FUENTE: Extra
La santería cubana ha sido noticia desde que el COVID-19 se propagó por el mundo. Medios internacionales se han hecho eco de cómo sus practicantes, en la isla, han realizado rituales para proteger a los suyos de este mal. Dicen que sus deidades les brindarán la energía necesaria para alejar al coronavirus. En Quito (Ecuador) no es la excepción, según informa el diario Extra.
Guillermo León Santamaría, conocido como Willy, llegó hace ocho años con esta práctica. Se asentó en la capital, por el sector de La Florida, norte de la urbe. Un cuarto es su lugar de trabajo y la terraza se convirtió en la plataforma para ‘contactarse’ con el Todopoderoso. En el primer sitio, él muestra todas las cosas que lo ayudan para esta tarea. En una esquina se halla la bóveda espiritual. Es un mueble que tiene muchos vasos con agua, crucifijos, rosarios e imágenes de ancestros de Willy.
En el piso, en cambio, hay pequeños altares en honor a Elegua (dios del camino) e Inle, que es deidad de la medicina. Además de un espacio para San Lázaro, el dios que combate las epidemias. A este último se pidió específicamente que se apiadara de la humanidad para que el virus no nos siguiera diezmando. “Esto es lo más cercano que se hace para llegar al cielo”, comenta.
El ritual
Willy se dirigió hasta la terraza para hacer un ritual sumamente sencillo, pero poderoso, asegura. En el piso colocó 10 pilches, ubicados alrededor de un plato blanco. Sobre este había una figura extraña: representa a Ozun. Según creen, este personaje es una deidad del panteón Yoruba. Para este acto, el cubano explica que Ozun es una suerte de mensajero. “Estoy implorando a Dios para que todo se apacigüe”.
Esa especie de comunicación con fuerzas sobrenaturales requería que los recipientes estuvieran llenos de agua. Por eso, días antes él puso líquido hasta el tope. Asimismo, colocó en su interior manteca de cacao, la cual en estos ritos sirve para purificar. Y por último un polvito llamado cascarilla. “Aparte de la medicina, tenemos que dar una mano de esta manera”, cuenta. Lo extraño de todo esto, dice, es que esos ingredientes se secaron.
¿Qué significa? Supuestamente el mensaje para que el coronavirus deje ya la Tierra, llegó al Todopoderoso a través de Ozun. Willy acota que estos ritos no serán de ninguna utilidad si las personas no colaboran. “Espero que todos tengamos calma y muchísima más salud”, sentenció. “Mi religión se llama Yoruba. Es de origen africana”, comenta. Llegó a Cuba con los esclavos que fueron traídos a América.
El extranjero explica que desde su residencia ha hecho rituales para ayudar a equilibrar la situación que vive el país. “Es un don que la vida me dio”, cuenta. Desde muy joven se ha dedicado a la santería porque fue consagrado por un padrino y un tío. Durante mucho tiempo ha estudiado para salvar a niños, madres, personas adultas mayores. “Buscamos la manera de encaminar a las personas. Hacemos el bien en la humanidad”, concluyó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario