Las sectas satánicas, en este inicio del siglo XXI están en gran aumento
El término “secta”, según Larousse, significa “un grupo de personas que profesan las mismas doctrinas o enseñanzas, especialmente aquellas que los apartan de la tradicional”.
ROMA, 11 Junio 2004 (ACI).-A raíz del descubrimiento de los brutales asesinatos perpetrados en el norte de Italia por la secta satánica “Bestias de Satanás”, el vaticanista del semanario L’Espresso, Sandro Magister, ha hecho un escalofriante recuento del avance del satanismo en el mundo.
En su habitual columna de análisis, Magister señala que existen actualmente dos formas de satanismo, el “alto” y el “bajo”.
El primero de ellos, explica Magister, es el formal, registrado públicamente y organizado con publicaciones y bastante controlable por las autoridades. Este satanismo “oficial” y público, tiene a Aleister Crowley como inspirador y al cineasta frustrado Anton Szandor LaVey como su fundador.
Charles Manson, el asesino en serie que dio muerte en California a la actriz Sharon Tate, es uno de los máximos representantes de esta corriente que busca la publicidad.
Pero según explica el vaticanista italiano, “no es el satanismo alto, sino el bajo, el que más preocupa a la Iglesia: el satanismo desordenado y salvaje que no tiene organizaciones, ni direcciones, ni ideologías, pero penetra en circuitos de pedófilos, organizaciones criminales, clubes sadomasoquistas, y sobre todo bandas juveniles”.
“No es el satanismo de Charles Manson, sin más bien de su casi homónimo Marilyn Manson. No es de las misas negras, sino el de la música ‘black metal’”.
“El satanismo salvaje –explica Magister- no sabe nada de las complicaciones del ocultismo. Navega en Internet, habita en las discotecas, consume droga, escucha y reproduce una música muy particular. Es la música del ‘Dark Wave’: la ola tenebrosa, ‘gótica’, surgida en los años setenta en Inglaterra y Estados Unidos con Alice Cooper y Black Sabbath y rápidamente convertida en una subcultura embarrada de sangre, de muerte, de lo macabro…”.
El análisis completo de Magister, incluyendo una entrevista con el exorcista más famoso del mundo, el P. Gabriele Amorth, puede leerse en italiano e inglés en: www.chiesa.espressonline.it.
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El P. Gabriele Amorth, famoso exorcista,
reflexiona sobre la nueva ola satánica
ROMA, 11 Jun. 2004 (ACI).-Con ocasión de la captura de los miembros de la secta satánica “Bestias de Satanás”, responsable de numerosos asesinatos rituales en el norte de Italia, el vaticanista del semanario L’Espresso, Sandro Magister, entrevistó esta semana al más famoso exorcista del mundo, el P. Gabriele Amorth, quien a sus ochenta años de edad evalúa la creciente acción de Satanás en formas culturales de hoy.
Magister pregunta al P. Amorth sobre los crímenes del norte de Italia, y luego examina la situación del satanismo y la acción del demonio en la cultura actual. Aunque con algunas duras generalizaciones, el exorcista italiano, quien confiesa que se encomienda a la Virgen María “para que me proteja bajo su manto” antes de cada exorcismo, explica cómo la principal victoria del demonio es la de hacer creer que no existe.Padre Amorth, primero las tres niñas de Chiavenna, después Erica y Omar, y ahora la banda juvenil de Somma Lombardo. ¿Es Satanás quien actúa en ellos?
Seguramente sí, los dos primeros casi los he estudiado bien. Esos muchachos estaban entregados al demonio, leían libros satánicos. ¡Y qué ferocidad inaudita en sus actos! Cuando una hija da noventa y siete cuchilladas a su propia madre no se puede no ver en acción al príncipe de las tinieblas.
¿Existen momentos en que está más activo que en otros?
En términos generales Satanás está siempre activo. Es el tentador desde el principio. Hace de todo para que el hombre peque y cada vez que se realiza el mal, él está detrás, dejando en claro que es el hombre quien decide libremente sus actos. Pero también existe una acción extraordinaria del maligno: y ésta es la posesión diabólica.
