"La humanidad no encontrará la paz hasta que no vuelva con confianza a mi Misericordia" (Jesús a Sor Faustina)

jueves, 30 de marzo de 2017

Rusia: califican a Testigos de Jehová como "secta de carácter totalitario" y podrían ser suspendidos



Tras la decisión del Ministerio de Justicia ruso de suspender la actividad de la sede de los testigos de Jehová por extremismo, de la que dábamos cuenta en el número anterior de InfoRIES, se ha desatado la polémica entre los partidarios y opositores de la medida. Sputnik News resume así los principales argumentos de la discusión. La petición de restringir la actividad del 'Centro administrativo de los Testigos de Jehová', la entidad jurídica que controla el trabajo de numerosas delegaciones de esta agrupación en Rusia, será evaluada por el Tribunal Supremo del país eslavo el próximo 5 de abril.

Entre los días 8 y 27 de febrero de 2017 se realizaron inspecciones sin previo aviso a la organización que permitieron concluir que el grupo incumple sus estatutos y actúa infringiendo la ley rusa en materia de lucha contra actividades extremistas. Mientras tanto, los que se oponen a la decisión, en su mayoría adeptos de esta corriente religiosa, se muestran asustados por la medida y afirman sentirse perseguidos por el Gobierno.

“Secta de carácter totalitario”

"Para 175.000 de los seguidores de nuestra religión llega probablemente el momento más alarmante de su vida. Si el Ministerio de Justicia se sale con la suya, los creyentes podrán ser castigados a penas de hasta 10 años de prisión", aseguró Vasili Kalin, presidente del 'Centro administrativo de los Testigos de Jehová' en Rusia.

Aclarar si un determinado grupo religioso es o no extremista es trabajo de los tribunales, pero "no hay duda de que los Testigos de Jehová son una secta de carácter totalitario", explicó a Sputnik Alexandr Dvorkin, profesor y experto en religión. "Ejercen un control rígido sobre los miembros de su comunidad, que llega hasta la limitación de sus derechos civiles y la regulación estricta de su vida cotidiana, además, recurren al engaño a la hora de reclutar a nuevos miembros", precisó.

Para los observadores externos, en Rusia los testigos de Jehová son predicadores muy agresivos, no por el convencimiento de seguir la fe verdadera —ya que cualquier creyente lo tiene—, sino por la difamación de otras religiones, en particular, de las religiones tradicionales del país, opinó el profesor. Finalmente, la organización puede ser directamente peligrosa para sus propios adeptos, por ejemplo, debido a la prohibición de realizar o recibir transfusiones de sangre.

Además, la prohibición de participar de cualquier modo en unas elecciones es una infracción de los derechos recogidos por la Constitución rusa, continuó. "Por supuesto, esto [la participación en estas actividades] depende de una decisión libre de cada cual, pero si una organización lo prohíbe deliberadamente, no puede gozarse de unas condiciones privilegiadas [otorgadas por el estatus oficial de entidad religiosa en Rusia]", concluyó Andréi Dvorkin.

Una decisión controvertida

Por una parte, intentar regular asuntos religiosos mediante prohibiciones es una tendencia poco agradable, subrayó Andréi Desnitski, especialista en ciencias bíblicas. "Hoy empiezan con los testigos de Jehová y mañana podría ser que a los funcionarios no les gustaran las predicaciones de corrientes más numerosas, como los bautistas o pentecostales", se preocupó el experto, que resaltó que es sumamente difícil encontrar criterios objetivos para trazar líneas rojas en el tema de los movimientos religiosos.

Por otra parte, los testigos de Jehová se oponen a muchos aspectos del funcionamiento de un Estado, como los procesos electorales o el servicio militar, y promueven sus creencias de manera muy activa, lo que en su conjunto "genera la frustración del Estado, ya sea ruso o cualquier otro", admitió Desnitski.

