Rusia vivió un extraño caso en el núcleo de una secta religiosa. Un niño de nueve años, identificado con las iniciales D.K., falleció porque una secta lo retuvo y lo azotó. Entre los miembros de esa congregación se encontraban sus propios padres, según informaron las policías de Rusia. Las autoridades policiales hallaron el cuerpo del menor con una mordaza introducida en su boca en un lago de Ekaterimburgo (Rusia), tal como leemos en Periodista Digital.
El informe señaló que el niño falleció por falta de oxígeno. Los miembros de la secta agredieron al menor con la intención de “expulsar a los demonios”. La madre del niño habría sostenido a su hijo y su padre, con la ayuda de los demás participantes, lo comenzó a azotar. La secta se quedó con el cuerpo de la víctima durante dos días, debido a que estaban rezando para que pudiera resucitar. Después de ello, arrojaron al fallecido al bosque.
El padre y una líder del grupo resultaron arrestados. La madre había huido a Bielorrusia, pero desde Rusia solicitaron su extradición, tal como leemos en Caracol TV. El diario peruano La República añade que la secta se llama Discípulos de Jesucristo. La líder detenida de la secta se llama Zemfira Gainullina.
Un experto en sectas de Rusia, Alexander Neevev, explicó a The Sun que “en esta secta se creía que la pecaminosidad debía ser superada por los niños. Según ello, al castigar a un niño, no debes prestarle atención a su sufrimiento, porque en el infierno, él o ella hubiesen sufrido más”. Además, se mostró enfático en afirmar que “una persona cuya cabeza está llena de esas tonterías, simplemente no puede entender que un niño no debe ser lastimado”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario