Países como Venezuela se han un hundido en un pozo sin fondo del cual sólo el capitalismo podrá sacarlos. (Orígenes)
Las ideas de Karl Marx han sido puestas en marcha decenas de veces en diferentes lugares del mundo. Siempre con la misma consecuencia: muerte y miseria. El nivel de fracaso de un país es proporcional a la intensidad con la que se apliquen las recomendaciones del padre del comunismo moderno.
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Los países que, como Venezuela, han llevado al extremo la idea de un Estado planificador que controla la mayor cantidad de aspectos posibles en una economía, se han un hundido en un pozo sin fondo del cual sólo el liberalismo podrá sacarlos. Otros, como Suiza, han entendido que entre más protagonismo se les dé a los individuos, mayor será el bienestar. Y entre Suiza y Venezuela hay un montón de países en los que su fracaso es mayor, o menor, dependiendo del nivel de intervención del Estado.
Ahora bien, aunque parece claro que el fracaso de un país es directamente proporcional al grado en el que se apliquen los consejos de Marx, es decir, se intervenga la economía, sorprende ver cómo, a pesar de los nefastos resultados del comunismo, los miedos que impulsaron a millones de incautos a las filas del marxismo, a pesar de que hoy en día y desde hace décadas están desmontados, siguen sirviendo para cautivar seguidores.
El líder por excelencia del comunismo moderno asustó a cientos de jóvenes haciéndoles creer que el capitalismo tendría consecuencias inevitables: miseria, concentración de la riqueza y esclavitud. Al día de hoy a pesar de las claras pruebas de la tremenda equivocación de Marx, los jóvenes y seguidores de la izquierda mundial, siguen creyendo que el capitalismo nos llevará a una debacle sin salida alguna.
Pues bien, aunque es claro el resultado nefasto de las ideas de Marx, expondré acá con gráficas y datos lo evidente: el padre del comunismo moderno se equivocó en todas sus predicciones, el capitalismo solo ha traído bienestar y ha disminuido el número de pobres en el mundo entero.
Contrario a terminar sumidos en la miseria, el mundo entero goza cada vez de mayor bienestar económico
Marx afirmaba que el capitalismo nos llevaría a la pobreza, que cada vez habrían más obreros muriéndose de hambre por culpa de los malvados capitalistas. Los datos muestran lo contrario: para salir de la miseria no hay mejor remedio que el capitalismo.
En la siguiente gráfica, elaborada por el Banco Mundial, se observa cómo la población que vive en extrema pobreza, en el mundo entero, ha pasado de más del 80 % en 1820, a rondar el 20 % en la actualidad.
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