"La humanidad no encontrará la paz hasta que no vuelva con confianza a mi Misericordia" (Jesús a Sor Faustina)

jueves, 28 de febrero de 2019

Inexplicablemente, el periódico del arzobispado de Madrid elogia una novela del autor de una obra blasfema


Por Carlos Esteban | 28 febrero, 2019

En su sección de Cultura, Alfa y Omega, el periódico del arzobispado de Madrid, recomienda encarecidamente a los fieles la lectura de un autor, Ray Loriga, a los que escupió a la cara no hace tanto con una interpretación blasfema y repugnante sobre Santa Teresa.



“Esta vez, la polémica no vendió”, leíamos en ACI Prensa en 2007. “La cinta de Ray Loriga “Teresa, el cuerpo de Cristo”, que difama a la más grande santa de España, no logró conquistar la taquilla de ese país”. No era un comentario polémico o personal de la publicación: el entonces Arzobispo de Toledo, Cardenal Antonio Cañizares, “consideró que la publicidad de esta cinta “merece olvido por lo blasfemo de la foto publicitaria y por la gravedad de la visión tan distorsionada, insultante, falsa y denigratoria, de la figura, de la mujer, de la santa más grande de la España de todos los tiempos y una de las cotas más altas de la humanidad”.

Pero eso era en 2007, corrían otros aires en la Iglesia española, que sabía defenderse de los blasfemos y no halagar a quienes la odian. Hoy vivimos en una ‘Iglesia de la Misericordia’ que a veces parece confundir la misericordia en masoquismo y autoodio, reservando una rendida admiración para los que están fuera y desprecian todo lo que huela a catolicismo, y un desprecio implacable e inmisericorde para quienes aspiran a conservar y vivir el cristianismo como se ha hecho durante milenios.

Y por eso el periódico del arzobispado de Madrid, Alfa & Omega, en boca de Maica Rivera, dedica una ‘crítica’ apabullantemente halagadora a la última novela del blasfemo Loriga, ‘Sábado, domingo’. No hay nada como orientar bien a los fieles en la lectura, ¿verdad, don Carlos?

Rivera empieza con una frase que ya permite adivinar todo lo demás: “Que Ray Loriga publique novela siempre es una fiesta”. Claro que sí, Maica, una fiesta grande. Y que una publicación cuya única razón de existir debería ser orientar a los fieles católicos y ayudarles a acercarse a Cristo les recomiende tan encarecidamente que lean -y compren, claro- a un blasfemo es ya una verdadera orgía del disparate.

“No es qué cuenta Loriga, es cómo lo cuenta”, nos confiesa Rivera. Ya estamos con la ‘exceptio pulchritudinis’, la excepción estética. Pero no, estimada colega; eso puede ser cierto en cualquier otra publicación; incluso, si me apura, tendría un pase -un mal pase- en una publicación que se pretenda católica o propiedad de un católico que arriesgue, al fin, su propio dinero.

Pero Alfa & Omega, supuestamente, no es eso. No solo es una publicación confesionalmente católica desde la misma mancheta, sino que la financia directamente la archidiócesis de Madrid que, como sabe cualquiera, no maneja un patrimonio personal ganado con el sudor de sus augustas frentes, sino el de los fieles, esos mismos a los que se pone en peligro al recomendarles que lean -¡y con tanto entusiasmo!- la obra de un autor inmoral y blasfemo. Cuando el fondo es perverso, una forma atractiva solo lo hace peor, no mejor.

Cada día se ven reivindicadas las palabras del Papa condenando el clericalismo, que eso y no otra cosa es disponer de una publicación ‘oficial’ dirigida a los católicos y pagada por ellos como si fuera el órgano de vanidades personales o intentos patéticos de hacerse perdonar el hábito talar.

por Carlos Esteban.
(https://infovaticana.com/2019/02/28/el-periodico-del-arzobispado-de-madrid-elogia-una-novela-del-autor-de-una-obra-blasfema/?fbclid=IwAR1mvl3NXu6LJfpudKQ_Rxmg01jd9CE19SVYDhoDeCu_qbv2nGDJ79CNDgY)

Ejecutado el líder de Verdad Suprema, la secta que atacó con gas sarín el metro de Tokio



Shoko Asahara, líder de la secta japonesa Verdad Suprema, es condenado a muerte por el atentado con gas sarín en el metro de Tokio el 20 de marzo de 1995.

El líder de la secta japonesa Verdad Suprema fundada en 1986 es condenado a la pena capital por planear y ejecutar los atentados perpetrados en 1995 con gas sarín en el metro de Tokio,que dejaron a 6.300 personas intoxicadas, 13 muertos y a decenas en estado casi vegetativo.

El ataque fue uno de los primeros de terrorismo moderno y el más mortífero en la historia de Japón.

Chizuo Matsumoto, alias Shoko Azara, fue ejecutado en la horca, método utilizado en el país para los condenados a pena de muerte. Fue la suya la primera de varias programadas en relación a este mortífero ataque. El julio de 2018, fueron también ahorcados 23 miembros más de la secta fueron también ahorcados tras un largo proceso que se había alargado por más de 20 años .

Matsumoto, nacido en 1955 en la isla suroccidental de Kyushu había cambiado su identidad cuando comenzó a gestar su culto. Trabajó como profesor de yoga y padecía una ceguera casi total desde pequeño. En los años 80 fundó Verdad Suprema, como un grupo espiritual que combinaba creencias hindúes y budistas, y que posteriormente acabó adaptando algunos elementos de las profecías apocalípticas del cristianismo. Su objetivo era destruirlo todo para volverlo a construir.

Se declaraba a sí mismo como cristiano y el primer “iluminado” desde Buda.

Asahara consiguió que le siguieran más de 10.000 personas en su país y otros 30.000 en Rusia.

(https://www.lavanguardia.com/hemeroteca/20190226/46692776938/verdad-suprema.html?fbclid=IwAR0BB5fu6IBiSpFGCrJzsQKmMpyoRw5xytEvS8nVGIxdN7lkDrF4kZB3Zg4)

La Fiscalía pide diez años de cárcel para el ‘ex papa’ de El Palmar de Troya y su pareja por el asalto de junio

EducaSectas. El Palmar de Troya

El falso Papa de la secta "El Palmar de Troya".

By Miguel Perlado|14 febrero, 2019|El Palmar de Troya

Diario de Sevilla (España), 14.02.2019

En su escrito de acusación, avanzado por ‘Diario de Sevilla’, la Fiscalía detalla que la madrugada del pasado 10 de junio de 2018, Ginés Hernández y su pareja, cuya identidad responde a las iniciales N.A.T.G., llegaron hasta la basílica de la Iglesia Cristiana Palmariana “guiados por el ánimo de hacerse con el dinero proveniente de la recaudación de la orden”, a la que había pertenecido el primero, y mediante una escalera telescópica superaron el muro perimetral del recinto antes de despuntar el alba.

Ya dentro del recinto, permanecieron “ocultos” hasta que sobre las 16.30 horas de aquella jornada, “sabedores de que la puerta que da acceso a las dependencias del monasterio permanecería abierta, se introdujeron en la zona en la que se ubica la imprenta y las habitaciones de los superiores”, vistiendo ropas negras, con sus rostros ocultos con pasamontañas y portando efectos como una navaja, dos caretas de payaso, bridas, cinta americana, dos alicates y una palanqueta.

Una vez en la estancia de la imprenta, según la Fiscalía, fueron sorprendidos por el conocido como “padre Silvestre”, identificado como A.R.M.G. y también encausado, “momento en el que Gines Hernández, esgrimiendo la navaja y con el ánimo de menoscabar su integridad física, se dirigió al mismo iniciándose un forcejeo entre ambos en el que A.R.M.G. resultó herido en el costado y extremidades”, siempre según el relato de la Fiscalía.

El sacerdote “temió por su vida”

La pareja de Ginés Hernández, según la Fiscalía, “se unió a la agresión esgrimiendo un martillo que encontró y con el que alcanzó en la cabeza” al padre Silvestre, quien en el transcurso de la disputa, “temió por su vida” y, tras arrebatarle la navaja al acusado, “le asestó una puñalada” a la mujer en el costado, “golpeándole acto seguido en la cabeza”.

El sacerdote, según el escrito, logró después “accionar la alarma de la estancia”, con lo que acudieron a la misma varios religiosos, entre ellos el “padre José María”, siendo éste atacado y agredido por ambos intrusos, tras lo cual el “padre Silvestre”, “temeroso por ello de la vida y la integridad física” de su compañero, “se hizo con la navaja que se hallaba en el suelo y asestó una puñalada a Ginés Hernández, alcanzándole en el costado y propinándole varios puñetazos para neutralizar la posibilidad de nuevas agresiones”.

