"La humanidad no encontrará la paz hasta que no vuelva con confianza a mi Misericordia" (Jesús a Sor Faustina)

martes, 27 de noviembre de 2012

El espiritismo comunica con Satanás y no con los difuntos



El espiritismo constituye una gravísima falta a la virtud de la religión, y el cristiano que lo practica o que simplemente acude a una "sesión", comete pecado mortal. Por otra parte, constituye una estafa y una mentira en sí mismo, pues todo lo que afirma el espiritismo es falso: quien asegura comunicarse con los difuntos, miente, porque en realidad se comunica con Satanás. Es imposible la comunicación, puesto que luego de la muerte, el alma va ante la presencia de Dios, para recibir su juicio particular, por lo cual es falsa de toda falsedad la pretendida "comunicación" con quienes han fallecido.
Es una práctica a la cual Dios aborrece con todas sus fuerzas, y quienes la practican, se engañan a sí mismos y a los demás, puesto que en realidad hablan con demonios. El problema además es que luego son presa fácil de Satanás y de los ángeles caídos, corriendo el peligro los espiritistas, y quienes los consultan, de ser poseídos por los espíritus de las tinieblas.
Todas las formas de adivinación deben rechazarse: el recurso a Satán o a los demonios, la evocación de los muertos, y otras prácticas que equivocadamente se supone ‘desvelan’ el porvenir"
 (Cf. Dt 18,10; Jr 29,8).
 






Espiritismo


Clasificación : 
Espiritista


Orígenes


Si bien la creencia en la comunicación con los muertos es antigua, el espiritismo moderno, tal como se lo conoce hoy, tiene antecedentes relativamente recientes y se origina con las hermanas Katherine y Margaret, hijas del pastor metodista John Fox, en 1848.

Residiendo en Hydesville, Estado de New York, y contando las hermanas Fox por ese entonces siete y ocho años, empezaron a registrarse por las noches una serie de ruidos y golpes de origen desconocido y que en el espiritismo se denomina ´raps´. Pronto las hermanas comenzaron ideando un código, correspondiendo dos golpes para ´si´ y un golpe para ´no´, iniciando un diálogo con lo que se creía el alma de un difunto.

La noticia de los misteriosos fenómenos se difundió rápidamente, sin que nadie supiera descubrir la causa de los raps. Se creyó que en todo esto había algo demoníaco y por tal motivo, la familia Fox fue expulsada de la iglesia Metodista, razón por la que abandonaron Hydesville y se instalaron en Rochester, donde continuaron los fenómenos.

Pronto otras personas decían tener las mismas manifestaciones en sus casas y, con la aparición de estos nuevos médiums, las sesiones espiritistas se multiplicaron por todas partes sosteniendo que se manifestaban importantes personalidades de la historia y hasta el mismo Jesús. Estos ´espíritus desencarnados´ comenzaron a impartir enseñanzas sobre moral, religión y cuestiones científicas, anunciando que traían una nueva revelación a los hombres.

El espiritismo tuvo una gran propagación en los Estados Unidos y en 1851, comienza a difundirse en Europa convirtiéndose en un verdadero fenómeno de masas. Por esos años el pedagogo francés Hyppolite Denizard Rivail, conocido con el seudónimo de Allan Kardec, comienza a codificar las enseñanzas de los supuestos espíritus, surgiendo así el espiritismo de línea francesa o latina que, a diferencia de la línea inglesa, cree en la existencia de la reencarnación.

Décadas más tarde las mismas hermanas Fox confesaron que los famosos raps era un truco originados en el chasquido de los dedos de los pies. El 24/9/1888, el periódico neoyorquino "New York Herlad" publicó una entrevista con Margaret Fox, en la que confesaba el fraude. A ello se sumó una declaración de Katherine Fox, también publicada por el mismo periódico el 10/10/1888. Después de estas declaraciones, el 21 de octubre de 1888, Margaret organizó una exhibición pública en la Academia de Música de Nueva York, donde frente a un numeroso público, hizo una demostración de los raps y una comisión de tres médicos comprobó la rara habilidad de la fundadora del espiritismo para producir ruidos con la articulación del dedo grande del pié, utilizando un banco de madera como caja de resonancia. A pesar de estas declaraciones, los mismos espiritistas no quisieron abandonar sus creencias.

