Quedan solamente dos semanas para el 21 de diciembre de 2012, la fecha mágica en la que termina la “cuenta larga” del calendario de los mayas, tal como defienden algunos. Se acerca el día y parece que la balanza se va inclinando más hacia el lado de los que piensan que el mundo no se acaba, y cada vez son más los que defienden la alternativa más fascinante: asistiremos a un cambio de época producido por un salto en la conciencia humana. Porque, obviamente, no vemos signos en lo astronómico ni en lo geológico que nos hagan predecir un cataclismo cercano. Pero, por lo que yo veo, tampoco asistimos a una preparación de los hombres para un cambio interior de importancia.
Una de las noticias que se ha divulgado en torno al 21 de diciembre es la confluencia de múltiples convocatorias de la nueva religiosidad para esa fecha. Además del lado comercial inevitable –por el que el mundo de la hostelería se frota las manos, especialmente en ciertos enclaves especiales para los miembros y simpatizantes de todo lo esotérico–, la gente tiende a reunirse con otros que “sospechan” o ciertamente “conocen” lo que va a pasar. A uno de estos encuentros, muy curioso, lo han denominado Cumbre Espiritual Planetaria. Un nombre tan rimbombante que bien merecería el apoyo de organismos internacionales como la ONU o la UNESCO, además de la participación de representantes de las mayores tradiciones religiosas del mundo. Pero veamos qué hay y quiénes están detrás de esta interesante convocatoria.
La llamada a los participantes potenciales es clara: “¡únete! para generar la masa crítica que dé nacimiento a la nueva humanidad”, leemos. ¿Qué es lo que va a pasar? Algo grande, según parece: el inicio del nuevo tiempo planetario. La cumbre tiene, además, un lugar y un tiempo muy determinados. El enclave escogido es Uxmal, en Yucatán (México). No podía ser de otro modo: un lugar vinculado a la cultura maya. ¿Y cuál es la razón de haber elegido esa antigua ciudad? Una bien importante: la pirámide llamada “del Adivino”, que se encuentra allí mismo, es, según los organizadores del evento, “una antena magnética receptora de los potentes rayos galácticos que darán inicio a la Nueva Era”. Así que cuanto más cerca, mucho mejor.
En cuanto al momento en el que tendrá lugar la celebración central, serán las 5:12 del 21 de diciembre. ¿Y por qué en ese minuto y no en otro? Esto también tiene su razón especial: será “el punto de máxima recepción de los rayos galácticos que generan la transformación planetaria”. Ah, claro. Todo cuadra. Y sabiendo las coordenadas espaciotemporales… ¿qué es lo que se va a celebrar, en concreto? Nada más y nada menos que la ceremonia de la transformación planetaria,“junto con grandes maestros de luz, líderes de consciencia, y guardianes espirituales provenientes de diferentes puntos del planeta Tierra”. Al menos podemos respirar tranquilos, porque leyendo esto sospechamos que no recibiremos la visita de ningún extraterrestre.
En este momento, vamos a ver la lista de participantes destacados. ¿Quiénes son esos ilustres señores que la web de la Cumbre Espiritual Planetaria presenta como magistrales, especiales y líderes de tradición? El catálogo es muy amplio, así que solamente referiré los nombres de los principales, y repasaré el tipo de personas que van a participar como ponentes. Entre los“invitados magistrales” encontramos a la convocante, la “Venerable Madre” Nah Kin (líder del conocimiento innovador maya) y al gurú del renacimiento espiritual del mundo James Redfield(autor del best-seller Las nueve revelaciones), además de otros defensores del yoga, tantra, sufismo, saberes ocultos y medicinas alternativas.
Si echamos una ojeada a los “invitados especiales”, que son un montón, seguimos con gente en la misma línea de lo que acabo de apuntar, añadiendo algunos otros ingredientes: una médium que además es profesora en el Instituto Omega para Estudios Holísticos, un señor que dice ser obispo budista y esotérico, una señora a la que visitan tanto la Virgen María como otros Seres de Luz para darle el poder de curar, una sacerdotisa de la diosa Ixchel, el director de la Orden Aquariana Ecuménica y Acharya de soberanos ecuménicos regentes de la Aghartha Sangha… además de temas como las Constelaciones Familiares, la sexualidad alquímica, el reiki, los ángeles, el chamanismo, la conciencia crística, la sanación a través de la luz, las virtudes de los siete Rayos, la lectura de los registros akáshicos, la astrología, los mandalas, la geometría sagrada, la cristaloterapia, las Flores de Bach, el tarot, el simbolismo hebreo, la vibración espiritual y un largo etcétera. Ah, y algo que no puedo dejar pasar, porque me ha conmovido: el “Striptease Bioenergético”.