La Fiscalía detalla en ese sentido las lesiones sufridas por los dos asaltantes y los dos religiosos, recordando que los dos primeros fueron encarcelados, situación que persiste en el caso de Ginés Hernández.

Merced a tales hechos, la Fiscalía atisba delitos de robo con violencia e intimidación en casa habitada, en grado de tentativa, y cuatro delitos de lesiones, uno de ellos con tipificación distinta al resto.

Más al detalle, considera que el ex papa de la Iglesia palmariana Ginés Hernández y su pareja son autores, cada uno de ellos, de un delito de intento de robo con violencia e intimidación en casa habitada, además de sendos delitos de lesiones sobre cada uno de los dos religiosos, con la agravante de disfraz, reclamando para cada uno de ellos un total de diez años de cárcel.

En el caso del “padre Silvestre” sería autor de dos delitos de lesiones sobre los asaltantes, pero la Fiscalía aprecia la eximente completa de legítima defensa, por lo que reclama su libre absolución.

Además, la Fiscalía pide que se imponga al expapa y su pareja la prohibición de acudir durante ocho años al recinto de la iglesia palmariana, así como la prohibición de acercarse a menos de 300 metros del “padre Silvestre” y el “padre José María”, durante nueve años en el primer caso y siete en el segundo, e indemnizar a los mismos con diferentes cuantías merced a las lesiones causadas.

(https://www.hemerosectas.org/palmar-troya-22/?fbclid=IwAR1rPfLeDBGhI0uPhEVR9K47wjX5PAwfKZjuDVYGCGQXZpSmNgcT1vqXWz0)

domingo, 24 de febrero de 2019

Si el nazismo te ofende, pero el comunismo no, entones eres víctima del sistema

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Los más de 100 millones de muertos que causó la secta comunista, divididos por países

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ACTUALMENTE YA SON MÁS DE 120 MILLONES LOS MUERTOS CAUSADOS POR ESA IDEOLOGÍA
ElentirVigo  English Dom 17·12·2017 · 9:13  14
El 6 de noviembre se cumplieron 20 años de la publicación de una obra de referencia sobre el terror comunista: “El libro negro del comunismo”, publicado por Harvard University Press en Francia.

Lenin: números, datos e imágenes de los crímenes del primer dictador comunista
‘La verdadera historia soviética’: excelente documental sobre los crímenes comunistas

Esta obra fue realizada por un equipo de profesores e investigadores del Centro Nacional para la Investigación Científica, la institución científica más importante de Francia. Hace tiempo que quería trasladar a una entrada las cifras de asesinados por el comunismo que indica ese libro por cada país, actualizándolas en la medida de lo posible, pues en estas últimas dos décadas esa ideología totalitaria ha seguido provocando muertes en diversos puntos del mundo. Os ofrezco aquí un listado por países, ordenados por los que han tenido un mayor número de víctimas. Cito “El libro negro del comunismo” por sus siglas, ELNDC. Las cifras que indico en letras grandes son el resultado de añadir a las estimaciones de esa obra las de otros estudios más recientes.

Cifras por país:

China: 82 millones de muertos
URSS: más de 21 millones de muertos
Corea del Norte: 4,6 millones de muertos
Vietnam: 3,8 millones de muertos
Camboya: 2,4 millones de muertos
Afganistán: 1,5 millones de muertos
Yugoslavia: 1.172.000 muertos
Alemania: 815.000 muertos
Mozambique: 729.000 muertos
Etiopía: 725.000 muertos
Rumanía: 435.000 muertos
Checoslovaquia: 262.082 muertos
Venezuela: más de 252.000 muertos
Polonia: más de 235.000 muertos
Hungría: 210.000 muertos
Angola: 125.000 muertos
Colombia: 105.419 muertos
Albania: 100.000 muertos
Rhodesia / Zimbabue: más de 50.000 muertos
Laos: 45.000 muertos
Bulgaria: 31.150 muertos
Cuba: 73.000 muertos
Perú: 37.840 muertos
Mongolia: 35.000 muertos
Filipinas: 22.799 muertos
Grecia: 15.401 muertos
Nicaragua: 5.000 muertos
España: al menos 4.176 muertos
Argentina: 1.501 muertos
Yemen del Sur: 1.000 muertos
Israel: 83 muertos
Uruguay: 66 muertos
Alemania Occidental y Berlín Occidental: 35 muertos
Estados Unidos: 10 muertos
TOTAL: Más de 120 millones de muertos




China: 82 millones de muertos

ELNDC da una estimación de 65 millones de muertos y desglosa esta cifra del siguiente modo:

20 millones de presos políticos muertos durante su cautiverio. La historiadora británica de origen chino Jung Chang, en “Mao: The Unknown Story” (2005), cifra en 27 millones los prisioneros muertos en la enorme red del Laogai, el equivalente chino del Gulag soviético. A día de hoy el Laogai sigue existiendo y podría albergar a entre 3 y 5 millones de prisioneros, según la ONG Laogai Research Foundation, de modo que esas cifras de muertos podrían seguir aumentando día a día.
Entre 20 y 43 millones de muertos entre 1959 y 1961 durante el llamado “Gran Salto Adelante”, principalmente a causa de la hambruna provocada por Mao Tse-Tung. Fue la mayor hambruna de la historia de la humanidad. El historiador holandés Franck Dikötter, en “La gran hambruna de Mao” (2010) elevó esa cifra a 45 millones. Sin embargo, el mayor investigador de este genocidio y el que más documentación ha acumulado sobre él, el historiador chino Yu Xiguang, cifra los muertos en 55 millones.
2.000 monjes y peregrinos muertos en el bombardeo chino contra el gran monasterio tibetano de Chode Gaden Phendeling en 1956.
Entre 2.000 y 10.000 tibetanos muertos en Hasta Lhassa durante la insurrección tibetana del Jam en 1959.
70.000 tibetanos muertos de inanición entre 1959 y 1963.
Un millar de muertos en la matanza de Tiananmén de 1989.
Así pues, podríamos estar ante cifras de hasta 82 millones de muertos ya sólo en la República Popular China.



URSS: más de 21 millones de muertos

ELNDC estima en 20 millones los muertos en la URSS, divide esta estimación del siguiente modo:

Fusilamiento de decenas de miles de rehenes o personas presas sin juicio.
Asesinato de centenares de miles de obreros y campesinos rebeldes entre 1918 y 1922.
Hambruna de 1922, que provocó 5 millones de muertos.
Cita la liquidación de los cosacos del Don. En su página 25 ELNDC no adelanta la cifra, pero el historiador Michael Kort ha estimado que entre 300.000 y 500.000 cosacos muertos entre 1919 y 1920.
Asesinato de decenas de miles de personas en campos de concentración entre 1918 y 1930.
690.000 muertos en la Gran Purga de 1937-1938. N.G. Okhotin y A.B. Roginsky, en “El Gran Terror 1937-1938. Breve crónica”, cifran en 724.000 los ejecutados.
Deportación de los kulaks. En su página 25 ELNDC no adelanta cifras, pero Orlando Figes (“The Whisperers: Private Life in Stalin’s Russia”, 2007), basándose en los archivos soviéticos, señala que 486.370 habrían muerto entre 1930 y 1931, y otros 389.521 murieron entre 1932 y 1940. ELNDC también cita otras deportaciones de pueblos y etnias y otras matanzas, sin especificar cifras. En “Holocausto rojo” (2009), Steven Rosefielde cifra en un total de 6 millones de muertos los provocados por estas deportaciones.
Hambruna de Ucrania: seis millones de muertos. Recientemente la Academia Nacional de Ciencias de Ucrania ha rebajado esa cifra a 3,9 millones.
Sin embargo, echo en falta en ELNDC algunos hechos que elevan aún más esa cifra. Añado aquí unos cuantos, junto a las fuentes:

