Pedro L. Llera, el 26.10.19 a las 9:49 PM
El Papa Francisco ha pedido perdón por el robo de los ídolos de la Pachamama, que han sido recuperados por la policía italiana en el río Tíber. Y dice que puede que esos ídolos estén presentes en la misa de clausura del Sínodo, mañana en San Pedro. Eso sí, le ha pasado el marrón de la decisión a Parolin: a saber por qué…
Por su parte, Complicit Clergy ha convocado una concentración mañana a las 11 de la mañana en la Plaza de San Pedro para rezar el rosario y manifestar su rechazo a la profanación de la Iglesia con ídolos paganos. Marco Tosatti se hace eco de la convocatoria en Stilum Curiae.
Todo va muy rápido. Todo se precipita con velocidad de vértigo. No da tiempo a asimilar una noticia cuando surge otra.
El Obispo Atanasio Schneider ha hecho pública una carta abierta que recoge Life Site News en la que pide a todos los católicos, obispos, sacerdotes y laicos, que ofrezcan actos de reparación, protesta y corrección por el uso de las estatuas de la Pachamama, a las que considera como un “nuevo becerro de oro”. He aquí un breve extracto de esa carta:
“Como sucesor de los Apóstoles, encargado del cuidado del rebaño de Dios, no puedo permanecer en silencio ante la flagrante violación de la santa voluntad de Dios y las desastrosas consecuencias que tendrá sobre las almas individuales, sobre la Iglesia en su conjunto y de hecho sobre toda la raza humana. Por lo tanto, es con gran amor por las almas de mis hermanos y hermanas que escribo este mensaje “.
“Los católicos no pueden aceptar ningún culto pagano, ni ningún sincretismo entre las creencias y prácticas paganas y las de la Iglesia Católica. Los actos de adoración de encender una luz, inclinarse, postrarse o inclinarse profundamente en el suelo y bailar ante una estatua femenina desnuda, que no representa a Nuestra Señora ni a una santa canonizada de la Iglesia, viola el Primer Mandamiento de Dios.”
“Todos los católicos verdaderos, que todavía tienen el espíritu de los apóstoles y de los mártires cristianos, deben llorar y decir acerca de las ceremonias paganas que tuvieron lugar en la ciudad eterna de Roma, parafraseando las palabras del Salmo 79: 1: Oh Dios, los paganos han entrado en tu heredad; han contaminado tu santa ciudad de Roma; han dejado a Roma en ruinas.”
“San Atanasio dijo: “Se jactarán de que adoran y sirven, no meras existencias y piedras y formas de hombres y pájaros irracionales y animales y bestias rastreras, sino el sol y la luna y todo el universo celestial, y la tierra, deificando así la creación” (Contra Gentiles , 21, 1-3) y: “Se combinarán todos juntos, como un solo cuerpo, y dirán que el todo es Dios” (Contra Gentiles , 28, 2). “En lugar del Dios real y verdadero, deificaron las cosas que no lo eran, sirviendo a la criatura en lugar del Creador (ver Rom. 1:25), involucrándose así en la necedad y la impiedad” ( Contra Gentiles , 47, 2).
Todo va muy rápido… Lean ustedes el documento final del sínodo de la Amazonia. Y les llamo la atención sobre el punto 14:
14. La vida de las comunidades amazónicas aún no afectadas por el influjo de la civilización occidental se refleja en la creencia y los ritos sobre el actuar de los espíritus de la divinidad, llamados de innumerables maneras, con y en el territorio, con y en relación con la naturaleza (LS 16, 91, 117, 138, 240). Reconozcamos que desde hace miles de años han cuidado su tierra, sus aguas y sus bosques, y han logrado preservarlos hasta hoy para que la humanidad pueda beneficiarse del goce de los dones gratuitos de la creación de Dios. Los nuevos caminos de la evangelización deben construirse en diálogo con estos conocimientos fundamentales en los que se manifiestan como semillas de la Palabra.
A ver… Dejemos las cosas claras: las creencias y los ritos sobre el actuar de los espíritus de la divinidad en las comunidades amazónicas se llama paganismo. Y eso de que “desde hace miles de años [esos espíritus en los que creen los indígenas] han cuidado su tierra, sus aguas y sus bosques” es una herejía como la copa de un pino. El único Creador y el único que cuida de la creación es la Santísima Trinidad. Recordemos el Credo:
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre,
por quien todo fue hecho;
que por nosotros lo hombres,
y por nuestra salvación bajó del cielo,
y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen,
y se hizo hombre;
y por nuestra causa fue crucificado
en tiempos de Poncio Pilato;
padeció y fue sepultado,
y resucitó al tercer día, según las Escrituras,
y subió al cielo,
y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria
para juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo,
Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo
para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos
y la vida del mundo futuro.
