"La humanidad no encontrará la paz hasta que no vuelva con confianza a mi Misericordia" (Jesús a Sor Faustina)

sábado, 21 de febrero de 2015

El exorcista Francesco Bamonte desaconseja el «juego» de la «ouija» (no es un juego; es invocación al demonio)





La «ouija» no es un juego banal. «La superstición ofende a Jesucristo porque significa que no se confía suficientemente en Él», afirma el exorcista italiano Francesco Bamonte, autor de un libro sobre la acción oculta del Maligno y las presuntas comunicaciones con el más allá. El volumen, aparecido por el momento en italiano, y pronto en otros idiomas, lleva por título «Los daños del espiritismo» («I danni dello spiritismo»).

A. G. - Roma.-
El padre Bamonte, religioso de los Siervos del Corazón Inmaculado de María, dedica su labor pastoral a ayudar a personas que han caído en las redes de magos o de un supuesto médium. Según el exorcista, «las prácticas de espiritismo generalmente no son más que trucos que en algunas ocasiones hacen entrar en contacto con el propio inconsciente. En otros casos, sin embargo, se entra en contacto con espíritus demoníacos que fingen ser almas de difuntos». «Los casos de infestación y de posesión diabólica, en los cuales los sacerdotes exorcistas han tenido que intervenir después de una sesión de espiritismo, demuestran claramente cómo esta práctica es una vía privilegiada para una acción destructiva del demonio sobre personas», afirma. 
   Según el religioso, el espiritismo puede acarrear molestias físicas sobre quienes lo practican, como «dolores fuertes de barriga, en la frente, huesos, vómitos, ataques epilépticos, hormigueo en las piernas, ataques repentinos de calor o frío, sensación de angustia creciente, depresiones, continuos tics nerviosos, la imposibilidad de ingerir comida...». «Pero hay todavía muchas más: no dormir ni de noche ni de día, no poder estudiar o trabajar. Estar agitado, tener pesadillas, miedo a lugares oscuros, sensación de ser agarrados por los brazos o como si alguien se nos sentara en las rodillas. También se experimentan bofetadas invisibles o mordeduras que no se ven, así como golpes en el cuerpo», añade. 
   «En relación a los daños sobre los lugares, se dan fenómenos de movimiento de objetos sin ninguna causa sensible, timbres de puertas o instrumentos musicales que suenan solos de repente. También hay golpes en el tejado, en las paredes o en el suelo, gritos y voces en el aire y ruido de pasos», concluye. Zenit - 2003-11-13 – LA RAZÓN. ESP.

