"La humanidad no encontrará la paz hasta que no vuelva con confianza a mi Misericordia" (Jesús a Sor Faustina)

jueves, 19 de enero de 2017

¿Cuándo podemos decir que hay derivas sectarias en los grupos católicos y evangélicos?


Una guía de la MIVILUDES, la institución oficial francesa que vigila sobre las sectas.

JOSE LUIS VÁZQUEZ BORAU
Aunque no sean sectas como tales, en grupos cristianos en general y católicos en particular pueden producirse actitudes o derivas propias de la manipulación de las sectas, que las autoridades eclesiásticas tienen el deber de vigilar y corregir o eliminar.

En su último informe presentado ante el primer ministro de Francia, la Misión Interministerial de Vigilancia y Lucha contra las Derivas Sectarias (MIVILUDES), con fecha de septiembre de 2016, este organismo gubernamental afirma que puede haber un factor de peligrosidad también en los grupos cristianos donde se debe aprender a discernir los elementos de una derivas sectarias en situación de riesgo, analizando las familias y los familiares las pistas que pueden ser indicadoras de este riesgo.

El informe se refiere tanto a los grupos católicos como evangélicos. A continuación resumo las aportaciones principales de la MIVILUDES en su informe, empezando por lo que tiene que ver con la realidad católica y siguiendo con la protestante.

Movimientos católicos: funcionamiento grupal

Los elementos a analizar que se proponen son, en primer lugar, los relativos al movimiento en sí y a su funcionamiento interno. Se detallan los siguientes:

a) Ver si este movimiento es conocido por la jerarquía católica local.

b) Ver si el líder es un “Profeta inspirado” que desarrolla un fuerte dominio en los demás miembros. Esta persona a menudo tiene un poder curativo “taumatúrgico” supuestamente de origen divino, lo que le permite la realización de acontecimientos sobrenaturales como milagros presentados como curaciones espontáneas, etc.

c) Presencia en el movimiento de una doctrina mesiánica y apocalíptica que permite manipular a la gente.

d) Una doctrina exclusiva y excluyente, con una visión dualista y maniquea de la sociedad.

e) Amenaza de “maldición divina” en caso de incumplimiento de las normas internas del grupo.

f) Utilizar la humillación y la culpabilidad tanto a los miembros adultos y menores de edad del grupo, por ejemplo con el castigo público.

g) La intensa actividad misionera dirigida directa y exclusivamente por el líder.

h) Una servidumbre absoluta y una incansable dedicación de los miembros al líder, al que se le debe obediencia ciega.

i) Abuso de poder, autoritarismo exacerbado con “una fe ciega ” al Superior o fundador, al que se le considera omnipotente y omnisciente.

j) Adoctrinamiento a los niños en los encuentros, retiros de meditación o peregrinaciones, haciéndoles sentirse culpables y amenazándoles con “el fuego del infierno”.

k) Engaño en el reclutamiento, a menudo ilegal, sin respetar las distintas vocaciones y sin el conocimiento de los padres.

l) Intento de infiltración estratégica en áreas de crecimiento, tales como la educación, la formación Profesional, la ayuda humanitaria, el medio ambiente, la salud y el bienestar psico-espiritual y en el ámbito del ocio.

Movimientos católicos: sus miembros

En cuanto a los miembros de estos grupos, se subrayan algunos elementos a tener en cuenta para valorar si nos encontramos ante una deriva sectaria o no:

a) Un cambio repentino en el comportamiento, tristeza, pérdida de peso, agresividad.

b) Deteriorado estado de salud.

c) Presiones psicológicas diarias haciendo referencia a su esfera íntima, causando depresión y trastornos psicológicos graves.

d) Violaciones (acoso sexual, abuso sexual, abuso físico), a menudo del mismo líder, valoradas como elementos importantes de la doctrina interna del movimiento.

e) Pérdida de la voluntad humana, de autonomía de decisión en el ejercicio de su mente.

f) Adoctrinamiento en la esfera de la familia del individuo. Posibles relaciones con sus seres queridos con la intención de ejercer proselitismo en un intento de integrar a la familia e hijos en el movimiento.

g) Solicitaciones financieras muy frecuentes para traer sus recursos para el movimiento, con la posibilidad también de despojo de sus propiedades.

h) Producción bajo un falso voluntariado. Actos de trabajo ilegal o trabajo no declarado sin cobertura ni protección social concedida y, por consiguiente, con carácter ilegal.