Y no queda aquí la cosa. El plantel de expertos se amplía con otras dos categorías: los líderes de tradición y los representantes de la sabiduría maya solar. Unos y otros constituyen lo que podríamos llamar la clase clerical del evento, porque representan a las antiguas tradiciones espirituales de la zona. También aquí constato muchas curiosidades. Un chamán, por ejemplo, dice haber sido iniciado en la masonería. Otra dice sanar usando “un cráneo de cristal como una computadora holográfica para acceder a la sabiduría programada dentro de él”. El sincretismo lo vemos en casi todos ellos, llegando al extremo de mezclar la religiosidad maya con los misterios de Isis o el budismo tántrico tibetano, por poner dos ejemplos concretos. En muchos de los representantes se unen psicotecnias de tipo espiritual, nuevas terapias, meditación oriental y sanación. Y supongo que cualquier integrante de la civilización maya, si se levantara hoy y los viera, no los reconocería más que por los atuendos.
La organización de la Cumbre está a cargo de la asociación Kinich Ahau, promovida por la “Venerable Madre” que cité algo más arriba. Esta mujer “sintió el llamado de los Maestros De Luz, quienes la exhortaron a realizar un Magno Evento que sirviera como un poderoso vórtice de luz, pleno de una auténtica espiritualidad donde pudiera emerger la energía transformadora que impulsará a esta humanidad a abrirse a los códigos del Nuevo Tiempo”. Y es que Nah Kin, la anfitriona, no es otra cosa que una “mujer de extraordinaria sabiduría, quien comparte su luz a través del néctar sagrado del amor”. Si copio estos textos es para que el lector se haga una idea de todo lo que se dice para convocar al encuentro, y para disuadirlo de que se ponga a leer tanta palabrería pseudoespiritual.
¿Cuál es la finalidad de la Cumbre Espiritual Mundial? Según sus organizadores, “elevar la conciencia espiritual de esta humanidad para que cada ser humano se sintonice con su propia Esencia Divina y pueda experimentar la vida con armonía, felicidad, bienestar y paz”. Ah, claro, lo de siempre en la Nueva Era: descubrir que yo soy Dios. Pero para eso no hace falta irse hasta México dentro de unos días… por ello el programa es de lo más interesante para toda la gente que se halla en la “nebulosa místico-esotérica”, ya que cada uno puede encontrar de lo suyo en tan variado supermercado espiritual. La Cumbre durará cinco días, y constará de diversos foros temáticos, meditaciones, talleres y ceremonias, además de un área infantil “para niños de entre 3 a 10 años, con actividades lúdicas, de meditación o aprendizaje de acuerdo a su edad”. Nueva Era para todos.
Hasta ahora no ha salido el precio, que seguro que es importante. Los talleres, por lo que he visto, cuestan entre 40 y 220 euros. Eso sí, con un descuento del 50 % al que se inscriba a toda la Cumbre. Para participar en la ceremonia planetaria del día 21, que es lo gordo del programa, se recomienda vivamente estar la víspera en el entrenamiento que hará Nah Kin para “estar en sintonía con el poderoso momento energético espiritual que vamos a vivir en Uxmal… cómo trabajar con la energía que entrará en ese momento al planeta Tierra, para mejorar tu propia vida y para contribuir con el surgimiento de la Edad Dorada de luz, paz y amor”. ¿El precio? 120 euros nada más. Entonces… ¿cuánto cuesta participar en la Cumbre completa? 450 euros (sin incluir la comida, el alojamiento ni los talleres). Que no es nada, fíjense, comparado con tantas cosas grandiosas que se van a vivir y tantas personas interesantísimas que se van a conocer.
¿Éste es el cambio de conciencia que va a traer consigo el 21 de diciembre de 2012? A mí me suena a lo de siempre. Nada nuevo, pues son las mismas ofertas esotéricas y sincréticas que vuelven una y otra vez, con apariencias que pueden ser más religiosas, psicológicas, espirituales o científicas… pero que vuelven a llevar al hombre al ensimismamiento, adorando una divinidad interna que parece aplacar nuestra sed de Infinito y nuestra necesidad de sentido. Cuánto aprovechamiento habrá, y cómo acabará la Cumbre…
Luis Santamaría del Río
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