Conocida por su programa “Pare de sufrir”, la Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD) abrió, desde su llegada al país en 1999, sedes en todas las provincias argentinas. Hoy la filial local de la congregación fundada en Brasil por el líder sectario y magnate de medios Edir Macedo, tiene 281 templos, según informa en su página web. Su expansión territorial creció a la par que los millonarios recursos que maneja, por donaciones que declaró recibir de sus fieles. Lo cuentan Mariel Fitz Patrick y Sandra Crucianelli en Infobae.
Sin embargo, no se conoce el número de sus seguidores, ya que la Iglesia no informa ese dato y no respondió al requerimiento de Infobae. La doctora en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires y especialista en sociología de la religión Mariela Mosqueira advierte de que “la IURD no tuvo éxito en su expansión en términos de feligresía” en Argentina. “Como parte de una estrategia de visibilización en el espacio público, tiene templos en todos lados, pero están prácticamente vacíos. El más importante y concurrido es de la Capital Federal, en el barrio de Almagro”, afirma esta investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
Mosqueira fue parte del equipo que realizó la Segunda encuesta nacional sobre creencias y actitudes religiosas realizada en 2019 por el CONICET, la única de su tipo en el país y solventada con fondos estatales. Según este estudio, el 15,3 % de los argentinos se declaran evangélicos. Pero de ese porcentaje, solo el 0,6 % dijo pertenecer a la Iglesia Universal.
Este número contrasta con los millonarios recursos informados en sus estados contables. En 2019, la IURD declaró un patrimonio en el país de 6.600 millones de pesos argentinos, equivalentes a unos 113 millones de dólares, y donaciones de más de 2.200 millones de pesos (unos 38 millones de dólares). Así surge del último balance presentado por la IURD ante la Inspección General de Justicia (IGJ), al que accedió Infobae, socio de la investigación transnacional “Paraísos de dinero y fe”, coordinada por el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP), Columbia Journalism Investigations (CJI), OCCRP y otros 9 medios de la región.
Gran parte de las donaciones fueron aportadas en forma anónima por sus fieles durante el culto, según consignó la Iglesia en una presentación ante la IGJ. Fue en respuesta a las observaciones a sus balances de años anteriores que le hizo el organismo que controla a las asociaciones civiles. En el escrito presentado el 4 de agosto último, la IURD Argentina sostuvo que “cuenta con millones de fieles a lo largo y ancho de todo el territorio nacional, los que se congregan en los más de 350 templos que funcionan en todo el país”. En su web, sin embargo, figuran 281 sedes, y las filiales registradas en la Secretaría de Culto de la Nación son 203, según la respuesta del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto al pedido de Acceso a la Información Pública que realizó Infobae, socio de esta investigación.
“En dichos templos se desarrollan de 4 a 6 reuniones diarias por las que transitan en forma normal y habitual miles de personas, feligreses que por su propia voluntad, impregnados por su deseo de Fe y prosperidad, resuelven por sí mismos en un momento de recogimiento espiritual e individual la ofrenda que deciden entregar en el altar/alfolí. Atento (a) ello no se individualiza a cada uno, ni los montos que entregan, pues interrumpir dicho momento implica violar derechos constitucionalmente garantidos y el debido secreto, así como la turbación del ejercicio en libertad de culto”, sostuvo la presidenta de la IURD en Argentina, Idinei María Oracz de Assis, en la presentación ante la IGJ a la que tuvo acceso Infobae.
La teología de la prosperidad
Fundada hace 43 años, en Brasil –donde la penetración política y social de la IURD es mucho más fuerte que en Argentina, al punto de tener su propio partido político, Republicanos–, sus seguidores superan 7 millones. En el mundo, suman otros 2,9 millones distribuidos en 135 países en los cinco continentes. Las cifras fueron brindadas por la propia IURD a Agência Pública, otro aliado de esta investigación.
