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miércoles, 14 de marzo de 2018

El Che era “sanguinario y homofóbico”: entrevista a Fabián Sanabria


Sanabria es candidato a ocupar el cargo de rector de la Universidad Nacional de Colombia, una de las instituciones públicas más importantes del país.
Miguel Angel CamachoBy Miguel Angel Camacho  Last updated Mar 13, 2018

“No me parece muy interesante que la imagen de alguien que no es egresado de la universidad, que es completamente foráneo, esté en la plaza principal y esta se bautice clandestinamente con su nombre”. (Fabián Sanabria)
El próximo 15 de marzo la comunidad académica de la Universidad Nacional (UNAL) de Colombia, seleccionará a los candidatos favoritos para que ocupen el cargo de rector. Y el 22 de marzo el Consejo Superior Universitario decidirá finalmente quién será el remplazo de Ignacio Mantilla.

La UNAL es una de las universidades públicas más importantes de Colombia y está ubicada como la 8 mejor de Latinoamérica. Sin embargo, ha enfrentado problemas relacionados con su infraestructura, debido a que varias de sus facultades se caen, literalmente, a pedazos.

Para hablar del tema y de su candidatura a la rectoría de la UNAL el PanAm Post entrevistó a Fabián Sanabria, candidato a rector, quien considera que parte de los problemas de la UN están relacionados con la reducción en la participación de recurso por parte del Estado y con la gran burocracia existente en la institución.

Sanabria también se ha manifestado en contra la izquierda más radical de la universidad, porque esta “no han salido de su concha”. Además, ha afirmado estar en desacuerdo con que un homofóbico y racista sea utilizado como emblema de la UNAL, haciendo referencia al Che Guevara (lo que no le ha agradado a los más radicales de la universidad). Sin embargo, señala que comprende que para la izquierda el Che es símbolo en contra de los crímenes del Estado colombiano y que si fuera rector no borraría su imagen del Auditorio León de Greiff.

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Fabián Sanabria
@FabianSanabriaS
En un contexto de estar dispuestos a pasar las páginas de la violencia armada en Colombia ¿Será que en el Alma Mater de la Nación vamos a seguir teniendo como emblema a un Hermoso Sanguinario?

20:57 - 3 mar. 2018
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Fabián Sanabria es doctor en sociología de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París, magíster en antropología y sociología de lo político de la Universite de Paris 8 y antropólogo de la UNAL. Fue director del departamento de sociología UN y decano de la facultad de ciencias humanas de esta misma universidad. También fue director general del Instituto Colombiano de Antropología e Historia y comisario general del año Colombia-Francia 2017

Usted comenzó su campaña para ser rector con el eslogan Izquierda torcida, derecha chocada. ¿Es algún tipo de crítica a la política al interior de la UNAL?
En realidad, nuestra consigna es un Alma Mater Más Incluyente, y, gracias a un ejercicio de creación colectiva, descubrimos un saludo que representa corporalmente la cinta de Moëbius —que es nuestro símbolo—, en donde con las manos resulta: izquierda torcida, derecha chocada. Porque cuando usted saluda a una persona normalmente le tiende la derecha, pero si luego le da la izquierda, está formando la cinta de Moëbius. En ese ejercicio la torsión es fundamental, porque implica estar adentro y afuera, ser lo uno y lo otro al mismo tiempo, aunque las sobreinterpretaciones ideológicas quedan para el lector y el analista.

Durante años se ha afirmado que no importa quiénes sean los favoritos de los estudiantes, porque, al final, el Consejo Superior Universitario toma la decisión que al Gobierno de turno más le agrade. ¿Cree que esto va a cambiar en estas elecciones?
Esa no es una interpretación tan justa. Los primeros 40 rectores fueron designados por el presidente de la república. Antanas Mockus fue designado por César Gaviria Trujillo. Fue en el Gobierno de Antanas cuando se decidió consultarle a la comunidad académica. No es una votación directa, es una consulta, y cuando se presentó el profesor Víctor Manuel Moncayo fue elegido por el Gobierno, de acuerdo con los resultados que obtuvo en la consulta, tanto la primera vez como en su reelección. En la historia de la universidad es un episodio complejo muy reciente, y fue después del profesor Páramo que se empezó a recoger firmas para proponerle nombres al Concejo Superior. Con Moncayo se ratificó la idea de consulta y él se la ganó dos veces y ambas fue designado rector. Después designaron a Marco Palacios, luego vino Moisés Wasserman y posteriormente Ignacio Mantilla, los dos en periodos repetidos.

Los candidatos que les compitieron a estos últimos, avalados por un movimiento de izquierda fundamentalmente, y que ganaron la consulta, no fueron designados rectores. Y la frase de por qué no fueron designados se la dijo claramente Fernando Sánchez Torres al médico Mario Hernández, cuando este se presentó la vez pasada: “Sabemos que ganaste la consulta, pero no quisiéramos quedar presos del movimiento que te representa”.



Fabián Sanabria
@FabianSanabriaS
Me siento tan libre para ser rector de la @UNColombia como para jugar con mi gato o tararear con mis amigos EL BAILE DE LOS QUE SOBRAN...
Porque justamente no represento los intereses ni del actual rector Ni de ex-rectores Ni de la izquierda confesional del Alma Mater de Colombia

22:36 - 4 mar. 2018
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El problema es que, indudablemente, hay que decirlo, las universidades públicas, y algunas privadas, en sus concejos académicos y superiores universitarios han sido fortín electoral de algunos senadores que han hecho excelente trabajo de crítica al Gobierno de turno, pero que tienen ahí su clientela electoral. Al punto de que cuando se da la consulta, primero vota el 10 % de la comunidad académica, y de ese porcentaje evidentemente un amplio número es el de la izquierda, que recientemente gana esa consulta. Pero debo señalar que parte de la izquierda hoy está “torcida”, y no tiene candidato oficial para la rectoría. No se pusieron de acuerdo. Y yo no sé por qué razón no avalaron al profesor Alejo Vargas, quien tenía opción de poder. Indudablemente el presidente Santos lo hubiera puesto, porque son amigos.

Esto le da paso a mí siguiente pregunta. ¿Por qué cree que las universidades públicas en Latinoamérica son el nicho preferido de la izquierda para conseguir militantes?
Bueno, no solamente las públicas, las privadas también tienen representantes estudiantiles de izquierda, comandados por un excelente senador, y militante del MOIR, que es una persona muy capaz, manizalita, muy culto, a quien conocí en la casa de Mercedes Araujo, en El Barrio Santana, y que hoy está aliado con Sergio Fajardo.

Sí, pero la mayoría de los militantes de izquierda salen de las públicas.
Pues obviamente porque hay inconformidad. Eso no es una novedad. Tampoco es una novedad que a la universidad también la alimenta el pensamiento crítico. Y esto es muy importante. Yo no estoy menospreciando esa realidad. Al contrario, me parece muy importante que haya crítica. Pero algo que sí les debo decir a los militantes del pensamiento crítico, es que les falta ser consistentes con su pensamiento, porque un pensamiento crítico que no es autocrítico, no es crítico. Entonces, tiene que haber una autocrítica. Y hay un elemento fundamental: el establecimiento está harto de los que critican y critican; o, dicho en lenguaje popular, joden y joden y nunca proponen nada. No hay una cosa propositiva realista, solo transformar el modelo económico. Es de un irrealismo fantástico, para no comprometerse. Modelos ideales solo existen en el delirio. Existen como modelos, pero en la realidad no.

El pensamiento crítico tiene que ser creativo y propositivo y el pueblo unido jamás será vencido está ya recontravencido con esa consigna. Además, hay que decirle unas verdades a una izquierda militante que no ha salido de su concha, que no ha salido de su torre de marfil, que no conoce el mundo, que no sabe cómo funciona. Y en esa medida tenemos ejemplos en el mundo como el de Emmanuel Macron, que pulverizó a la derecha extrema y a la izquierda extrema, porque ninguna opción servía.

Siguiendo con esta línea, usted ha cuestionado que la UNAL tenga como emblema la imagen del Che Guevara, debido a su carácter homofóbico, racista y amante de la muerte, pero ha dicho que no borraría la imagen del Auditorio León de Greiff si usted llega a ser rector. ¿Por qué no la haría?
Debo decir que no estoy de acuerdo con que sea el único “dios en el Panteón de la UN”. Eso me parece excesivo. Hay que ser politeísta. Hay que ser pagano. Yo sueño con un Camilo Torres que en vez del fusil esté fumando pipa… Eso le dolería a la mamertería. (Dicho sea de paso, aclaro de dónde viene el castizo mamerto: viene de los rigobertos, robertos y egbertos del Partido Comunista que jodían y jodían y nunca propusieron nada. Ese es el problema de la mamertería… Pero yo quiero a la mamertería, porque dentro de ella hay gente bella. Y la belleza sí me tumba completamente. Si yo me encuentro con un mamerto bello, eso para mí es el amor puro. Trato de reconocer belleza donde, a primera vista, no se reconoce).

Cierro ese paréntesis y vuelvo. No me parece muy interesante que la imagen de alguien que no es egresado de la universidad, que es completamente foráneo, esté en la plaza principal y esta se bautice clandestinamente con su nombre. Sin embargo, reconozco que lo que la gente venera de esa imagen del Che en la Plaza Santander, que alberga la biblioteca García Márquez y el auditorio León de Greiff, no es tanto al Che, sino a la imagen del Che que se pintó como un signo contra aquellas víctimas del terrorismo de Estado. Y eso sí tiene un gran sentido para la universidad. Además, debo reconocer que era un personaje sanguinario y homofóbico (fue uno de los primeros personajes que mandó homosexuales a Sierra Maestra. Fue uno de los primeros que creó campos de concentración para homosexuales. Él creía que con el trabajo los hombres se liberaban. Un poco como hacen los pentecostalistas, que con ejercicios espirituales dizque “curan” la homosexualidad, aunque sigan siendo muy locas quienes se “curan”).
(https://es.panampost.com/miguel-camacho/2018/03/13/fabian-sanabria-che-unal/)

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