"La humanidad no encontrará la paz hasta que no vuelva con confianza a mi Misericordia" (Jesús a Sor Faustina)

sábado, 16 de noviembre de 2013

El espiritismo sigue creciendo en Brasil


Horroroso espectro maligno invocado por los cultores del espiritismo

por Luis Santamaría 

La revista Istoé destacó recientemente el lanzamiento del libro Kardec, a Biografia (ed. Record), escrito por el periodista Marcel Souto Maior. “Alan Kardec tuvo que ir más allá de la religión para crear toda una doctrina en tan sólo 13 años”, explica. El material ha sido elaborado para mostrar la “fuerza” del movimiento que se originó en Francia, pero ha sido en Brasil donde ha alcanzado el mayor número de seguidores, tal como informa Noticia Cristiana haciéndose eco del semanario brasileño.

Los orígenes del espiritismo contemporáneo
Aunque es una práctica pagana antigua, el pionero del espiritismo moderno fue el profesor Hippolyte Léon Denizard Rivail. Miembro destacado de nueve sociedades científicas, escribió unos 20 libros sobre pedagogía en la Francia del siglo XIX. Pero su vida cambió cuando comenzó su búsqueda del aspecto trascendente de la vida. Creyendo que la revelación era hecha por un espíritu, cambió su nombre por el de Allan Kardec.
Así, escribió El Libro de los Espíritus (1857), también fundó la Sociedad Parisina de Estudios Espiritistas y pasó a escribir diferentes libros sobre el tema y una publicación mensual. Él es considerado hoy el “gran codificador de la doctrina”. Murió en 1869 y fue víctima de un aneurisma cerebral. En esa época, su doctrina tuvo oficialmente siete millones de seguidores. Desde entonces siguió creciendo, a pesar de la fuerte oposición de la Iglesia Católica en Europa. Sus libros fueron quemados en público. Medios y seguidores del espiritismo fueron condenados por sus prácticas.
Souto Maior dijo: “Kardec era político. Después de la pelea, midió sus palabras con la Iglesia y sabía que esto iba a traerle publicidad”. En la actualidad, la tumba de Kardec está en el cementerio de Père-Lachaise en París, y allí hay más mensajes en portugués que en francés. No es por casualidad.

El auge del espiritismo en Brasil
El Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) ha señalado que Brasil tiene 3,8 millones de personas que dicen ser espiritistas. Sumado a éstos habría 30 millones de “simpatizantes”, tal como defienden desde la Federación Espiritista Brasileña. Oficialmente, entre los años 2000 y 2010 el número de seguidores del espiritismo creció un 65 % en Brasil. Según la Federación, sigue creciendo. Es un tema recurrente en las novelas y programas de televisión brasileña.
Geraldo Campetti, vicepresidente de la Federación Espiritista Brasileña, dispone lo siguiente: “Nuestra población acepta bien la idea de la vida después de la muerte”. Para muchos estudiosos del tema, el kardecismo es una creación brasileña porque les muestra 3 factores que ayudaron a formar esta doctrina nacional: el sincretismo brasileño (en particular, porque para los católicos la idea de hablar con los santos muertos era común), la proximidad entre el espiritismo y el cristianismo en la enseñanza de las buenas obras y, finalmente, la divulgación de las enseñanzas a través de Chico Xavier.
La llegada del espiritismo a Brasil fue en 1860. El médico y político Bezerra de Menezes tradujo los libros de Kardec al portugués. Sin embargo, sólo 100 años más tarde causaría una “explosión la doctrina”, en gran parte debido a los escritos de Chico Xavier, que murió en 2002, dejando más de 450 libros publicados. Uno de ellos se llamaba simplemente Brasil, Corazón del Mundo, Patria del Evangelio, que abordaba una interpretación del espíritu del Evangelio.
Marcel Souto Maior ha escrito su biografía, Las Vidas de Chico Xavier, una obra que ha vendido más de un millón de copias. El éxito ha producido también una versión cinematográfica que atrajo a 3,4 millones de espectadores a los cines. Ahora, el autor de las dos obras dice que lo mismo ocurrirá con la historia de Alan Kardec. “La película debería estar lista el próximo año”, dice.

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