Luis Santamaría
El agua aflora burbujeante en la vertiente Tangalí, del cantón Otavalo, en Imbabura (Ecuador). En esa fuente natural, de aguas amarillentas, fueron encontradas el pasado 21 de enero seis personas, que presuntamente habrían fallecido durante la noche del día anterior, según informa Washington Benalcázar en el diario El Comercio.
A pocos pasos del estanque de agua termal, en donde estaban sumergidos los cuerpos de cuatro mujeres y dos hombres, hay dos piscinas pequeñas. Según Gonzalo Paredes, teniente político de la parroquia Quichinche, este balneario es administrado por la comunidad indígena de Tangalí.
Decenas de vecinos y socorristas del Cuerpo de Bomberos y la Policía llegaron hasta este sitio, ubicado junto a una hondonada, a la que se accede por un camino empedrado. Se presume que por este ramal, que conecta a la vía Otavalo-Selva Alegre, ingresaron las seis víctimas, la noche del 20 de enero, a bordo de un automóvil Chevrolet Aveo, color rojo, de placas XBB-2308. El vehículo estaba aparcado junto a la fuente.
Realizaban un ritual
A las 06:40 horas, los bomberos de Otavalo recibieron una llamada telefónica. Se les alertó sobre la trágica escena. Así recuerda Carlos López, teniente de la institución, que participó en el rescate. Se movilizaron hasta el lugar, ubicado a tres kilómetros, al oeste de la fábrica cementera Lafarge.
Dentro del coche estaba dormido un niño, de aproximadamente 7 años, supuesto familiar de las víctimas. El pequeño habría narrado a los agentes de la Policía que viajaron desde Cañar en un bus hasta Cotopaxi. En esa provincia se habrían contactado con el conductor del automóvil rojo, quien los trasladó hasta las fuentes de Tangalí.
También les había comentado que quería bañarse, mientras sus familiares realizaban un ritual. Pero su madre se habría negado y le recomendó subirse al automóvil. Junto al portón negro de rejas del balneario hay un rótulo que indica que el valor de ingreso para los adultos es de 0,50 dólares y 0,25 para los niños.
Conexión con chamanes naturistas
Sin embargo, nadie vio cuándo ingresaron las víctimas, pues el lugar no tiene vigilancia durante la noche y madrugada. Para los indígenas de los alrededores, la fuente es un sitio sagrado, que se utiliza para hacer rituales de sanación. Los agentes, alrededor de 20 que permanecían con mascarillas, se sorprendieron al encontrar junto a la fuente velas, huevos, plantas medicinales, vísceras y aves muertas.
Entre las pertenencias se encontró también una tarjeta, a nombre de un chamán naturista, que ofrecía soluciones a los problemas de dinero, amor, trabajo, negocios y viajes. Su dirección indica que se le puede contactar en Salcedo, Cotopaxi.
Al parecer, cuatro de los fallecidos serían miembros de una misma familia: padre, madre y dos hijos. Las otras dos víctimas mortales serían curanderos, según un comunicado emitido por el Ministerio del Interior de Ecuador. Cinco de los muertos estaban con trajes de baño. Mientras que una mujer, cuyo cuerpo fue el primero en ser recuperado, estaba vestida y llevaba botas.
Uno a uno, los cadáveres, que flotaban boca abajo, fueron sacados de la fuente, que no mide más de un metro de profundidad, por los buzos del Cuerpo de Bomberos. Luego fueron trasladados hasta la morgue de Ibarra, para los exámenes necrológicos. Los investigadores también tomaron muestras de agua, para investigarlas.
Ordenan cerrar el balneario
En el informe del Ministerio del Interior también se señala que “se trataría de una muerte accidental producto de la aspiración de gases tóxicos emanados de las aguas termales”. Como primera medida cautelar, la tenencia Política de Quichinche ordenó a la comunidad cerrar el balneario.
Según informa El Diario, las evidencias indican que estaban desarrollando algún tipo de ritual, tal como manifestó el coronel Edgar López, comandante de Policía de Imbabura. “De las primeras investigaciones, de lo que se tiene conocimiento, vienen a hacer una especie de limpia, porque estas son aguas medicinales”, explica López.
Por su parte, según el teniente Carlos López, estas vertientes están compuestas de gases: “La mayoría de estos manantiales tienen azufre y tal vez algo de sulfuro”.
Muertos por un edema pulmonar
En El Universo leemos que el fiscal provincial, Andrés Jaramillo, indicó que se tomaron muestras de los fluidos corporales de las seis víctimas y durante la noche del día 21 se recogieron muestras del agua y de los gases que emana el manantial.
“Considerando que los gases tóxicos, al parecer, salen en ciertas horas del día, pensamos que en la noche podríamos recoger evidencias muy valiosas. Estimamos que al menos en 72 horas podremos saber qué tipo de tóxicos fueron los que ocasionaron la muerte de estas personas”, dijo Jaramillo.
Agregó que un informe preliminar de las autopsias realizadas a las seis víctimas determinó que la causa del deceso fue por intoxicación, aunque no se ha determinado si fue el agua contaminada o un gas tóxico, indicó el fiscal.
Más de cuarenta comuneros de Huaira, en la provincia de Cañar, llegaron a la morgue del hospital San Vicente de Paúl de Ibarra, para retirar los cadáveres de cuatro miembros de la familia Buñay Tacuri, víctimas del suceso. Por otro lado, los cadáveres de los dos supuestos chamanes, identificados como Juan Marcelino Toapanta Tercero y Soledad Gladys Tercero, fueron retirados por sus familiares.
Por fin, El Comercio reveló que un edema pulmonar agudo fue la causa de la muerte. Así lo informó el Ministerio del Interior en su cuenta de Twitter. Todo indica que las seis personas ingresaron a la fuente sin percatarse de la presencia de gases presuntamente tóxicos que habrían provocado el edema.
(artículo extraído de: http://infocatolica.com/blog/infories.php/1501231035-seis-personas-mueren-en-un-ri)
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