Jaime Duarte Mtz.
Director del Centro de Investigaciones sobre la Nueva Era (CISNE)
La cinta, ambientada en los años 70's y escenificada en Ciudad Gótica, cuenta la vida de Arthur Fleck, quien se convertirá más tarde en el Guasón ("Joker").
Aunque por instantes graciosa, se trata abrumadoramente de una película oscura, sombría y deprimente en la cual vemos cómo surge y, por qué, dicho personaje. Es un drama brutal. Los papás podrían creer que es una película más de acción, de Batman contra el Guasón, pero es un grave error; no es así. ¡Vaya rosario de antivalores!
Arthur es un adulto que vive una vida miserable e infeliz; sufre trastornos mentales severos (lo que lo hace reír imparablemente en sus crisis de ansiedad). Consume 7 medicamentos diariamente para tratar su problema por años. Llegó incluso a estar encerrado en un centro psiquiátrico. Vive una depresión permanente.
Con el desarrollo de la película vamos averiguando qué es lo que está detrás de la vida de Arthur quien, para mantenerse a él y a su madre, es comediante y realiza actuaciones de payaso.
El origen de sus desequilibrios mentales y emocionales surge desde su niñez: fue abandonado por su padre (afamado político de la Ciudad), dado en adopción, maltratado y abusado sexualmente. Aún mayor, recibe en la calle golpes y humillaciones por malhechores. De estas heridas profundas, graves, crece gradualmente en él un gran dolor, resentimiento, odio y venganza hacia la gente cercana a él que lo llevan a perder la cabeza definitivamente y perpetrar varios homicidios salvajes, ante los cuales no siente dolor sino gratificación o hasta placer. Llega a expresar en algún momento: "¡nunca he sido feliz ni un momento de mi vida!"
El espectador podría experimentar en la cinta compasión por el Guasón y, quizá, hasta simpatía, de ahí el peligro de quienes traten de justificar su odio a la sociedad o a los "ricos" debido a su sufrimiento, como sus agresiones. Es una buena comprensión del por qué hay personas en el mundo tan dañadas por dentro; tienen grandes heridas abiertas que no han cerrado con el perdón y el Amor de Dios. Asesinos y violadores potenciales.
No recomiendo ver la película pese a que su guión, música, dirección y la actuación del actor son extraordinarias (desde la óptica técnica y cinematográfica). La crudeza del caso de Arthur que se aborda, como la brutalidad de sus asesinatos, son motivo más que suficiente para que la película no deba ser vista por ningún niño ni adolescente menor de 18 años, incluso, para los adultos que no quieran perder la paz de su alma y corazón.
¿Qué sentido tiene ver una cinta así que te hará sentir asco y depresión? Yo salí en "shock".
En conclusión, si de verdad amas a tu hijo ¡jamás debería verla! aunque sus amiguitos de la escuela se la sugieran y otros padres te presionen a ti para verla también. Si a estos les gustó y te la recomiendan, es síntoma de que algo no anda tampoco bien en su cabeza.
Te invito mejor a ver la película "Ignacio de Loyola", que se estrenó igualmente el pasado 4/OCT. Esta sí engrandecerá tu alma y la de toda tu familia:
(https://nuevaeravsbuenanueva.blogspot.com/2019/10/el-guason-pelicula-brutal-no-apta-para.html?fbclid=IwAR2sHWqA4_2K_cBScH3O6LbW1_m6fTwgPZPg7TTGjZgbeQrXP3xaTJ3ZI6k)
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