La Fiscalía de Instrucción del Interior de la Séptima Circunscripción, abrió una investigación sobre una secta que operaría en el centro del valle de Punilla con asiento en Casa Grande (provincia de Córdoba, Argentina). Según leemos en El Diario de Carlos Paz, la actuación judicial se abrió tras una denuncia que realizó una mujer divorciada del padre de su hija, asegurando que la niña fue un fin de semana con su padre y que éste la hizo participar de un rito satánico donde le habrían chupado la sangre, y como prueba mostró heridas que tenía la pequeña en sus manos.
La denuncia de la mujer terminó siendo un "ardid” que utilizó en su conflicto privado con su ex marido por la tenencia de la menor pero aportó datos sobre la problemática. En realidad, la niña había asistido al casamiento del padre con su nueva pareja bajo ritos de otra religión. El fiscal Martín Bertone en una entrevista que concedió a El Diario confirmó que lleva adelante una investigación desde hace tiempo sobre las actividades de una secta que actúa en el éjido de la comuna de Casa Grande.
"Tomamos conocimiento de un grupo de gente que lleva adelante prácticas y ritos con personas que vienen desde Buenos Aires, a los cuales les pedían por ejemplo dejar sus trabajos, donar bienes a dicha comunidad, y que además no sigan en contacto con familiares y se integren a una vida comunitaria bajo determinadas condiciones, con un aditamento espiritual con facultades de revelaciones divinas que tiene el líder del grupo,” señaló el fiscal.
Bertone por motivos investigativos no quiso revelar el nombre del supuesto gurú, sin embargo dijo que se está trabajando en la zona de Casa Grande hacia el oeste, unos cuatro o cinco kilómetros monte adentro desde la Ruta Nacional 38. Lo que están analizando puntualmente los investigadores es cómo toman la decisión los adherentes al grupo, si lo hacen voluntariamente o si son coaccionados para hacerlo.
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