El asesinato de 20.000 prisioneros de guerra blancos a los que se les había prometido una amnistía si entregaban las armas. Citado por Robert Gellately en “Lenin, Stalin, and Hitler: The Age of Social Catastrophe” (2007).
240.000 asesinados en la represión de la rebelión de Tambov (1920-1921). Cifra que el historiador Boris Sennikov considera conservadora en su estudio sobre este levantamiento usando datos censales de la época.
La Hambruna Kazaja de 1919–1922, con un total de 400.000 (según Nelly Leonidovna Krasnobaeva en “La población de Kazajstán a fines del siglo XIX-primer cuarto del siglo XX”, 2004) a 750.000 muertos (según Tom Everett-Heath en “Asia Central: Aspectos de la Transición”, 2003).
La Hambruna Tártara de 1921-1922, que provocó entre 500.000 (según N. M. Dronin y E. G. Bellinger en “Climate Dependence and Food Problems in Russia, 1900-1990”, 2005) y 2 millones de muertos (según Peter Christopher Mizelle en “Battle with Famine”, 2002).
La Hambruna Kazaja de 1932–1933, también conocida como el Genocidio Goloshchekin, por el mandatario soviético que la provocó. A la luz del estudio de Gabriele Rasuly-Paleczek y Julia Katschnig para la European Society for Central Asian Studies en 2004 sobre la población registrada en Kazajistán entre 1926 y 1937, la hambruna provocó 1,5 millones de muertos.
1.500 civiles asesinados en la República soviética de Balkaria por el NKVD en noviembre de 1942 (citado por la agencia oficial RIA Kabardino-Balkaria en 2014).
El asesinato de 9.015 prisioneros políticos ucranianos en la Segunda Guerra Mundial, según las estadísticas soviéticas de las 78 prisiones existentes en Ucrania (citado por V.G. Timofeev en “El sistema criminal-ejecutivo de Rusia: figuras, hechos y eventos”, 1999).
Sumando todos estos hechos, estaríamos hablando de más de 21 millones de muertos en total en la URSS.



Corea del Norte: 4,6 millones de muertos

Al comienzo del libro, ELNDC cifra en 2 millones los muertos a causa del comunismo norcoreano. En el capítulo dedicado a esa brutal dictadura da estimaciones más detalladas:

90.000 muertos por ejecuciones por diversos motivos.
100.000 muertos en las purgas del Partido del Trabajo.
1,5 millones de muertos en campos de concentración entre 1953 y 1998.
A eso hay que añadir los que son asesinados cuando intentan huir del país, los muertos por inanición (ELNDC cita estimaciones de la Cruz Roja Alemana que calculan en 10.000 muertes de niños al mes por hambre en Corea del Norte) y 500.000 muertos por enfermedades y por mala alimentación. Pero hay que recordar que ELNDC se publicó en 1997. En 1999 Pyongyang reconoció 220.000 muertos por hambre desde 1995 a causa de las inundaciones de ese año. Un informe publicado en agosto de 1999 por el United States Institute for Peace cifra los efectos de esa hambruna en entre 2 y 3 millones de muertos. Así pues, podríamos estar hablando de un total de 4,6 millones de muertos hasta la fecha, y eso sin contar los de la Guerra de Corea de 1950-1953, provocada por los norcoreanos.



Vietnam: 3,8 millones de muertos

ELNDC cifra en 1 millón de muertos el resultado de la represión comunista primero en Vietnam del Norte y después en todo Vietnam tras la invasión norvietnamita de Vietnam del Sur. Sin embargo, el profesor Rudolph Rummel señala que la violencia política habría supuesto 3,8 millones de muertos en el país, de los cuales 1,25 millones habrían sido víctimas de asesinatos.



Camboya: 2,4 millones de muertos

ELNDC calcula en 2 millones los camboyanos muertos durante el genocidio provocado por el régimen comunista de Pol Pot. Sin embargo, el profesor Rudolph Rummel calcula que 2,4 millones de hombres, mujeres y niños fueron asesinados por los Jemeres Rojos.



Afganistán: 1,5 millones de muertos

ELNDC señala que tras el golpe de Estado comunista de 1978, el 29 de abril de ese año hubo una primera purga de militares no comunistas que se saldó con 3.000 muertos. La represión contra los opositores al nuevo régimen mató a otras 10.000 personas. Tras la rebelión de los muyahidines islámicos, la URSS intervino militarmente en el país, emprendiendo una salvaje represión contra los rebeldes, destruyendo pueblos enteros y masacrando a hombres, mujeres y niños. ELNDC calcula entre un millón y medio y dos millones las víctimas de esa guerra.



Yugoslavia: 1.172.000 muertos

ELNDC cifra en torno a un millón de muertos los provocados por la instauración del comunismo en Yugoslavia, y eso en un país con 15,5 millones de habitantes. El libro no da más detalles de esta cifra. En 2009 el Gobierno serbio formó una comisión estatal que publicó los nombres de 55.973 personas asesinadas durante las purgas comunistas de 1944 y 1995, entre ellas 27.367 alemanes, 14.567 serbios y 6.112 húngaros. Entre 1949 y 1956 4.000 presos fueron asesinados en la prisión de Goli Otok, según un informe del Osservatorio Balcani e Caucaso publicado en 2008. En 2007 The New York Times informaba de la existencia de 100.000 tumbas en Eslovenia conteniendo los restos de víctimas de la represión comunista en esa parte de la antigua Yugoslavia. Muchas de las tumbas fueron dinamitadas por los propios comunistas para no dejar rastro de sus matanzas. El profesor Rudolph Rummel calcula que las víctimas del comunismo en Yugoslavia se dividirían de este modo:

Unos 100.000 asesinados por los partisanos comunistas entre 1941 y 1944.
Unos 500.000 asesinados por la dictadura de Tito entre 1944 y 1945.
Unos 572.000 asesinados por la dictadura de Tito entre 1945 y 1987.
Estaríamos hablando, así pues, de 1.172.000 muertos.



Alemania Oriental: 815.000 muertos

ELNDC habla de 756 condenadas a muerte en la mal llamada República Democrática de Alemania (RDA) durante la dictadura comunista. Benjamin Valentino, en “Final Solutions, Mass Killing and Genocide in the 20th Century” (2004), cifra en de 80.000 a 100.000 muertos los causados por la represión comunista allí desde 1945. Rudolph Rummel calcula en 70.000 los asesinados por la RDA. Un estudio publicado por el Gobierno alemán en 1989 cifró en 270.000 los alemanes muertos por crímenes de guerra soviéticos, así como 205.000 muertos entre los alemanes enviados a campos de trabajos forzados en la URSS desde 1944. Además, Helke Sander y Barbara Johr, en “BeFreier und Befreite” (2005), calculan en 240.000 las alemanas muertas como consecuencia de su violación a manos soldados soviéticos. En total estaríamos hablando de 815.000 muertos.



Mozambique: 729.000 muertos

ELNDC señala que entre 1975 -año en que subieron al poder los comunistas del Frelimo, que aún se mantienen en él- y 1985 murieron de hambre en Mozambique 600.000 personas, según datos de UNICEF. Otras 8.000 murieron de hambre en la primavera de 1989. Unas hambrunas en buena medida provocadas por la corrupción política, que se apropiaba de la ayuda humanitaria. El profesor Rudolph Rummel calcula en 3.000 los muertos por el la guerrilla del Frelimo entre 1964 y 1975, y en 118.000 los asesinados tras la subida de ese grupo comunista al poder. Estaríamos hablando, así pues, de al menos 729.000 muertos.



Etiopía: 725.000 muertos

ELNDC cifra entre 200.000 y 300.000 las personas muertas de hambre durante la dictadura comunista instaurada en Etiopía entre 1974 y 1991 con apoyo de la URSS y de Cuba. El profesor Rudolph Rummel calcula en 725.000 los muertos entre 1974 y 1987.



Rumanía: 435.000 muertos

ELNDC no da una cifra total de la represión comunista en Rumanía. Benjamin Valentino, en “Final Solutions, Mass Killing and Genocide in the 20th Century” (2004), cifra en de 60.000 a 300.000 muertos los causados por la represión comunista desde 1945, tanto por represión política como por la colectivización forzosa de la agricultura. El profesor Rudolph Rummel calcula en 435.000 los muertos por el comunismo rumano.



Checoslovaquia: 262.082 muertos

ELNDC no da una estimación de muertos para la Checoslovaquia bajo el dominio comunista. El profesor Rudolph Rummel calcula en 197.000 muertos entre 1945 y 1948 y 65.000 muertos entre 1948 y 1968. A eso hay que añadir que un informe secreto del gobierno comunista, desclasificado en 1990, cifraba en 82 muertos en la represión de la Primavera de Praga de 1968 a manos de las tropas del Pacto de Varsovia. En total estaríamos hablando de 262.082 muertos.



