"La humanidad no encontrará la paz hasta que no vuelva con confianza a mi Misericordia" (Jesús a Sor Faustina)

jueves, 9 de abril de 2020

México: dos brujos se dan a la fuga tras estafar a varias personas.


FUENTE: El Sol de Parral





La estafa esotérica de los brujos y videntes es un fenómeno trasnacional. En todos los países se sucede un goteo de fraudes protagonizados por los “profesionales” de las “ciencias ocultas”. La última noticia que hemos conocido por los medios ha sucedido en Hidalgo del Parral (Chihuahua, México), donde una víctima acudió al “centro espiritual” y se topó con una casa abandonada, una lona y estantes vacíos; les había pagado ya una importante suma de dinero.

¿Desaparecieron los brujos por arte de magia o terrenal? Nadie vio ni escuchó el escapismo o tal vez sí eran brujos. Puede ser todo. La casa de los conjuros está vacía. Los “Hermanos Sandoval” ya no realizan ahí sus trabajos desde el pasado 30 de marzo, después de hacer sus últimas “limpias”… a los bolsillos de por lo menos 7 incautos. La casa de la colonia Las Américas fue sede de la mayor estafa de los últimos años en Parral –quizá sólo después de la del ex gobernador de Chihuahua–. Más de un millón de pesos (cerca de 38.000 euros) fue suficiente motivo para huir, según relata Christian Baeza en El Sol de Parral.

Los autodenominados “Hermanos Sandoval”, bajo el amparo de engaños, promesas de milagros, charlatanería envuelta en trabajos de espiritismo y brujería, sirvieron para estafar a por lo menos 7 personas, según se sabe hasta el momento. Se piensa que pueden ser más, pero hasta ahora sólo ellos han denunciado.

El pasado 2 de abril, los “Hermanos Sandoval” fueron señalados por una persona de haber cometido fraude, después de que les entregara 221.000 pesos en total (más de 8.000 euros) a los supuestos embaucadores, aquellos a los que desde hacía seis meses visitaba con regularidad. Para su sorpresa, el pasado 29 de marzo decidió realizar una llamada al “Maestro” Sandoval con el fin de indicarle que iría a verlo, pero éste nunca le contestó, por lo que decidió acudir hasta su “centro espiritual”.

En el lugar sólo encontró una casa vacía, una lona, un par de cortinas, las repisas donde antes se encontraban las velas… Esas que curaban todo tipo de males, ya se había apagado, se extinguieron junto con la fe del denunciante. Una puerta abierta que da a la nada… al vacío, al engaño. Vecinos del sector de Las Américas, que dijeron conocer a los ahora fugitivos, indicaron que eran personas sin malicia, pues se acercaban a conversar, y rara vez se les veía discutir o ser señalados de estafadores.

Sin embargo, todos concordaron en una cosa: “nadie vio nada”. Ésta es la respuesta que el Ministerio Publico y los afectados recibieron por parte de los vecinos de los Hermanos Sandoval, quienes, desde el pasado 29 de marzo, abandonaron su recinto sagrado como ya lo han hecho otras veces, luego reaparecerán con otro nombre y quizá con otra identidad. Esta historia se repite a lo largo de los años.

Fue tan sigilosa su salida que nadie sabía que ya no estaban. No vieron nada los vecinos, menos aún sospechar que se hubieran ido sin despedirse. Según datos proporcionados por la Fiscalía, ni el mismo dueño supo cuándo abandonaron el lugar. Nadie vio una mudanza, a los hermanos sacar sus cosas de la vivienda. Simplemente desaparecieron.

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