"La humanidad no encontrará la paz hasta que no vuelva con confianza a mi Misericordia" (Jesús a Sor Faustina)

domingo, 18 de noviembre de 2012

Benedicto XVI a los jóvenes en África: cuídense de las sectas y que Jesucristo sea el centro de vuestras vidas




por Luis Santamaría 


La entrega y publicación del correspondiente documento papal tras la II Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos, celebrado en Roma en octubre de 2009, fue el argumento principal de la visita apostólica de Benedicto XVI al pequeño país de Benín, situado en el Golfo de Guinea, que ha tenido lugar entre el 18 y el 20 de noviembre de 2011.

El documento
“La Iglesia en África al servicio de la reconciliación, la justicia y la paz”. Como explica en la revista Ecclesia su director, Jesús de las Heras, “Vosotros sois la luz del mundo… Vosotros sois la sal de la tierra” (Mt 5, 13.14) fue el lema de la II Asamblea especial para África del Sínodo de los Obispos, que tuvo lugar en Roma del 4 al 25 de octubre de 2009.
Medio año antes, concretamente el 19 de marzo, en Yaoundé, capital de Camerún, el Papa Benedicto XVI hizo entrega a la Iglesia católica africana del Instrumentum laboris de la asamblea sinodal. Los padres sinodales concluyeron sus trabajos con la presentación al Papa de 54 proposiciones.
Y ahora, este mismo Sínodo hizo regresar al Papa Benedicto XVI a África. Las aludidas proposiciones de los padre sinodales, los quehaceres en el aula sinodal y los trabajos previos, más la reflexión del Santo Padre y las orientaciones de la secretaría general del Sínodo de los Obispos y de su específico consejo postsinodal, se han de concretar ahora en un documento pontificio de gran relieve: la exhortación apostólica postsinodal que Benedicto XVI firmó el sábado 19 de noviembre en la catedral de Ouidah y entregó al episcopado africano el día siguiente, domingo 20, en Cotonou.
Como hacemos siempre con los documentos papales que abordan de alguna manera el tema de las sectas, recogemos aquí las alusiones a este fenómeno en la exhortación apostólica postsinodal Africae munus. En el documento pueden leerse las siguientes reflexiones sobre la acción de las sectas sobre el mundo juvenil, las iglesias autóctonas, el sincretismo, las religiones tradicionales africanas y la hechicería. Todos estos textos sirven para interpretar desde el Magisterio católico el complejo pluralismo religioso en África en todo lo que se sale del mundo de las Iglesias cristianas y de las religiones tradicionales.

Sectas y jóvenes
63. Queridos jóvenes, pueden tentaros reclamos de todo tipo: ideologías, sectas, dinero, drogas, sexo fácil o violencia. Estad alerta: quienes os hacen estas propuestas quieren destruir vuestro porvenir. No obstante las dificultades, no os dejéis desanimar y no renunciéis a vuestros ideales, a vuestra dedicación y asiduidad en la formación humana, intelectual y espiritual. Para alcanzar el discernimiento, la fuerza necesaria y la libertad para resistir a esas presiones, os animo a poner a Jesucristo en el centro de toda vuestra vida mediante la oración, y también mediante el estudio de la Sagrada Escritura, la práctica de los sacramentos, la formación en la Doctrina social de la Iglesia, así como a participar de manera activa y entusiasta en las agrupaciones y movimientos eclesiales. Haced crecer en vosotros el anhelo de fraternidad, de justicia y de paz. El futuro está en manos de quienes saben encontrar razones sólidas para vivir y para esperar. Si lo queréis, el futuro está en vuestras manos, porque los dones que el Señor ha dispensado a cada uno de vosotros, fortalecidos por el encuentro con Cristo, pueden ofrecer al mundo una esperanza autentica.