Venezuela: más de 252.000 muertos

Tras la llegada al poder de Hugo Chávez en 1999, en el país caribeño se instauró un régimen autoritario cuyo partido, el PSUV, se inspira en el marxismo-leninismo. El régimen socialista venezolano ha tenido el apoyo de Cuba. En junio de 2015 el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) calculó que entre 1999 y mayo de 2015 se produjeron en el país 252.073 muertes violentas. Desde entonces la violencia ha seguido dominando el país, con el gobierno reprimiendo a tiros manifestaciones de oposición, lo que provocó más de 100 muertos por la represión ya en la primera mitad de 2017.



Polonia: más de 235.000 muertos

ELNDC da algunas cifras sobre la represión comunista en Polonia. Las indico y las amplío a continuación:

Durante la “Operación polaca” del NKVD soviético contra la minoría polaca en la URSS en 1933-1938: el ELNDC cifra entre 50.000 y 60.000 fusilados.
Durante la ejecución de prisioneros de guerra polacos en la primavera de 1940: ELNDC cifra en 4.404 los prisioneros de Kozielsk ejecutados en Katyn, en 3.896 los prisioneros de Starobielsk ejecutados en Jarkov, en 6.287 los prisioneros de Ostaszkow ejecutados en Kalinin: total, 14.587 prisioneros ejecutados. Sin embargo, esta cifra se ha visto ampliada en investigaciones posteriores. En 2004 el Instituto Nacional de la Memoria de Polonia cifró en 21.768 el número de ejecutados.
Durante la ocupación soviética de 1939-1941: el ELNDC cifra en 30.000 personas fusiladas, y entre 90.000 y 100.000 muertos entre los polacos deportados a la URSS. En 2009 el Instituto Nacional de la Memoria de Polonia cifró en 150.000 polacos muertos a causa de la ocupación soviética.
Represión del Armia Krajowa y de la resistencia anticomunista: ELNDC no da una cifra global, pero cita 1.486 miembros de la resistencia muertos en 1947. El historiador polaco Jan Żaryn, en un trabajo publicado por el Instituto Polaco de la Memoria (“Aparat bezpieczeństwa w walce z podziemiem politycznym i zbrojnym 1944–1956”), cifra en 1.975 los muertos entre enero de 1945 y agosto de 1946.
A esto hay que añadir que unas 100.000 mujeres y niñas polacas fueron violadas por los soviéticos, y muchas de ellas fueron, además, asesinadas.
En la represión de la revolución obrera de Poznan en 1956, los comunistas enviaron al Ejército contra los manifestantes, abriendo fuego y provocando alrededor de 70 muertos, según ELNDC.
Establecimiento de la Ley Marcial, 1981-1983: provocó 14 muertos según ELNDC. El Gobierno polaco sitúa hoy en día la cifra en 56 muertos.


Hungría: 210.000 muertos

ELNDC cifra en 200.000 húngaros muertos de entre los más de 600.000 que fueron deportados por los soviéticos. No se cita, sin embargo, la efímera República Soviética de Hungría (mayo-agosto de 1919). En los escasos meses que duró, los tribunales revolucionarios instaurados por los comunistas ejecutaron a 590 personas (según apunta Tibor Hajdu en “La República Soviética Húngara”, 1979). A eso hay que añadir 2.000 miembros del partido único purgados y ejecutados entre 1948 y 1956 (según apuntan Robert Bideleux e Ian Jeffries en “A History of Eastern Europe: Crisis and Change”, 2007) y otros 5.000 ejecutados que no eran del partido (según apunta R.J. Crampton en “Eastern Europe in the twentieth century and after”, 1997). Además, entre 2.500 y 3.000 insurgentes murieron durante la Revolución Húngara de 1956 (de ellos entre 1.800 y 2.000 en Budapest) según el informe presentado ante la ONU en 1957. Además, 229 personas fueron ejecutadas tras el levantamiento. Así pues, estaríamos hablando de un total de unos 210.000 muertos.



Angola: 125.000 muertos

ELNDC no ofrece estimaciones sobre el número total de muertos provocados por la guerrilla comunista del MPLA, apoyada por Cuba y la URSS. El profesor Rudolph Rummel calcula en 125.000 los muertos entre 1975 y 1987.



Colombia: 105.419 muertos

Según el Registro Único de Víctimas del Gobierno de Colombia, el conflicto provocado por los terroristas comunistas de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) ha causado 103.089 muertes por atentado terrorista. Además, el los terroristas del ELN (Ejército de Liberación Nacional, un grupo marxista-leninista) son responsables de 2.330 asesinatos según el Centro Nacional de Memoria Histórica de Colombia. Entre ambos grupos comunistas suman 105.419 muertos, y eso sin contar los fallecidos en combates contra esas bandas terroristas.



Albania: 100.000 muertos

ELNDC no da una cifra total de la represión comunista en Albania. El profesor Rudolph Rummel calcula en 100.000 los muertos por el régimen estalinista de Enver Hoxha.



Rhodesia / Zimbabue: más de 50.000 muertos

En Rhodesia (hoy Zimbabue), los terroristas del Ejército de Liberación Popular de Zimbabue, un grupo marxista-leninista apoyado por la URSS, asesinaron a 102 civiles mediante el derribo de dos vuelos de Air Rhodesia (en uno de ellos, los terroristas asesinaron en el propio sitio del accidente a 10 pasajeros que habían sobrevivido). Otro grupo terrorista comunista, los maoístas del Ejército de Liberación Nacional de Zimbabue, apoyado por China y encabezado por Robert Mugabe, participó en diversos actos terroristas, siendo conocido por su salvajismo. El profesor Rudolph Rummel calcula en 19.000 los muertos provocados por esas guerrillas entre 1970 y 1979. Tras el ascenso de Robert Mugabe al poder en 1980 se instauró en el país una dictadura comunista, hasta su destitución en noviembre de 2017. Durante ese periodo se sucedieron en el país todo tipo de violaciones de derechos humanos, entre ellas las masacres de Gukarahundi, que según apunta Geoff Hill en “The Battle for Zimbabwe: The Final Countdown” (2005) habrían provocado 30.000 muertos. En total, estamos hablando de unas cifras totales que superan con creces los 50.000 muertos.



Laos: 45.000 muertos

Este pequeño país del sudeste asiático, poco poblado, sufrió una cruenta Guerra Civil entre 1963 y 1975 entre la monarquía constitucional entonces vigente y los guerrilleros comunistas del Pathet Lao, apoyados por Vietnam del Norte y por la URSS. Los comunistas ganaron la contienda, y aún se mantienen en el poder mediante una dictadura comunista de partido único. ELNDC cita la cifra de 45.000 asesinados y muertos de inanición proporcionada por refugiados laosianos.



Bulgaria: 31.150 muertos

ELNDC cifra entre 30.000 y 40.000 los muertos provocados por la brutal represión comunista desatada desde 1944 por los comunistas y por las fuerzas de ocupación soviéticas, especialmente contra personalidades locales, alcaldes, maestros, sacerdotes y comerciantes. Un informe del Hannah Arendt Center de Sofía en 2010, elaborado en colaboración con los profesores Dinyu Sharlanov y Venelin I. Ganev, aporta las siguientes cifras:

26.850 asesinados mediante ejecuciones sin juicio previo entre septiembre y octubre de 1944.
1.050 ejecutados por sentencia de muerte entre enero y mayo de 1945.
640 asesinados en campos de concentración entre 1945 y 1962.
680 ejecutados por sentencia de muerte entre 1946 y 1975.
160 manifestantes asesinados durante las protestas de la minoría turca entre 1984 y 1989.
1.500 asesinados entre 1946 y 1989 cuando intentaban huir del país.
En total estaríamos hablando de 30.880 muertos. Dinyu Sharlanov, en “Historia del comunismo en Bulgaria” (2009), cifra en 31.000 los muertos entre 1944 y el final del comunismo en el país en 1989. A eso hay que añadir que el 16 de abril de 1925 miembros del Partido Comunista de Bulgaria perpetraron un brutal atentado contra la Iglesia de San Nedelya, en Sofía, haciendo volar el techo del templo y asesinando a 150 personas.



Cuba: 73.000 muertos

ELNDC calcula entre 15.000 y 17.000 muertos en Cuba a causa de ejecuciones desde 1959. A eso hay que sumar los 7.000 balseros que han muerto intentando huir de la isla por mar. El profesor Rudolph Rummel calcula en 73.000 los muertos por el régimen comunismo cubano entre 1959 y 1987.



