Shoko Asahara, líder de la secta japonesa Verdad Suprema, es condenado a muerte por el atentado con gas sarín en el metro de Tokio el 20 de marzo de 1995.
El líder de la secta japonesa Verdad Suprema fundada en 1986 es condenado a la pena capital por planear y ejecutar los atentados perpetrados en 1995 con gas sarín en el metro de Tokio,que dejaron a 6.300 personas intoxicadas, 13 muertos y a decenas en estado casi vegetativo.
El ataque fue uno de los primeros de terrorismo moderno y el más mortífero en la historia de Japón.
Chizuo Matsumoto, alias Shoko Azara, fue ejecutado en la horca, método utilizado en el país para los condenados a pena de muerte. Fue la suya la primera de varias programadas en relación a este mortífero ataque. El julio de 2018, fueron también ahorcados 23 miembros más de la secta fueron también ahorcados tras un largo proceso que se había alargado por más de 20 años .
Matsumoto, nacido en 1955 en la isla suroccidental de Kyushu había cambiado su identidad cuando comenzó a gestar su culto. Trabajó como profesor de yoga y padecía una ceguera casi total desde pequeño. En los años 80 fundó Verdad Suprema, como un grupo espiritual que combinaba creencias hindúes y budistas, y que posteriormente acabó adaptando algunos elementos de las profecías apocalípticas del cristianismo. Su objetivo era destruirlo todo para volverlo a construir.
Se declaraba a sí mismo como cristiano y el primer “iluminado” desde Buda.
Asahara consiguió que le siguieran más de 10.000 personas en su país y otros 30.000 en Rusia.
(https://www.lavanguardia.com/hemeroteca/20190226/46692776938/verdad-suprema.html?fbclid=IwAR0BB5fu6IBiSpFGCrJzsQKmMpyoRw5xytEvS8nVGIxdN7lkDrF4kZB3Zg4)
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