Esto puede conllevar, explica la MIVILUDES, el “deber de rescatar a estas personas que viven en condiciones higiénicas y sanitarias deficientes”, con problemas específicos en la desnutrición, el ayuno y el ascetismo extremo, sin asistencia médica adecuada y, por tanto, en riesgo de dieta muy deficiente, complicaciones con grave riesgo de mareos o delirio agudo, que puede conducir a la hospitalización psiquiátrica de algunos días a algunos meses después de la liberación del grupo, con un cuidado especial a esta persona a medio y largo plazo.

Movimientos evangélicos: funcionamiento grupal

En relación a las comunidades evangélicas o protestantes, los elementos sectarios destructivos a discernir son los siguientes, si nos fijamos en su funcionamiento interno:

a) Personalidad autoritaria del pastor, que puede conseguir que los miembros del grupo realicen actos seriamente perjudiciales para ellos.

b) Un pastor que tiene todos los derechos y decide por todos.

c) Proselitismo dentro de la familia, en el lugar de trabajo, etc., que representa una inversión en tiempo por parte de la persona a la causa y al grupo.

d) Exigencias financieras, contribuciones obligatorias para el adepto.

e) Los niños educados con discursos antisociales o con nuevos puntos de referencia externos a los de la sociedad actual (trabajo ilegal).

f) Práctica de los matrimonios falsos para obtener los papeles, una regularización ilegal con casos de inmigración.

g) Discurso exclusivo y excluyente: se niega toda crítica interna, desterrando la reflexión y el pensamiento independiente.

h) Chantajes y amenazas para los que desean abandonar el movimiento religioso o “iglesia”. Se prohíbe entrar en relaciones con los que dejan el grupo, incluso con la gente cercana a su familia.

i) Discurso muy virulento contra los de fuera de la comunidad. Grupo elitista.

j) Uso de la oración con el propósito de la curación espiritual y, a veces, espectaculares curaciones “milagrosas”.

k) Negativa para acudir al médico y prohibición de la medicina tradicional, incluso si la situación es grave o crítica.

l) Discurso apocalíptico incluso paranoico en relación a exigir la lealtad, la sumisión y la obediencia al líder absoluto en el grupo.

m) Abuso físico a los seguidores menores o mayores.

n) Exorcismo realizado en un contexto equivocado, con actos degradantes contra la integridad física y psicológica del individuo.

o) Situación de manipulación mental y adoctrinamiento.

Movimientos evangélicos: sus miembros

Y también en el caso de las comunidades evangélicas con riesgo de derivas sectarias, se señalan algunos datos a tener en cuenta en la observación de los adeptos:

a) Posibilidad del abandono del entorno familiar y/o profesional.

b) Cambio progresivo que no se puede explicar por problemas personales o de familia.

c) Aparición de un nuevo grupo de amigos a menudo sin parientes conocidos y familiares.

d) Cambio repentino en el comportamiento y el idioma de la persona después de su integración en el movimiento.

e) Cambio de hábitos, de ropa, de orientación de vida.

f) Trastornos mentales en los miembros la “iglesia”: casos de descompensación psicológica, “crisis mística”, entrada en trance.
(http://es.aleteia.org/2017/01/19/cuando-podemos-decir-que-hay-derivas-sectarias-en-los-grupos-catolicos-y-evangelicos/?utm_source=Facebook&utm_medium=Social&utm_campaign=Echobox#link_time=1484857247)

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