Perú: 37.840 muertos

ELNDC calcula entre 25.000 y 30.000 los asesinados por la guerrilla maoísta Sendero Luminoso. La Comisión de la Verdad y Reconciliación creada en 2001 calculó entre 24.823 y 37.840 el número de víctimas de ese grupo terrorista comunista.



Mongolia: 35.000 muertos

Una estimación de Hiroaki Kuromiya en “Stalin’s Great Terror and the Asian Nexus” (2014), correspondiente a la represión estalinista de 1937 a 1939. Las cifras incluirían la ejecución de 18.000 monjes budistas a manos de los soviéticos.



Filipinas: 22.799 muertos

En 1969 iniciaron una ofensiva terrorista tres grupos marxistas-leninistas: el Bagong Hukbong Bayan (Nuevo Ejército del Pueblo), el Partido Comunista de Filipinas y el Frente National Democrático de Filipinas, contando con el apoyo de ciertos países comunistas (Corea del Norte, China y Nicaragua) y de grupos terroristas y partidos comunistas de varios países. Según datos del Ejército Filipino, esta ofensiva terrorista provocó 22.799 muertos entre 1969 y 2002.



Grecia: 15.401 muertos

Las prisas por garantizarse el dominio de la Grecia de postguerra llevó al Ejército de Liberación Nacional de Grecia (ELAS), controlado por el Partido Comunista de Grecia (KKE), a provocar una guerra civil en 1943 contra otros grupos de la resistencia griega contra el nazismo. En 1946 el KKE boicoteó las primeras elecciones libres después de la guerra, y en 1947 organizó un gobierno provisional: un golpe de Estado en toda regla, apoyado por los los comunistas de Yugoslavia, Albania y Bulgaria. Se produjo una nueva guerra civil en la que los comunistas fueron derrotados en octubre de 1949 y el KKE fue ilegalizado. Según un informe publicado por el Estado Mayor de Grecia en 1985, los comunistas causaron 15.291 muertos a las fuerzas armadas griegas y 210 muertos a las británicas. Décadas después, entre 1975 y 2002, la Organización Revolucionaria 17 de Noviembre, de ideología marxista, perpetró más de un centenar de atentados asesinando a 23 personas.



Nicaragua: 5.000 muertos

ELNDC no ofrece estimaciones sobre el número total de muertos provocados por el régimen sandinista entre 1979 y 1990. El profesor Rudolph Rummel calcula en 5.000 los muertos provocados por ese régimen entre 1979 y 1987.



España: al menos 4.176 muertos

ELNDC dedica todo un capítulo a España, citando los 500 muertos provocados por los comunistas en sus enfrentamientos con anarquistas y socialistas en mayo de 1937 en Barcelona. No menciona, sin embargo, la masacre de Paracuellos, dirigida por el comunista Santiago Carrillo en 1936 y en la que fueron asesinadas al menos 2.750 víctimas ya identificadas -entre ellas 50 niños-, según el historiador Ricardo de la Cierva (“El cementerio de Paracuellos del Jarama”, 1972). A eso habría que añadir otros crímenes cometidos por comunistas en el bando republicano durante la Guerra Civil Española. También habría que sumar a esta lista de muertes los asesinatos perpetrados por bandas terroristas de ideología marxista: ETA (829 asesinados, siendo el primero una niña de sólo 22 meses), los GRAPO (88 asesinatos), el FRAP (6 asesinatos), el MIL (un asesinato), el EGPGC (un asesinato) y el Front d’Alliberament de Catalunya (un asesinato).



Argentina: 1.501 muertos

Según datos del Ejército Argentino, entre 1969 y 1979 las bandas terroristas de ideología marxista-leninista Montoneros y Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), que se fusionaron en 1973, perpetraron más de 6.200 atentados, más de 1.700 secuestros y 1.501 asesinatos.



Yemen del Sur: 1.000 muertos

Aunque ELNDC no lo menciona, Yemen del Sur fue una dictadura comunista entre 1967 y 1990. El profesor Rudolph Rummel calcula en 1.000 muertos los provocados por ese régimen.



Israel: 83 muertos

El Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) y el Nihon Sekigun (Ejército Rojo Japonés), dos grupos terroristas de ideología marxista-leninista, perpetraron en 1972 una masacre en el Aeropuerto de Lod, asesinando a 26 personas. Además, el FPLP ha asesinado a otras 21 personas en Israel en diversos atentados perpetrados entre 1969 y 2014. Otro grupo terrorista de ideología marxista-leninista, el Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP), asesinó a 36 personas en Israel -una parte de ellas niños- entre 1974 y 1975.



Uruguay: 66 muertos

Entre 1967 y 1972, el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, un grupo terrorista compuesto en gran medida por comunistas maoístas, perpetró multitud de atentados en los que fueron asesinadas 66 personas.



Alemania Occidental y Berlín Occidental: 35 muertos

El Baader-Meinhof-Gruppe o Rote Armee Fraktion (Facción del Ejército Rojo) fue un grupo terrorista de ideología comunista, apoyado por Alemania Oriental, que entre 1968 y 1993 perpetró 31 asesinatos en el Berlín Occidental y en la República Federal de Alemania, según apunta Jan Oskar Engene en “Terrorism in Western Europe: Explaining the Trends Since 1950” (2004). Otro grupo terrorista alemán de ideología comunista, las Revolutionäre Zellen (Células Revolucionarias), fueron responsables de un asesinato. Además, el Frente Popular para la Liberación de Palestina, un grupo terrorista de ideología marxista-leninista, perpetró tres asesinatos en la Alemania Occidental en 1969 y 1977.



Estados Unidos: 10 muertos

En los EEUU han actuado varios grupos terroristas de ideología comunista:

Entre 1974 y 1983, las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional Puertorriqueña, de ideología marxista-leninista, perpetró 120 atentados en los que fueron asesinadas 6 personas.
Entre 1975 y 1984, el United Freedom Front (UFF), una pequeña organización criminal de ideología marxista, perpetró una veintena de atentado, asesinando a una persona.
Entre 1978 y 1985, la May 19th Communist Organization perpetró diversos atentados y robos, asesinado 3 personas.
(http://www.outono.net/elentir/2017/12/17/los-mas-de-100-millones-de-muertos-que-causo-el-comunismo-divididos-por-paises/?fbclid=IwAR1ugiZc7STw9usWOVzv-C3e8yTj70S2BrTUivAaGobI4Lbx_qdDstl-JMI)

Dictaduras de las sectas castro-chavistas son criminales, el hambre y la miseria de los pueblos es su negocio

Nicolás Maduro y Raúl Castro (AFP)
Nicolás Maduro y Raúl Castro (AFP)

Dos dictadores, una misma secta: la siniestra secta comunista.


Por Carlos Sánchez Berzain
24 de febrero de 2019

Las dos primeras décadas del siglo XXI en las Américas están marcadas por la irrupción, apogeo y caída de las dictaduras resultantes de la expansión del castrismo de Cuba con los recursos de Venezuela entregados por Hugo Chávez, el "castro-chavismo". Luego de controlar prácticamente toda región oprimen hoy a Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia, están en crisis e identificadas como "dictaduras de delincuencia organizada" que agonizan con mas crímenes como Maduro y su desquiciada agresión contra la ayuda humanitaria internacional, demostrando que son criminales, que el hambre y la miseria de los pueblos es su negocio.

Históricamente los 20 años de castro-chavismo en las Américas es un periodo corto, pero desde el sufrimiento humano, el daño institucional y económico es largo y extremo. El elemento esencial de las dictaduras castro-chavistas es la suplantación de la política y lo político por el delito como "grupo transnacional de delincuencia organizada". Todo lo actuado por el castro-chavismo es crimen, nada es política. El control de los estados y las posiciones políticas que detentan son solo mascarón de la organización criminal mas importante y sin precedentes que se conozca.

La expansión dictatorial iniciada con el robo de la riqueza venezolana fue reforzada por la corrupción transnacional sin precedente, promovida y ejecutada desde el "Foro de Sao Paulo" -otra herramienta castrista en la región- con Lula da Silva hoy presidiario con dos condenas penales, que ha dejado como símbolos el "lava jato" y la constructora Odebrecht que tapa con su nombre a cerca de 15 empresas mas que actuaron en operación de crimen organizado.

Otra fuente de ingresos del castro-chavismo es el narcotráfico que tiene a Venezuela con Chávez-Maduro y Bolivia con Evo Morales como narco-estados, mas una amplia red de lavado de dinero y activos. La dictadura cubana está implicada en el narcotráfico por lo menos desde su probada relación con el colombiano Pablo Escobar, huésped de Fidel Castro, que terminó con el fusilamiento del Gral. Ochoa para tapar al dictador cubano.

