"La humanidad no encontrará la paz hasta que no vuelva con confianza a mi Misericordia" (Jesús a Sor Faustina)

lunes, 5 de febrero de 2018

Una «orden templaria» de Cuenca promueve las pirámides terapéuticas y la magia sexual


Orden templaria: paganismo y gnosticismo anti-cristiano al servicio de la secta luciferina Nueva Era.

Secretaría RIES, el 29.01.18

Un argentino lleva al menos desde 2010 en la provincia de Cuenca (España) y eligió Paracuellos de la Vega, un pueblo de cien habitantes, para montar una supuesta “orden templaria” que exige, entre otros requisitos, dormir en una cama o vivienda piramidal como las que vende la compañía que dirige junto a su mujer. Lo cuenta Jesús Huerta en el medio Voces de Cuenca.

El argentino Gabriel Silva es descrito en numerosas entrevistas como investigador, explorador, psicoantropólogo, esoterista, empresario, cantante, pintor, escritor, ex agente de los servicios de Inteligencia de su país y primer maestre de una orden templaria domiciliada en un pueblo conquense de apenas cien habitantes.

Promueve una pseudoterapia

Según se puede leer en las innumerables referencias que hay de él en Internet, Silva llegó a España en 1998. Cuatro años después creo el grupo de investigación ‘Club Osiris’ y abrió con su mujer ‘Piramicasa’, compañía que comenzó vendiendo camas y luego diversificó a la venta de casas con forma piramidal y presuntas propiedades terapéuticas derivadas de la energía de esta figura geométrica.


Las primeras referencias de Gabriel Silva en la provincia de Cuenca aparecen en el año 2010, cuando presentó a la alcaldesa de Cardenete un proyecto de inversión a cambio de enajenar o arrendar una finca de la localidad. Desde hace unos años Gabriel Silva tiene su base de operaciones a caballo de Alicante y Paracuellos de la Vega. En esta localidad tiene una finca, protegida de la vista de extraños con altos muros, en la que presuntamente construye las pirámides terapéuticas que vende.
En Paracuellos también está el domicilio social de la Orden Templaria ‘Trifolium Ordo Templis’ u Orden del Trébol de la que es gran maestre y que fue creada “para recuperar y difundir el Conocimiento Sagrado, así como la verdadera historia Templaria, mucho más antigua que la fatídica etapa en que parte de los Templarios transaron con la Iglesia Católica, ya muy alejada en el año 1118, del auténtico Cristianismo”, según explica la web.

Entre el oro y las doctrinas esotéricas

Esta organización aparece en el Registro Nacional de Asociaciones del Ministerio del Interior desde septiembre de 2017, aunque el blog tiene entradas desde el año 2011. En esta web hay un formulario de inscripción a la organización templaria que hay que enviar a una dirección postal de Paracuellos de la Vega, concretamente de la calle Plazuela. El domicilio en el que está registrada la asociación es la ‘finca El Kybalión’, en la calle Heras.

¿Qué hay que hacer para pertenecer a la orden del trébol? Para ingresar en ella hay que cumplir trece condiciones. Una de ellas es aportar anualmente diez gramos de oro puro a las arcas de orden o su equivalente en dinero. Con los datos de cotización vigentes en el momento en el que se redacta este artículo eso son 350 euros anuales.

Otra condición para ingresar en la orden es estudiar los libros La biblia III: Testamento de Todos los Tiempos, Catarsis Cátara y Ecologenia. El primero lo firma un autor llamado Ramiro de Granada, del que la única referencia que se encuentra en Internet es la de sus libros a la venta, entre ellos este manual que tiene un precio de 49 euros más IVA. En uno de los portales que lo venden un enlace sobre el autor lleva al perfil del propio Gabriel Silva, autor de los otros dos libros iniciáticos de la orden.

Fijación con las formas piramidales

Un tercer requisito para entrar en la orden es “dormir en una cama piramidal, vivir en una casa piramidal o usar pirámides para terapias y experimentos”. El enlace a ‘Piramicasa’ está bien visible en la web para que los aspirantes a templarios no tengan dificultades en comprar este producto para cumplir este requisito.

Explica la hoja de inscripción que la cruz templaria es “una pirámide perfecta inscrita en un plano” y por tanto consideran lógica esa pretensión, o acaso “¿te suscribirías a un club náutico sin tener ni una canoa?”. Justo para eso, según se reconoce en este propio mensaje en la web, se fundó Piramicasa.

En el listado de condiciones para entrar en la orden hay alguna que no tiene repercusión económica, como aprender yoga tantra o magia sexual; estar dispuesto a rendir exámenes de lo estudiado para ascender en la orden y comprometerse a “no hablar de un hermano” ni revelar nombres y datos de sus compañeros, entre otras.

La orden ofreció en mayo de 2017 una excursión de una semana por tierras cátaras, con visita a lugares como Montserrat, Carcassone y Foix, entre otros; en régimen de media pensión y un precio de 1.495 euros. En la web de Piramicasa también ofertan un próximo viaje a Egipto para el próximo mes de mayo de 2018, con un precio de 2.435 euros por persona, con Gabriel Silva de guía.

El blog de la Orden del Trébol se completa con varios artículos relacionados con los cátaros, el Santo Grial, los caballeros templarios… A lo largo de todos estos textos aparecen con frecuencia enlaces a las páginas de compra de los libros de Silva.

El fraude de los neotemplarios

Tal como explicaba recientemente Luis Santamaría, integrante de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), en un artículo publicado en Aleteia, hay multitud de grupos y asociaciones que dicen ser herederos de los Templarios.

Un tipo de los diversos que hay, según este experto, “con más o menos ambigüedad en su presentación pública, no son otra cosa que grupos esotéricos, rosacruces y hasta directamente masónicos”. De hecho, “el neotemplarismo, alentado por la masonería y diversas corrientes del ocultismo moderno y contemporáneo, no tiene nada que ver con los templarios medievales”.

Categorías : Esoterismo - Ocultismo, Pseudoterapias y pseudociencias
(http://infocatolica.com/blog/infories.php/1801290301-una-lorden-templariar-de-cuen)

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