Macedo, hoy de 74 años, es uno de los líderes religiosos más ricos del mundo, con una fortuna estimada por Forbes, en 2015, de 1.100 millones de dólares. La Iglesia Universal, con orígenes en el pentecostalismo, fundamenta su creencia exclusivamente en lo que dice la Biblia y sigue la “teología de la prosperidad”. Esta teoría sostiene que la bendición financiera y el bienestar físico y espiritual son producto de “la voluntad de Dios”, y que la fe y los sacrificios económicos en favor de la Iglesia aumentarán la propia riqueza material.
Investigada por presunto lavado
Como parte de la investigación internacional, Infobae reveló que la IURD en Argentina está siendo investigada en la Justicia Federal por presunto lavado de dinero (véase el boletín InfoRIES nº 773). La lupa judicial se posó en “cuantiosos incrementos de depósitos de dinero en efectivo” registrados en las cuentas bancarias de la entidad religiosa, respecto de los cuales no se pudo comprobar el origen lícito de los fondos.
Los montos depositados generaron Reportes de Operaciones Sospechosas (ROS), entre 2010 y 2014, por más de 830 millones de pesos, una cifra cercana en ese momento a los 100 millones de dólares. Fueron canalizados luego en otras operaciones bancarias, plazos fijos, así como en la compra de inmuebles, vehículos y hasta en un avión adquirido en el exterior.
La IURD argumentó que era dinero proveniente de las donaciones de sus fieles y que no podía identificarlos, porque las contribuciones se hacían durante el culto en forma anónima. Los fieles tienen estipulado un diezmo del 10 % de sus ingresos, según informa la propia Iglesia. En paralelo a la causa judicial, en febrero del año pasado, la UIF le impuso una sanción administrativa y multa de 240.000 pesos a la filial argentina y a tres de sus directivos, por no tomar medidas para prevenir el lavado de dinero.
Balances objetados
La IURD, al igual que otras entidades religiosas no católicas en el país, goza de autonomía en el manejo de sus recursos provenientes del diezmo y las ofrendas de sus fieles a fin de garantizar la libertad de culto. En tanto asociaciones civiles, el Estado sólo les exige presentar sus balances anualmente ante la IGJ, organismo que objetó sus estados contables del 2017, 2018 y 2019, y le reclamó precisiones y presentar documentación faltante.
Según los documentos a los que accedió Infobae, entre las observaciones figuran que la Iglesia no identificó a los particulares que hicieron donaciones por encima –en ese momento– de 400.000 pesos (unos 44.000 dólares), en una única vez o varias durante el período de un mes, tal como exige la normativa antilavado, ni les pidió justificar el origen del dinero. Asimismo, la IGJ le reclamó a la IURD no haber presentado documentación que respaldara la licitud de las donaciones de más de 800.000 pesos realizadas por una persona o más vinculadas entre sí, en un período de 30 días.
No fueron los únicos incumplimientos que detectó el organismo. De acuerdo a un requerimiento fechado el 26 de noviembre último, la IGJ también pidió a la IURD que presente la documentación que acredite egresos de dinero por montos elevados, que no figuran detallados. Así, por ejemplo, le reclamó un desglose de “gastos varios” por más 120 millones de pesos (unos 3,3 millones de dólares de ese momento), “gastos bancarios” por más de 12,4 millones de pesos (342.000 dólares), y “honorarios” por más de 13,6 millones de pesos (376.000 dólares) que figuran en el balance 2018, sin mayor especificación. También le exigió que presente los formularios fiscales correspondientes a “remuneraciones y cargas sociales” por casi 243 millones de pesos (6,7 millones de dólares al cambio de ese momento).
