos de nivel intelectual medio-alto, normalmente profesionales o empleados de mandos medios conocedores de distintas materias esotéricas siendo "su fuerte" todo lo que guarde relación con la astrología y la magia.
Presentan una estratificación particular basada en el nivel de "dignidad" o compromiso de sus miembros. No suelen ser confrontacionales, no se reconocen a sí mismas como integrantes de una secta, sino de una religión que ha sido incomprendida y perseguida por los cristianos. Pertenecen a este nivel de la clasificación sectas como "La Iglesia de Satán", "El Templo de Seth", entre otras.
En el tercer lugar de la clasificación ubicamos a los "Adoradores de Seth" o "Amigos de Lucifer" quienes pueden, y de hecho han sido, tildados como las más peligrosas. Se les ha relacionado constantemente con secuestros, abusos sexuales, inducción a suicidios e incluso a homicidios. Son característicos de ellas las muestras de "fidelidad y dignidad" como el secuestro de cadáveres, el beber sangre, la exposición sexual y actos tan aberrantes como la necrofagia y la necrofilia.
Una vez más debemos colocar énfasis al señalar que esta clasificación puede ser considerada como válida pero bajo ninguna perspectiva como absoluta ya que en algunas sectas satánicas se dan o pueden llegar a darse, la mezcla de características de uno u otro grupo e incluso gestarse en su interior una nueva variante.
Su existencia
Para hablar de las causas de la existencia de las sectas satánicas, debemos partir, que desde siempre el hombre se ha sentido fascinado por lo misterioso, maravillado por lo sobrenatural, inclinado a la magia por medio de la cual espera encontrar respuestas a sus interrogantes o la satisfacción de sus carencias.
De igual modo podemos señalar que, si existen las sectas satánicas, se debe en gran parte al mal uso que ha dado el hombre a su libertad, la que ha encauzado en la búsqueda de experiencias mágicas que a corto plazo se transforman en experiencias dañinas que le conducen al alejamiento de Dios, de los hombres, de la Iglesia y, consecuentemente, de la realidad.
Como estas y otras posibles causas pueden "sumar y seguir", sin embargo hemos optado por referirnos también, no sólo a aquellas causas de índole existencial individual, sino también a aquellas del ámbito social; para ello hemos considerado tratar cinco factores claves para el surgimiento y proliferación de estos grupos.
Los factores son el político, cesantía, violencia urbana, marginación y disgregación familiar; esta elección no debe conducirnos ni reducir nuestro pensamiento exclusivamente a ellos puesto que sin duda existen muchos otros posibles elementos o factores causantes de que estos grupos sean una realidad.
Perfil psicológico
El perfil psicológico de los miembros de una secta suelen ser generalmente los mismos como son la total rebeldía, la morbosidad y las experiencias extremas.
Un hogar relativista y principalmente antireligioso son el 'caldo de cultivo' para que los valores y la promoción personal vaya decayendo, llegando incluso a no tener importancia más que la de vivir el momento.
Esto ha conducido a la concepción de que todo es relativo, que la vida es un pasar con un sentido puramente transitorio, y como no hay una perspectiva de eternidad, todo se termina en esta vida; por lo tanto, hay que "disfrutar" de los sentidos, o sea, de los placeres carnales y terrenos, lo más que se pueda.
Lo que antes era el 'las diversiones de fin de semana' ha pasado a ser un sistema de vida donde hay que vivir la mayor cantidad de emociones en el menor plazo posible, porque la vida puede acabarse en cualquier instante.
Sin embargo, ésta es la posición exterior, la que muchas veces no responde a la interior. Interiormente el individuo pide un respaldo, una ayuda o una compañía; esté presente un fuerte déficit emocional, el sin sentido de la vida que les rodea no es más que el producto de la ausencia de las personas que son parte importante de sus vidas, de aquellos que les protegen frente a los acontecimientos adversos.
Sus personalidades enormemente inseguras les hace estar a la espera de algo que les confirme, ya no importa en qué, pero que lo haga. Sienten que los cauces normales ya no son suficientes por lo que es necesario descubrir algún tipo de poder superior que logre 'despertar a esta sociedad atontada por si misma y ahogada en su propio ser'.
Son frecuentes en estas personas la depresión, el consumo de alcohol y drogas, elementos que llevan a un estado de esquizofrenia o paranoia. Es necesario señalar que el peligro de estas patologías es el hacerse evidentes sólo en su estado más avanzado, por lo que su detección no es fácil a primera vista.
De igual modo los síntomas propios de ellas pueden pasar desapercibidos llegando a considerarse, por el común de la gente, al sujeto como un individuo normal y en sus seguidores como un 'iluminado'.
Como ejemplo de las actividades de las sectas satánicas, ofrecemos el siguiente reportaje del diario español ABC, que da cuenta de las mismas.
Piden la investigación de secuestros de menores para «sacrificios humanos». Estos grupos operan en el Corredor del Henares como punto de encuentro hacia Levante.