En nuestro país el espiritismo es introducido por el español Justo De Spada en 1857. En 1900 se crea la Confederación Espiritista Argentina, y en 1917, Blanca Lambert y Eugenio Portal, fundan en Buenos Aires la Escuela Científico Basilio.


Creencias


Si bien existen algunas diferencias entre los distintos movimientos espiritistas, en general todos ellos consideran que la muerte no existe y, por tanto ´no hay muertos sino, espíritus desencarnados´. 

Las creencias de carácter gnóstico y esotérico, son fuertemente sincretistas, mezclando elementos de diversos orígenes, como por ejemplo la creencia en fluidos energéticos
y en la reencarnación, rechazando la divinidad de Cristo al que consideran tan sólo "un espíritu superior". Sostienen que el fin último del hombre es convertirse en espíritu puro y por ello es imprescindible reencarnarse en una serie de vidas para purificarse. El conocimiento logrado a través del contacto con espíritus desencarnados, podría acelerar el proceso logrando así la liberación final del espíritu.


Estrategias Proselitistas


Algunos de estos movimientos realizan obras de caridad y asistencia, implementándose en ocasiones y a través de ellas, tareas proselitistas. Este proselitismo generalmente se lleva a cabo en forma personal, invitando a las personas a reuniones de información y de enseñanza, sesiones de purificación y de mediumnidad. 

En ocasiones suelen acercarse a personas doloridas por la pérdida de algún familiar, ofreciéndole la esperanza de entrar en contacto con su espíritu a través de un médium; o a personas afectadas por alguna dolencia, que es interpretada como un desequilibrio de los fluidos energéticos, los cuales tras una sesión de purificación y armonización, retornarán a su equilibrio original, haciendo desaparecer la enfermedad.


Algunas Consideraciones


Si bien existen grupos espiritistas que se autodefinen como cristianos, la incompatibilidad de estas creencias con la fe, son indiscutibles, desde el momento que Cristo no es considerado el Hijo de Dios, sino tan sólo un ´espíritu superior´. Igual ocurre con la creencia en la reencarnación, la cual es incompatible con la resurrección, y la no admisión del orden sobrenatural de la Gracia.

En lo que respecta a la serie de fenómenos aparentemente extraordinarios que se recitarían en las sesiones, es importante resaltar que las mismas, cuando no son lisa y llanamente un fraude, pueden ser explicadas, sin necesidad de recurrir a las hipótesis espiritistas.

Finalmente la similitud no sólo de comportamientos, sino también de reacciones psicofisiológicas, apoya la idea de que no haya distintos tipos de trance (hipnótico, mediúmnico o espírita, parapsíquico, etc.), sino uno solo. Las diferencias tan sólo la observaremos en el grado de profundidad del mismo, y en las formas en que esta haya sido inducido. Estas similitudes, también, indicarían la inconveniencia de fomentar estos estados alterados de conciencia, por el riesgo implícito de generar serias perturbaciones psíquicas a raiz de personificaciones y automatismos inconscientes que, en ciertos casos, asumirán el carácter de delirios sistematizados.



Ø Algunas referencias Bíblicas para el esclarecimiento: Levítico 19,31; Deuteronomio 18, 9-12; Hechos 16, 16-18 y 19, 11-2O.


Ø Algunas referencias del Catecismo: Cristo verdadero Dios 151ss. y 461; Cristo Redentor 52ss., 436, 668-79, 823ss., 1O85, 1987 y 1999; Adivinación y Mediums 2116; Espiritismo 2117; Reencarnación 1O13. 


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Bibliografía Para Profundizar: 



CIES 1, "Demonología, Espiritismo y Sectas", Ed. Centro de Investigaciones de Etica Social.
Incluye la Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Argentino sobre el Espiritismo, del 1/11/54.

HASPERUE, Gustavo, "El Espiritismo", Ed. SPES.
Cuadernillo donde de manera breve y sencilla se reseñan los orígenes, prácticas y creencias del espiritismo, como así también su incompatibilidad con la fe cristiana y los riesgos a nivel psicofísico que puede acarrear.

KLOPPENBURG, Boaventura, "Las Fuerzas Ocultas", Ed. Paulinas, Bogotá. 
Trabajo donde se hace referencia a la amplia fenomenología que suele registrarse en torno al espiritismo y otras prácticas afines.
Autor: Francisco Bahaamonde



Autor: Oscar Gerometta

Magia, Maleficios y EspiritismoSegún el pensamiento mágico existen fuerzas en la naturaleza que pueden ser captadas a través de rituales y utilizadas para el bien o para el mal. 


En los últimos años ha ido ganando campo el pensamiento mágico, el que puede ser caracterizado por el convencimiento personal de la existencia de una serie de fuerzas en la naturaleza, susceptibles de ser captadas a través de rituales que permitirían direccionarlas en beneficio o detrimento de las personas.

No se trata de grupos definidos y estructurados en general, sino más bien de la difusión del recurso habitual a ‘parapsicólogos’, ‘videntes, ‘sanadores’, ‘adivinos’, ‘chamanes’, capaces de ‘ver’ lo que suele estar oculto a los ojos del vulgo, realizar o destrabar trabajos, preparar conjuntos, talismanes y pociones, etc.


Este fenómeno tiene algunas manifestaciones que podríamos considerar como ‘culturales’, tales como el uso de cintas rojas en la muñeca para evitar la envidia; pero también puede tomar características más estructuradas cuando van de la mano de personas supuestamente dotadas de ‘dones’ que les permiten ofrecer sus ‘servicios’ a quienes los requieran, aprovechando un cierto espíritu supersticioso.


En este sentido, y ante la confusión que estas ofertas y prácticas provocan, es conveniente tener en cuenta:



  • Que la posibilidad de manifestaciones que pueden parecer no comunes (tales como predicciones, hipnosis, capacidad de influenciar, etc.), no requiere de suyo la apelación a una calificación sobrenatural para poder explicarlas.
  • Que muchas de estas manifestaciones o fenómenos se pueden explicar suficientemente a través de la sugestión individual o colectiva, que puede ser directamente querida y provocada por quien lo conduce, o provocada incluso involuntariamente.
  • Que el hecho de que la ciencia no pueda dar una explicación acabada de un fenómeno no indica su carácter preter o sobre natural, sino simplemente nos señala uno más de los límites de la ciencia, los cuales hemos de aceptar con humildad.
  • Que ante el deseo de buscar una explicación, ha de apelarse primeramente a las explicaciones de orden físico, luego a las de orden médico, luego a las de orden psicológico, y solo entonces a las de orden sobre humano. Pero aún en este último supuesto, no quiere decir que sean necesariamente referidas a Dios.
  • Que el demonio obra más habitualmente a través de la tentación y la seducción, que utilizando recursos extraordinarios. No debe adjudicarse a la acción del maligno, lo que puede ser simplemente explicado a través de la libertad y la debilidad del hombre.
  • Que un cristiano en Gracia de Dios, no tiene motivo para tener ningún ‘trabajo’ o ‘brujería’, ya que en él está presente el mismo Señor. La mejor prevención contra los maleficios es la confesión frecuente.
  • Que Dios obra ordinariamente en el mundo, conduciendo la historia a través de los hombres y mujeres sencillos que son fieles a su llamado de Amor; las intervenciones extraordinarias, tienen lugar solo extraordinariamente, y por lo tanto no debe darse un carácter extraordinario a lo que podría explicarse de un modo más sencillo.

    Algunas Consideraciones

    Desdichadamente, la falta de formación y un cierto espíritu supersticioso que anida en el corazón de todo hombre, hace que muchos cristianos aún piadosos acudan a prácticas mágicas o adivinatorias en algunas circunstancias. En este punto es conveniente recordar lo que señala el Catecismo de la Iglesia Católica al respecto (n. 2116-2117).

    "Todas las formas de adivinación deben rechazarse: el recurso a Satán o a los demonios, la evocación de los muertos, y otras prácticas que equivocadamente se supone ‘desvelan’ el porvenir" (Cf. Dt 18,10; Jr 29,8).

    La consulta de horóscopos, la astrología, la quiromancia, la interpretación de presagios y de suertes, los fenómenos de visión, el recurso a ‘médium’ encierran una voluntad de poder sobre el tiempo, la historia y, finalmente, los hombres, a la vez que un deseo de grajearse la protección de poderes ocultos. Están en contradicción con el honor y el respeto, mezclados de temor amoroso, que debemos solamente a Dios.