La instalación, incentivo y soporte del terrorismo internacional para mantener ocupados y domesticar la voluntad de los gobiernos democráticos, agregando a las operaciones castristas como las FARC, el ELN o el MRTK, la apertura a grupos de terrorismo islámico en las Américas, es otra de las acciones delictivas muy lucrativas del castro-chavismo, probada por el uso político de los estados controlados en acciones con apariencia nuevas políticas internacionales, con la creación de la "Escuela Militar Antiimperialista del Alba" en Bolivia, con su declarada enemistad contra el Estado de Israel y mas.

La corruptela local, la de los contratos, los sobreprecios, las obras que se pagan y que no se realizan, la de los negocios que nacen del total control estatal de la economía, la de los permisos para devastar bosques y la fauna silvestre o de explotación minera, la de los permisos de importación, la de la extorsión y confiscación de medios de comunicación y empresas, los negocios de la crisis y de la miseria por falta de alimentos y medicamentos, en suma los delitos por ausencia de estado de derecho y resultado del poder total en manos del castro-chavismo, abarcan prácticamente todos los delitos conocidos.

Para no dudar de la naturaleza criminal de las dictaduras de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia hay que agregar al robo de la riqueza venezolana, a la corrupción transnacional, al narcotráfico, al lavado de activos, al terrorismo internacional y a la corruptela local, los delitos contra la libertad, los derechos humanos y de lesa humanidad. Detenciones indebidas, torturas, enjuiciamientos falsificados, manipulación del sistema de justicia para perseguir y encubrir los delitos del dictador y sus cómplices, asesinatos, masacres sangrientas, genocidios, migraciones forzadas, exilio, asesinato de reputaciones, falsificación de noticias, y mas delitos probados públicamente y documentados por los medios de comunicación.

Este apretado resumen presenta la naturaleza de las dictaduras de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia -digitadas por Cuba- y puede ayudar a entender la razón de la acción típicamente castrista del dictador Maduro que agredió y continuará agrediendo la ayuda humanitaria: "son criminales, el hambre y la miseria de los pueblos es su negocio".

*Abogado y Politólogo. Director del Interamerican Institute for Democracy
www.carlossanchezberzain.com
(https://www.infobae.com/america/opinion/2019/02/24/dictaduras-castro-chavistas-son-criminales-el-hambre-y-la-miseria-de-los-pueblos-es-su-negocio/?fbclid=IwAR3iRNmMTpWS4rIncR6a0i0MyXMm4hT-JsuxgBCZY0N8iTZJcs_02KfX8Hg)

Venezuela: Arzobispo alerta de graves consecuencias tras destrucción de ayuda humanitaria por parte del tirano comunista Maduro


Ayuda humanitaria quemada por el tirano comunista Maduro. Sólo por esta acción, merece ser juzgado como criminal de guerra por la Corte Penal Internacional.

23 de febrero de 2019

Redacción ACI Prensa

El Arzobispo de Ciudad Bolívar (Venezuela), Mons. Ulises Antonio Gutiérrez Reyes, advirtió de las “consecuencias muy graves” para el régimen de Nicolás Maduro tras la destrucción de la ayuda humanitaria que ingresó al país.

¡Atención Venezuela!

Anunciamos que los camiones de la ayuda humanitaria provenientes de Colombia ya están en territorio venezolano.

El régimen usurpador está impidiendo su paso.

No podrán con nuestra decisión irreversible de vivir en libertad.

#23FAvalanchaHumanitaria pic.twitter.com/PBFJnRnaJm

— Juan Guaidó (@jguaido) 23 de febrero de 2019
A través de Twitter, Mons. Gutiérrez Reyes señaló que “los crímenes cometidos hoy, asesinando personas en las fronteras con Brasil y Colombia y la destrucción de la ayuda humanitaria, plantea otro escenario que traerá consecuencias muy graves para el régimen. Basta ya”.

Los crímenes cometidos hoy, asesinando personas en las fronteras con Brasil y Colombia y la destrucción de la ayuda humanitaria, plantea otro escenario que traerá consecuencias muy graves para el régimen. Basta ya.

— Ulises Gutiérrez R. (@ulises29) 23 de febrero de 2019
Horas antes, el Arzobispo de Ciudad Bolívar aseguró que "en toda Venezuela se libra hoy la gran batalla por la dignidad. Hoy es un día histórico pues renace la Venezuela que todos queremos, nada ni nadie lo va a impedir".

La ayuda humanitaria coordinada por la comunidad internacional y el Presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, comenzó su ingreso a Venezuela este 23 de febrero desde Colombia, Brasil y Curazao. Sin embargo, grupos paramilitares y policiales del régimen de Maduro atacaron con disparos e incendiaron al menos tres vehículos que portaban alimentos, medicamentos y otros insumos para los venezolanos.

Se estima que al menos cuatro personas fueron asesinadas por los simpatizantes de Maduro y decenas resultaron heridos.

Guaidó destacó que el gobierno que encabeza desde el 23 de enero, por encargo de la Asamblea Nacional, sigue “recibiendo el respaldo de la comunidad internacional, que ha podido ver, con sus propios ojos, como el régimen usurpador viola el protocolo de Ginebra, donde se dice claramente que destruir la ayuda humanitaria es un crimen de lesa humanidad”.

Más adelante, el Presidente interino de Venezuela publicó en Twitter que Maduro y sus simpatizantes “dijeron que no íbamos a llegar a la frontera: llegamos todos y llegó el Pueblo a recibir la ayuda. Dijeron que la ayuda no iba a entrar: los camiones cruzan el país. Dijeron que tenían Pueblo: están solos y decenas de soldados los han abandonado”.

Etiquetas: Venezuela, Iglesia en Venezuela, Obispos de Venezuela, Nicolás Maduro, Crisis en Venezuela
(https://www.aciprensa.com/noticias/venezuela-arzobispo-alerta-de-graves-consecuencias-tras-destruccion-de-ayuda-humanitaria-87683?fbclid=IwAR1rHSPBXoGLQWtoNeztHP0Qeu5dAm-6Wo_FXvEcjAM6H9RCGOM1_NvjB4Q)

Las crueles prácticas caníbales de los aztecas que aterraban a Hernán Cortés


El altar azteca de sacrificios que horrorizó a Hernán Cortés y los conquistadores españoles.

Desde que tuvo contacto con los mexicas en 1519, el extremeño vio con asombro cómo los nativos sacrificaban cientos de seres humanos, troceaban sus cadáveres y cocinaban las diferentes partes con verdura antes de comérselas.
Manuel P. Villatoro
@ABC_Historia
Actualizado:
12/12/2017 

Entre 15.000 y 250.000. Las cifras varían (muchísimo) atendiendo a las fuentes que se elijan, pero todas convergen en la misma conclusión: la ingente cantidad de sacrificios humanos que perpetraban anualmente los sacerdotes mexicas antes de la llegada de los españoles al Nuevo Mundo. Y si los números del llamado «Holocausto azteca» causan tanta controversia, no parece extraño que suceda algo similar con la cantidad de cadáveres que –tras cada uno de los mencionados rituales- eran desmembrados, cocinados e ingeridos por este pueblo. De hecho, algunos historiadores han llegado incluso a negar que se produjera tal antropofagia. Sin embargo, los escritos de aquellos que acompañaron a Hernán Cortés (1485-1547) en sus conquistas corroboraron la triste verdad.

Y es que, los españoles que atravesaron el Atlántico dejaron constancia de las prácticas caníbales con las que se toparon en el mismo instante en el que desembarcaron en Tabasco allá por 1519. Desde Bernal Díaz del Castillo (1492-1584), hasta el franciscano Bernardino de Sahagún (1499-1590). Todos ellos pusieron sobre blanco el viaje que hacía el cuerpo de una víctima desde que era sacrificada en el altar, hasta que era devorada por los aztecas. «Después de que los hubieran muerto y sacado los corazones, llevábanlos pasito, rodando por las gradas abajo; llegados abajo cortábanles las cabezas y espetábanlas en un palo y los cuerpos llevábanlos a las casas que llamaban Calpul donde los repartían para comer», explicaba el segundo.

