Luis Santamaría
Unos 50 integrantes de la secta denominada Casa de Dios Eben Ezer, con sede en el municipio maya de Dzidzantún (unos 100 kilómetros al oriente de Mérida, estado de Yucatán, México) se encerraron en su iglesia la tarde del pasado 30 de diciembre, convencidos de que era el fin del mundo, según informa La Jornada.
Uno de sus profetas vaticinó que un meteoro caería en las aguas de la playa Santa Clara, lo que provocaría un tsunami del que sólo se salvarían quienes estuvieran en el templo, tal como informó la Secretaría de Seguridad Pública. Los fieles se encerraron y colocaron tablas en puertas y ventanas. Al ver que no volvían, algunos familiares pidieron la intervención de policías municipales y estatales, pues en la iglesia había 11 menores. Los agentes dialogaron con los representantes de la secta, quienes permitieron que salieran niños y adolescentes.
En el Diario de Yucatán leemos que entre 40 y 50 mujeres y niños se encerraron con su pastor, Leopoldo Aguilar Magaña, quien predijo la caída del meteorito y el fin del mundo. Entre los seguidores de Aguilar hay maestros, médicos, enfermeras y otros profesionales.
Aguilar Magaña, líder de la casa Eben Ezer, es médico y empleado de la Secretaría de Salud del Estado. Habitantes de la comunidad de Yobaín que asisten al Centro de Salud manifestaron que Aguilar Magaña les decía que con oraciones quedarían bien o con hierbas, y los invitaba a asistir a su congregación Eben Ezer.
Una de quienes asisten a Eben Ezer, al preguntarle por qué no ocurrió el anunciado fin del mundo, sólo dijo: “Dios tuvo piedad de nosotros, gracias a la oración”. Desde el 30 de diciembre el templo está cerrado y sin aparente actividad. Personas que viven cerca de este templo dijeron que ojalá pronto las autoridades competentes hagan algo al respecto, antes de que suceda una tragedia en el lugar.
Reacción de evangélicos y católicos
La iglesia presbiteriana Emmanuel se deslindó de este caso y aseguró que el grupo denominado “Casa de Dios, Iglesia Cristiana Eben Ezer”, se independizó de su seno. En entrevista, Francisco Caamal Can, presbítero de la iglesia Emmanuel, dice que desconoce las acciones que realizan esas personas y que sus prácticas están fuera del contexto bíblico.
Asegura que varios de los feligreses de Eben Ezer fueron excomulgados de Emmanuel por no cumplir la constitución que los rige. “Estas personas ya no estaban cumpliendo los preceptos que se les ordenaba y optaron por formar su propio grupo”, afirma.
Por otro lado, el párroco de la comunidad católica, Genaro Rodríguez Colomé, dice que no sabía realmente lo que estaba pasando, pero averiguaría y lo más pronto posible emitiría un mensaje a la comunidad.
Detalles de la profecía
Aguilar expuso a sus feligreses hace unos días que Dios le había hecho una revelación: el dia 31 de diciembre de 2014 un meteorito caería en la costa de Santa Clara, levantando una ola de gran tamaño que cubriría gran parte de la población de Dzidzantún y pueblos costeros aledaños, tal como explica Sipse.
Como parte de la “revelación", se pidió a los profesionales que forman parte de la congregación, entre ellos maestros, doctores y enfermeras, que retiraran todo su dinero de los bancos para comprar víveres sumando un total de 100.000 pesos (unos 5.600 euros). El sujeto también pidió a sus fieles que quemaran sus vestimentas, porque en el nuevo camino de supervivencia la ropa no sería necesaria.
Tras hacer los preparativos, el líder y sus seguidores se encerraron en la Casa de Dios Eben-Ezer, donde se colocaron grandes tablas e incluso se tapiaron algunas partes con cemento, a fin de que no entrara el agua de la “gran ola”. Alrededor de la una de la madrugada del 31 de diciembre ingresaron en la iglesia los feligreses, incluyendo menores de edad, pues según la “profecía” el meteorito caería a las 3 de la madrugada.
Amenaza con demandar a los policías
Sin embargo, tres padres de familia en desacuerdo con la predicción y con el grupo, solicitaron a sus familias que salieran del lugar junto con sus hijos. Ante una respuesta negativa de Magaña, decidieron dar parte a las autoridades estatales. Al lugar llegaron agentes de la Secretaría de Seguridad Pública junto con policías municipales y paramédicos, que pidieron hablar con el doctor Magaña, quien salió del inmueble y amenazó con demandar a los agentes por interrumpir una adoración.
Los agentes informaron de que tres padres de familia, entre ellos René P.O. y José V.B.B., reportaron que dentro del local se encontraban sus hijos menores de edad en contra de su voluntad. Al ver la actitud del “pastor", uno de los padres decidió entrar y hablar con su esposa a fin de que se permitiera salir a sus hijos, entre ellos uno de meses de nacido.
Aborta la profecía
Al final las personas que estaban adentro decidieron salir al ver el movimiento policiaco. Al percatarse de esto, el pastor dijo que la profecía no se cumpliría ya que “la casa de Dios fue abierta y el Creador no expondrá la vida de los elegidos”.
Ante la presencia de las autoridades, vecinos del lugar se quejaron de que en dicho lugar se escuchan gritos constantes de menores de edad asi como ruidos extraños a altas horas de la noche, porque se practican exorcismos.
Se averiguó que Aguilar es doctor y director del Centro de Salud de Yobaín, y pertenecía al templo cristiano Evangélica Presbiteriana, pero ante actos psicópatas y desobediencia a esa enseñanza se decidió expulsarlo. En respuesta creó su propio grupo con apoyo del templo Eben-Ezer.
El centro de salud de Yobaín recibe a personas de Dzidzantún, Dzilam González, Cansahcab y Sinanché, incluyendo las comisarías de esos municipios. El 1 de enero el doctor se presentó a trabajar como si nada hubiera ocurrido. En Dzidzantún la gente teme que el doctor, en una de sus visiones o revelaciones, atente contra la vida de algún menor o de las personas que asisten al centro de salud.
(artículo extraído de: http://infocatolica.com/blog/infories.php/1501030349-mexico-miembros-de-la-casa-de)
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