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Notamos, antes que nada, que el fenómeno de las sectas, su aparición y florecimiento, no es un hecho meramente sociológico o de orden histórico y psicológico, sino que ha de ser visto y valutado desde la óptica teológica.
 Las sectas constituyen como tal un problema teológico pastoral. El estudio de las mismas no debe reducirse, por lo tanto, al campo fenomenológico y al cuadro de las estadísticas, así como tampoco ha de ser absorbido por el sensacionalismo. Si así lo hiciéramos, este problema irá en aumento, mientras que el interés por su estudio y análisis pasará de moda.
La pastoral reconoce en las Escrituras la fuente inagotable de su vitalidad. Tomando contacto con la divina palabra y los testimonios de la Iglesia apostólica salta a la vista el profundo amor a la Iglesia y la firmeza en la fe de los primeros cristianos. Una Fe que les hacia exclamar «¡Ay de mi si no evangelizo!», y que llegaba hasta la donación de la propia vida en el martirio. Lecciones éstas particularmente necesarias en un mundo que pierde el gozo de la verdad, ahogado en las garras del agnosticismo relativista.
El problema de las sectas es vasto y complejo, lo sabemos; y por ende las propuestas y metodologías pastorales a proponer son numerosas. Sin embargo, estos programas pastorales no nos deben hacer perder de vista las fuentes perennes de la espiritualidad, por cuanto que es allí donde radica la solución básica y el fundamento ultimo de los medios pastorales por utilizar. La comunidad creyente que vive el misterio de Jesucristo y que irradia la verdad del Evangelio, desmantela y detiene por sí misma la invasión de las sectas. Hemos de retomar con fuerza las fuentes de la vida divina: la Santísima Eucaristía, la devoción mariana y la familiaridad con la palabra de Dios. La caridad brotará de esta fuente inagotable de vida, siendo de este modo las obras de misericordia el distintivo que muestre la imagen de Cristo ante los demás.
Algunas veces pretendemos grandes infraestructuras y medios gigantescos y complejos para hacer frente a un problema que parece superarnos con el riesgo de minimizar u omitir lo fundamental. Esto nos recuerda a Naamán el sirio (2 Re. 5) que pretendía algo distinto y original cuando el profeta le mandaba simplemente bañarse en el Jordán. El agua de la vida brota de Dios (cf. Jn. 4, 14), y el mal se vence a fuerza de bien (cf. Rom. 12, 21). No se descartan —obviamente— las investigaciones ni la implementación de nuevos programas pastorales, pero estamos convencidos que su eficacia dependerá de la vida espiritual de los creyentes y la autenticidad evangélica de la comunidad. «El que permanece en mí —dice el Señor— como yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada» (Jn. 15, 5). Es desde una comunidad viva de fe y caridad que obtendrá eficacia cualquier medio pastoral concreto que se aplique para hacer frente al proselitismo sectario y avance de estos grupos. «Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros? ... En todo esto salimos completamente vencedores gracias a aquél que nos amó» (Rom. 8, 31. 37).
El Papa Juan Pablo II lo expresaba ante la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Santo Domingo: «Al preocupante fenómeno de las sectas hay que responder con una acción pastoral que ponga el centro de todo a la persona, su dimensión comunitaria y su anhelo de una relación personal con Dios. Es un hecho que allí donde la presencia de la Iglesia es dinámica, como es el caso de las parroquias en las que se imparte una asidua formación en la Palabra de Dios, donde existe una liturgia activa y participada, una sólida piedad mariana, una efectiva solidaridad en el campo social, una marcada solicitud pastoral por la familia, los jóvenes y los enfermos, vemos que las sectas o movimientos para-religiosos no logran instalarse o avanzar» (Discurso inaugural, IV Conferencia General del Episcopado latinoamericano, Santo Domingo, Conclusiones, Buenos Aires, 1993, pág. 15).

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Cae secta satánica italiana autora
de varios asesinatos “rituales”

ROMA, 07 Jun. 2004 (ACI).-La policía italiana conmovió al país este lunes al anunciar el descubrimiento de una secta satánica que asesinó al menos a tres jóvenes entre 1998 y enero pasado en la provincia de Varese, en el extremo norte del país.Según fuentes oficiales, la secta, denominada “Bestias de Satanás”, estaba compuesta por unos diez jóvenes de Milán y Somma Lombardo dedicados a ritos satánicos, la música heavy metal y el consumo de cocaína.Durante uno de estos ritos fue consumado, el 17 de enero de 1998, el “sacrificio” a martillazos de Favio Tollis y Chiara Marino, cuyos restos fueron encontrados la semana pasada a dos metros de profundidad en un bosque.Ambos, que eran novios, habían desaparecido hacía seis años sin dejar rastros, pero el padre del muchacho sospechaba de la secta, frecuentada por su hijo, y continuó investigando.Fue justamente por su interés que los investigadores siguieron esa pista tras el asesinato en la misma localidad de otra joven de 26 años, Mariangela Pezzota, el 24 de enero pasado. A ella la mataron de un tiro en la cabeza y luego la enterraron en el jardín de una casa de campo en los alrededores de Varese.Por la muerte de la joven fue acusado el novio, Andrea Volpe. En la casa de Volpe fueron encontrados numerosos instrumentos destinados a los ritos satánicos y símbolos típicos de este tipo de sectas, activas sobre todo en el norte de Italia.Las investigaciones revelaron que Fabio y Chiara, su novia, fueron llevados a un bosque con la excusa de un rito satánico sin saber que ellos mismos serían las víctimas.Al parecer, la única víctima iba a ser Chiara, pero Fabio fue asesinado por intentar defenderla. Los integrantes de la secta abusaron sexualmente de la joven, antes de pegarle martillazos y rematarla con un cuchillo.Las autoridades no descartan que el grupo satánico, que se reunía de manera regular para celebrar “misas negras”, esté además relacionado con el suicidio de dos personas en los últimos años y la desaparición de otra pareja de jóvenes en la zona.En Italia hay registrados cerca de 250 miembros de grupos satanistas organizados, aunque se calcula que los seguidores de este tipo de sectas pueden ascender a unos 5.000.

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