"La humanidad no encontrará la paz hasta que no vuelva con confianza a mi Misericordia" (Jesús a Sor Faustina)

lunes, 11 de mayo de 2020

La ex adepta de un grupo polígamo escindido del mormonismo cuenta su historia.


FUENTE: La Nación

El caso de Rebecca Musser recorrió el mundo. A sus 19 años, víctima de una secta religiosa muy estricta, fue obligada a casarse con un hombre de 85 años. Después de muchos años, ella logró derribar a la Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (IFJSUD), una escisión del mormonismo, y ahora su historia fue hecha un especial del canal televisivo NBC, tal como leemos en La Nación.

El líder de la secta, Warren Jeffs, cumple la condena de cadena perpetua después de ser declarado culpable de una serie de cargos que incluyen agresión sexual a un niño, múltiples denuncias de violación e incesto. Rebecca, que ahora tiene 47 años, dio una entrevista exclusiva al programa “Dateline” y contó su terrible historia. Ella estaba casada con el predecesor de Jeffs, Rulon Jeffs, conocido por sus seguidores como tío Rulon, y fue quien llevó adelante una gran batalla para derribar a la IFJSUD de la que formaba parte, con sede en Utah, en Estados Unidos.

“Tenía 85 años y yo 19. Me resigné al hecho de que era mi destino rendirme a él”, sostuvo en una exclusiva entrevista en el programa “Dateline” de NBC News sobre su marido, quien, además, también estaba casado con otras 64 mujeres. La mujer soportó años de abuso sexual hasta su muerte en el año 2002, a la edad de 92 años. Después de su fallecimiento, ella pudo escapar del complejo al escalar un muro que rodeaba la casa y persuadir a los guardias armados que controlaban el lugar.

Cuando murió su marido, uno de los hijos de Jeffs se convirtió en el nuevo líder de la IFJSUD y ella, después de huir, ayudó a derribar al sucesor. Rebecca vivió un tiempo en Oregón y se quedó con uno de sus hermanos que también había huido de la secta. “Y lo hice, finalmente me di cuenta de que no podía decir sí a algo con lo que ya no estaba de acuerdo, y lo hice, dejé una nota en mi cama. Pude escapar de los guardias de seguridad y ser libre”, confesó. En el programa especial, Rebeca vuelve a visitar el lugar en donde estaba la secta, en donde vivió y sufrió tantos años. “Es difícil regresar. Trae muchos recuerdos que todavía están realmente recientes”, dijo entre lágrimas.

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