Amén.
Esta es la fe de la Iglesia. Esta es la única fe verdadera.
Señor, ten compasión de tu Iglesia. No permitas la abominación sacrílega de introducir ídolos paganos en tu templo santo. Te pedimos, Señor, por el Papa Francisco, por los cardenales, por los obispos y sacerdotes. Hazlos santos, Señor. Líbranos de los hipócritas que pretenden destruir tu Santa Iglesia haciéndose pasar por católicos sin profesar realmente la fe de la Iglesia.
La idolatría es uno de los pecado más graves. Es una grave ofensa a Dios. No podemos consentir el sacrilegio, la blasfemia y la profanación de nuestros templos.
Es la hora de la Resistencia, rosario en mano. Yo no he robado los ídolos ni los he tirado al Tíber pero como si lo hubiera hecho. Yo mismo sacaría de cualquier templo católico los ídolos de la Pachamama y los destruiría con mucho gusto.
Cristo es el Rey. Cristo Vence. Cristo Impera.
¡Viva Cristo Rey!
Éxodo 20, 3-6
No tendrás otro Dios que a mí. No te harás imágenes talladas, ni figuración alguna de lo que hay en lo alto de los cielos, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra. No te postrarás ante ellas y no las servirás, porque yo soy Yahvé, tu Dios; un Dios celoso, que castiga en los hijos las iniquidades de los padres hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian y hago misericordia hasta mil generaciones de los que me aman y guardan mis mandamientos.
Levítico 26, 1
No os haréis ídolos, ni os levantaréis imagen tallada ni pilares sagrados ni pondréis en vuestra tierra piedra grabada para inclinaros ante ella; porque yo soy el Señor vuestro Dios.
Deuteronomio 7, 26
Y no traerás cosa abominable a tu casa, pues serás anatema como ella; ciertamente la aborrecerás y la abominarás, pues es anatema.
Deuteronomio 8, 19
Y sucederá que si alguna vez te olvidas del Señor, tu Dios, y vas en pos de otros dioses, y los sirves y los adoras, yo testifico contra vosotros hoy, que ciertamente pereceréis.
Deuteronomio 30, 17-18
Pero si tu corazón se desvía y no escuchas, si te dejas arrastrar a postrarte ante otros dioses y a darles culto, yo os declaro hoy que pereceréis sin remedio y que no viviréis muchos días en el suelo que vas a tomar en posesión al pasar el Jordán.
Miqueas 5:13
Exterminaré tus imágenes talladas y tus pilares de en medio de ti y ya no te postrarás más ante la obra de tus manos.
Éxodo 32, 19-20
Y sucedió que tan pronto como Moisés se acercó al campamento, vio el becerro y las danzas; y se encendió la ira de Moisés, y arrojó las tablas de sus manos, y las hizo pedazos al pie del monte. Y tomando el becerro que habían hecho, lo quemó en el fuego, lo molió hasta reducirlo a polvo y lo esparció sobre el agua, e hizo que los hijos de Israel la bebieran.
Tirar a los ídolos al Tíber no era suficiente. Tendríamos que haberlos quemado, haberlos reducido a polvo y haberlos esparcido sobre las aguas del río, como hizo Moisés.
Jeremías 10
¡Escucha la palabra que el Señor te dice, oh Israel! Esto dice el Señor:
«No te comportes como las otras naciones
que tratan de leer el futuro en las estrellas.
No tengas temor de sus predicciones,
aun cuando otras naciones se aterren por ellas.
Sus costumbres son vanas y necias.
Cortan un árbol y el artesano talla un ídolo.
Lo decoran con oro y plata
y luego lo aseguran con martillo y clavos
para que no se caiga.
¡Sus dioses son como
inútiles espantapájaros en un campo de pepinos!
No pueden hablar
y necesitan que los lleven en los brazos porque no pueden caminar.
No tengan temor de semejantes dioses,
porque no pueden hacerles ningún daño, tampoco ningún bien».
¡Señor, no hay nadie como tú!
Pues eres grande y tu nombre está lleno de poder.
¿Quién no te temería, oh Rey de las naciones?
¡Ese título te pertenece solo a ti!
Entre todos los sabios de la tierra
y en todos los reinos del mundo
no hay nadie como tú.
Los que rinden culto a ídolos son estúpidos y necios.
¡Las cosas a las que rinden culto están hechas de madera!
