"La humanidad no encontrará la paz hasta que no vuelva con confianza a mi Misericordia" (Jesús a Sor Faustina)

martes, 8 de diciembre de 2020

Miles de personas participaron en un evento virtual de meditación de Sri Sri Ravi Shankar.

 

FUENTE: Varios medios

El gurú Sri Sri Ravi Shankar invitó a sentarse, con la espalda derecha, las palmas de las manos mirando al cielo, los ojos cerrados y los hombros relajados. Así empezaron los 20 minutos de meditación virtual, esperados por miles de personas que el pasado 29 de noviembre participaron del streaming gratuito “El Planeta Medita”, tal como informa el diario argentino Clarín. La transmisión, impulsada por la situación de pandemia que obliga a evitar las reuniones masivas, aún se encuentra disponible en el espacio de YouTube de la fundación El Arte de Vivir. Duró más de una hora y media y fue vista, a través de esa cuenta, más de 38.000 veces.

Comenzó pasadas las 11 de la mañana. La presentadora Soledad Simond, instructora de meditación y respiración, confirmó que se esperaba que se conectaran personas desde diferentes partes del globo: Uruguay, Chile, Perú, México, Colombia, Venezuela, Panamá y República Dominicana. Y que también aguardaban la participación de usuarios de Estados Unidos, Canadá, España, Italia, India y Sudáfrica. Pasados 34 minutos, se compartió el mensaje del líder espiritual Ravi Shankar, quien destacó que “la meditación no solo nos trae paz a nosotros sino también positividad en el entorno, que es esencial para el progreso del planeta”.

Luego, el gurú empezó a dar indicaciones para acomodarse correctamente, relajarse, respirar e iniciar la meditación. Se extendió por 20 minutos. Para muchos de los que se sumaron al streaming, este era el día 21º de meditación. Es decir, que llevaban 20 días dedicando 20 minutos a esta tarea. Esa fue la forma de prepararse para el encuentro. Así lo explicó Simond, que agradeció a los más de 200 instructores de Latinoamérica que guiaron a los participantes a través de grupos de WhatsApp.


Al vivo también se sumó Julian Weich, como embajador de Unicef. Se refirió a la situación de los chicos en el marco de la pandemia de coronavirus. Dijo que seguramente no tengan cómo expresar sus sentimientos, que cree que la están pasando mal y remarcó que ven a sus padres preocupados. Pidió, además, enseñar con el ejemplo. Aseguró que no le preocupa tanto el planeta que le quedará a los chicos sino más el hecho de que vean “cómo estamos maltratando al planeta”. Pidió a los adultos que sean “el faro de esos niños” trabajando sobre ellos mismos, “meditando, siendo sanos y promoviendo el bien común”.

También compartió unas palabras Ndileka Mandela, una de las nietas del Premio Nobel de la Paz Nelson Mandela. La mujer es activista por la igualdad y enfermera. “El Planeta Medita” tuvo, a su vez, varios momentos dedicados a la música, de la mano de referentes del rubro como Deva Premal, cantante conocida por su estilo meditativo espiritual; y Krishna Das, reconocido como el “rockstar del yoga”.

La pandemia como “cambio de paradigma”

Convocado por la fundación El Arte de Vivir, el evento partía de las siguientes palabras de sus organizadores: “Entre todas las vicisitudes que conocemos y hemos experimentado a lo largo de todos estos meses, la pandemia trajo consigo un cambio de paradigma: las estructuras conocidas y que nos daban seguridad se movieron abriendo paso a otras diferentes, para muchos desconocidas y este movimiento añadido a lo vivido en el año propulsó una ola de miedo, ansiedad, depresión, angustia y frustración”.

“Este año fuimos protagonistas de las dos caras de la misma moneda a través del miedo y la esperanza, las dos emociones más poderosas del universo. Una dando paso a la otra. Bajo este contexto, afloraron las mejores características: el amor de los médicos y el personal sanitario y voluntarios del mundo entero. Y a su vez se generó un respiro para el planeta donde los animales caminaron libremente por las calles, las aguas se cristalizaron y la atmósfera se limpió”, destacaron, tal como informa Noticias Argentinas.


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