"La humanidad no encontrará la paz hasta que no vuelva con confianza a mi Misericordia" (Jesús a Sor Faustina)

jueves, 20 de junio de 2013

¿Yoga Inocente? De ninguna manera...



Por el Dr. John Ankerberg y el Dr. John Weldon

Cuando los occidentales emplean las técnicas del yoga con el objetivo de mejorar su salud, deberían entender que también pueden estar produciéndose cambios en ellos mismos que podrán tener dramáticas consecuencias espirituales que no serán para mejorar. Sin tener en cuenta la escuela o tradición espiritual, la práctica del yoga tiende a alterar la conciencia de las personas en una dirección oculta.

Incluso cuando el yoga es practicado de manera ingenua, puede producir transformaciones radicales con el paso del tiempo. Con el Hatha-yoga pueden tener lugar cambios de personalidad, mediante cambios en el cuerpo que influyen en la mente. Consideremos la historia de Christina Grof, quien, antes de experimentar con el yoga, era una típica ama de casa con una vida normal. Ella comenzó a practicar el yoga completamente confiada en que era una práctica que la ayudaría a llevar el embarazo. Después de todo, está muy extendida la idea de que “durante el embarazo, el yoga es muy beneficioso y te mantendrá relajada y flexible”

Pero lo que Christian Grof recibió fue mucho más que eso. Se encontró a sí misma pasando de ser una conservadora esposa de clase media a transformarse en una líder de la Nueva Era  debido al Hatha-Yoga. Todo lo que tuvo que hacer fue seguir unas clases de ejercicios de hatha-yoga y lo que siguió la evolución lógica: 


“Durante el nacimiento de mi primer hijo, para el que me había preparado mediante el método Lameze de respiración (muy parecido al prayanama yógico), esta enorme fuerza espiritual salió de mí. Por supuesto, yo no lo entendía y me dieron morfina para pararlo tan pronto como mi bebé nació. Lo mismo me ocurrió cuando nació mi segundo hijo. Todo esto me llevó a más y más experiencias. Me introduje en el yoga aunque todavía desconocía sus raíces espirituales. Mi encuentro con el Swami Muktananda hizo saltar realmente lo oculto tras todo aquello. El sirvió como un catalizador para darme cuenta de aquello a lo que me había estado resistiendo, que era Kundalini (la fuerza universal de vida)”.

Por tanto, una inocente práctica rutinaria del yoga como ejercicio la condujeron a numerosas experiencias psíquicas que tuvieron el impacto acumulativo de cambiar radicalmente su vida. Se convirtió en discípula del gurú Muktananda y, como veremos,  también en un líder del movimiento de la Nueva Era con una misión específica: atender a la gente que estuviera viviendo “emergencias espirituales” debidas a sus prácticas ocultas y ayudarles a interpretarlas adecuadamente y a integrar con éxito estas experiencias divinas en sus vidas.

En los inicios, sin embargo, cuando los síntomas normales del yoga kundalini  emergieron  en su vida, el pronóstico no fue bueno. Ella misma se encontraba en medio de una emergencia espiritual y se convenció de su propia demencia. “Estaba segura de que me dirigía a una vida de psicopatología. Temía estar volviéndome loca”.

Sin embargo, un asesoramiento por medio de las filosofias ocultas puso las cosas en la perspectiva adecuada. Su matrimonio se rompió, “lo que estaba destinado a ocurrir de todas formas”. Y el más tarde popular mitólogo Joseph Campbell la ayudó a reconocer que “La esquizofrenia se ahoga en las mismas aguas en las que la mística nada con gusto”. También la refirió al investigador en LSD y conciencia Stan Grof para que la asesorara.

El resto es historia. La pareja se casó y hoy coordinan 50 SEN (Redes de Emergencia Espiritual) centros de información regional alrededor del mundo. Han publicado también una gran cantidad de literatura dentro del campo del ocultismo y la metafísica. Su reinterpretación del fenómeno patológico inducido a través de prácticas ocultas –como una transformación espiritual positiva (una emergencia espiritual) –no solo ha ayudado a destapar y a legitimizar el ocultismo, sino que también ha inhibido el discernimiento de las verdades implícitas.

Por ejemplo, en el caso del Yoga Kundalini, los síntomas de enfermedad mental y de demonización son redefinidos de forma gratuita como manifestaciones de “mayor elevación” o conciencia de lo divino. Así que, no hay que cuestionar o temer el kundalini sino someterse a el y confiar sin reservas ya que es de hecho parte de la eterna sabiduría de la transformación evolutiva que es mucho más sabia que nosotros mismos. Un capítulo de un libro editado recientemente por Stan y Christina Grof, Emergencia Espiritual, revela una aproximación básica al asesoramiento SEN. El título es “When insanity is a blessing”( “Cuando la locura es una bendición”).

