"La humanidad no encontrará la paz hasta que no vuelva con confianza a mi Misericordia" (Jesús a Sor Faustina)

domingo, 13 de septiembre de 2020

Psicólogos advierten sobre ciertos riesgos del mindfulness y meditación

 Meditación y mindfulness podrían empeorar la ansiedad y la depresión. Según leemos en El Espectador, aunque estas prácticas son conocidas por aliviar el estrés, una revisión de evidencia científica indica que una de cada 12 personas que realiza estas prácticas experimenta un efecto negativo o no deseado. Se registran casos en los que se detonan síntomas de trastornos aparecen por primera vez.


El mindfulness y la meditación son prácticas que requieren prestar mucha atención a los propios pensamientos, teniendo en cuenta esa instrucción un equipo de investigadores de la Universidad de Conventry (Reino Unido) revisó estudios previos para ver si todos los efectos de ambos ejercicios son realmente tan bondadosos. Según Miguel Farias, uno de los autores, “para la mayoría de la gente funciona bien, pero sin duda ha sido sobrevalorado y no es universalmente benévolo”, citó el portal New Scientist.


Farias y su equipo identificaron una lista de investigaciones previas publicadas en revistas médicas sobre ambas prácticas. Tras excluir aquellos estudios que deliberadamente se proponían a resaltar efectos negativos, los autores se concentraron en 55 estudios donde los participantes declaraban un empeoramiento de trastornos como depresión o ansiedad o la aparición, por primera vez, de síntomas relacionados a ellos. Con base en ello, se calculó el promedio de que aproximadamente una de cada 12 personas que prueban la meditación experimenta un efecto negativo no deseado.


Si bien esta consecuencia está descrita en algunos informes de pacientes con problemas de salud mental, no hay datos precisos acerca de la frecuencia del problema. De acuerdo con nuevos hallazgos, la afectación recae sobre el 8 % de personas que meditan o practican el mindfulness. Se trata de un aumento de la ansiedad hasta ataques de pánico, comentó Farias en el mismo portal. Asimismo, se registran casos de psicosis o pensamientos suicidas.


Una explicación ofrecida por Katie Sparks, psicóloga colegiada y miembro de la Sociedad Británica de Psicología, admite que los efectos secundarios pueden provenir de personas que sufren de estos trastornos sin haber sido diagnosticados. De ahí que en el momento de practicar meditaciones para aquietar sus pensamientos, la mente se “rebele como una reacción violenta al intento de controlar la mente, y esto resulta en un episodio de ansiedad o depresión”. La recomendación, aseguran los autores de la revisión y demás expertos, es optar por meditaciones guiadas que sostienen una narración más segura.

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