La médica y el psicópata.
La neurocirujana Hilda Molina desenmascaró las falacias del relato castrista y criticó con severidad a Fidel Castro.
En La trama del poder, la médica cubana Hilda Molina compartió sus duras vivencias en la Cuba de Fidel Castro y desnudó las contradicciones del régimen comunista.
Hilda Molina, lapidaria contra Fidel Castro
Molina nació en el seno de una familia adinerada y católica hace 77 años. Sin embargo, a los quince años abrazó la causa revolucionaria, se puso al servicio del castrismo y participó en una campaña de alfabetización, renunciando a una beca para estudiar Medicina en los Estados Unidos.
Según su testimonio, la Cuba de precastrista “no era el patio de atrás de los norteamericanos”. A su juicio, la difusión de esa creencia popular radica en que “estos regímenes reescriben la historia y sepultan la verdad”.
“Fidel Castro ha sido uno de los seres más inteligentes que ha recorrido el siglo XX. Sabía cómo hablar para cautivar a mi generación, que no necesitaba la revolución”, consideró la entrevistada.
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En esa línea, la prestigiosa neurocirujana realizó un mea culpa por haber apoyado al comunismo durante tantos años. “Son pocos los cubanos que, por acción o variante de omisión, no hemos sido víctimas y cómplices de ese sistema, dirigido por uno de los cerebros más portentosos para la maldad que uno se pueda imaginar”, admitió.
A su vez, Molina demolió otro de los grandes mitos que rodea a la revolución cubana al negar que la isla posea un sistema de salud de avanzada, una idea bastante extendida en América Latina.
De hecho, la médica relató que se carteaba con distintos científicos de todo el mundo con el objetivo de mejorar la salud en Cuba. Cuando el régimen se enteró, la puso cara a cara con Fidel Castro, en una ‘entrevista’ que duró 14 horas.
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En un principio, el líder revolucionario increpó a Hilda por haber transgredido las severas reglas oficiales y poner en tela de juicio la calidad de las estructuras sanitarias del país.
Hilda Molina y Fidel Castro.
Sin embargo, con el correr de las horas, Castro suavizó su postura al escuchar el plan vanguardista de Molina e inclusive dio luz verde para la creación del Centro Internacional de Restauración Neurológica (CIREN). Tan impresionado quedó con el proyecto que más tarde se convertiría en una visita permanente de la institución.
Ya en aquel entonces, hacia principios de la década del 80, la neurocirujana era una descreída del régimen y confesó que siguió adelante únicamente por “los enfermos cubanos”.
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Pero la relación con Fidel no terminó allí. Es que el presidente cubano le propuso matrimonio formalmente en una de sus tantas visitas al CIREN. “Era como un adolescente en ese momento. Ni me acosó ni me hizo una propuesta irrespetuosa. Él quería que yo lo acompañara en la vida y que el mundo supiera que yo era la mujer que él había escogido. Porque me amaba, según sus palabras”, reveló la médica.
Ella, entre la incredulidad y el temor replicó: “‘Se lo agradezco muchísimo pero usted nos enseñó a los cubanos que usted es Dios. Inclusive, por un tiempo, sustituí a mi Dios por usted. Siempre lo voy a mirar de esa manera. ¿Usted quiere que me case con Dios?’ Entonces se quedó callado porque no me podía decir que no era Dios”.
Hilda Molina y Fidel Castro.
Después de la proposición, las visitas de Fidel Castro se espaciaron cada vez más y, a la vez, los ministros del régimen exigieron que el centro no fuera para cubanos sino para extranjeros.
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“Esto se debe a que él sabía que mi sueño era que se atendieran los compatriotas allí. Fue un mecanismo para que le tuviera que pedir que no les quite el centro a los cubanos”, afirmó Hilda.
Las presiones gubernamentales se incrementaron. Molina era seguida por y recibía llamadas amenazantes a toda hora. La cirujana terminó por renunciar a su puesto en el CIREN, aprovechando la ocasión de que su hijo, también médico, se fue de la isla a una beca en Japón. La mujer estuvo en una suerte de prisión domiciliaria durante 15 años.
“Fidel Castro era narcisista, sociópata y psicópata. Un alma totalmente atormentada, incapaz de sentir empatía o cariño por nadie. Él me respetó porque yo pensaba con mi cerebro y haber pasado por arriba sus prohibiciones, contactarme con el mundo y lograr poner en marcha un hospital de este calibre. Su familia es multimillonaria. Los hijos y los nietos no se inhiben de mostrar lo que tienen”, dijo Hilda Molina a modo de conclusión.
(https://lauradimarco.cienradios.com/testigo-regimen-fidel-castro-psicopata/)
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