    "Todas las prácticas de magia o de hechicería mediante las que se pretende domesticar potencias ocultas para ponerlas a su servicio y obtener un poder sobrenatural sobre el prójimo – aunque sea para procurar la salud -, son gravemente contrarias a la virtud de la religión. Estas prácticas son más condenables aún cuando van acompañadas de una intención de dañar a otro, recurran o no a la intervención de los demonios. Llevar amuletos es también reprensible.

    El espiritismo implica con frecuencia prácticas adivinatorias o mágicas. Por eso la Iglesia advierte a los fieles que se guarden de él. El recurso a las medicinas llamadas tradicionales no legitima ni la invocación de las potencias malignas, ni la explotación de la credulidad del prójimo."


    Autor: Zenit.org | Fuente: Zenit.org
    El espiritismo, una forma equivocada de buscar la verdad
    Entrevista al exorcista Franceso Bamonte sobre el espiritismo.
    El espiritismo, una forma equivocada de buscar la verdad
    El espiritismo, una forma equivocada de buscar la verdad

    Entrevista al exorcista Francesco Bamonte

    2 noviembre 2003

    «La superstición ofende a Jesucristo porque significa que no se confía suficientemente en Él»
    , afirma el exorcista italiano Francesco Bamonte, autor de un libro sobre la acción oculta del maligno y las presuntas comunicaciones con el más allá.


    El volumen, aparecido por el momento en italiano, y pronto en otros idiomas, que lleva por título «Los daños del espiritismo» («I danni dello spiritismo») es publicado por la editorial Ancora.

    El padre Bamonte, religioso de los Siervos del Corazón Inmaculado de María, dedica su labor pastoral a ayudar a personas que han caído en las redes de magos o de un supuesto médium.

    En esta entrevista concedida en exclusiva a Zenit, este autor de libros ya traducidos en inglés, castellano, francés y polaco, describe con precisión los daños físicos y psíquicos del espiritismo.

    Con vehemencia, repite que «espiritismo y fe católica son irreconciliables».

    --Usted es exorcista, ¿piensa que las personas que caen en prácticas de espiritismo buscan la verdad de manera errónea?-Bamonte: Desde luego. Las prácticas de espiritismo son una vía equivocada de buscar la verdad. Esperan recibir informaciones auténticas sobre Dios, el hombre, el más allá, el pasado el presente y el futuro de lo que creen que son almas de difuntos. En realidad, generalmente no son más que trucos que en algunas ocasiones hacen entrar en contacto con el propio inconsciente. En otros casos, sin embargo, se entra en contacto con espíritus demoníacos que fingen ser almas de difuntos. Porque los fenómenos y las manifestaciones de espiritismo no son siempre trucos, ficción, sugestión, mecanismo psicológico o manifestación del inconsciente o creación de la psique con la que algunos querrían explicar algo fuera de la normal, incluido aquello demoníaco o sobrenatural.

    Los casos de infestación y de posesión diabólica, en los cuales los sacerdotes exorcistas han tenido que intervenir después de una sesión de espiritismo, demuestran claramente cómo esta práctica es una vía privilegiada para una acción destructiva del demonio sobre personas.

    --¿Qué es exactamente el espiritismo y por qué no es conciliable con la fe?-Bamonte: Es la evocación de los difuntos, es decir, una práctica con la que, a través de técnicas y medios humanos, con o sin un médium, se intenta llamar a un difunto para hacerle preguntas. Cada vez que rezamos a Dios por nuestros difuntos, sin recurrir a una práctica espiritista, pedimos a los difuntos así como a los santos que oren a Dios con nosotros y por nosotros. Esta es la invocación de los difuntos, pero no la evocación, que sería lo que hacen en el espiritismo.

    Los difuntos sólo se nos pueden manifestar por iniciativa libre de Dios, directamente y nunca mediante técnicas o medios como las sesiones de espiritismo. Con fines serios, Dios puede permitir a una persona difunta que se nos presente, por ejemplo para darnos un consejo o aunque sea para darnos una presencia de consuelo, para pedir sufragios o para agradecer sufragios recibidos.

    Si por el contrario, somos nosotros quienes queremos provocar un encuentro con los difuntos mediante «evocación» con las técnicas espiritistas, ya desde el Antiguo Testamento Dios ha hablado claro al respecto y nos ha dicho que quien haga estas cosas lo abomina. Basta leer Deuteronomio 18, 10-12 o Levítico 19. 31.