MADRID. La reciente profanación del sagrario de la Parroquia de los Santos Juan y Pablo, en San Fernando de Henares, que según diversas fuentes fue llevada a cabo por una secta satánica con cierta presencia en el Corredor del Henares, ha suscitado la preocupación entre responsables policiales y eclesiásticos ante el surgimiento y desarrollo de estos pequeños grupos, en su mayor parte formados por jóvenes que practican el esoterismo y diversos rituales.
Según los expertos, estos grupos podrían ser responsables de recientes profanaciones en cementerios madrileños, así como de la celebración de «misas negras» (rituales en honor del Demonio). En el templo profanado, los «ladrones» entraron de madrugada y ni siquiera se entretuvieron en abrir los cepillos o destrozar los bancos. Únicamente se dirigieron al sagrario, y se llevaron el copón con las hostias consagradas, que suelen ser utilizadas en rituales satánicos y esotéricos, como las misas «negras» y «rojas».
Según ha podido constatar ABC de diversos expertos en sectas y satanismo, más de una veintena de pequeños grupos satánicos opera en la actualidad en la región. La mayor parte de ellos apenas cuenta con ocho o diez miembros, y constantemente cambian de nombre o sufren escisiones, motivadas en buena medida por el suicidio de alguno de sus miembros o los intentos de algunos líderes de «dar un paso más» y proponer rituales que conlleven sacrificios de animales o, incluso, de seres humanos.
Resurgir del satanismo en España
«Se trata de grupos cerrados, donde es complicado entrar, a no ser por invitación. El que entra ya ha tenido experiencias anteriores con el esoterismo, la ouija o la brujería», constata José Antonio Fortea, Párroco de Nuestra Señora de Zulema, en Alcalá de Henares, y uno de los dos exorcistas que existen en España.
En su opinión, la raíz del resurgir del satanismo en España hay que buscarla en «la fuerte secularización de la sociedad, que ha abandonado a Dios en un cajón». Paradójicamente, el exorcista comprueba cómo «estos grupos creen en la Iglesia y en el Cuerpo de Cristo, por eso atacan cementerios y templos y roban hostias consagradas. La Iglesia es, para ellos, el gran enemigo real».
Siguiendo la investigación llevada a cabo durante decenas de años en nuestro país por el sacerdote Manuel Guerra, uno de los mayores expertos en sectas del mundo y autor, entre otros libros, del «Diccionario Enciclopédico de las Sectas» y de «Las sectas y su invasión del mundo hispánico: una guía», en España podría existir alrededor de un centenar de sectas de seguidores del diablo, que contarían con unos 2.500 adeptos.
La mayor parte de estos grupos se encuentran en la zona de Levante (Barcelona, Castellón y Valencia, sobre todo), aunque existen otros muchos en el sur de Andalucía, Galicia y Castilla y León. Madrid también es lugar común de concentración de los seguidores del satanismo, quienes consideran la zona del Henares un punto intermedio en el camino hacia las costas levantinas.
Entre las sectas satánicas con mayor presencia en nuestra comunidad, destaca la Iglesia de Satanás, con varias decenas de adeptos en Madrid capital, que celebra misas negras. Los libros de su fundador -el norteamericano Antón Szandor La Vey-, como «Biblia satánica» o «Rituales satánicos», han servido de inspiración para la creación de otros grupúsculos satanistas o esotéricos. Una de las sectas más peligrosas de las que operan en la región es la Pirámide de Seth, grupo luciferino presente en el Corredor del Henares y que practica la «misa roja», el vudú y los encantamientos. En su mayor parte está formada por estudiantes y profesionales.
Profanaciones y sacrificios humanos
SNE (Satán Nogard Etreum), con sede en Madrid, es, según Manuel Guerra, una de las sectas que presume de haber dirigido profanaciones en cementerios madrileños. Incluso, de haber participado en el sacrificio de una «misa negra».
La posibilidad de que, en el Madrid actual, puedan continuar realizándose sacrificios humanos no es desechada por José Antonio Fortea, quien subraya que «habría que investigar cuántas personas, en especial niños pequeños de madres «sin papeles» o indigentes, desaparecen a lo largo del año, y a cuántas se encuentra. El problema es que, en estos casos, nadie denuncia la desaparición». En 1988, siguiendo la investigación de Guerra, una secta afincada en El Escorial pudo «practicar la victimación de seres humanos», en concreto de un niño. Otras sectas, como una que todavía pervive en Colmenar Viejo -aun con dos nombres, uno de ellos secreto, con el que, al parecer, solicitarían subvenciones- practican sacrificios de animales -fundamentalmente gatos-, como ritos de iniciación.
Los Discordianos, por su parte, realizan acciones de «terrorismo psíquico», mientras que las Hermanas del Halo de Belcebú, también presentes en el Henares, practican la zoofilia en sus «misas negras», y algunas investigaciones les atribuyen un homicidio ritual.
Finalmente, denuncia Manuel Guerra, hay que tener en cuenta pequeños grupúsculos «que practican ritos erótico-sexuales» y sesiones de brujería. Aunque en Madrid esté fenómeno no está tan extendido como en Valencia, cada mes se registra, al menos, un par de rituales de esta corte, que finalizan con bailes junto a una hoguera.
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