FUENTE: Innovaspain
Cuando sean mitigados los efectos más dramáticos de la pandemia será momento de hacer el balance de los daños colaterales que se quedarán con nosotros mucho tiempo. Expertos en psicología clínica, como Luis Valero, catedrático de la Universidad de Málaga (España), advierten desde el comienzo de la emergencia de que la salud mental de un amplio rango de la población se verá afectada de alguna manera, tal como informa Juan F. Calero en el portal Innovaspain.
Inmersos en una tormenta de incertidumbre, ¿son los libros de autoayuda un clavo ardiendo para aclarar el panorama? El género se ha sofisticado, y no hay temática que no trate de abordar. Crece la nómina de autores, más allá de los siempre citados (y parodiados), y vive una nueva edad de oro en su asalto a las listas de súper ventas. En opinión de Valero, autores y editoriales han dado con la fórmula para vender estos libros por la vía rápida, sin necesidad de camuflaje. “Hay gente que acude a ellos en busca de soluciones. A nuestro alrededor se suceden los problemas, incluidos algunos que podríamos resolver charlando con un buen amigo. Pero en un mundo que tiende al aislamiento social, aumentan los que confían en publicaciones así”.
El caldo de cultivo
No cabe duda de que el contexto actual juega a favor de la autoayuda. “Ha llegado un punto en el que no sabemos qué es cierto y dónde se esconde la mentira. Faltan asideros a los que agarrarnos y lo que era permanente se ha esfumado. Desde los años 90, hemos vivido un progreso y un bienestar constantes y estables. La pandemia ha venido a decirnos que todo puede acabar en cualquier momento, que las certezas están amenazadas”, señala Valero.
Además, la comodidad a la que alude Valero ha borrado paulatinamente el espíritu de lucha de generaciones pasadas, habituadas a lidiar con la mera supervivencia en mayor o menor grado. “Salir constantemente de situaciones negativas multiplicaba su fortaleza. Hoy, más adormecidos, el COVID-19 provoca que mucha gente pierda la dirección. Así las cosas, aceptamos a cualquiera que venga a ratificar nuestro pensamiento individual. Ni siquiera escuchamos aquello que corra el mínimo riesgo de contradecirnos. En la búsqueda de nuevas “fuentes”, los libros de autoayuda tienen un caldo de cultivo muy potente”.
El análisis del catedrático incluye una problemática que no es nueva: los prejuicios a la hora de acudir a una consulta profesional siguen ahí. “Son personas que prefieren no comunicar determinados pensamientos, que temen desnudarse emocionalmente”. Pese a reconocer que, en líneas generales, los psicólogos están muy bien aceptados por la ciudadanía, también es cierto que un porcentaje importante todavía los evita.
En este punto salen de nuevo a escena los libros de autoayuda, que tiran a dar con toda la artillería a aquellos que necesitan saber de dónde viene esa ansiedad que les atormenta, por qué duermen tan mal o qué razones hay para que su hijo adolescente les haya retirado la palabra. “Lo verdaderamente grave es que son libros que meten la causa del problema dentro de nosotros cuando la raíz de estas situaciones se encuentra en la realidad exterior, en nuestras interacciones con el entorno”.
Luis Valero insiste en la necesidad de recurrir a la ciencia para combatir esta cadena de errores. “Ahora más que nunca es lógico no encontrarse bien o sufrir insomnio. Es así como reaccionamos ante la presión. Nadie tiene que preocuparse si no es del todo feliz, pero lo que es seguro es que el problema no está en su interior y que no basta con ver la vida color de rosa para solucionarlo. Los psicólogos ayudamos a la gente a gestionar la realidad, y es ahí donde pueden encontrar un verdadero apoyo”.
El psicólogo considera que son tiempos en los hay que prestar especial atención a los jóvenes. “La generación millennial lo ha tenido todo y de pronto se ve despojada de cosas que daba por sentadas. El problema es cuando la respuesta a esa indefensión es la agresividad. A alguien tienen que echarle la culpa, da igual si es la policía, los políticos o los centros comerciales. Es el segmento de población más expuesto psicológicamente y tenemos que cuidarlo”, apunta Valero.
Autoayuda: entre algo parecido al rigor y la magia
Su definición global del género autoayuda es la de “un manual de instrucciones, pero sin instrucciones”. Un paso más allá, Luis Valero establece distintas subcategorías en base a contenido y objetivos. “En algunos, no muchos, podemos encontrar cierto rigor. Habitualmente son libros escritos por profesionales que los psicólogos recomiendan a sus pacientes como complemento a la terapia. Sirven para entender mejor aspectos concretos, pero nunca van a resolver un problema por sí solos”.
Vamos in crescendo. “Una segunda tipología abarca los libros de consejos para la vida cotidiana, muy de andar por casa. Los hay que dan recomendaciones directas: haz esto o aquello, relájate, sé feliz, enfréntate al problema. No valen de nada ante la búsqueda de respuestas rápidas. Los problemas de la vida no se solucionan precisamente con inmediatez. Estamos acostumbrados al modelo médico: una receta y asunto resuelto”.
En el top, “los más peligrosos”, que directamente se consideran mágicos. “Aluden a la vida espiritual, filosofías, orientales, la new age… Best sellers millonarios que ni siquiera ostentan una autoría clara, sino que adoptan forma de collage compuesto de frases filosóficas de otros escritores o de personajes famosos de diversa índole. Están haciendo verdadero daño porque crean falsas expectativas. No, no podemos conseguir todo lo que queramos por mucho que lo deseemos”, explica Luis Valero.
En el reverso luminoso de los que algunos entienden por homeopatía editorial, Luis Valero recomienda leer a los filósofos clásicos, “ellos tocaron todos los aspectos de la psicología”. También series que son una bofetada para mirar la vida con otros ojos, como “A dos metros bajo tierra” (HBO), o seguir a otros psicólogos como Eparquio Delgado, autor de Los libros de autoayuda ¡vaya timo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario