Una muestra elocuente del avance del sectarismo laicista es la realización de partidos de fútbol en días que son considerados "santos" -Semana Santa-, como si lo sagrado no tuviera la más mínima importancia. En muchos cristianos, tanto a nivel personal, como a nivel de sociedades, el fútbol se ha convertido en un verdadero ídolo -en el sentido más literal y peyorativo de la palabra-, que ha desplazado del corazón de las personas y de naciones enteras el Amor a Jesucristo, por el amor al fútbol. La prueba de que esto es así, es que millones de personas, en todo el planeta, prefieren el fútbol, antes que la Santa Misa.
ROMA, 28 Mar. 16 / 07:10 pm (ACI).- El columnista de la cadena Deutsche Welle (DW), Felix Steiner, señaló que el partido de fútbol entre Inglaterra y Alemania jugado el Sábado Santo muestra que “en el Occidente cristiano ya no queda nada sagrado”, y que si “los alemanes tienen miedo de que su país se ‘islamice’”, lo cierto es que esta nación “se aleja por sí misma y por su propia voluntad cada vez más de sus raíces cristianas”.
Esta Semana Santa, cuando los cristianos recuerdan la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, la FIFA programó en países de mayoría cristiana encuentros amistosos como España vs Italia, Holanda vs Francia y Alemania vs Inglaterra, entre otros; mientras que en América se disputaron el Jueves y Viernes Santos encuentros de las eliminatorias al Mundial Rusia 2018.
En su artículo publicado en el sitio web de la DW, Steiner señaló que un hecho así no ocurriría “en ningún país musulmán (…), pues el deporte está claramente por detrás de la religión”.
Los alemanes, indicó, temen que su país se islamice, sobre todo a raíz de la crisis migratoria que está llevando a miles de musulmanes de Medio Oriente hacia Europa. En septiembre, recordó, la canciller Angela Merkel dijo que no se puede acusar a los musulmanes por vivir su fe y practicar su religión; “y recomendó a los atribulados cristianos que volvieran a su propia fe y a sus tradiciones”.
Sin embargo, señaló el columnista, al parecer esta recomendación de la lideresa política ha tenido poco eco en la población alemana, pues “cuando los católicos acuden a la iglesia para celebrar el día más importante del calendario eclesiástico y pensar en la resurrección de Cristo”, se jugó “en el estadio olímpico de Berlín el partido internacional Alemania-Inglaterra”, con el triunfo final de los ingleses por 3 a 2.
“Lo cierto es que en ningún país musulmán -señaló- sería posible que coincidieran ambas citas, pues el deporte está claramente por detrás de la religión. También es cierto que el presidente de la Federación Alemana de Fútbol no es musulmán. No se trata, por tanto, de ninguna manera, de una provocación del Islam pujante”.
“Al parecer, en el fuertemente comercializado fútbol europeo, no había otra fecha posible para un partido deportivamente irrelevante. Así pues, los sentimientos religiosos tropiezan con el gran negocio de los patrocinadores y los derechos de emisión por televisión”, expresó.
Además, dijo que “la triste realidad” es que hoy en día solo el cinco por ciento de los protestantes y el 10 por ciento de los católicos acuden a los servicios religiosos.
“No puede deberse a motivos económicos, pues en Alemania ‘los bolsillos están llenos y las iglesias cada vez más vacías’”, señaló, citando una reciente entrevista hecha al Arzobispo Georg Gänswein, secretario del Papa Francisco, a la DW.
A esto se suma que “defender a los creyentes o los intereses de la Iglesia está totalmente pasado de moda en Alemania, incluso entre los más altos círculos eclesiásticos”, lo que explica “que nadie haya reaccionado ante el partido que se juega en Sábado Santo, ni los obispos ni la organización laica ‘Comité Central de los Católicos Alemanes’, siempre dispuesta a emitir comunicados de prensa”.
En ese sentido, dijo que queda claro que “Alemania se aleja por sí misma y por su propia voluntad cada vez más de sus raíces cristianas”.
“La tradición religiosa sólo puede esperar aceptación ilimitada cuando tiene detrás intereses comerciales: los regalos de San Nicolás en Navidad y los de la liebre de Pascua típicos de estas fechas. Cuando el calendario eclesiástico exige restricción de consumo, como en época de Cuaresma o el Día de Difuntos, en noviembre, a los creyentes se los declara grupo marginal, una minoría que no debe dictar las normas de comportamiento de la mayoría, secularizada desde hace tiempo”, criticó.
