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jueves, 24 de octubre de 2019

Kräutler: el documento final del sínodo ya está escrito pero “nadie sabe” quién lo redactó


Por Carlos Esteban | 23 octubre, 2019
El obispo emérito de Xingu y uno de los organizadores clave del Sínodo de la Amazonía, Erwin Kräutler, ha confirmado a los periodistas de LifeSiteNews que el documento final del sínodo está ya escrito, pero añade que “nadie sabe” quién lo escribió.

Nadie entre los organizadores del sínodo sabía qué eran exactamente esas tallas indígenas ante las que se postró un círculo de personas en una extraña ceremonia en presencia del Papa en los jardines vaticanos y que han acabado en el Tíber, y nadie sabe, a decir de uno de sus principales organizadores, el obispo Kräutler, quién ha escrito el documento final del sínodo.

El Papa ya nos regañó en su día por desear y pedir claridad, pero quizá esto sea llevar la confusión un poco demasiado lejos.

LifeSite preguntó a Kräutker a bocajarro si el cardenal Cláudio Hummes, que al fin es el relator general del sínodo, era uno de los redactores del documento que se presentará a Su Santidad para ser refrendado. La respuesta fue un enfático “no”. Y él mismo, tampoco.

Y es raro, porque con sus palabras Kräutler parece contradecir las declaraciones del pasado lunes del cardenal Schönborn, arzobispo de Viena y miembro del comité de redacción del borrador. Schönborn dijo que el comtié se limitaría a articular las recomendaciones de los círculos menores sin más comentario, porque la redacción correspondía a Hummes y su equipo.

Descartando la opción sobrenatural de que el documento se haya escrito solo, las explicaciones que restan son bastante preocupantes, aunque no del todo improbables, a saber: que estuviera más o menos escrito incluso antes de que los padres sinodales llegaran a Roma.

Pero hay que reconocer que esa explicación casaría. Estaría en línea tanto de lo que hemos sabido del propio sínodo como de lo que hemos visto en circunstancias parecidas. Así, vimos que los dos sínodos sobre la Familia no trataban realmente de la familia, y que el sínodo de la juventud tenía muy poco que ver con la juventud. En este último caso, el documento final se centró especialmente sobre la ‘sinodalidad’, una palabra que apenas se había pronunciado en las discusiones o en las ruedas de prensa. Una sorpresa del ‘Dios de las sorpresas’.

En cuanto al propio sínodo, nos ha servido para ver hasta qué punto se han convertido los indígenas amazónicos en rehenes de reformas que miran más hacia el Rin que hacia el Amazonas. Hemos visto un sospechoso interés en el acceso a los sacramentos quienes tienen un largo historial en desapego hacia los sacramentos. Hemos visto que los indios viven en ciudades, no en la selva, en un 80%; que han sido evangelizados sin problemas cuando se les ha querido evangelizar y no politizar, y que si en algunas regiones una mayoría se ha pasado a las sectas evangélicas en algunas regiones sencillamente porque éstas les hablan de Cristo, y no de los espíritus de las selvas.

Hemos visto, en fin, como la agencia organizadora de este sínodo, la REPAM, ha recibido de la Fundación Ford donaciones millonarias. Se ha dicho que la Ford es abortista y financia el aborto, y es cierto; pero no es un aspecto menor o accesorio, porque, en general, sirve para financiar una visión del mundo frontalmente incompatible con la fe. Y, desde luego, no es en absoluto probable que haya inyectado millones en la REPAM a fondo perdido, en un rapto de generosidad inexplicable.

por Carlos Esteban.
(https://infovaticana.com/2019/10/23/krautler-el-documento-final-del-sinodo-ya-esta-escrito-pero-nadie-sabe-quien-lo-redacto/?fbclid=IwAR3baKF5rBmwWZnbTDvAWpPtITIpgOq-Thx2GEiW2rLSS1vJ5qfbQ0oE27I)

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