De modo que una lenta pero segura transformación inducida por el yoga catapultó precipitadamente a Christina en el mundo del ocultismo. A la larga, su inocente flirteo con el yoga alteró su vida por completo y la convirtió en una líder del movimiento de la Nueva Era, con influencia sobre cientos de miles de personas.

Consideraremos un ejemplo más de las potenciales consecuencias de la inocente práctica del yoga. Mientras Christina Grof utilizó el yoga como una ayuda en su embarazo, Carole, una del coautor Jhon Weldon, utilizó el yoga por razones medicas y de salud. Publicamos su historia en La oscuridad acechante: enfrentando la decepción oculta. Conocimos a Carole como resultado de intercambiar información con el famoso gurú indio Swami Rama. La siguiente información fue extraída del material que nos enviaron:

Carole estaba muy enferma y los médicos no eran capaces de encontrar la causa de su enfermedad.Cuando fue a un psicólogo-nutricionista que le recomendó un amigo, encontró en su oficina literatura sobre el Instituto Himalaya, del que el doctor era miembro. El Instituto fue fundado por el indio Swami Rama, uno de los gurús más estudiados científicamente, empezando por el famoso investigador del biofeedback y espiritista Dr. Elmer Green. Carole decidió  ir al Instituto, donde comenzó a tomar clases de hatha-yoga. Con el tiempo, fue iniciada y recibió su mantra, o palabra del poder oculto, por el Swami Rama. Al poner sus manos sobre su cabeza, comenzó la típica transferencia de “energía oculta” (denominada shaktipat diksha). Carole estaba en el cielo. 


“Corrientes de energía eléctrica comenzaron a atravesar mi cabeza y a bajar hacia mi cuerpo… Era como si un hechizo me hubiera sobrevenido, la dicha que sentí era como si Dios me hubiera tocado. El poder que había venido de sus manos, y simplemente al estar en su presencia, me arrastro hacia él de forma irresistible.
La noche después de recibir su mantra, Carole fue visitada por un ser espiritual que afirmaba  ser el espíritu del Swami Rama. Aunque en su Iglesia nadie había mencionado nunca el mundo de los espíritus (no creían en tales cosas), Carole sintió que esta era la forma de comulgar directamente con Dios. Ella experimentó las maravillosas  y poderosas fuerzas  y energías (de poder), mientras en su mente entraban pensamientos con una fuerza como magnética.
"Alrededor de mi cuerpo vibraban corrientes eléctricas y se movían luego en mi mano, las corrientes sacudían mi mano y con fuerza, pensamientos casi cautivadores asaltaban mi mente: “Medita, medita, quiero hablar contigo”. Era un milagro. Me estaba comunicando con el mundo espiritual. Había encontrado a Dios. Sentada en la oscuridad de mi sala de estar comencé a recitar mi mantra. Una presencia pareció inundar la habitación. Empecé a tener visiones de ser uno con el Universo y entonces se iban los pensamientos magnéticos y  oía  una voz, que parecía la del Swami Rama, que me decía que se estaba comunicando conmigo mediante un viaje astral”
Pasada una semana, después de meditar muchas horas cada día y todavía en comunicación constante con este espíritu, unas fuerzas vinieron sobre mi y me dieron poder para hacer posturas del yoga; flotaba con ellas, me daban incluso mayor respiración… posturas que antes me hubieran resultado muy dolorosas”
Sin embargo, después de dos semanas de meditación yoga diaria, Carole se sentía hundida en una pesadilla de completo horror y miedos. Voces que decían ser de ángeles se convirtieron en terroríficas, incluso demoníacas. Era brutalmente asaltada por espíritus, tanto física como espiritualmente. Durante la meditación, en medio de una violenta sacudida, podía sentir que la misma energía que  recibió en la iniciación, energía que ahora se sentía como algo personal, estaba intentando separar su ser vital de su cuerpo físico, en sus propias palabras para “ literalmente separar la vida del caparazón de mi cuerpo”. Ella sintió un sobrecogedor e implacable odio dirigido hacia ella desde “esta energía” como si “monstruos del otro mundo intentaran llevarse mi propia alma de mi misma, causando un dolor insoportable, rasgando y desgarrando lo más profundo de mi ser”

El tormento y el sofoco intermitente parecían no acabar nunca; su miedo aumentaba cuando se daba cuenta de que no había nadie para ayudarla. Finalmente, el ataque remitió. Pero este fue el primero de muchos otros.

Parecía que nada podría parar los ataques. Sus ruegos a los espíritus no eran escuchados; su marido no tenía poder. Su padre quería que visitara a un psiquiatra; otros dudaban de que estuviera cuerda. Desesperada, su madre contactó con unos parapsicólogos amigos de una Iglesia local de Unity School of Christianity. Ellos impusieron sus manos sobre Carole y mandaron que la “divinidad en ella” la entregara, pero fue en vano.