Traen láminas de plata desde Tarsis
y oro desde Ufaz,
y les entregan esos materiales a hábiles artesanos
que hacen sus ídolos.
Luego visten estos dioses con ropas de púrpura y azul real
hechas por sastres expertos.
Sin embargo, el Señor es el único Dios verdadero.
¡Él es el Dios viviente y el Rey eterno!
Toda la tierra tiembla ante su enojo;
las naciones no pueden hacerle frente a su ira.
Diles a los que rinden culto a otros dioses: «Sus supuestos dioses, que no hicieron los cielos y la tierra, desaparecerán de la tierra y de debajo de los cielos».
El Señor hizo la tierra con su poder,
y la preserva con su sabiduría.
Con su propia inteligencia
desplegó los cielos.
Cuando habla en los truenos,
los cielos rugen con lluvia.
Él hace que las nubes se levanten sobre la tierra.
Envía el relámpago junto con la lluvia,
y suelta el viento de sus depósitos.
¡Toda la raza humana es necia y le falta conocimiento!
Los artesanos quedan deshonrados por los ídolos que hacen,
porque sus obras hechas con tanto esmero son un fraude.
Estos ídolos no tienen ni aliento ni poder.
Los ídolos son inútiles; ¡son mentiras ridículas!
En el día del juicio, todos serán destruidos.
¡Pero el Dios de Israel no es ningún ídolo!
Él es el Creador de todo lo que existe,
incluido Israel, su posesión más preciada.
¡El Señor de los Ejércitos Celestiales es su nombre!
Isaías 44, 17-20
Y del resto hace un dios, su ídolo. Se postra delante de él, lo adora, y le ruega, diciendo: Líbrame, pues mi dios eres tú.
Isaías 45, 18-22
Porque así habla Yahvé, el que creó los cielos, el Dios que formó la tierra, la hizo y la afirmó. No la creó para yermo, la formó para que fuese habitada. Soy yo Yahvé, y ningún otro.
No he hablado yo en secreto, en un oscuro rincón de la tierra. No he dicho yo a la progenie de Jacob: Buscadme en vano. Soy yo Yahvé, que hablo justicia y proclamo lo recto.
Reuníos y venid, acercaos todos, supervivientes de las naciones. No saben nada los que llevan sus ídolos de madera, los que suplican a un dios que no puede salvar.
Exponed, aducid vuestras pruebas, deliberad todos juntos: «¿Quién hizo oír esto desde antiguo y lo anunció hace tiempo? ¿No he sido yo Yahveh? No hay otro dios, fuera de mí. Dios justo y salvador, no hay otro fuera de mí.
Volveos a mí y seréis salvados confines todos de la tierra, porque yo soy Dios, no existe ningún otro.
Isaías 46, 7
Lo levantan en hombros y lo llevan; lo colocan en su lugar y allí se está. No se mueve de su lugar. Aunque alguno clame a él, no responde, de su angustia no lo libra.
Hechos 17, 16
Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se enardecía dentro de él al contemplar la ciudad llena de ídolos.
Salmos 81, 9
No haya en ti dios ajeno ni adores a dios extranjero.
Éxodo 23, 13
Y en cuanto a todo lo que os he dicho, estad alerta; no mencionéis ni se oiga en vuestros labios el nombre de otros dioses.
2 Reyes 17, 35
Con los cuales el Señor hizo un pacto y les ordenó, diciendo: No temeréis a otros dioses ni os inclinaréis ante ellos, no los serviréis ni les ofreceréis sacrificios.
Éxodo 22, 20
El que ofrezca sacrificio a otro dios, que no sea el Señor, será destruido por completo.
1 Corintios 10, 14, 21
Por lo cual, amados míos, huid la idolatría.
No podéis beber de la copa del Señor y de la copa de los demonios. No podéis participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios.
Mateo 4, 9-10
Y le dijo: Todo esto te daré, si postrándote me adoras. Entonces Jesús le dijo: ¿Vete, Satanás! Porque escrito está: “Al Señor, tu Dios, adorarás y solo a Él darás culto”.
Apocalipsis 9, 20
Y el resto de la humanidad, los que no fueron muertos por estas plagas, no se arrepintieron de las obras de sus manos ni dejaron de adorar a los demonios y a los ídolos de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, que no pueden ver ni oír ni andar.
(http://www.infocatolica.com/blog/gobiendes.php/1910260749-title?fbclid=IwAR2zQLH5-QSha6MwLfkXIqkkNbAJ4yRUEfNgibG7w5hNBcHrs_h2htTn2TE)
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