Una imagen que, apuntando a la sensibilidad, encierra una gran mentira: sí hay que buscar a Dios en los altares y ese Dios se llama "Jesús Eucaristía".
Esta imagen sentimentalista, que busca impactar al sentimiento al tiempo que anular la razón, encierra un grave error, contrario a la Revelación de Jesucristo, el Hijo de Dios, tal como lo explicita el Magisterio de la Iglesia Católica. ¿Qué decir frente a esta imagen? ¿Es verdad que a Dios no hay que buscarlo en los altares, como dicen los esenios? Lo que debemos responder, con el Magisterio de la Iglesia, es que Dios SÍ ESTÁ en los altares y más concretamente, en los altares de la Iglesia Católica: a quien hay que buscar en los altares es al Dios de la Eucaristía, el Dios del sagrario, el Dios del altar eucarístico. Está en la Eucaristía en Persona, con su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad y es allí donde debe ser adorado. También está Jesús en el prójimo, de un modo misterioso y por eso, lo que hacemos a nuestro prójimo, en el bien o en el mal, se lo hacemos a Jesús. Su misteriosa Presencia en el prójimo no significa que debamos adorar al prójimo; debemos adorar a Jesús en la Eucaristía, el Dios del Santísimo Sacramento del Altar. Los esenios son una secta que, contrariamente a la Verdad Revelada, creen en un Mesías "social", el cual sería un pueblo elegido, y no un Mesías "personal", individual, como es Jesús, el Dios del altar eucarístico; de ahí esta frase, que apela al sentimentalismo y que encierra, al mismo tiempo, un grave error. En definitiva, el católico SÍ DEBE BUSCAR A DIOS EN EL ALTAR, EL DIOS DE LA EUCARISTÍA, CRISTO JESÚS, EL HIJO DE DIOS.
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