El Doctor C. Norman Shealy, M.D., PhD, entró en escena. El es un notable neurocirujano, antiguo profesor de la Universidad de Harvard, en el pasado presidente de la Asociación de Medicina Holística Americana, y autor de “la medicina oculta puede salvar tu vida”. El doctor Chealy trabaja también con videntes y espiritistas como Carolina Miss. Cuando el Dr. Shealy fue incapaz de ayudarla, la remitió al Dr. Robert Leitchman, M.D., un espiritista que es coautor de varias docenas de libros recibidos por la revelación de los espíritus.

Leitchman admitió que la situación de Carole no era poco común entre los seguidores de los gurús orientales. El incluso le dijo que algunos habían muerto como resultado de ataques sobrenaturales semejantes. Pero, de nuevo, fue incapaz de ayudarla. Sus instrucciones como visualizarse a si misma en la blanca luz de Cristo protectora, fueron inútiles. Para entonces, Carole estaba cerca del final.

“Tuve que soportar la tortura, incapaz de liberarme a mi misma. Para los de mi entorno yo estaba loca. Nadie me creía y nadie podía liberarme. La desesperación que sentía era insoportable. Nadie me creía a excepción de los parapsicólogos… pero ellos no podían hacer nada. Estaba indefensa frente a estos ataques inacabables…cientos de presencias llenaban mi habitación, que se llenaba sola de un espeso aire helado, mi cuerpo empapado de sudor mientras todo mi ser luchaba contra ellos” 
Tras pasar varias semanas con mis padres, decidimos que quizás podía intentar regresar a casa. Pero esa noche los espíritus empezaron a mostrar todo su poder. Primero, contra mi cráneo. Sentí como si intentaran cascarlo para abrirlo, como si el aire estuviera cortando mi cerebro. Una presión increíble estaba siendo ejercida sobre mi espalda y mi pecho, empujando como con una llave inglesa. Sentí como si estuvieran intentando desarticular mi hombro, intentando dejarme ciega presionando sobre mis ojos, apretando mi garganta para asfixiarme. Llena de miedo y exhausta, al borde de la muerte, le grité a mi marido: Me  muero, no puedo más. Llévame al hospital. Me llevaron al hospital y me eché como un perro asustado encogido en su carrito.Casi no podía hablar pero al menos los espíritus se habían ido… temporalmente. El doctor de guardia me recomendó que me viera un psiquiatra a la mañana siguiente. Me dijo que estaba dismulando algunos problemas profundos con ese “hablar de espíritus malignos”, “el demonio no existe”, me dijo fríamente.
Carole fue admitida en el hospital pero, una vez más, nadie la pudo ayudar. Los ataques remitieron finalmente y fue dada de alta. Al llegar a casa, los ataques empezaron otra vez. Más  tormentos inimaginables. Aunque estaba aterrorizada ante la muerte, deseaba morirse. Deseando que acabara su vida pero demasiado asustada de morirse, fue de nuevo al hospital. Una vez más, fue llevada a una habitación bajo vigilancia. Aquí sentía que se moriría sola y atormentada.
Pero hoy Carole está viva y está bien. Incluso su psiquiatra está impresionado ante su milagrosa transformación. Tiene una salud perfecta, tanto de cuerpo como de mente.

¿Cómo encontró Carole la libertad?. Nadie había sido capaz de ayudarla. Hoy Carole atribuye a Jesucristo Vivo el estar sana y con vida, El la salvó de un estado desesperado. Reflexionando sobre su testimonio, asombra que tan terrible destrucción haya podido obtenerse de una supuestamente simple e inofensiva forma de meditación de yoga.

Sucesos como éste demuestran que el yoga va más allá de lo que parece. Tanto si el yoga puede dar alguna desconocida respuesta psicoespiritual o fisiológica, o si se producen cambios  espiritualmente, o ambas cosas a la vez, pocos podrán negar que el yoga es una disciplina espiritual poderosa que ha sido utilizada desde hace milenios para obtener objetivos ocultos paganos. Según avanzamos, entenderemos mejor las razones de todo esto.

Notas:

1. Ann Hill, ed., A Visual Encyclopedia of Unconventional Medicine, New York: Crown Publishers, 1979, p. 223.
2. Brian Inglis, Ruth West, The Alternative Health Guide, New York, NY: Alfred A. Knopf, 1983, p. 143.
3. Stan and Christina Grof, "Spiritual Emergencies," Yoga Journal, July-August 1984, p. 40.
4. Stanislav Grof, Christina Grof (eds), Spiritual Emergency, Los Angeles, CA: J. P. Tarcher, 1989.
5. Grof, Yoga Journal, p. 41.
6. cf. Grof, Spiritual Emergency, p. 227.
7. Ibid., pp. 77-97.
8. John Ankerberg, John Weldon, The Coming Darkness: Confronting Occult Deception, Eugene, OR: Harvest House Publishers, 1993.

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