En términos legales, la suspensión de la organización central de los testigos de Jehová no equivale a la prohibición de la religión como tal, dado que podrá seguir siendo profesada sin restricciones. Al mismo tiempo, la falta de un 'centro' o una 'sede' de la religión como entidad jurídica supondría un golpe para esta comunidad, comentó Iván Belenko, representante del 'Centro administrativo de los Testigos de Jehová' en Rusia.

Inician una campaña mundial

Según informa el medio digital dominicano Al Momento, el Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová (su cúpula directiva mundial, localizada en Nueva York) está invitando a sus más de 8.000.000 de miembros a una campaña mundial para escribir cartas y pedir ayuda al Kremlin (el gobierno central de la Federación de Rusia) y a altos funcionarios del Tribunal Supremo, para evitar sean vetados en ese país.

El 15 de marzo de 2017, el Ministerio de Justicia ruso presentó una solicitud ante el Tribunal Supremo de la Federación de Rusia para declarar extremista y disolver el Centro Administrativo de los Testigos de Jehová de Rusia y prohibir sus actividades. Explicaron que si el Tribunal apoya esta solicitud, cerrará la sucursal de los Testigos en Rusia, ubicada cerca de San Petersburgo. Luego, las casi 400 entidades religiosas locales registradas en el país serían disueltas y, como consecuencia, se prohibirían los servicios religiosos de sus más de 2.300 congregaciones.

Además, el Estado podría confiscar los bienes de la sucursal y todas las propiedades que usan los Testigos para reunirse. Finalmente, podrían ser acusados y procesados judicialmente tan solo por realizar sus actividades religiosas. El Tribunal Supremo tomará una decisión el 5 de abril. “El Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová quiere dirigir la atención a esta situación tan crítica”, dijo David Semonian, un portavoz de la central mundial de los testigos.

“Tomar acción judicial contra ciudadanos pacíficos que respetan la ley y tratarlos como terroristas es claramente una aplicación indebida de las leyes contra el extremismo. Dicha acción se fundamenta totalmente en acusaciones falsas”, agregó. “Leer la Biblia, cantar y orar con otros hermanos en la fe no es un delito —añade David Semonian—. Esperamos que todas las cartas que se envíen durante esta campaña mundial muevan a las autoridades rusas a detener este ataque injustificado contra nuestros hermanos”.

Críticas políticas desde los EE.UU.

Después de la solicitud del gobierno ruso, el presidente de la “Comisión de Helsinki” (Comisión para la Seguridad y Cooperación en Europa, agencia del Gobierno de los EE.UU. formada por senadores y congresistas), Roger Wicker, el co-presidente, Chris Smith, y el comisionado Richard Hudson, emitieron las siguientes declaraciones, tal como recoge el medio San Juan 8:

"Es un error aplicar las leyes contra el terrorismo a los que tratan de practicar su fe", dijo el presidente Wicker. "El gobierno ruso está explotando verdaderas amenazas del extremismo violento para socavar lo que queda poca libertad religiosa en ese país. Esto distrae de los esfuerzos reales para luchar contra el terrorismo. Insto al gobierno ruso que abandone el caso de inmediato".

"Está en juego en el próximo caso judicial la legalidad y tal vez la supervivencia de los testigos de Jehová -y de hecho la supervivencia básica de la libertad religiosa en toda la Federación Rusa", dijo el co-presidente Smith. "Si el Tribunal Supremo de Rusia declara este grupo religioso como organización extremista, es una mala señal para todos los creyentes y marca un día oscuro, triste para todos los rusos".

"Como un firme defensor de la libertad religiosa, estoy consternado por el tratamiento dado por el gobierno ruso a un grupo religioso entero como una amenaza a la seguridad nacional", dijo el comisionado Hudson. "La afiliación religiosa no debe ser una justificación para la persecución". De acuerdo con el Acta Final de Helsinki firmada por los 57 Estados participantes de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa –entre ellos Rusia–, "los Estados participantes reconocen y respetan la libertad del individuo a profesar y practicar, solo o en común con otros, la religión o creencia, actuando de acuerdo con los dictados de su propia conciencia".

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