A continuación presentamos algunas de las características que con mayor frecuencia se presentan en muchas de las sectas.
Autonomía: La secta es así un refugio. Rechazan la sociedad, sus valores e instituciones. Todo es substituido por la propia comunidad. Aquí se conservan puros, perfectos, salvados.
Como vemos las sectas tratan de conseguir su autonomía, pero no respetan la del otro. En esto está presente la inestabilidad, la incertidumbre, la soledad. Ellos se creen poseedores absolutos de la verdad.
Salvacionismo: Solo los miembros de la secta son "elegidos", aceptados por Dios. El adepto es la luz. Y como estamos en los últimos tiempos hay que prepararse para la salvación. Pero la interpretación de la salvación suele ser reducida por las revelaciones de los iniciadores de la comunidad.
Fraternidad y Culto Emocional: Se resaltan las vivencias personales y la experiencia religiosa, se trata de fomentar un clima de fraternidad entre los miembros. En el culto se favorece todo lo que llega al sentimiento como cantos apropiados y testimonios. Se crea una dependencia psicológica del líder y del grupo.
Militarismo Voluntario: Para ser miembro de una secta es preciso una adhesión voluntaria y libre a sus valores y normas. La secta exige ser miembro "vivo", "militante", y "activo"; está constituida por miembros voluntarios, aunque algunos después de ciertas etapas tienen exigencias de permanencia para conservar sus "secretos".
Ellos se consideran "santos"; los demás son mundanos, pecadores. Han de estar dispuestos al sacrificio y a seguir fuertes normas éticas.
Exclusivismo: Para ellos algunas veces la formación no es importante sino, el carisma, la vivencia, la entrega al ideal del grupo.
En ocasiones, el carácter exclusivista del medio en que vive el individuo hace que abandone el estudio, amigos, incluso familia, dedicando todo su tiempo a la secta. No quieren contaminarse con el mundo al que califican lugar de tinieblas.
Temor y Moralismo: A menudo sucede que los hombres actúan por temor más que por amor.
Y en las sectas está muy presente la amenaza de la condenación, de que el fin está próximo. Los métodos para inculcar temor aparecen con facilidad en los escritos y palabras de los fieles sectarios.
Autoritarismo y Obediencia: El grupo secta debe funcionar perfectamente. Para ello, nada mejor que una autoridad que mande con decisión. Esta viene del maestro que ha tenido una "experiencia" peculiar o "revelación". Por lo mismo lo que viene del maestro o líder no se discute, sino que se acepta "obedeciendo ciegamente". Así hay una entrega total a la secta y el cerrarse y protegerse dentro de ella. Como recompensa consoladora el grupo sectario le hace creer al fiel que él es de los "dignos" de pertenecer a la secta, es elegido, es salvado.
Perfeccionamiento Individualista: Más que ante las masas, las sectas se presentan ante el individuo prometiéndole la perfección. Ellos dicen ofrecerles una salvación inmediata y atrayente. Para ello rompen el contacto con el mundo, porque es perverso y está condenado.
Como el lujo, las riquezas y todo lo que proporciona placer es malo, hay que despreciarlo. Lo que importa es el futuro y una conducta incontaminada.
Acomodación Bíblica: Las sectas caen en una simplificación bíblica. Hay que reconocerle a muchas de ellas que le dan importancia a la Biblia, que orientan y motivan a leerla, que es algo familiar para todos sus fieles.
El problema es que la enfrentan con una postura de secta, que la adaptan a sus planes, que la utilizan como una estrategia para atacar y confundir a las personas débiles o sin formación. Sus libros preferidos son Daniel y el Apocalipsis. Caen en un reduccionismo y subjetivismo. Además muchas de ellas quitan, por no convenirles así, siete libros del Antiguo Testamento que son: Tobías, Judit, I Macabeos, II Macabeos, Sabiduría, Eclesiástico, y Baruc.
Tarea Proselitista: Esta es la única actividad que tienen muchas sectas, hacia el mundo y la sociedad.
En la tarea proselitista usan la Biblia y publicaciones propias. Ejemplo de esto son los Mormones y Testigos de Jehová.
La Biblia es una buena táctica para despertar la atención y animar a unirse al grupo. La usan como medio. Dicen enseñar a leer y a entender la Biblia, aunque a veces la falsifican.
Usan técnicas estudiadas de comunicación en las visitas a las casas, en las plazas, estadios, radio, televisión.
Son especialistas en propaganda.
Tienen un estilo proselitista amable, receptivo alegre, son atentos con las necesidades, en los problemas y aparecen como serviciales y amistosos.
La idea más importante de la predicación es la conversión. Se pide un cambio de vida, la ruptura con el pasado marcado por el pecado, el mal, el vicio, el error.
Las Sectas No Son Cristianas: Muchas de las sectas se dicen cristianas sin embargo analizándolas concluimos que no lo son, ya que fallan en cuanto a uno, varios o todos los elementos de la fe básica cristiana.
En cuanto a Cristo existen sectas que defienden que Jesús es un maestro, un líder, un ser con poderes y conocimientos especiales.