¿Son frecuentes los actos de posesión?
No, son raros. Me es imposible dar cifras precisas. Los casos de verdadera posesión diabólica que yo atiendo son numerosos, pero es porque a mí llegan los casos más difíciles, no resueltos por otros exorcistas. En los primeros años de mi actividad, cuando acogía a todos sin filtro, la gran mayoría eran enfermos psíquicos, sin el demonio de por medio.
¿Cómo se da cuenta que alguien está endemoniado?
Lo sé durante la curación, no antes. Un síntoma inequívoco es la violentísima, visceral aversión a todo lo que es sagrado. Recuerdo un padre que temía que su hijo estuviera poseído por el demonio y un día, mientras estábamos juntos en la mesa, dije mentalmente por él un Ave María. El muchacho prorrumpió en un grito: ¡Papá, no, cállate!’. Después está el hablar en lenguas desconocidas, la explosión de una fuerza sobrehumana, la levitación: todas son cosas que suceden durante los exorcismos.
¿Entre una crisis y otra cómo vive un endemoniado?
De manera normal. Va a su trabajo y ninguno lo sabe. Tiene bien escondido su estado. Cuando siente que le llega una crisis se aleja, se encierra en el baño, se descarga, y luego regresa impasible a su lugar. Esto sucede con mayor razón con los endemoniados en curación, a los cuales el exorcismo da la fuerza para regresar plenamente a una vida normal. Una cosa debe destacarse: la posesión diabólica no es ni hereditaria ni contagiosa.
¿Qué cosa une a los endemoniados con los satanistas?
Sucede frecuentemente que un endemoniado se convierta en tal después de haber ingresado a una secta espiritista o satánica. Entre aquellos que estoy tratando hay pocos de esos, porque quienes vienen a pedir el exorcismo son los satanistas arrepentidos. Pero pienso que entre los satanistas existan muchos más. A las sectas satánicas es muy fácil entrar pero muy difícil salir. En algunos casos se arriesga la vida.
¿Y qué vínculo tienen los satanistas con el demonio?
Hay de dos tipos: aquellos que adoran al demonio, celebrando misas satánicas, tienes sus sacerdotes y su jerarquía; y aquellos que no creen en la existencia personal de Satanás, pero se entregan a acciones torpes y contra natura. Este otro satanismo es el más peligroso.
Juan Pablo II realizó exorcismos sobre tres endemoniadas. ¿Se curaron?
La tercera no. La vengo tratando desde 1998 y es un caso verdaderamente doloroso.
Aparte del Papa, ¿Cómo está en la Iglesia la creencia en el demonio?
Muy en descenso. Y el demonio está contentísimo, porque así tiene las manos libres para hacer su trabajo. La Iglesia ha pasado de un exceso a otro. Para remediar la locura de la caza de brujas, que en vez de ser exorcizadas eran quemadas, ha cancelado todo, diablo y exorcismos. El resultado es regiones católicas enteras que no tienen más exorcistas: España (En España sí existe un conocido exorcista, el P. Fortea –nota del traductor-), Portugal, Alemania, Austria, Suiza. Yo admiro a los obispos italianos. No comprenden nada, pero al menos nombran a los exorcistas. El año pasado nosotros los (exorcistas) italianos nos reunimos: éramos ciento setenta.
Explíquese mejor, ¿En qué sentido los obispos “no entienden nada”?
Porque también ellos, como todos los sacerdotes, han estudiado en el seminario. Y desde hace tiempo en el seminario no se enseña nada de los ángeles y los demonios, nada de los exorcismos, nada de los pecados contra el primer mandamiento, “No tendrás otro Dios fuera de mí: magia, espiritismo y satanismo”.
¿Y la curia vaticana?
La misma incompetencia. Ha aprobado un nuevo ritual que para nosotros los exorcistas es un desastre. Prohíbe actuar en caso de maleficio, cuando el 90 por ciento de los casos de posesión derivan precisamente de allí. Prohíbe actuar si no se tiene la certeza previa de la acción diabólica, cuando eso sólo se puede comprender cuando se está actuando. Por suerte sigue valiendo el viejo ritual. Yo uso ese, de otra formar tendría que renunciar.
