Los pacientes con cáncer han alertado ayer, 22 de noviembre, del aumento de pseudoterapias que dicen curar por sí solas la enfermedad, prácticas sin evidencia científica, algunas de las cuales prometen curaciones casi milagrosas y que se han llevado la vida de muchas personas por seguirlas. Informa de ello la agencia Efe.
La presidenta del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC), Begoña Barragán, ha denunciado estas prácticas que, según ha dicho, en el mejor de los casos se llevan miles de euros de los pacientes a cambio de su ineficacia y que lamentablemente, en escenarios peores, complican la evolución de la enfermedad, llegando a provocar “en no pocos casos la muerte”.
“Como auténticas sectas”
En total, los miembros de GEPAC han identificado 26 pseudoterapias, buena parte de las cuales se ofrecen en forma de suplementos alimenticios sin aludir en su etiquetado al cáncer. Se venden por internet o en reuniones y las personas que lo hacen actúan “como auténticas sectas”. Venden el producto que dicen cura el cáncer “de forma engañosa porque no sirven para nada”, según Barragán.
Los pacientes que las adquieren –algunos se llegan a gastar hasta 500 euros en “hierbas y pócimas”, según Barragán– lo hacen por ignorancia y por el miedo a la muerte que tradicionalmente se tiene cuando se habla de cáncer.
Y en algunos casos dejan el tratamiento médico clásico que le prescribe el médico, a quien no cuentan que están siguiendo esas psicoterapias muchas veces por vergüenza, tal y como han señalado el doctor Ramón García Sanz, vicepresidente segundo de la Sociedad Española De Hematología y Hemoterapia (SEHH) y Aitana Calvo Ferrándiz, secretaria científica de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
Cuando el paciente “provoca la enfermedad”
Esas terapias pseudocientíficas pueden ser inocuas, pero también producir interacciones con el tratamiento prescrito por el médico y en ocasiones puede incluso hacer que el paciente lo abandone.
Pero no son sólo compuestos o productos físicos. Estas pseudoterapias también están basadas en elementos emocionales y quienes “las venden” lo hacen bajo el argumento de que la propia persona provoca la enfermedad y que lo mejor por tanto es aislarse, como sucede en el caso concreto de la Bioneuroemoción.
Todas estas prácticas se recogen en una publicación –Mitos y Pseudoterapias–, que GEPAC ha elaborado de cara al undécimo Congreso Nacional de Pacientes con Cáncer, que se desarrollará entre el 25 y el 27 de noviembre.
En el libro se recogen entre estas prácticas: la angeloterapia, que se basa en la comunicación con ángeles para ofrecer una sanación; la terapia biomagnética; la bioneuroemoción; la dianética; la dieta alcalina; la desensibilización por medio de movimientos oculares; las flores de Bach; la hidroterapia de colón; homeopatía; iriodología, homotoxicología, el suplemento mineral milagroso (MMS); ozonoterapia; el psicoanálisis o la reflexología.
Mitos a desterrar
Con la guía se pretenden además desterrar mitos nacidos en torno al cáncer y se recopilan 78, como que el cáncer es una enfermedad moderna creada por el hombre o que ya existe cura para esta patología, pero que la industria farmacéutica no permite que se conozca por que se iría a la quiebra.
Existen otros mitos como que los tratamientos son malos y matan más de lo que curan, que el cartílago y extracto de tiburón y el veneno de escorpión son buenos contra el cáncer, que los móviles o los aparatos electrónicos lo producen, que existen hierbas medicinales que pueden ayudar a curarlo el cáncer o que los desodorantes y antitranspirantes producen cáncer de mama.
Otros mitos son que el uso de tintes para el pelo aumenta el riesgo de tener cáncer, que si un bulto en la mama duele no es cáncer o que los sujetadores con aro pueden producirlo.
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