También hay sectas que dicen que Cristo es inferior al Dios eterno de la Biblia, que no existió como Dios desde toda la eternidad. Los Testigos de Jehová afirman que fue la primera criatura de Jehová.
La Iglesia Establece el Nuevo Testamento
Cuando Pablo escribió a Timoteo "desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es Cristo Jesús…"(2Tim. 3,15)
Él hablaba del A. T. porque en su tiempo todavía no se había escrito todo el Nuevo Testamento. Jesús no escribió ningún libro. Si hubiera querido que la fe viniera por la lectura, Él nos lo hubiera dicho.
Si poder leer hubiera sido el requisito para la salvación, habrían sido muchos perdidos en la historia de la cristiandad, porque el 80% o más de la gente no sabía leer.
Jesús no mandó a sus discípulos a escribir algo, sino que les mandó a predicar la Buena Nueva.
Sucede asimismo que las sectas que tienen en cuenta la Biblia la separan de la Iglesia y la tradición. Olvidan que la Iglesia y la Biblia son inseparables, ya que antes de escribirse el N.T., ya existía la Iglesia que creía en la Palabra de Dios y la vivía, no hay que olvidar que durante los 20 o 30 primeros años no se escribió nada. Por eso los católicos defendemos que la Biblia fue escrita "por la Iglesia y para la Iglesia" bajo la inspiración del Espíritu Santo. Antes de escribirse la Biblia se dio la tradición y después de escrita también tenemos la tradición eclesiástica para interpretar, clarificar, explicar y conservar la Biblia con la asistencia del E.S.
Ante esto, existen hoy autores católicos y protestantes que presentan la Biblia mediante diferentes tradiciones: evangélica, kerigmática o apostólica y eclesiástica o explicativa.
Existe mucha evidencia extra bíblica sobre la sucesión Apostólica. Los primeros miembros de la Iglesia, quiénes personalmente conocieron a los Apóstoles, (o sea los padres de la Iglesia) y fueron sus discípulos, enseñaron doctrinas definitivamente católicas.
El Espíritu Santo inspiró a Pablo y a los demás autores del N.T. a escribir para el bien de la Iglesia. Así empezó el proceso de la formación del canon. Pero no hay que olvidar que no hay ninguna prueba de que en el N.T. todo está detallado en cuando y como Jesucristo quiso estructurar su Iglesia.
Primero coleccionaron las cartas de San Pablo en diferentes ciudades. Algunas cartas se perdieron como la carta a Laodicea mencionada en Colosenses 4,16.
Marción, en el año 110 d.C. rechazó el A.T. y todo lo que era "judío" en los demás escritos cristianos.
Luego un hombre llamado Tacio trató de unir los distintos evangelios para que fuera un solo libro, pero no fue una idea aceptada por muchos.
En Antioquía, en el año 200 d.C. se usaba el evangelio que se llamaba Evangelio de Pedro mientras en otras ciudades del Medio Oriente rechazaban la carta a los Hebreos. En este tiempo, había muchos escritos falsos.
Enemigos de la Iglesia trataron de sembrar confusión y promover herejías a través de los evangelios y epístolas falsas como por ej. el Evangelio de Tomás (promovido por los gnósticos), el Evangelio de María Magdalena, cartas de San Pablo no escritas verdaderamente por él.
La primera lista de libros compilados, el primer intento para decidir el canon, se llama la Lista Muratoriana que tenía los Cuatro Evangelios, Apocalipsis de Juan, pero omitía la Carta a los Hebreos y las Cartas de Pedro.
Durante los siguientes años, salieron otras listas diferentes, pero poco a poco, el E.S. guió a la Iglesia para discernir cuales libros debían ser aceptados.
En el Concilio Romano, bajo la autoridad del Papa Dámaso (366-389 d.C.) aparece la primera lista de la Iglesia Universal. (Católica).
En el Concilio de Laodicea (363 d.C.) y en el Concilio de Hipona (393 d.C.) y de Cártago (397) decidieron los 27 libros que ahora tenemos (en este concilio encontramos en Canon No. 36 la lista de los 46 libros A. T. de la Biblia Católica). Esto ocurrió tres siglos después del nacimiento de Jesús.
La Biblia protestante acepta solamente 39 libros del A.T.
Así se desarrolló la Biblia. No cayó del cielo, sino que Dios respetó el proceso humano con todas sus fallas. Al fin y al cabo, si Jesús, que es la Palabra perfecta de Dios, era humano ¿porque la otra palabra de Dios (la Biblia) no lo podía ser también?
Los que piensan que antes de Martín Lutero no existían traducciones de la Biblia están equivocados. Antes de que él tradujera la Biblia en alemán, la Iglesia tenía la Biblia en 26 diferentes lenguas europeas y en ruso.
En todo el proceso de canonizar la lista de libros de N. T. entendemos mejor que fue la Biblia la que salió de la Iglesia y no la Iglesia de la Biblia. Por eso, verdaderamente no hay separación entre Biblia y Tradición. La Biblia forma parte de la Tradición de la Iglesia Católica.
Los libros no aceptados por los protestantes son Tobías, Judit, I de Macabeos, II de Macabeos, Sabiduría, Eclesiástico y Baruc.
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