“Iglesias independientes”
90. A lo largo de estas últimas décadas, la Iglesia en África se ha preguntado con insistencia sobre el nacimiento y la expansión de comunidades no católicas, llamadas a veces también autóctonas africanas (Independent African Churches). Con frecuencia se derivan de iglesias y comunidades eclesiales cristianas tradicionales que adoptan aspectos de las culturas tradicionales africanas. Estos grupos han aparecido recientemente en el panorama ecuménico. Los pastores de la Iglesia católica deberán tener en cuenta esta nueva realidad para promover la unidad entre los cristianos en África y, por tanto, encontrar una respuesta adecuada al contexto con vistas a una evangelización más profunda, para hacer llegar de modo eficaz la verdad de Cristo a los africanos.

Sectas y sincretismo
91. En África han surgido también en los últimos decenios muchos movimientos sincretistas y sectas. A veces es difícil discernir si son de inspiración auténticamente cristiana o simplemente fruto del capricho de un líder que pretende poseer dones excepcionales. Su denominación y su vocabulario se prestan fácilmente a la confusión, y pueden inducir a error a los fieles de buena fe. Aprovechando estructuras estatales en elaboración, la erosión de la solidaridad familiar tradicional y una catequesis insuficiente, numerosas sectas explotan la credulidad y ofrecen un respaldo religioso a creencias religiosas multiformes y heterodoxas no cristianas. Destruyen la paz de los cónyuges y sus familias a causa de falsas profecías y visiones. Seducen incluso a los políticos. La teología y la pastoral de la Iglesia debe individuar las causas de este fenómeno, no sólo para frenar la «sangría» de fieles de las parroquias que se van a otros grupos, sino también para constituir la base para una respuesta pastoral apropiada, en vista de la atracción que estos movimientos ejercen sobre ellos. Esto significa, una vez más: evangelizar en profundidad el alma africana.

Religiones tradicionales africanas y hechicería
92. La Iglesia convive cotidianamente con los seguidores de las religiones tradicionales africanas. Estas religiones, que hacen referencia a los antepasados y a una forma de mediación entre el hombre y la Inmanencia, son el terreno cultural y espiritual del que provienen la mayoría de los cristianos conversos, y con el que mantienen un contacto diario. Conviene elegir entre los convertidos algunos bien informados, con el fin de que puedan ser guías para la Iglesia en el conocimiento cada vez más profundo y preciso de las tradiciones, la cultura y las religiones tradicionales. Será así más fácil conocer los verdaderos puntos de ruptura.
Además, se llegará también a la necesaria distinción entre lo cultural y lo cultual, descartando los elementos mágicos, causa de división y ruina en la familia y en la sociedad. En este sentido, el Concilio Vaticano II ha precisado que la Iglesia «exhorta a sus hijos a que, con prudencia y caridad, mediante el diálogo y la colaboración con los seguidores de otras religiones, dando testimonio de fe y vida cristiana, reconozcan aquellos bienes espirituales y morales, así como los valores socioculturales que se encuentran en ellos». Con el fin de que los tesoros de la vida sacramental y de la espiritualidad de la Iglesia se puedan descubrir en toda su profundidad y se transmitan mejor en la catequesis, la Iglesia podría examinar, con un estudio teológico, ciertos elementos de las culturas tradicionales africanas que son conformes con las enseñanzas de Cristo.
93. Puesto que se apoya en las religiones tradicionales, se percibe hoy un cierto recrudecer de la hechicería. Renacen los temores y se crean lazos de sujeción paralizante. Las preocupaciones sobre la salud, el bienestar, los niños, el clima, la protección contra los malos espíritus, llevan en ocasiones a recurrir a prácticas tradicionales de las religiones africanas que están en desacuerdo con la enseñanza cristiana. El problema de la «doble pertenencia» al cristianismo y a estas religiones sigue siendo un desafío. Para la Iglesia en África, es necesario guiar a las personas a descubrir la plenitud de los valores del Evangelio, mediante la catequesis y una profunda inculturación. Conviene determinar cuál es el significado profundo de las prácticas de brujería, identificando las implicaciones teológicas, sociales y pastorales que conlleva este flagelo.

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