"La humanidad no encontrará la paz hasta que no vuelva con confianza a mi Misericordia" (Jesús a Sor Faustina)

sábado, 28 de diciembre de 2019

Católico: no a supersticiones, rituales, limpias, amuletos ni cábalas por Año Nuevo






Por Jaime Duarte Mtz., Director de Centro de Investigaciones sobre la Nueva Era (CISNE)
www.cisne.org.mx/identidad


Ante la idea de usar "chones" amarillos o rojos, entrar y salir de la casa 12 veces con maletas, comprar borreguitos o velas "programadas", realizarse rameadas, barrer en la noche, consultar el calendario astrológico (horóscopos anuales), etc., es conveniente señalar que se trata de supersticiones que no garantizan amor, felicidad, salud ni dinero por más "fe", ganitas o buenas intenciones que se pongan en las mismas. Pueden resultar hasta divertidas, pero no dejan por ello de ser motivo de ignorancia y, en algunos casos, como las "limpias" y la adivinación, muy arriesgadas pues entran en el campo del ocultismo. Lo mismo podemos decir de las consultas de tarot, ángeles y rituales para la fortuna pagadas a psíquicos o a "coaches espirituales" (¡vaya estafa!). Te cobran desde $250.- hasta $10,000.- pesos por predecir tu futuro.

¿Crees que portar esos objetos te traerá prosperidad? Basar tu vida actual y el mañana en la suerte, menospreciando tus capacidades y talentos es, además de mediocridad, duda en la providencia de Dios.

El numeral 2111 del Catecismo de la Iglesia Católica nos advierte acerca de esta práctica:

-->
2111 La superstición es la desviación del sentimiento religioso y de las prácticas que impone. Puede afectar también al culto que damos al verdadero Dios, por ejemplo, cuando se atribuye una importancia, de algún modo, mágica a ciertas prácticas, por otra parte, legítimas o necesarias. Atribuir su eficacia a la sola materialidad de las oraciones o de los signos sacramentales, prescindiendo de las disposiciones interiores que exigen, es caer en la superstición (cf Mt 23, 16-22).

No hay comentarios:

Publicar un comentario