¿Por qué?
Más allá de la tesis que niega el canibalismo azteca (aceptado por la mayoría de los expertos), lo que enfrenta a los estudiosos a día de hoy es la causa que llevó a un pueblo como el mexica a practicar la antropofagia. En su documentado dossier « El canibalismo azteca: relectura y desdoblamientos», el antropólogo riojano Óscar Calavia Sánchez es partidario de que esta controversia se inició en 1977.

No le falta razón, pues ese fue el año en que su colega Michael Harner hizo pública una investigación en la que afirmaba que la civilización precolombina comía carne humana para paliar la falta de animales en la región. En la misma señalaba que los aztecas interpretaban la guerra como una forma de «caza organizada» para conseguir alimentos.

El experto no se detenía en este punto, sino que, siempre según sus palabras. esta práctica se vio favorecida debido a que en el Nuevo Mundo era imposible domesticar animales para su posterior ingesta, algo que sí sucedió en la vieja Europa y que permitió a los occidentales abandonar el canibalismo y empezar a verlo como un tabú.

Representación de un grupo de caníbales aztecas
Representación de un grupo de caníbales aztecas - Códice Magliabechiano
Finalmente, Harris afirmó también en su libro « Bueno para comer» que el canibalismo era utilizado como una recompensa para alentar a los guerreros a pelear. Un manjar que solo se podía obtener combatiendo y que, por tanto, obligaba a quien quería degustarlo a enfrentarse al enemigo.

Como era de esperar, la investigación causó gran controversia, fue criticada por el mundo académico y –a día de hoy- continúa siendo atacada por expertos como Manuel Moros Peña. Este desmonta a Harris señalando en su principal obra (« Historia natural del canibalismo. Un sorprendente recorrido por la antropofagia desde la antigüedad hasta nuestros días») la ingente cantidad de animales que tenían los aztecas a su disposición en el amplio territorio mexica.

«Aunque es cierto que no poseían rumiantes ni ganado porcino y sus principales animales domésticos eran el pavo y el perro, los aztecas cazaban y consumían gran variedad de especies animales salvajes», destaca Moros en su libro. Entre las mismas, enumera algunas como el ciervo, el tapir, el jabalí, la zarigüeya, el armadillo, el conejo y otras tantas más. ¿Por qué no alimentarse de ellas? Se pregunta el autor.

«Los aztecas cazaban y consumían gran variedad de especies animales salvajes»
Moros también afirma en su libro que sería absurdo utilizar la carne de un hombre adulto como fuente principal de proteínas para una tribu, pues ofrecía alimento para apenas 215 personas. «Obviamente esta cantidad era algo inútil para los 250.000 habitantes de Tenochtitlán [la capital del imperio azteca] y muchísimo más para los 2.000.000 de habitantes del Valle de México. Máxime teniendo en cuenta que solo se devoraban brazos y piernas», explica en la mencionada obra.

Otro tanto opina Calavia, quien critica también a Harner al señalar que, en las mismas fuentes en las que se basó, se explica cómo los aztecas dejaban decenas de cadáveres descomponiéndose en los campos de batalla. Algo absurdo si lo que pretendían era no desperdiciar proteínas.

Otras teorías
También se ha posicionado en contra de Harner el demógrafo Sherburne Cook, quien considera en sus libros que el canibalismo tenía la finalidad real de evitar que la población mexica se disparase. Este experto llegó a cifrar en un 25% la cantidad de personas que eran ingeridas por sus semejantes. Un número que, según afirma, habría engrosado en demasía una civilización escasa de alimentos.

Sin embargo, Moros carga también contra él en su obra: «Para controlar el crecimiento demográfico, lo ideal es sacrificar doncellas y, sin embargo, la mayor parte de los prisioneros [ajusticiados] eran hombres». Según sus palabras, tampoco es demasiado lógico que –si únicamente se les asesinaba para controlar el crecimiento demográfico- se les mantuviera con vida varias jornadas antes de acabar con ellos.

Grabado de un sacrificio humano en América
Grabado de un sacrificio humano en América - Historia de las Indias
Por otro lado, Fray Diego Durán (1537-1588) señala en « Historia de las Indias de Nueva España y islas de tierra firme» que los sacerdotes mexicas creían que, mediante sus rituales, convertían a la víctima en un dios reencarnado. No solo eso, sino que consideraban que todo aquel que ingiriera aquella carne después de llevar a cabo sus oraciones se vería imbuido de un poder celestial. «La tenían verdaderamente por carne consagrada y bendita, y la comían con tanta reverencia y con tantas ceremonias y melindres como si fuera alguna cosa celestial», añade.

Las últimas opciones, explicadas también por Moros, son las más aceptadas a día de hoy. La primera de ellas es la que señala que la antropofagia se llevaba a cabo como una forma de venerar a las deidades: «Los dioses obraban para el bien o para el mal. Por ello, era necesario hacerles ofrendas que no provocaran su ira». La segunda es la posibilidad de que el canibalismo fuera una forma de rendir pleitesía a los dioses para poder tener más hijos: «Contemplado desde el punto de vista mágico-religioso que presidía la vida de los aztecas, sus sacrificios humanos y su canibalismo pueden considerarse ritos de fertilidad muy elaborados basados en los principios de la magia simpatética».

Primeros encuentros
La aventura caníbal de Cortés tiene su origen en 1518, año en que el gobernador de Cuba, Diego Velázquez, puso a este conquistador (entonces un mero terrateniente local) al mando de una armada de 11 navíos y 600 hombres.

Dejando a un lado las diferencias entre ambos (las cuales provocaron varios enfrentamientos posteriores en el Nuevo Mundo), Cortés partió hacia México con el objetivo de hacer valer las creencias de Su Majestad Carlos I. «El día 10 de febrero del año 1519 salió Hernán Cortes de la Habana con 11 buques. […] Dirijiéronse a la isla de Cozumel, donde llegaron felizmente: desembarcaron, y Cortés pasó revista general de sus fuerzas», explica Gil Gelpi y Ferro en su obra « Estudio sobre la América». Posteriormente, y tras varias idas y venidas a lo largo de la costa, la expedición arribó a Tabasco (al sur del país).

Fue en esta zona donde, según explica el propio Michael Harner en su artículo «Bases ecológicas del sacrificio azteca», los españoles tuvieron su primer contacto con el canibalismo local. Todo ello, después de haber vencido varias veces a los nativos.

“La marcha a Tenochtitlán” de Cortés
“La marcha a Tenochtitlán” de Cortés - AUGUSTO FERRER-DALMAU
El conquistador Andrés de Tapia (1498-1561) así lo confirma en su obra « La conquista de Tenochtitlán»: «[Los nuestros] hallaron alguna gente con quien pelearon, e trajeron ciertos indios; e llegados al real dijeron cómo ellos se andaban juntando para nos dar batalla e pelear a todo su poder para nos matar e comernos». Parece que al español le llamó la atención esta amenaza, pues en las siguientes líneas de su escrito vuelve a hacer referencia a ella: «Alguna gente que andaba de guerra entre unas acequias e rías decien a los nuestros que dende a tres días sería junta toda la tierra e nos comieren».

Fue un lúgubre preludio de la verdad que les esperaba al adentrarse más en el Imperio azteca. Después de varios combates, Cortés reembarcó con sus hombres y se dirigió hacia el norte bordeando la costa. Recorridos unas decenas de kilómetros, volvió a tierra y fundó la ciudad de Veracruz (llamada así, según Francisco López de Gómara, debido a que entraron en la región el «viernes de la Cruz»). Desde allí envió a uno de sus lugartenientes, Pedro de Alvarado (1485,1541), a reconocer el terreno.

Este conquistador fue el siguiente en darse de bruces con el canibalismo azteca. Al menos, así lo confirma Bernal Díaz del Castillo en sus escritos. Concretamente, el cronista dejó patente que en todos los pueblos que tomaban los españoles había «cues» (pequeños templetes con forma de pirámide) repletos de cadáveres a los que se les había arrancado el corazón como ofrenda.

«Hallaron aquellos cuerpos muertos sin brazos y piernas e dijeron que otros indios los habían llevado para comer»
«Dijo el Pedro de Alvarado que habían hallado en todos los más de aquellos cuerpos muertos sin brazos y piernas e que dijeron otros indios que los habían llevado para comer, de lo cual nuestros soldados se admiraron mucho», añade el clérigo. En otra expedición (la que fue enviada a Cempoala), el explorador también señaló que «cortábanles los pies y los brazos y las piernas y los comían».

Otro tanto ocurrió en el verano de 1519 cuando Cortés llegó a Tlaxcala, uno de los pueblos que se resistía a rendir pleitesía a los mexicas y a su emperador, Moctezuma. Tras arribar la región, Bernal Díaz del Castillo no pudo evitar sorprenderse al ver no solo que era habitual el canibalismo, sino que encerraban en jaulas de madera a aquellos que iban a ser sacrificados y se les cebaba «hasta que estuviesen gordos para sacrificar y comer». El extremeño intentó convencer, a partir de entonces, a los nativos de que abandonasen aquella horrible práctica, pero fue totalmente inútil. Y es que, como explica el cronista, «en volviendo la cabeza hacían las mismas crueldades» una y otra vez.

Barbarie en la capital
Tras hacerse con el apoyo de esta tribu y continuar su avance, el 8 de noviembre de 1519 Hernán Cortés llamó a las puertas de Tenochtitlán, donde Moctezuma le recibió con los brazos abiertos creyendo que el español era la personificación de una de sus deidades.

«En vuestra casa estáis; comed, descansad y habed placer», señaló el emperador a los conquistadores (según recoge Francisco López de Gómara en « Historia de la conquista de México»). Posteriormente, incluso les desveló que todos los nativos sentían pavor de ellos: «Los míos tenían grandísimo miedo de veros; porque espantabais a la gente con esas vuestras barbas fieras, traíais unos animales que tragaban a los hombres y, como veníais del cielo, abajábais de allá rayos».

Sin embargo, Bernal Díaz del Castillo pronto averiguó que las costumbres de los aztecas eran mucho más terroríficas que las españolas. De hecho, se percató de ello durante una de las cenas de decenas de platos que le ofrecían a Moctezuma cada noche. Así lo dejó escrito es su obra: «Oí decir que [le] solían guisar carnes de muchachos de poca edad; y que como tenían tanta diversidad de guisados y de tantas cosas no lo echábamos de ver; porque cuotidianamente le guisaban gallinas y gallos de papada, faisanes, perdices, pajaritos de caña, palomas, liebres, conejos y muchas maneras de aves».

Bernal Díaz del Castillo
Bernal Díaz del Castillo
En palabras del conquistador, «nuestro capitán le afeó el sacrificio y comer carne humana», lo que hizo que, «desde entonces, […] no le guisasen tal manjar».

Con todo, el historiador Diego Luis de Moctezuma afirma en su obra « Corona Mexicana, o Historia de los nueve Moctezumas» que el líder no solía comer carne humana, y que solo disfrutaba de ella cuando se hacía un sacrificio. Y es que, una de las normas básicas era que el muslo derecho de la víctima siempre estaba destinado para el emperador.

El ritual
El ritual para acabar con la vida de la víctima siempre era el mismo. En primer lugar, cuatro sacerdotes sujetaban los brazos y las piernas de aquel que iba a ser asesinado, el cual se ubicada en lo alto de una pirámide. Después, un quinto religioso abría el pecho del desdichado con un cuchillo de obsidiana y le arrancaba el corazón, que era ofrecido a los dioses (o comido, atendiendo a las fuentes).

A continuación, se hacía rodar el cadáver escalones abajo. «Allí, algunos, a los que denominaban cuacuacuiltin, se apoderaban de él y lo llevaban hasta las casas que llamaban calpulli, donde lo desmembraban y lo dividían a fin de comerlo», explica Bernal Díaz del Castillo.

Moros, por su parte, es partidario de que los brazos y las piernas eran cocinados con pimientos y que la palma de la mano era un «bocado exquisito». Las crónicas también hablan de que este cruel plato se solía hacer con maíz.

Recreación de un ritual azteca
Recreación de un ritual azteca - P. Joubert
¿Qué sucedía con el torso de la víctima? Bernal Díaz del Castillo no se olvida de él en su obra al hacer referencia al Real Parque Zoológico de Tenochtitlán. Y es que, en sus palabras, esta parte del cuerpo era entregada a las fieras para que se pusiesen las botas. La cabeza, finalmente, era llevada hasta un gran altar en el que se agolpaban y coleccionaban para la posteriodad.

Con todo, López de Gómara señala en su obra que no había maldad en los aztecas. Por el contrario, los «propietarios» de las víctimas establecían una curiosa relación con ella (casi de paternidad) y, una vez que era asesinada, no comían de su carne.

Aquellos destinados a caer bajo el cuchillo de obsidiana solían ser guerreros capturados en batalla, aunque no siempre. «Quiero contar la manera que [los] mexicanos tienen en hacer esclavos, porque es muy diferente de la nuestra. Los cautivos en guerra no servían de esclavos, sino de sacrificados, y no hacían más de comer para ser comidos. Los padres podían vender por esclavos a sus hijos, y cada hombre y mujer a sí mismo. Cuando alguno se vendía, había de pasar la venta delante a lo menos de cuatro testigos», completa el cronista.

Noche caníbal
El 30 de junio de 1520, Hernán Cortés y sus hombres se vieron obligados a escapar de la ciudad después de que el pueblo se alzara contra ellos. Para entonces los nativos ya estaban cansados de unos españoles que, a pesar de haber accedido a la capital como amigos, habían basado su estancia en la rapiña.

A su vez, y tras acceder a la ciudad, los «monstruos barbudos» habían secuestrado al mismísimo emperador Moctezuma para tratar de hacerse con sus riquezas. Al final, a los conquistadores no les quedó más remedio que huir para evitar ser asesinados y comidos. Un punto este último que el soldado Francisco de Aguilar (1479-1571) dejó patente al señalar que la ciudad «quedó invadida» por «masas de gente» que esperaba «con impaciencia la carne de los desdichados españoles».

La noche triste
La noche triste
La partida (conocida posteriormente como «La noche triste») dejó unos 600 cristianos muertos y obligó a los conquistadores a retirarse hasta la región amiga de Tlaxcala. Tierra en la que, según afirma Fernando Orozco en su obra « Grandes personajes de México», fueron «recibidos con la más cordial benevolencia».

Desde allí, Cortés organizó un nuevo ataque contra la capital que fue precedido, a su vez, por varias escaramuzas para castigar a los poblados sublevados cercanos. En uno de ellos, el conquistador encontró «muchas cargas de maíz y niños asados» que habían sido enviados a la zona para servir presuntamente como provisiones. La imagen volvió a horrorizar a los peninsulares, quienes no terminaban de acostumbrarse a aquella barbarie.

Muerte en la caravana
Durante los meses en que Cortés se hallaba a las puertas de la capital azteca se vivió uno de los episodios de canibalismo más tristemente recordados por parte de los españoles. Una tragedia acaecida entre junio y julio de 1520 y cuya existencia se ponía en entredicho hasta hace dos años.

Según explica el experto en la civilización maya Éric Taladoire en su dossier « La guerra de dos mundos», durante el verano de ese año salió de la ciudad de Veracruz (al sur oeste de México) una caravana compuesta por 550 «españoles, indígenas, negros, mulatos y mestizos» en dirección a Tenochtitlán, hacia donde se dirigía Cortés con sus hombres. La comitiva se completaba con algunos nativos aliados de los conquistadores (destacando totonacos y tlaxcaltecas). Todos estaban bajo el mando de Juan de Alcántara y eran miembros del contingente de Pánfilo de Narváez.

Escena que representa a un grupo de caníbales
Escena que representa a un grupo de caníbales - Theodore de Bry
La caravana -en la que se también había 50 mujeres y 10 niños- fue atacada por los guerreros de Texcoco. Y sus integrantes, llevados como prisioneros al poblado de Zultépec, donde les mantuvieron presos seis meses para sacrificarles paulatinamente a sus dioses en sus diferentes fiestas indígenas.

En palabras de Martínez, el principal de estos rituales fue el ofrecido a Huizilopochtli -el dios de la guerra-; aunque tampoco fue nada desdeñable la matanza que se produjo en la ceremonia en honor a Izcalli, la deidad del fuego. Posteriormente, en la festividad en honor de Huizilopochtli se vivió uno de los momentos más trágicos, pues fueron asesinados 9 hombres mesoamericanos y 9 mujeres embarazadas. La forma en la que murieron ha generado controversia estos últimos años. Con todo, la mayoría de los expertos considera que los aztecas abrieron sus pechos y se comieron sus corazones, pues era la pieza mejor considerada de todo el cuerpo humano.

(https://www.abc.es/historia/abci-crueles-practicas-canibales-aztecas-aterraban-hernan-cortes-201712120132_noticia.html?fbclid=IwAR2p52XggQEgvNKQRl2WwfQ3UY5hjTp68h04j0ZHn_HmtragM7oAO2z54Rs)