El experto Gonzalo Len denuncia que esta corriente “confunde la Gracia con la energía cósmica”
Enrique Chuvieco
Sin duda, en no pocos lugares ha influenciado al interior de la Iglesia en algunos caminos espirituales y prácticas pastorales.
El Papa Juan Pablo II advirtió hace unos años a un grupo de obispos de Estados Unidos sobre la influencia de la “New Age” en la vida de la Iglesia: "Las ideas de la Nueva Era a veces se abren camino en la predicación, la catequesis, los congresos y los retiros, y así llegan a influir incluso en los católicos practicantes que tal vez no son conscientes de la incompatibilidad de esas ideas con la fe de la Iglesia"
-En su libro expone algunas formas de cómo se ha ido asumiendo, casi por osmosis, por lso seglares. A su juicio, ¿cuáles son actualmente las más notorias?
Podemos señalar algunas: la idea de un dios impersonal, la trascendencia como inmanencia, la salvación como autosalvación, la gracia como energía cósmica, la oración como relajación y autocontrol, la verdad moral como experiencia y el destino eterno como reencarnación.
-Como especialista del tema, ha disertado sobre él en muchos lugares de Europa y Sudamérica, ¿dónde cree que afecta más en los usos y costumbres?
Sin duda, hay una presencia mayor en los países del primer mundo occidental, pero considero que ningún lugar se libra de su influencia. En términos sociológicos la “New Age” tiene poquísima presencia en ámbitos de pobreza material. Es atractiva y apelante en ámbitos de mayor prosperidad económica, en personas que han tenido cierta cultura y sensibilidad religiosa, agotadas por el modelo materialista, y que buscan una solución más profunda para sus vidas pero que al mismo tiempo sea fácil y sin mucho compromiso. No hay que olvidar que la “New Age” crece, en parte, porque hay personas en búsqueda de Dios y con anhelos de una vida reconciliada. No es solo atractiva para los amantes de lo oculto y alternativo sino para muchos hombres y mujeres que quieren una respuesta que esté un poco más allá de la que presenta una cultura secularizada.
-¿Cuáles son los principales grupos de poder que siguen promoviendo actualmente el modo de vivir “New Age”?
No he investigado este punto. Me parece que el desafío es más antropológico: la “New Age” crece porque está dando a las personas una respuesta atractiva, aunque sea un sucedáneo. El desafío para la Iglesia es salir al encuentro de las personas haciendo presente al Señor Jesús, el único capaz de responder a las hambres más profundas de las personas de todo tiempo y lugar. Aquí entra la llamada a la Nueva Evangelización: nueva en su ardor, nueva en sus métodos y nueva en su expresión.
Sin duda, en no pocos lugares ha influenciado al interior de la Iglesia en algunos caminos espirituales y prácticas pastorales.
El Papa Juan Pablo II advirtió hace unos años a un grupo de obispos de Estados Unidos sobre la influencia de la “New Age” en la vida de la Iglesia: "Las ideas de la Nueva Era a veces se abren camino en la predicación, la catequesis, los congresos y los retiros, y así llegan a influir incluso en los católicos practicantes que tal vez no son conscientes de la incompatibilidad de esas ideas con la fe de la Iglesia"
-En su libro expone algunas formas de cómo se ha ido asumiendo, casi por osmosis, por lso seglares. A su juicio, ¿cuáles son actualmente las más notorias?
Podemos señalar algunas: la idea de un dios impersonal, la trascendencia como inmanencia, la salvación como autosalvación, la gracia como energía cósmica, la oración como relajación y autocontrol, la verdad moral como experiencia y el destino eterno como reencarnación.
-Como especialista del tema, ha disertado sobre él en muchos lugares de Europa y Sudamérica, ¿dónde cree que afecta más en los usos y costumbres?
Sin duda, hay una presencia mayor en los países del primer mundo occidental, pero considero que ningún lugar se libra de su influencia. En términos sociológicos la “New Age” tiene poquísima presencia en ámbitos de pobreza material. Es atractiva y apelante en ámbitos de mayor prosperidad económica, en personas que han tenido cierta cultura y sensibilidad religiosa, agotadas por el modelo materialista, y que buscan una solución más profunda para sus vidas pero que al mismo tiempo sea fácil y sin mucho compromiso. No hay que olvidar que la “New Age” crece, en parte, porque hay personas en búsqueda de Dios y con anhelos de una vida reconciliada. No es solo atractiva para los amantes de lo oculto y alternativo sino para muchos hombres y mujeres que quieren una respuesta que esté un poco más allá de la que presenta una cultura secularizada.
-¿Cuáles son los principales grupos de poder que siguen promoviendo actualmente el modo de vivir “New Age”?
No he investigado este punto. Me parece que el desafío es más antropológico: la “New Age” crece porque está dando a las personas una respuesta atractiva, aunque sea un sucedáneo. El desafío para la Iglesia es salir al encuentro de las personas haciendo presente al Señor Jesús, el único capaz de responder a las hambres más profundas de las personas de todo tiempo y lugar. Aquí entra la llamada a la Nueva Evangelización: nueva en su ardor, nueva en sus métodos y nueva en su expresión.
(artículo extaído de: http://www.aleteia.org/es/religion/entrevistas/hay-influencias-de-la-new-age-en-algunas-practicas-pastorales-de-la-iglesia-5326157301940224?page=2&)
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