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Cerca de 2.000 personas están integradas en más de cien sectas satánicas en España
Internet se convierte en la gran puerta de acceso de los adolescentes al espiritismo y el satanismo
La trampa de las sectas y el culto al diablo ha encontrado un fantástico caldo de cultivo en Internet, el medio favorito de los adolescentes españoles. Las web y los foros de contenido satánico se han convertido, según los expertos, en lugar de encuentro para los jóvenes, que pueden «bajarse» información sobre cómo hacer un pacto con el diablo, realizar un ritual de misa negra o establecer contacto con gente afín y terminar por dar el paso hacia el satanismo, convirtiéndose en víctimas de pequeñas sectas que acabarán por anular su mente, su cuerpo y su futuro.
Mar Velasco - Madrid. «Una ex compañera de clase decía que estaba enamorada de Satán, llenaba las paredes con su nombre y algunas veces puedo aseguraros que parecía poseída. Una vez, en clase de religión, mordiendo un pilot de color azul se tiñó toda la lengua y daba voces diciendo: ¿Satán me ama, me ha dado un morreo! Fue expulsada de la clase...»
No ha sido necesario ir muy lejos para encontrar un texto como éste en internet. Está recogido de un foro al que cualquiera puede tener acceso desde un buscador. Los mensajes continúan: «Busco un grupo de personas que son de una secta llamada SDD Seguidores Del Diablo...»; «Estoy buscando músicos para formar banda de rock belzebúzica. Con actitud y sin temor a la autoflagelacion pública. Proyecto serio». Son mensajes que distan mucho de tratarse de una verdadera «amenaza satánica», pero sirven al menos para hacerse una idea de cómo está la situación.
Ritos en grupo. El padre Jose Antonio Fortea, sacerdote y especialista en demonología, explica a LA RAZÓN: «Los chicos suelen comenzar con el espiritismo, y siempre en grupo. Muchos empiezan incluso en primaria. Más adelante se animan a comprar algún libro que les interesa, sobre ocultismo o esoterismo. El último grado es el satanismo, que por supuesto no se encuentra en la esquina del barrio, pero sí en internet», asegura. «No existe una gran secta satánica, pero sí pequeños grupos. En ellos aprenden cómo hacer ritos, y terminan dando el paso. Sobre todo les gusta pedir favores sexuales, y acaban haciendo alguna barbaridad», asegura.
El fenómeno del satanismo entre los adolescentes parte de una mezcla entre esoterismo y un tipo de música rock (Black Death, también «Metal Anticristiano» o «Metal Blasfemo»). Estos grupos se rodean de una toda una parafernalia satánico-sangrienta que en ocasiones haría palidecer al mismísimo Marilyn Manson. Ellos aseguran que se trata simplemente de una «cuestión de estética». «Desde luego ¬continúa el padre Fortea¬ el efecto de esas letras es claramente negativo, incita al odio y a la violencia. Quienes las escriben suelen mantener esas ideas. Y a veces los chicos pueden estar cerca de cuatro horas diarias escuchando esas consignas; es normal que acaben por aceptarlas», sostiene.
Afortunadamente, hace tiempo que la situación no llega a los extremos de lo que ocurrió en Noruega en los años 90, cuando una serie de bandas satánicas provocaron la quema sistemática de las «Starvkirker», iglesias de madera y auténticas joyas del país, además del intento de asesinato de sacerdotes y los suicidios y homicidios entre ellos. Pero este mundo oscuro parece fascinar a toda una horda de adolescentes, que empiezan por escuchar a un determinado grupo de rock, siguen por hacer «kedadas» a través de internet y acaban por acudir a ritos de misas negras y convirtiéndose en víctimas de sectas satánicas que les dejan el cuerpo roto, la mente anulada a base de drogas y consignas y el futuro en punto muerto. 2004-07-15
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