    --Las prácticas de espiritismo prometen consuelo y contacto con personas difuntas. ¿Qué se les puede decir, desde un punto de vista cristiano, a quiénes buscan esta aproximación con el más allá?-Bamonte: Que lean la Biblia y vean que Dios prohíbe severamente esta aproximación con el más allá porque Él sabe que es falso y engañoso al sumergirnos en la oscuridad y desviarnos de la verdad y de la fe auténtica, abriendo camino a la intervención de los espíritus del mal.

    Quien quiera sentirse cerca de sus seres queridos difuntos, que se confiese con frecuencia, vaya a misa, rece por ellos y esté totalmente disponible para lo que Dios disponga. Dios le dará con certeza la posibilidad de experimentar el gozo de sentirse en comunión con los propios difuntos queridos.

    --¿Cuáles son los daños principales del espiritismo?-Bamonte:Molestias físicas de todo tipo como dolores fuertes de barriga, en la frente, huesos, vómitos, ataques epilépticos, hormigueo en las piernas, ataques repentinos de calor o frío, sensación de angustia creciente, depresiones, continuos tics nerviosos, la imposibilidad de ingerir comida.

    --Basta, basta. ¿Todavía hay más?-Bamonte: Me refería sólo a las molestias físicas, pero hay todavía muchas más: no dormir ni de noche ni de día, no poder estudiar o trabajar. Estar agitado, tener pesadillas, miedo a lugares oscuros, sensación de ser agarrados por los brazos o como si alguien se nos sentara en las rodillas. También se experimentan bofetadas invisibles o mordeduras que no se ven, así como golpes en el cuerpo.

    --Y, ¿los daños psicológicos?-Bamonte: Pues fenómenos de automarginación del contexto social y cotidiano, estados de dependencia parecidos al alcohol o a la droga, pérdida de la racionalidad y de la libertad, disociación de la personalidad hasta llegar a sentir que alguien ha entrado en la propia persona y hay voces que se sobreponen a la oración y blasfeman e inducen al suicidio.

    En relación a los daños sobre los lugares, podríamos decir que vienen señalados por fenómenos de movimiento de objetos sin ninguna causa sensible, timbres de puertas o instrumentos musicales que suenan solos de repente. También hay que señalar golpes en el tejado, en las paredes o en el suelo, y gritos y voces en el aire, ruido de pasos, visiones de sombras o presencias monstruosas.

    --¿Qué es el así llamado espiritismo pseudocatólico?-Bamonte: El intento inútil de conciliar la fe católica con el espiritismo. Por lo que acabo de decir se comprende cómo esto es absolutamente imposible.

    --Sí, se comprende perfectamente. Pero no es raro encontrarse con cristianos algo supersticiosos. ¿Se puede corregir esta tendencia?-Bamonte: La superstición es un pecado contra el primer mandamiento. Fe cristiana y superstición están en abierta contradicción, y sin embargo, no pocos cristianos tienen miedo del gato negro que cruza la calle, del aceite que se derrama, del número 13 o del 17, y llevan encima amuletos o talismanes para asegurarse buena suerte o alejar la mala fortuna. También hay muchos cristianos que en la puerta de la casa tienen una herradura de caballo. No es raro ver a católicos haciendo gestos como los cuernos con la mano o que cruzan los dedos en momentos particulares. Es también grave, sobre todo si se es cristiano, creer en horóscopos, consultar a los magos, dejarse leer la mano o practicar el espiritismo.

    La superstición ofende a Cristo porque revela una falta de abandono y de confianza en Él. En la evangelización, en la predicación de la misa y en la catequesis, es necesario anunciar que el cristiano se fía sin limites de Cristo, que libera y salva al hombre de las fuerzas del mal que lo amenazan. Por el contrario, la superstición no sólo no lo libera ni lo protege de las fuerzas del mal sino que es una vía que le esclaviza para siempre. 
  • 2 comentarios:

    1. Detestablemente el demonio deambula en la música (India)... La bestia furibunda se llama: ''Rudra Veena'' (No le escuchen!), resulta ser una procesión hambrienta de almas ignorantes muy engañoza que está perdida en tiempo y espacio de oscuridad, atrae demonios perversos y realmente es engañosa pues la comunidad que lo toca es una blasfemia que tiende trampas desde hace 3000 años... de veras es de calamidad y deberá ser repudiada por toda comunidad suceptible.
      este es un llamado de advertencia...

      {solo YHWH salva}.

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