“Llegados a este punto, podemos aventurar un pronóstico atrevido: en algún momento de los próximos 25 años, los comercios en Alemania abrirán en Viernes Santo. Pero no será debido a la mayor influencia del actual cinco por ciento de población musulmana, sino por la falta de respeto de una creciente parte de la población arreligiosa hacia la cultura religiosa y las tradiciones sociales en Europa”.
“Algún comerciante minorista –indicó– irá a juicio para pedir tener derecho a vender pantalones y celulares, argumentando que los parques de atracciones están abiertos en Viernes Santo, un día tradicionalmente ‘tranquilo’. Y el juez le dará la razón, primero porque se trata de dinero y segundo porque otra cosa iría en perjuicio del vendedor de pantalones. Y nadie se molestará por ello. Porque en el Occidente cristiano ya nada es sagrado para nadie”.
Sin embargo, señaló el columnista, al parecer esta recomendación de la lideresa política ha tenido poco eco en la población alemana, pues “cuando los católicos acuden a la iglesia para celebrar el día más importante del calendario eclesiástico y pensar en la resurrección de Cristo”, se jugó “en el estadio olímpico de Berlín el partido internacional Alemania-Inglaterra”, con el triunfo final de los ingleses por 3 a 2.
“Lo cierto es que en ningún país musulmán -señaló- sería posible que coincidieran ambas citas, pues el deporte está claramente por detrás de la religión. También es cierto que el presidente de la Federación Alemana de Fútbol no es musulmán. No se trata, por tanto, de ninguna manera, de una provocación del Islam pujante”.
“Al parecer, en el fuertemente comercializado fútbol europeo, no había otra fecha posible para un partido deportivamente irrelevante. Así pues, los sentimientos religiosos tropiezan con el gran negocio de los patrocinadores y los derechos de emisión por televisión”, expresó.
Además, dijo que “la triste realidad” es que hoy en día solo el cinco por ciento de los protestantes y el 10 por ciento de los católicos acuden a los servicios religiosos.
“No puede deberse a motivos económicos, pues en Alemania ‘los bolsillos están llenos y las iglesias cada vez más vacías’”, señaló, citando una reciente entrevista hecha al Arzobispo Georg Gänswein, secretario del Papa Francisco, a la DW.
A esto se suma que “defender a los creyentes o los intereses de la Iglesia está totalmente pasado de moda en Alemania, incluso entre los más altos círculos eclesiásticos”, lo que explica “que nadie haya reaccionado ante el partido que se juega en Sábado Santo, ni los obispos ni la organización laica ‘Comité Central de los Católicos Alemanes’, siempre dispuesta a emitir comunicados de prensa”.
En ese sentido, dijo que queda claro que “Alemania se aleja por sí misma y por su propia voluntad cada vez más de sus raíces cristianas”.
“La tradición religiosa sólo puede esperar aceptación ilimitada cuando tiene detrás intereses comerciales: los regalos de San Nicolás en Navidad y los de la liebre de Pascua típicos de estas fechas. Cuando el calendario eclesiástico exige restricción de consumo, como en época de Cuaresma o el Día de Difuntos, en noviembre, a los creyentes se los declara grupo marginal, una minoría que no debe dictar las normas de comportamiento de la mayoría, secularizada desde hace tiempo”, criticó.
“Llegados a este punto, podemos aventurar un pronóstico atrevido: en algún momento de los próximos 25 años, los comercios en Alemania abrirán en Viernes Santo. Pero no será debido a la mayor influencia del actual cinco por ciento de población musulmana, sino por la falta de respeto de una creciente parte de la población arreligiosa hacia la cultura religiosa y las tradiciones sociales en Europa”.
“Algún comerciante minorista –indicó– irá a juicio para pedir tener derecho a vender pantalones y celulares, argumentando que los parques de atracciones están abiertos en Viernes Santo, un día tradicionalmente ‘tranquilo’. Y el juez le dará la razón, primero porque se trata de dinero y segundo porque otra cosa iría en perjuicio del vendedor de pantalones. Y nadie se molestará por ello. Porque en el Occidente cristiano ya nada es sagrado para nadie”.
(Fuente: https://www.aciprensa.com/noticias/partidos-de-futbol-en-semana-santa-demuestran-que-occidente-se-descristianiza-solo-96935/)
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