"La humanidad no encontrará la paz hasta que no vuelva con confianza a mi Misericordia" (Jesús a Sor Faustina)

viernes, 29 de noviembre de 2013

“¿Por qué las ideas de la secta me siguen causando incomodidad, aunque sé que están equivocadas?”



“¿Por qué las ideas de la secta me siguen causando incomodidad, aunque sé que están equivocadas?” 

Es porque no te molesta la idea, sino la emoción negativa asociada a la idea. Como para controlarte, la secta necesitaba que sintieras temor, te decía que el karma o Dios te perseguirían si no obedecías o si los abandonabas. Lo que te incomoda son las emociones generadas por esa idea: incertidumbre, amenaza, pérdida, culpabilidad. Ya sabes que la idea es ficticia, el problema que queda es la permanencia de la emoción. Su característica de ser vaga la hace parecer ingobernable, pero el origen es humano y por lo tanto se puede resolver: saber que la secta hizo dominar emoción sobre reflexión. Lo mejor es hacer el camino contrario, reflexión sobre emoción. Analizar es la mejor herramienta para recuperar el equilibrio.

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