Infobae contactó a mediados de julio con la presidenta de la IURD desde 2009, pero Oracz de Assis declinó responder las preguntas enviadas por mail, bajo el argumento que “dada la situación actual de aislamiento (por el coronavirus), la Comisión Directiva de la Institución se encuentra imposibilitada de tratar el tema”. Este medio insistió en obtener su explicación sobre estas observaciones, ya que supo por uno de los apoderados de la entidad que tendrían una reunión de Comisión Directiva por zoom, pero hasta el cierre de esta nota no había podido obtener respuesta.
Las explicaciones de la secta
El 4 de agosto último, la IURD respondió el requerimiento de la IGJ. La profusa documentación que acompañó ya comenzó a ser analizada por el área de Control Contable de Entidades Civiles. En el escrito presentado, la IURD explicó la dificultad que tenía para individualizar a sus donantes en los templos durante el culto, así como el monto entregado por cada uno como ofrenda. Sin embargo, sostuvo que “los montos percibidos en forma individual no se encuentran alcanzados por los parámetros establecidos en la normativa vigente a efectos de ser obligatoria la identificación o requerimiento de documental respaldatoria y/o confección de DDJJ alguna por parte de los donantes”.
Asimismo, aseguró que “como surge de la documental adjunta, en aquellos casos en los que el monto recibido supera” los topes establecidos en la Resolución 7/2015 de la IGJ (400.000 pesos) “se ha procedido a confeccionar la DDJJ y armar legajo correspondiente”. El pasado 11 de agosto, la IGJ –ya con un nuevo titular al frente, Ricardo Nissen– emitió una nueva observación a la IURD, esta vez por el balance 2019. Le requirió nuevamente la declaración jurada de licitud de los fondos y documentación respaldatoria de las donaciones recibidas en dinero y bienes reflejadas en el informe contable del año pasado.
Asimismo, le advirtió de que el valor informado de los dos vehículos recibidos como donación, no coincide con el monto declarados de donaciones en bienes. Por último, le pidió que explique el “objetivo y destino” de un Fondo Común de Inversión por 133 millones de pesos (3,3 millones de dólares al cierre del balance el 31 de agosto) y depósitos en plazo fijo por 834 millones de pesos (equivalentes a 4,3 millones de dólares).
Patrimonio en ascenso
Según surge de los números declarados por la IURD en Argentina, en 2015 el patrimonio neto era de 723 millones de pesos (71 millones de dólares a valor de la moneda en ese momento). Tres años más tarde, registró un aumento del 124 %, y en 2019, ascendió a 6.600 millones, unos 113 millones de dólares al cambio del 31 de agosto de ese año, fecha de cierre del balance.
“El fuerte incremento patrimonial experimentado en el balance 2019 es producto de la aplicación del método de ajuste por inflación contable que se hizo obligatorio a partir de comienzos del año pasado”, explicó el contador Ariel Eyman, ante la consulta de Infobae por el salto en el patrimonio registrado en los balances de la entidad entre 2018 y 2019.
En inmuebles, sin especificar cantidad, la IURD declaró el año pasado un total de 3.500 millones de pesos (unos 61 millones de dólares). Infobae pudo constatar, a partir de pedidos a los Registros de la Propiedad Inmueble de la Capital Federal y de Provincia de Buenos Aires, que la Iglesia es propietaria de 12 inmuebles en la Ciudad de Buenos Aires y otros 31 en territorio bonaerense.
En cuanto a los automóviles de su propiedad, la entidad religiosa informó, al 31 de agosto de 2019, que alcanzaban en total 128 millones de pesos, sin identificar cantidad. Según los datos recabados por este medio en la Dirección Nacional de los Registros de la Propiedad Automotor, la IURD es titular actualmente de 236 vehículos registrados en la Ciudad de Buenos Aires. Una docena de ellos son Chevrolet Onix comprados como 0km en 2019, y otros 11 de la misma marca y modelo fueron comprados en febrero de este año, también 0km, con un valor que ronda 1.200.000 pesos cada uno. Entre los modelos propiedad de la Iglesia figuran un Audi Q7 del 2012 y un BMW 510 del 2009.
En el balance 2017, se hace referencia al remate el año anterior por parte de la Secretaría de Ingresos Federales de Brasil de un avión Cessna Citation X Modelo 750, con matrícula LV-CEP. Conocido como “My Jesus Crist”, fue comprado por la Iglesia en Argentina por casi 12 millones de dólares en 2010, y registrado en nuestro país por razones impositivas, pese a que habría sido utilizado por la IURD de Brasil, según figura en los documentos consultados por Infobae.
La aeronave fue incautada en 2012 en San Pablo, Brasil, por infringir las normas aduaneras. Según las autoridades de este país, se ocultó el beneficiario real del avión, y fue rematado en 2016 en 5 millones de reales, equivalentes a un millón de dólares, muy por debajo de su valor, estimado en 3,4 millones de la moneda estadounidense en ese momento.
Donaciones generosas
“Se vuelve a observar una expansión satisfactoria en todo el territorio argentino merced a la excelente prédica escrita, hablada y televisiva de los Pastores de la Iglesia, vista una mayor incorporación de fieles, con el consiguiente aporte humano, económico, donaciones y recursos afectados”, consignó la IURD en su Memoria 2019. Esta congregación religiosa –como todas las no católicas en Argentina– no recibe fondos públicos. El año anterior, la IURD informó sobre donaciones de sus fieles, tanto en dinero como en bienes, por 1.521 millones de pesos, equivalentes a unos 40 millones de dólares de ese momento.
Según la socióloga Mosqueira, “los que concurren al templo principal de la IURD en la Capital, suelen ser en general, personas de la periferia, de sectores bajos y medios bajos, que suelen tomar contacto con la Iglesia a través de los programas de televisión”, como los popularizados por el lema “Pare de sufrir”, “Los vicios tienen cura” o “Miércoles de milagro”. En 2019 las donaciones informadas por la IURD ascendieron a 2.204 millones de pesos, unos 38 millones en la moneda estadounidense al cambio del 31 de agosto de ese año, el 99 % de las cuales fueron en dinero.
De los bienes, la IURD solo detalló dos autos que no llegan a la mitad de los 1,6 millones de pesos que consignó haber recibido en ese concepto como donación. Esa diferencia entre el monto que la Iglesia informó haber recibido en bienes, y el detalle de las propiedades y/o vehículos identificados con la documentación respectiva, se repite en los balances del 2019 y de años anteriores.
Ya en 2017, la Unidad de Información Financiera (UIF) había advertido en un informe reservado aportado a la Justicia Federal de San Isidro “la imposibilidad de determinar si las cifras que la Iglesia manifiesta en términos de donaciones son reales, atento la inexistencia de alguna nómina de donantes o registro de donaciones y control sobre los recaudadores, en el caso de los pastores de cada Iglesia”. Por este motivo, para la unidad antilavado, “resulta imposible determinar con claridad el origen del dinero, ya que, al no existir registros materiales, se podrían canalizar a través de sus cuentas dinero en efectivo con posible origen espurio, lo que genera la confirmación de la sospecha respecto de la operatoria planeada”.
Sin control de la AFIP
Como todas las iglesias no católicas inscritas oficialmente en el Registro Nacional de Cultos –la IURD lo hizo en 1991– y reconocidas oficialmente, la IURD está exenta del pago de impuestos en Argentina. Para acceder al beneficio impositivo, las entidades religiosas deben tramitar un certificado de exención en el Impuesto a la Ganancias.
En julio del año pasado, la AFIP simplificó el proceso para obtenerlo y dispuso que las entidades religiosas ya no debían presentar balances anuales ni declaraciones juradas como se exigía anteriormente ante ese organismo, y por ende, quedaron fuera de los controles fiscales. Desde entonces, solo se les exige el certificado emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de que están inscriptas en el Registro. Por este motivo, en su carácter de asociaciones civiles, únicamente deben presentar sus balances anuales ante la IGJ.
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